Deseo
de corazón que de la crisis salgan los argentinos sin subrogar
conquistas sociales y memoria histórica. Temo que la oposición o los
sucesores de este gobierno, olviden lo que no debe olvidarse.
Probablemente mis temores se enclen en la historia pasada, llena de
interesadas traiciones y amnesias frecuentes. Mirar para adelante
significa no ignorar los aciertos del ayer, lejano
y reciente. Para que los errores no cundan proyectando nuevos horrores.
Y la democracia social brille, junto a los luminosos rayos del sol de
la enseña patria. La de San Martín, Belgrano, Güemes, Rosas, Yrigoyen, y
el Perón coronel, que oscureció tan malamente el último Teniente
General. Aquella que con lucha constante y sacrificios abonaron, desde anarquistas y socialistas para adelante, los trabajadores.
Argentina es la patria de mi niñez y juventud. Olvidarla, sería sumergirme en la noche de los tiempos, para ser justamente olvidado. Y quiero que me recuerden, que más no sea, por mi sonrisa argentina, heredada de aquellos hombres de buena voluntad, nacidos o allí emigrados, pero capaces de engrandecer con su humildad y llaneza, cualquier territorio.
Argentina es la patria de mi niñez y juventud. Olvidarla, sería sumergirme en la noche de los tiempos, para ser justamente olvidado. Y quiero que me recuerden, que más no sea, por mi sonrisa argentina, heredada de aquellos hombres de buena voluntad, nacidos o allí emigrados, pero capaces de engrandecer con su humildad y llaneza, cualquier territorio.
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