Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 29 de marzo de 2017

LAS VUELTAS DE LA HISTORIA


                   

Cómo voy a señalar a mis compatriotas el que no se interesen por mi monumental ópera sobre el ascenso y caída del primer peronismo, cuando tan pocos argentinos repasaron sus renglones apasionantes. Algunos robaron hechos, no la sustancia de un trabajo conceptual y de documentación en el que se pone el alma, intangible imposible de padecer hurto, no algunas raterías de los miserables incapaces de pensar y realizar algo que despeje las nieblas que ocultan los grandes aconteceres. El voto a los Macri convalida el profundo desinterés por la Historia, campo propicio para que nadie explore el pasado del Estado Justicialista, enterrado en septiembre de 1955, e imposible de ser restaurado por un país maltratado y deudor, tan lejano de los días acreedores de la posguerra. El malentendido de los Montoneros y la JP con un Perón distante del audaz coronel del 43, consistió en creer que aquel país obrerista de alianza con el Ejército podía ser restaurado tras 18 años de depredación y exilio por un viejo anciano rendido al del 73 y sus factores de poder, rodeado por ende de personajes siniestros y un rencor personal prohijado en el largo exilio de dieciocho años en la España fascista, fundido a un ego acrecentado en la senectud.

Las causas de la desmemoria son diversas. Entre los 30.000 asesinados por aquel otro ejército de gorilas y genocidas, cayeron los valiosos dirigentes que jamás fueron. Una generación feneció, dando lugar a gentes sin importancia. La degradación nacional se dejó sentir entre radicales de comité y peronistas clientelares, fabricando al vacilante Alfonsin, y sobre todo al infame Carlos Saúl Menem, una mala palabra para el presente durante diez largos años, que dejó su huella corrupta, con su circo de militantes fascistas y peronistas adaptados a la realidad argentina neoliberal. Allí convivieron desde el almirante Rojas hasta quienes se salvaron de la escabechina procesista. Las vueltas de la vida son las de la Historia y su oscura magia, pocas veces clara y asumible. Con los Macris vuelven los de siempre. Hombres de negocios templados en el arte del timo y la esquila ante una sociedad poco cultivada, ya despojada del viejo esplendor. En España no discurren tiempos mejores. Es otra Historia, con una impresionante derrota de por medio,claro está. Temprano emigrante, soy parte de la misma, aunque por fortuna haya podido analizar el pasado argentino con la lucidez debida, desde el largo exilio en mi tierra de origen. País desmemoriado al que le debo mi trayectoria literaria y la condigna soledad que me permitió avanzar en mis reflexiones enfocando las diversas formas del ayer. El mío e inda mais

martes, 28 de marzo de 2017

LOS CATEDRÁTICOS

 A ellos me dirigí, invitándoles a ensayar una lectura histórica frondosa. El problema, es que a la hora de escoger textos, casi todos eligen aquellos que no les inquietan ni sorprenden. Por esa razón no leerán Los volúmenes sobre Perón y el populismo argentino, en su ruta de ascenso y caída. Prefieren formulaciones como las de Ernesto Laclau y su viuda, Chantal Mouffé. En el caso español, median gravosas herencias stalinistas antes y después del franquismo, y mucha conciliación de clases, más los apuntes póstumos del Antonio Gramsci a punto de morir. Leer poco y mal, o nada, es lo que caracteriza hoy a los ilustres catedráticos. Mediocres organizadores políticos que, desde la arrogancia dicen saberlo todo. Si la teoría sirve de algo, es para de la Historia rescatar lo humano, a la manera de Eric Howsbam o Pierre Vilar. Los actuales epígonos carecen del menor interés por explorar la naturaleza humana, única sustancia que alimenta la Historia. El ejemplo de Podemos, símil de Syriza, es dramático en todos sus estamentos, también los de la izquierda anticapitalista. El respeto político por la realidad social, implica entenderla y reinterpretarla constantemente, aprendiendo. Y a estos señores no les preocupa aprender. Se bastan solos, y solos vegetarán hasta morir mientras les financian los dineros públicos sus ensayos desde el Congreso, gracias a los votantes. No era sólo el proyecto del tan pequeño Errejón. Es el de Iglesias, y ese bufón carente de talento que se apellida Monedero, el "Pepito Grillo" del líder que tan poco lidera en estas horas aciagas. Él es quien me censuró hace tiempo, conducta que repiten sus loros parlantes, llámense Irene Montero, o la Parda de Vera desde Público, su hoja propagandística más sumisa. Nada de esto me extraña. Mis largos años de invisibilidad oficial continúan hoy en este país (salvo en mis muros face y el Blog), lastrado desde los tiempos de la Inquisición, la dependencia y la victoria del fascismo. Si no avancé en los claustros universitarios, fue por preferir las fábricas a las teorías poco entendibles que contaminaban el conocimiento, presunción que el paso del tiempo  convalidó. Son las que nutrieron el pensamiento de las cabezas en Unidos Podemos. De estas gentes me separan el aliento humanista que destilan mis labores, contrapuestas a la petulancia que gastan ellos. Mi trabajo sobre Perón, con su luz y sus sombras, integra otra galaxia en materia de experiencia. Nada las hará compatibles, pese a mi envite. Ellos asesoraron a gobiernos populistas, aunque poco aprehendieron de sus derroteros. La realidad actual les probó insuficientes para enterrar definitivamente un pasado, del que estos aprendices de brujo formarán parte, más temprano que tarde

miércoles, 22 de marzo de 2017

LA FRAGILIDAD DE LA MEMORIA POPULAR


La frágil memoria popular queda probada históricamente, más allá de ciertas circunstancias favorables al abandono de la consciencia y su vasto archivo del horror. El caso alemán, con la plena gobernanza neoliberal en la UE, nos recuerda la xenofobia de Hitler y sus ansias de dominación continental y mundial, especialmente aplicadas a los países del Sur y del Este, mediante gauleiters diversos, tipo Rajoy u Hollande y sus programas obedientes para con el Directorio de la UE, sometido al Cuarto Reich. De nada vale que en Alemania se hayan proscrito a Hitler y sus símbolos. El poderío nacional restaura, sin gastos militares ostentosos, la vieja dominación del espíritu colonial, tan gravosa para los pobres y precarizados de los países menos fuertes y más endeudados con el Bundesbank y sus sucursales. No hablaré de España, un emporio de la desmemoria. Otro ejemplo de la tara, agravada hasta el paroxismo, es la presidencia de Donald Trump en los EEUU, prometiendo ganar las guerras futuras, olvidando la derrota de Viet Nam y los desastres causado en Iraq por el también republicano George Bush, gangster light en comparación con el gusano actual. Pero no sólo en los países desarrollados triunfa la desmemoria. Argentina nos brinda un claro ejemplo con la elección, muy constitucional, de Mauricio Macri, portador de herencias tan gravosas y criminales como la ponderancia de los militares que llenaron de sangre y dolor aquellos años del "Proceso" y sus treinta mil muertos, reducidos a menos de una tercera parte por la memoria personal del macrismo y su visión miserable de la Historia, correspondida por planes económicos condignos. En Brasil, los políticos corruptos del Lava Jato y las coimas de Obredecht voltearon a la presidente en funciones instalando a otro corrupto, antiguo confidente del Departamento de Estado, haciendo tabla rasa del tercerismo y las leyes sociales sancionadas en la previa y más o menos próspera etapa. Desde los ex países del COMECÒN, el fascismo más rancio sustituye al fantasma de Stalin y su Ejército Rojo de ocupación. Aquella temida tropa y sus tanques son hoy reemplazados por otra clase de ocupación, la que ejerce la desmemoria con expresa ayuda de la incultura popular y el real desconocimiento de la democracia, en materia de derechos ciudadanos y su relación con los poderes estatales. La ex URSS de Vlavimir Putin es, en tal sentido, un modelo variable del viejo despotismo asiático que tanto agrada al sátrapa de la Casa Blanca. Con Trump, Los EEUU ingresan a una demolición de los valores que Europa amagó alzar tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los líderes mundiales proclamaban que el nazismo no volvería jamás. En sustancia, lo mismo que argentinos y brasileños coreaban más al sur y a todo pulmón, cuando los dictadores militares fueron desalojados del poder. No era para siempre en ninguna parte.Ese es nuestro drama en el planeta de hoy.

sábado, 11 de marzo de 2017

EL CASO VARGAS LLOSA


Hay buenos escritores que no encajan la grandeza de un colega con su ruina moral.Semanas atrás, Mempo Giardinelli, excelente cronista de lo que hoy sucede en la Argentina de Macri, sostenía que Vargas Llosa era "grande", eximiéndole de una pequeñez social y política que no quería leer. La confusión entre forma y contenidos es algo que muchos no dilucidan en forma correcta. Por este sendero laberíntico llegamos a Hitler y su "Mein Kapft", escrito en la cárcel y que luego el poder transformó en la biblia del nazismo y el holocausto.Hay otros ejemplos de textos más o menos escritos con claridad, que revelan esta bicefalía conceptual. Se puede decir frontalmente lo que se piensa. Vargas Llosa no escatima, en tal sentido, ningún miserable renglón de su pensamiento antisocial. Su oficio sirve a tal cometido, sin que ello le lleve a la grandeza que algunos continúan defendiendo, pese a la brutalidad de sus conceptos. La derecha mundial golbalizada utiliza al sujeto, uña y carne de los mismos, como supuesto portavoz intelectual de luxe. No hay como un renegado de los viejos principios para perpetrar la sucia maniobra. Los renegados de la verdad comportan un denso listado del rencor. En el caso de Vargas Llosa, su afán por huir del pasado testimonial le condujo a vivir como vive, y a escribir como escribe en defensa de millonarios y plutócratas. Su enemigos de hoy son los pobres y carenciados, quienes no tienen dónde dormir, comiendo poco y mal. Al sujeto no le interesan los derechos de las mujeres ni la pobreza infantil, o algo que tenga que ver con la dignidad humana.Su transformación personal culminó hace un tiempo cambiando a su previa esposa por la cortesana Isabel Preysler. No obstante, consiguió contaminar a su hijo Álvaro, tan rácano como él, pero sin brillo literario alguno. En realidad, ya carecen sus alforjas de algún resto del pasado brillante retratando la realidad social. Basta leer las insensateces que garabatea y los libros de mierda que su gastada prosa intenta pulir, para entender su fenómeno transformista,que ya data de años.Vargas Llosa entró en decadencia a gran velocidad. Su fuga de Perú fue modélica, instalándose en Europa, para desde allí realizar sus vertidos desde entonces, promocionados por el régimen, su prensa y medios. Amparado por los nuevos amigos, desgrana sus últimas hojas en papel escrito, paralelas a las de su vejez. Roma no paga traidores. La Humanidad tampoco...

jueves, 2 de marzo de 2017

EL CAPITALISMO SIN MÁSCARAS

La deriva capitalista nos empuja al siglo XIX. La UE y su directorio trabajan en esa dirección.En Latinoamérica, de nuevo bajo la égida USA y los grandes monopolios, sucede otro tanto. Con Trump y el Cuarto Reich gobernando el epicentro del sistema en dos continentes, el capital recupera su esencia más inhumana y depredadora, obsequiándosela al mundo, junto a su carga de miserias, xenofobia y mayor explotación. Siempre fueron así. Sucede que en otras épocas lo maquillaban, procurando cierta base social ante la ilusoria amenaza comunista. Pero una vez perdido aquello que en su realidad fue el fascismo de los pobres, llegó la época voraz de las grandes fortunas y magnas miserias. En consecuencia, este siglo XXI, retrotrae hasta el de fundación capitalista todo lo avanzado después en materia de derechos sociales y políticos, en grosero beneficio de finanzas incesantes y fortunas onerosas que nos hacen menos iguales que nunca. Ese es el plan, consistente en fracturar sociedades, creando bolsones de miseria y precariedad o funcionarios dóciles de la política y los medios, dividiéndonos más para explotarnos mejor, mientras las guerras del psicópata de la Casa Blanca se suceden, en medio de la amenaza nuclear. Acabar con este sistema se convierte en ley de vida, alejando el dolor y la muerte de millones de seres humanos junto a la fatal extinción de la vida en la tierra.

miércoles, 1 de marzo de 2017

LOST ZWEIG


"Lost Zweig" es una producción alemana que dramatiza estupendamente el exilio brasileño del gran biógrafo y escritor. De paso, cabe señalar, que jamás he visto tan fielmente reflejada la personalidad multifacética de Getulio Vargas. El mediocre filme biográfico, impreso aquí en fechas recientes, registró la fase final en la vida del caudillo gaúcho, y la izquierdización que preludió su suicidio, provocado por la oligarquía y sus tramas negras. También Zweig eligió ese punto final, acosado por la expatriación, habiendo creído que el nazismo triunfaría en Europa, como presagiaban los días de su fuga continental. Aquí escribió un sentido homenaje por su tierra de acogida, manipulado por uno de los siniestros personajes del aparato de propaganda que rodeaban al Riograndense, amigo inicial de militares fascistas como Dutra, Gois Monteiro y Filinto Müller. Eran una gravosa herencia de su poder inicial, aggiornado al centro político en los convulsos años 30, que de últimas permutó por el auténtico liderazgo popular, profundizando el añejo sendero que beneficiaba a los trabajadores con ciertas mejoras. Zweig no llegó a verlo. El filme en cuestión, emitido por Canal Brasil en VOS y del que poseo el DVD transmite la época del Estado Novo, vivida entre el nazismo y la influencia decisiva de EEUU en el viraje político final, producido a cambio de la acería de Volta Redonda, financiada en permuta de la pirueta, encabezada por el Canciller pronorteamericano Osvaldo Aranha. En mi trabajo sobre Perón, menciono a Vargas y sus mejoras sociales como antecedente populista de lo que el criollo profundizó luego, en las visperas del golpe de Estado que derrocó al caudillo, apoyado entonces por su ex archienemigo Luís Carlos Prestes. 
Por último, vuelvo al denso film sobre Zweig para elogiar con fervor su cosmovisión del drama de un gran escritor, documentando una época.