Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 27 de noviembre de 2013

ARRIBA Y ABAJO

En largo reportaje Dilma Rousseff sostiene: "Las protestas en mi país fueron fruto de la democracia y el crecimiento". Es lo contrario de lo que creen Mariano Rajoy y sus buitres del PP. Por su parte, el papa Bergoglio afirma rotundo: "La economía de la exclusión mata". Otro varapalo a éste, y otros gobiernos reaccionarios; hoy mayoritarios en Europa. Dilma y el flamante papa, también latinoamericano, manifiestan lo que asciende y desciende en materia económica y social al Oeste del planeta.
Al sur del Río Bravo muchos países han sufrido en sus carnes el azote combinado del FMI, el Banco Mundial y Washington durante décadas de conflictos internos y postración, material y moral. Eran tiempos de dictaduras militares fereoces o gobiernos oligárquicos obedientes con imperios y emporios financieros, a costa del progreso integral y el Estado de Derecho de millones de pobres y asalariados, rigurosamente vigilados armas en mano.
Los azares de la Historia y el fenómeno global dieron vuelta la tortilla.
Hoy es Europa el territorio en claro retroceso, sin necesidad de que nadie lleve el dedo al gatillo ni gaste charreteras, o desfile a paso de ganso junto a los tanques artillados por calles y plazas desiertas. Si Merkel, reina del IV Reich, sube el salario mínimo de los alemanes preservando su pacto con la socialdemocracia local, lo hace a costa de que se desplomen los nuestros por obra y gracia del sumiso y obediente cabestro que nos tocó en suerte, por obra y gracia de una estafa electoral.
Lo mismo o algo parecido ocurre a millones de infortunados griegos, portugueses, irlandeses e italianos. La moneda asimétrica, auténtico nudo corredizo que sujeta tantos millones de cogotes al pie del patíbulo, agrandando el monedero de los ricos acreedores, redondea esta alquimia diabólica de una falsa unión sin contrapartida fiscal.
Aún el recuerdo del Estado de Bienestar, con todas sus fallas culturales y políticas, pervive en la memoria de muchos europeos. Pero el drama implacable de la miseria avanza sobre la añoranza de otro tiempo, exigiendo nuevas fórmulas y capacidad para imponerlas. La Europa presente es el ejemplo de la exclusión social y el suicidio económico. Estamos cayendo muy bajo, mientras en otros territorios florecen ideas y principios aquí abandonados. Ellos, tan ninguneados durante nuestra antigua prosperidad, han aprendido a identificar los enemigos de la equidad social. Dilma y Bergoglio refrendan este luctuoso conocimiento carnal que abrió tantas heridas en el subcontinente. Son las mismas que hoy nos infligen aquí, quienes hicieron del dinero y su poder absoluto su credo destructor de la existencia y el progreso, girando como nosotros, alrededor del Sol, sin disfrutar de una bendita energía que alumbra el milagro de la vida, y el de su esperanza.

domingo, 24 de noviembre de 2013

NATURALEZAS ASESINAS

Injustamente se simbolizan actitudes inhumanas apelando a la naturaleza salvaje, pura y dura. Por de pronto, el hambre o el miedo hacen de las especies instintivos catálogos de depredación. En los seres humanos, el poder del instinto ofrece ejemplos variopintos y retorcidos de criminalidad, comprensible en las sociedades más primitivas, donde hambre, miedo, despotismo y esclavización van de la mano.
Durante el último quinquenio, Europa, otrora modelo de civización, a imitar en lo posible, manifiesta grados de incivilización acusados y, cada vez más devastadores. La atmósfera que se vive en su flanco occidental precipita grados de polarización e injusticia social manifiestos. De norte a sur se observa, bajo el amparo de los ajustes y recortes del bienestar por parte de sus gobiernos, el crecimiento de la extrema derecha nostalgiosa del fascismo que, renegando de la capitulante UE, proclaman su xenofobia.
Esto no es más que la proyección extrema del conservadurismo social, hoy imperante. La degradación constante del Estado de Derecho dispone nuevas guerras étnicas y territoriales (éstas últimas reducidas de momento a breves escaramuzas). Mientras tanto, en la porción sureña, mandan y ordenan los asesinos. Mariano Rajoy, por ejemplo, desarrolla sin escrúpulos planes criminales contra el bienestar de la mayoría de sus gobernados durante los dos últimos calendarios, ponderando de hecho, la valla de cuchillas que desgarra las carnes de la inmigración "ilegal'.
Las vallas asesinas son la mera extensión fronteriza de su política local, pretendidamente reforzada por la nueva regimentación de huelgas.
La psicopatía y taras personales del jefe de este ejecutivo-ejecutor, se extienden al gabinete de impresentables, sus congresistas, y varios gobernadores y alcaldes del corrupto partido, facilitando su oprobiosa dictadura parlamentaria.
Con un 30% de pobres y un 26% de parados -más de la mitad jóvenes-, la brutal contracción económica prosige su ruta, trazada desde Bruselas y Berlín; siempre sujeta a nuevas ordenanzas o "deberes".
Empero, nada es gratuíto en este peligroso rondó mortal. Ayer por ejemplo, en toda España se desarrollaron 74 marchas de protesta. La sociedad civil, antes sujeta al voto y poco más, no dejó de acrecentar su movilización, partiendo del minuto uno de la actual barbarie gubernamental y sus comparsas de la oposición.
Desde el trasero de "El País", se pregunta el prestigioso Manuel Vicent hasta cuándo aguantará salvaje providencias esta sociedad inflamada y de contorno zombi, sin que la mecha se encienda, prendiendo fuego a todo.
En realidad, el peligro inflamable se vive al completo en la extensión del sur continental, desencantado con esta versión europea del saqueo público. Mientras, las naturalezas asesinas, obedientes al capital financiero y sus abiertos saqueos, homologados por la clase política actual, prosiguen su partida de caza, suicida a la postre, acopiando odios, entremezclados con ansias de justicia y tronante vindicación.

jueves, 21 de noviembre de 2013

EL VENDEDOR DE FANTASÍAS

Dos entrevistas de signo opuesto llegaron a través de la caja tonta. El más destacado se atribuye a Jesús Cintora, moderador implacable dentro de lo posible, con Esperanza Aguirre. En realidad fue una entrevista coral con tertulianos, entre los que destacaron Pablo Iglesias y Alicia Gutiérrez. La Aguirre aguantó el castigo procurando contragolpear sin mucho éxito hechos y dichos tangibles desde la hemeroteca, en pantalla constante. La presencia de Isabel San Sebastián devino casi invisible en la tertulia, salvo para insistir en su heroica defensa de las víctimas del terrorismo, su tema estrella.
La otra entrevista, cerrada como es de rigor a cal y canto, transcurre en estos momentos, con Mariano Rajoy entrevistado para la radio y TV oficiales por el esbirro de turno.
Dentro de la letanía abstrusa a las que nos tiene acostumbrados, el mandatario más impopular de los últimos 35 años-un modelo de pésima gestión y talante personal-insistió en brindar su estímulo verbal a los jóvenes emprendedores. Supongo que se refiere a los que emprenden la fuga de este infierno, en el que este personaje y su banda han convertido el pobre país echando mano de su mayoría absoluta en las principales instituciones. No es casual que el mentiroso burócrata de toda la vida desde el registro de propiedades y la política, eche mano de la fantasía para ocultar esa invariable afición por las nóminas y sobres en negro garantizados por el dinero público.
El resto de la entrevista, larga y bostezante, se explayó con esa otra fantasía de la "recuperación", la más que dudosa bondad patriótica de una gestión marcada por las órdenes que recibe desde Berlín, cumplimentadas prontamente. El intento de justificar el feroz proyecto de ley más reciente, que multa sideralmente supuestas trasgresiones de manifestantes, trocándolo en una presunta medida destinada a garantizar la seguridad pública, prolonga la sarta de dislates y atentados contra la democracia y el bienestar ciudadano. Estafador político de perdida credibilidad, Rajoy sobrevive aguardando el milagro que salve a su partido de la derrota y el escarnio en lo que resta de legislatura.
Es otra fantasía; la que condensa todas las demás desde el abultado catálogo de delitos y faltas, perpetrado durante los dos atroces años transcurridos desde su victoria electoral, por el gobierno español más cercano al franquismo.

martes, 19 de noviembre de 2013

EL RUFIÁN ENAMORADO


Visiono a Cristóbal Montoro declarándose enamorado de la política ante los cachorros de las Jóvenes Generaciones. Mientras ellos le observan con la ilusión de quienes se forrarán a corto o mediano plazo, el ministro de la prepotencia y la bufonería advierte profético la luz al final del túnel de la catástrofe, acentuada en los últimos dos años por él y sus cómplices obedeciendo el mandato europeo.
No hay colectivo de asalariados que se haya librado de las iras del poco ilustrado Cristóbal, comprensiblemente cebadas para con el apartado cultural y sus insumisos representantes.
Ni bien despuntó su gestión, el control ministerial sobre Hacienda puso el acento en pillar in fraganti evasores. No a todos, claro está. Los suyos del alma, mimados hasta las heces por la infame amnistía fiscal y otros inventos, bendicen su generosidad.
En realidad, los camaradas del amor del alto funcionario son las grandes empresas y reputados chorizos, evasores de 70.000 millones en moneda asimétrica. Los pequeños empresarios que paguen o se jodan.
No podrá sin embargo, acusársele en solitario de la evaporación declarada por el FROB de 37.000 millones, sobre un préstamo comunitario que superó los 40.000, supuestamente destinados a sanear el sistema bancario español. La coparticipación de Guindos en el evento, beneficiando a los pulpos financieros y sus lacayos completó el pedaleo depredador del tándem.
No son éstas, historias de amor, sino más bién su contrario. Pero Cristobal, glosador de maravillas poco tangibles, lo pregona con creces, sembrando a su paso el estupor y la indignación.
Su currículo refleja su doctorado en las ciencias económicas, adaptándolas a su concepto de la política, elaborado, eso sí, desde sus oscuros arrabales. Para ello, no hay mejor escuela que los del Partido Popular. Él lo experimentó a ciencia cierta, por dicha razón lo transmite a los cachorros, empleando esos tonos festivos, acompañados de una gestualidad única en su género.
En tal sentido recordamos lo que contó la canaria Ana Oramas sobre lo que el entonces diputado raso Cristóbal, depuso muy sonriente ante los malos números del gobierrno Socialista: "Dejemos que ellos hudan España, nosotros la levantaremos".
Tal es el concepto del amor que cabe a Montoro; irrealizado para el caso, pues la han hundido del todo.
En el seno de este gabinete, de mimbres arrancados del franquismo y otras épocas aún más remotas, sólo José Ignacio Wert le supera en prepotencia, crueldad y sadismo; aunque los méritos que acumula emparejen los tantos de ambos cada día que pasa.
Estimo luego, que el citado personaje confunde el amor con la complicidad que guía cada uno de sus actos y palabras. La que profesa con los suyos, junto a múltiples lazos político financieros que sostienen un tinglado en el que ya muy pocos españoles confían. No sólo me refiero al local. El de los amos del cotarro en Berlín y Bruselas perdió la confianza del 76% de ciudadanos en este país.
Por ende, quizá la luz que divisa al final del túnel este rufián de las finanzas locales sea la de otro tren, avanzando en dirección contraria y por la misma vía. La que se llevará por delante su versión del amor; más parecida al terror que otra cosa...

domingo, 17 de noviembre de 2013

APRENDIZAJES CASEROS

Visiono a Rajoy en Canal 24 soltando sus letanías vacuas y redundantes ante las Nuevas Generaciones del PP; otro pálido show de círculos y aplausos cerrados que retratan el encapsulamiento de este gobierno-basura y su corroído aparato partidario. Una frase referida a la cultura de los jóvenes del registrador de la propiedad metido a presidente, llama mi atención: "El ejemplo familiar dispone la base cultural posterior de cualquier ciudadano". Más o menos eso dijo, más rudimentariamente vertido, por su lenguaje afectado y plano, pero el caso es que me retrotrajo inmediatamente a la imaginaria casa paterrna de Rajoy, y las castraciones a las que desde allí fue sometido mediando rígidas normas disciplinarias. Una amalgama de fobias destinadas a la pobreza y la indefensión, glorificando el credo de los poderosos. Ésta fue su turbia atmósfera; la que le formó como lo que hoy es. Un sujeto obediente con los que mandan, naturalmente peligroso para las instituciones democráticas y el Estado de Derecho en momentos de crisis. La Europa actual y el fracaso socialista precipitaron el irresistible ascenso de este individuo y los tipos de su especie en España. En realidad, gobiernan con piloto automático, cumpliendo puntualmente crueles directivas que llegan desde el extrarradio. Incluso desde esta regla de manual, común en estos días aciagos, Rajoy y su banda organizada cumplimentan, según la OCDE, el peor y más incapaz elenco gubernativo de Europa. El fondo del pozo no les inhabilita, empero, para festejar, en sus juntas y verbenas congresuales o partidarias, este triunfalismo que no sólo las basuras de Madrid proyectan, vacuo y miserable en su tangible realidad. Da la sensación que dichas celebraciones de coto cerrado no hacen sino prologar el próximo derrumbre electoral del proyecto empobrecedor y sus gestores. Faltando aún dos años para el fin de la legislatura, la podredumbre oficial impregna todos los rincones de este castigado territorio.
El entierro llegará, antes o entonces. Pero cuánto más duren se acentuará el estropicio de las conquistas sociales y la calidad del empleo. No el de ellos; aunque pinten bastos para su conservación. De la que deberán rendir cuenta todos sus beneficiarios. Es lo que quizá no instruyeron a Mariano Rajoy Brey en su casa. Aunque nunca es tarde para aprender, o sucumbir sin hacerlo jamás, en medio del desprecio público y la privada vergüenza.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA TRAGEDIA PRESENTE

Ya lo reseñé en previo artículo, es Rajoy quien instrumenta a Wert: no al revés. En manos de su gobierno, nadie, ni siquiera los que mandan en Europa y el mundo moderno, respetan a España, ni a sus ciudadanos.
Hay países aque se ganan el descrédito universal que cargan sobre sus espaldas. Leer hoy los principales periódicos locales, o repasar las tertulias en radios y TV produce a los demócratas de verdad un profundo asco.
Me temo que actualmente seamos pocos en esta tierra quemada, donde el 28% de sus almas y cuerpos viven sumergidos en la pobreza, con expectativas a la baja. Un país de viejos estafados o saqueados, y jóvenes sin porvenir, manejado por políticos incompetentes, y malvados en su gran mayoría.
He vivido atmósferas similares en Argentina, durante el tercer peronismo y las dictaduras militares que, antes y después se sucedieron. En común con esta trágica época española, acreditan aquellas el imperio de la asfixia social, el miedo y la resignación de las grandes mayorías.
La base del despotismo acredita esa raíz, de maligna entraña suicida.
Se me juzgará un exagerado en la comparación, pero en cualquier caso será un problema de mis jueces, no el mío. La diferencia con la Argentina de ayer, es incluso más favorable que esta penosa realidad de hoy, y aquí, porque la tradición de lucha sindical y las batallas políticas que eran un patrimonio austral, no existen en España con la significación que aliente una próxima esperanza.
El problema continental del paneuropeísmo alemán agrava este cuadro atroz; acentuado por la extrema debilidad de la izquierda social y política.
Tampoco la temulencia izquierdista es un patrimonio exclusivamente local, aunque aquí lo padezcamos en grado superlativo.
La sombra del franquismo sociológico invade y doblega el corpus social, por eso gobiernan Rajoy y sus miserables criaturas brotadas de una pesadilla, sin que ninguna fuerza política significante les dispute el poder. Sin duda, favorece esta hegemoná la encerrona económica del capitalismo financiero global, vaciando de contenido las pocas reformas democráticas que sucedieron a Franco.
En este marco, el peor posible, la salida inmediata para muchos será oxigenarse emigrando. Durante el fascismo y los nazis muchos europeos lo hicieron, fecundando la cultura y el trabajo de otras sociedades más avanzadas. Los republicanos españoles de la posguerra civil, junto a los fugitivos de la hambruna impuesta por los vencedores, son ejemplo al respecto. Lo mismo aconteció durante la ocupación alemana y la infame regencia del mariscal Pétain en Francia, amén de otros casos. Esto último es lo que acontece en la España actual. Rajoy, Rubalcaba y Mas, o Rosa Díez y Albert Rivera son los que rigen el pulso político actual, desde el mando o el pretendido relevo, cuando el PP y sus abrumadoras basuras culminen la descomposicion que les despoja de votantes y comparsas.
Son los modernos Pétain de Merkel y sus satélites. Lacayos obedientes y atildados del parafascismo bárbaro.
Mencionaba antes la sumisión y el servilismo de la sociedad política y sus opinantes con el genocidio social que se desarrolla en este país, y buena parte de Europa, sujeta al modelo teutón de desarrollo...asiático o africano para nosotros.
Sólo las voces de múltiples colectivos beligerantes surgidos de la sociedad civil resuenan con fuerza, sin articularse políticamente. La soledad de los Cañamero, Sánchez Gordillo y los Fernández (el valiente diputado de la CUP que enfrentó a Rato en el Congreso, escandalizando a sus obedientes o conciliadoras señorías) es una trágica realidad. La peor posible y, por desgracia, no la última, en caso de soslayar el programa combatiente, y el consiguiente grado político de organización que le ponga fin.

lunes, 11 de noviembre de 2013

EL SÍNDROME DEL SERVILISMO


La falsa resucitación del PSOE, sin soluciones a la vista pese a tanta promesa vana, nos da de bruces contra el servilismo de una clase política incapaz de concebir otro remedio ante el sangrante acoso de los acreedores. No hablo de romper con la UE, sí el negociar desde posiciones de fuerza, importantes quitas a la deuda exterior, sobre todo la privada, bajo amenaza de volar en pedazos esta trama vampírica del imperio alemán, los satélites nórdicos y sus socios financieros.
El poderoso acreedor es menos poderoso de lo que se piensa ante deudores bien posicionados, de los que al fin de cuentas depende para sobrevivir. Es una regla económica, política e histórica propia de nuestra especie. Sin embargo el PP, los socialistas y buena parte de la sociedad política se posternan llorosos y mendicantes ante Bruselas, Berlín y la Troica, los mandones y chorizos que hoy nos gobiernan, detrás de los mascarones de proa locales, tan corruptos y miserables como ellos.
Parece increíble que la octava potencia del mundo quede a la altura, y aún más abajo en materia de obediencia debida, que otros países del sur. A tal extremo que la España actual es el ejemplo de sociedad menguante más patético del nuevo siglo.
El problema no radica en que nos falte tejido industrial y nuestra mano de obra sea poco productiva. Sus causas son de vieja data y esta crisis las resume en un síndrome amedrentante: el del servilismo. Una gravosa herencia de la Guerra Civil y el franquismo, no superada por la reforma democrática y la actual formulación de Estado, hoy en crisis virulenta.
Los valores de coraje y capacidad de decisión no pertenecen a buena parte de esta sociedad, aborregada en las tres últimas décadas; tara que refleja fielmente su sociedad política, poco culta y esclarecida.
Ahora vienen los señoritos del PSOE, a quienes debemos buena porción de las rémoras y el atraso que padecemos, hoy regimentado por la extrema derecha, sacando pecho desde el raquitismo espiritual. ''Hemos vuelto!"- claman ufanos.
Sabemos a qué. A continuar administrando el modelo alemán de sociedad, desde el subdesarrollo. Obedientes, atildados y con ropa de marca, mientras los harapos y la miseria cunden en la sociedad civil.
Si así no fuese, que la Historia y la Patria me lo demanden...

domingo, 10 de noviembre de 2013

LA CONFERENCIA


Reunidos los asistentes en la perspectiva de una presunta renovación, nada renovaron, porque para hacerlo era preciso enmendar algo más de lo verdaderamente pretendido. El capitulante y difunto Gobierno del PSOE terminó de abrir el grifo de la asfixia popular agregando a la Constitución, con expreso acuerdo y rúbrica del PP, aquello que invalidaba su porción soberana. El pago de la deuda exterior maniataba cualquier decisión interna, volviendo papel mojado la independencia económica y la resolución social, subrogándola al criterio usurario de Berlín y Bruselas. Desde entonces, el esperpéntico Rajoy y sus bandoleros cumplieron a rajatabla ese gravoso y decisivo apartado.
Nada en esta Conferencia discutió la infame cláusula de esa sujeción al poder paneuropeo, instrumentado implacablemente por el IV Reich mediando la servidumbre local.
Era previsible que en la mentada junta de barones y borrones socialistas se criticase al gobierno, prometiendo volver al Estado Social ni bien relevasen al PP y su horrenda égida político parlamentaria.
Adivinamos la intención limosnera de estos señores y señoras. Porque de no enfrentar a Merkel y sus aliados con una política radical en serio, sin temor de destruír su maldita moneda asimétrica, planteando a la vez sustanciosas quitas a los bonistas y acreedores, no habrá solución posible. Mienten los capitostes del PSOE, argumentando que los gravámenes a las grandes fortunas segarían de cuajo los recortes de salarios, junto a los de Sanidad y Educación. O que lo harían los inspectores fiscales detectando las grandes bolsas de fraude. Siendo esta última una necesidad, precisa de una revolución tributaria acompañada de otras medidas de control financiero que escapan a la mera letra menuda. El francés Hollande y su actual caída en las redes de la necesidad perentoria, enviando las promesas de otrora al canasto, manifiesta la impotencia continental de la socialdemocracia, ya visible en el PASOK heleno de Papandreu, y su fracaso enmendando la plana a la derecha, hoy gobernante.
En el ADN socialista hispano, el tributo a Alemania, en tiempos de Willy Brandt, transladables a hoy al decadente período, pasa por la dependencia conceptual. El PSOE de Felipe González fue financiado y adiestrado en esa política, entonces triunfante, y hoy tan patéticamente envejecida como el viejo dinosaurio; un lobysta presente en la Conferencia aludida, oficiando de absurdo mariscal de la derrota.
El drama actual del PSOE no es de liderazgo, aunque también acuse el faltante. Es de programa y capacidad de decisiõn. Los votantes de antaño lo intuyen, aunque no acierten a ver con claridad cuál es el camino necesario hoy. Por eso ellos y sus hijos desprecian en bloque a la formación, sin apreciar a nadie, o poco menos. Es lo que los analistas definen como actitud indiferente o de franco desengaño ante los políticos, y en especial por los socialistas, carentes de audacia, valentía e imaginación ante los verdugos del PP y sus enormes destrozos a plena luz del día.
La clase media que representaron durante tres décadas los del puño y la rosa no existe. Y los jóvenes, parados en más de un 50%, se hunden en este presente mísero o emigran. Luego, Chacón, Madina, el vasco, la sevillana, el madrileño y el inefable Rubalcaba, servidor de varios señores, representan poco, y casi nada. De nada.
Sus pasados gobiernos neoliberales son tan responsables como los de la derecha respecto de este cuadro empobrecedor sin perspectivas, y con un tercio de la población sumergida, que nos sitúa junto a Bulgaria, Grecia, Portugal y Estonia, entre los países socialmente menos equilibrados en la UE.
Para recuperar viejas conquistas, acometiendo nuevas, señores y señoras, hay que tener con qué. Sobre todo sensibilidad. Esto es, ponerse en el lugar de los que padecen este brutal despojo de derechos laborales y sociales, batallando sin cuartel contra el enemigo.
Sabemos que no sóis la gentuza del PP. Éstos son lo más bajo que hay en plaza. Pero la diferencia tampoco alcanza. Y este carajal, no hay conferencia ni supuestos pases mágicos que lo arreglen...

sábado, 9 de noviembre de 2013

LAS BASURAS

Las basuras de Madrid son las mismas que anegan todo el mapa patrio. La putrefacción de este régimen criminal, deslegitimado en la estafa continuada de sus gobernantes y la lenidad de sus opositores prosigue su marcha destructora de principios, valores y esfuerzos, en medio de escándalos continuados de corrupción, y burdas mentiras que pretenden riduculizar la inteligencia, negando la razón.
Entre medidas y escarnio se suprimen viejos derechos sociales, sembrando el dolor y la desesperación en millones de seres humanos.
Por ese sangrante causal, las basuras madrileñas simbolizan las barcelonesas, valencianas, o las de cualquier ciudad o región de un territorio nacional enajenado por las premuras del endeudamiento generalizado y la servidumbre canina ante los acreedores.
Entre las basuras que reinan por doquier, ya muchas familias se procuran bocado. Los vertederos -ya lo he dicho- son los restaurantes de barra libre que destinan la banda del PP y sus secuaces, a los parados, desahuciados, pensionistas de la mínima y enfermos pobres.
La ley selvática que imponen los fortalecidos por la riqueza es, en sí misma, una fábrica de basura. La única que pervive, pues las otras como Fagor, Pan Rico o la TV valenciana, cierran. En verdad, no hay mejor negocio para algunos que fabricar basura. La pobreza da dividendos a unos pocos. Lo saben en Berlín, Bruselas, Bankia o La Moncloa. En Washington y Pequín, o en cualquier sociedad de exclusión social.
Hace no mucho, Europa parecía constituír un sólido bastión democrático en marcha a la cohesión fiscal, desde el que se preservaba el bienestar social.Y la Historia demostró que nos equivocábamos. La Globalización y de nuevo Alemania se encargaron de revelarnos la magnitud de nuestro error. Los territorios del sur continental éramos débiles y políticamente quebradizos. Unos más que otros por diversas razones, aunque daba igual. Y así fue hasta hoy. Lo peor es que hoy será mañana de no espabilar. Hablo de ajustar cuentas con los que en nombre de todos ejecutan una política social devastadora. Para ello no basta la protesta. Hay que organizarse dentro y fuera del terruño con un programa.
Los nuevos líderes saldrán en el camino, que se hace al andar cambiando las tornas, sin ceder un tranco al enemigo. Porque eso mismo son los que esparcen basuras. Meros roedores aprovechados y mentirosos que alimentamos con nuestros impuestos. No los huelguistas de Madrid, ni los que queremos un país digno de ser compartido por los hombres de buena voluntad.
Es justamente la voluntad, lo que hay que poner en juego hoy, más que nunca...

miércoles, 6 de noviembre de 2013

LA MAGNA HORA DE BUFONES Y VERDUGOS


Hay periodistas lúcidos como Gabilondo que definen a Wert como un outsider que va por libre en este gabinete de lobos feroces con los asalariados y los pobres (dos términos a punto de realizarse sinónimos entre nosotros),u ovejas ante los ricos de aquí y acullá.
Aquí es donde le falla la lucidez a Iñaki, porque en el elenco patibulario que preside el magno verdugo, señor Rajoy, no hay personajes independientes. No los hay empezando por él mismo, un mandado de Belín, Bruselas y la Troica, es decir la europandilla salvaje.
Wert obedeció una vez más a Rajoy, Montoro y Guindos, los quislings políticos y económicos que reigen nuestros destinos en propio y ajeno beneficio. Ya un par de veces comenté que el fascista más aullador de la manada era, más que ministro, un asesor personal del presidente plasmado y el resto de coleguis. Los melífluos eufemismos que disfrazan tan mal los destrozos oficiales en boca de cada irresponsable ministerial, nacen del cerebro febril del ex jefe de la Consultora Demiscopia. Como premio agregado se le toleran sangrantes iniciativas contra los ámbitos de su area; esto es, la cultura. Todas ellas, incluída la Ley que lleva impresa el nombre del felón en su malaentraña, implementan recortes concomitantes con la tarea emprendida en Sanidad, Educación, Pensiones y un vasto listado de prestaciones sociales.
Hace no mucho, entre los gallos y medianoches que instauró el repago de medicamentos esenciales para enfermos graves sometidos a tratamientos, se anticipó esta sucia maniobra con los estudiantes que disfrutan de los pocos euros que proporciona la Beca Erasmus.
De momento, sõlo dse momento el gobierno reculó. No crean que fue Wert. Siempre resultó un mandado abyecto, lo que llamamos lameculos de gente poderosa a la que alfombra el paso con su baja estima.
A diferencia de la silenciosa y elusiva crueldad de Rajoy, la estólida de Ana Mato, la bufonesca de Montoro, o la francamente tronta de Fátima Bañez (citando características de unos pocos miembros de la bárbara gavilla que nos oprime) Wert exhibe con impudicia y desdén su naturaleza salvaje. Parece deleitarle ser odiado por multitudes a las que previamente infligió tormentos. Es por ello que no se oculta, como otros hacen, sintiendo lo mismo que él. Esto no hace más que desvelarnos su vedetismo criminal de muecas torcidas y ridículas. Una mezcla sadomasoquista rara vez observada en las esferas oficiales de los últimos treinta y cinco años.
En verdad, nada es casual en esta triste época de noche y niebla. En las historias de terror, los Hyde o Jack The Ripper desempeñaban un papel protagónico estremecedor. También en la vida real lo hacen, en forma manifiesta o velada. Pero a diferencia de los asesinos más terribles que registra la Historia, los seriales incluso, existen malos gobernantes que ensayan verdaderos genocidios sin disparar un tiro, auxiliados por la mayoría absoluta y un gran desenfado.
Les suena, verdad?
Wert y sus patrocinadores son de la especie citada, y no están solos en España y Europa. Nos basta con salir a la calle, conversar con el vecindario, o leer un periódico para comprobarlo. Seis millones de parados y muchos desahuciados, o jóvenes sin futuro lo están viviendo en sus carnes.
Me pregunto cada día hasta cuándo...

lunes, 4 de noviembre de 2013

LAS FÁBULAS DE AGUIRRE

Esperanza Aguirre se apoderó de la Comunidad de Madrid merced al soborno escandaloso de dos diputados del PSOE, impidiendo la asunción de Rafael Simancas. A su vera medraron a posteriori varios corruptos, entre quienes destacó su favorito, López Viejo. Madrid fue el verdadero epicentro de la Trama Gurtel, extendida a la Comunidad Valenciana.
Hoy, retirada en apariencia del campo de juego, mientras su otro valido Ignacio González gobierna Madrid, desmontado la sanidad pública, la Aguirre Gil de Biedma se atribuye haber denunciado la aludida trama.
La leyenda que la impone inconforme y justiciera, basándpose en su mala uva, es por ende absolutamente falsa, además de interesada. Aunque su instinto descubiendo nuevos valores políticos no falle, la auténtica falla le viene de origen a esta especie peligrosa. Una intrigante de fuste que imana torcidos personajes y luego les utiliza en sus maquinaciones constantes, bajando el pulgar cuando la prensa y los jueces los desenmascaran.
Los constantes desaguisados del destartalado carromato de Rajoy y los suyos, le otorgan de momento la chance de asomar la cresta renovadora en el PP. El gran obstáculo para la todavía Secretaria General de la formación local, radica en que a ese muerto nadia podrá resucitarlo, aunque todavía le voten algunos adherentes y fanáticos del privilegio y la inequidad social.

domingo, 3 de noviembre de 2013

LAS IDEAS Y LA PASIÓN



  1. Ninguna idea se afirma careciendo de pasión que la impulse. Y ella nace de un deseo irrefrenable por imponer sus contenidos. En la Europa actual, las nociones de equidad social retroceden bajo el azote de una plaga conservadora que amenaza retrotraernos al siglo XIX, con su imperio de los imperios, imponiendo leyes supresoras de derechos laborales y sociales conquistados a lo largo y ancho del siglo XX. 
    Las ideas y la pasión los hicieron posibles. 
    El fallido experimento comunista cedió protagonismo continental a regímenes totalitarios de extrema derecha, reservando un pequeño espacio a las democracias nórdicas, la británica y francesa, una vez derrotada la República Española. La Guerra Mundial consiguiente pulverizó al fascismo y los nazis de Hitler, abriendo un nuevo curso de libertades que oxigenó la democracia, pese a que en el flanco oriental se afirmasen experimentos tiránicos y genocidas, supervisados a la fuerza por la URSS de entonces. El derrumbe del imperio edificado por Stalin y sus verdugos colapsó en los años 80. La reunificación alemana integró el modelo de Unión Europea, basado en Estados del bienestar y desarrollo comunitario a espuertas. El paso del tiempo y las leyes de acumulación de capital, asociadas al veloz impulso de la economía alemana, dieron como resultado la perversión de la vieja noción comunitaria, conectada a la moneda asimétrica y el endeudamiento de los países periféricos con las bancas francesa y teutona.
    La presente crisis que golpea duramente a los países del sur y el Este, desborda los montantes de deudas soberanas para afincarse en ausencia de programas alternativos, desestimando recortes sociales impuestos, sobre todo por Alemania. A la falta de esos programas de real enfrentamiento y colisión con los planes de Merkel, La Troica & cía agregan líderes contestatarios de débil presencia. Parece como si ellos actuasen resignando íntimamente buena parte del mensaje que esgrimen en público, a sabiendas de que jamás serían votados masivamente. Prisioneros del parlamentarismo, no resuelven transformarlo en el campo de batalla ideal disputando el poder a los sirvientes del poder financiero europeo y las grandes corporaciones, principales evasoras de la fiscalidad y enemigas de los espacios públicos, desde allí, y en las calles y plazas.
    El panorama de la sociedad española no puede ser más desalentador al respecto. Aferrada a esquemas que probaron su fracaso ante esta larga y devastadora crisis, que ya lleva seis años, no parece dispuesta a despertar del fallido sueño, exceptuando aguerridos sectores de colectivos que en todo el mapa se manifiestan a diario. 
    Cuando veo correr al señor Coscubiela en la estampida congresual del jueves, o a Cayo Lara criticar con acierto y tan poca pasión a Rajoy y su partida de caza; matiz que asimismo revelan Gaspar Llamazares y Alberto Garzón, no puedo menos que lamentar esa ausencia de nervio y pasión. No basta ya con ser honesto para conectar con el sentimiento y la razón de los parados, pensionistas, damnificados y estafados, las víctimas de desahucios o trabajadores en precario, y las de las podas sanitarias y educativas. 
    La socialdemocracia, triunfal durante décadas, de prosperidad material, se menifiesta incapaz de revalidar antiguos triunfos. Es necesario otra corriente de pensamiento para el que se requiere valentía, temple y pasión, derribando viejas pautas culturales y de organización social.
    Hace poco escribí una frase sobre la consciencia de cambio y su carnadura real en las emociones. Ada Colau, Diego Cañamero y Sánchez Gordillo, entre unos pocos más, representan cabalmente esos valores, pero aún son minoría, mientras que los ilustrados de la izquierda y el liberalismo de verdad, el comprometido con el espacio social y el desarrollo económico y productivo, aparecen como tribunos de libreto estudiado, a golpe de memoria.
    Quizá falte tiempo, chance histórica y derribar mitos crueles y fantasmas del pasado para que España y Europa toda generen liderazgos revolucionarios que encabecen la imperiosa batalla por restaurar y ampliar la democracia, hoy asfixiada por planes económicos que niegan en los hechos su plena y ansiada viabilidad.

    Sin la pasión y el temple que proyecten masivamente las ideas, nada será posible

sábado, 2 de noviembre de 2013

PERDER LA DIGNIDAD

  1. La dignidad es un valor individual de proyecciòn social. Si alguien la pierde podrá ocultarlo bajo un disfraz un cierto tiempo. En política es difícil, cuando no imposible. El animal político está tan expuesto como el artista famoso o el prominente sujeto de fortuna. Los últimos dependen de la taquilla teatral o abultadas ganancias, el primero de los votos o, en todo caso de la falta de erosión. 
    Situado en el epicentro del poder, padece el doble desgaste de la tensiòn psíquica e inevitables errores, fruto de su condición humana. Si es buen gestor y le favorecen las circunstancias, afirmadas por su entereza, conservará buena parte del prestigio ganado y, con el mismo la correspondiente dignidad. 
    En la España actual, de naturaleza corrupta en sus estratos superiores, vinculados a los negocios privados y la cosa pública, la indignidad de sus gobernantes, votados masivamente hace dos calendarios en detrimento de sus rivales, es de tal magnitud, que ni bien ganan la calle o cualquier espacio público son abucheados con furia implacable.
    La agresión constante a conquistas sociales, salariales y productivas arroja ese saldo, creciente en magnitud e intensidad. No llama pues la atención que el presidente y sus ministros o colaboradores esquiven dar la cara en calles y plazas, o ante la prensa, exceptuando la confortable sede partidaria o el recinto congresual, donde les ampara la mayoría absoluta de obedientes barones, senadores y diputados. Sus loros barranqueros de insistente copla escrita en Génova, con pésima sintaxis, mala lógica e invariable fallo humano. 
    Sabedores de las estafas políticas perpetradas desde la hora cero de su gestión, los improvisados mandones se sienten indignos de los cargos que ocupan, aunque buena porción de esa indignidad radique en que no estén dispuestos a resignarlos por nada del mundo. 
    Es sin embargo ese, un mundo cada día más pequeño y miserable, donde el último invento de la usina oficial es la cacareada recuperación económica, fábula invisible para los seis millones de parados y los que trabajan en precario bajo condiciones abusivas y humillantes, propias de los países más atrasados del Europa y el mundo. 
    Aunque a estos mariscales de la derrota les respalden desde Berlín, Bruselas, o los ricos predios más o menos locales de Botín, Brufau, Lara y Fainé, este núcleo de poder depredador, integrado por lacayos de alma, tiene los días contados. No sé cuántos serán, pero de momento están siendo acorralados por el demoledor efecto de la propia indignidad y su reflejo social, fruto de la usurpaciõn del mandato otorgado por el voto, a un programa inclumplido con premeditación y alevosia. 
    Y por más que, como inefables autores del mal les plazca dañar al prójimo desvalido de millones de niños, jóvenes y viejos, despojados de presente y futuro, nadie sobrevive a los letales efectos de su propia villanía. 
    Pese a que todavía las víctimas inmediatas pertenezcan, ayer y hoy, a sus afanes, codiciosos y destructivos.