sábado, 29 de septiembre de 2007
LOS SUICIDAS DE LAS LETRAS
APUNTES
"...Ingmar Bergman logró que un grupo de personas, un grupo de mujeres y amigos, nos sintiéramos fuertes a su lado."
Cuando quien organiza y dirige a un equipo lo ilumina, el talento de cada uno ecualiza en forma coral su arte y su maña (como dicen los mexicanos).
En un periódico de alcance nacional alguien leyó mi apunte sobre el "Chino" Fujimori y "se inspiró", redactando cierto editorial.
Ya lo manifesté en otro artículo de este Blog. El problema de estas plumas de tintero aguado, es que el trazo no acompaña la altura del original.
Es como si vieras en otro lucir con gracia una prenda y te comprases otra idéntica. Si la gracia no te auxilia, de poco valdrá que vistas esa prenda u otra.
El estilo es el hombre. La escritura es como una huella digital. Define por lo tanto su naturaleza, y también la de quien intenta copiarla.
Un certero artículo de Manuel Rivas en "El País" nos refiere la última y conmovedora batalla del general Gabeiras; el que desbarató el "23 F" desde la jefatura del Estado Mayor del Ejército.
El combate fue ecologista. La maestría de Rivas no escatima la ternura y una sincera admiración por este militar que, desde el voluntariado en la División Azul hasta su muerte, acaecida en el 2005, trazó un periplo de evolución en aquellas ideas y sentimientos que caben a un profesional de la Defensa Nacional, respetuoso de las libertades.
El siguiente es verso digno de un talento sutil y ácido: "Sólo es verdad lo que aún no conozco"
Pertenece a José Manuel Caballero Bonald. Jerezano, 80 años; tal como apunta Juan Cruz en un jugoso reportaje publicado en la página 54 de "El País" en la fecha.
Rivas; Cruz...
¡Qué diferentes son de la vacuidad que torna a reflejar el monárquico besucón De Prada, en la columnata churrigueresca del "ABC", o los farrogosos editoriales de Pedro J. Ramírez en su dominical!
LA IMPOSIBLE VUELTA ATRÁS
viernes, 28 de septiembre de 2007
LA PIRA
El otro día, me dijo un conocido, ante una observación mía rechazando la pira de Gerona.
"Llevas razón, Joan. No se debe quemar el retrato del Rey. Hay que quemarlo a él."
Unió su espontánea sonrisa a mi seriedad, ante tamaña sentencia.
EL CORAJE DE UN PUEBLO
jueves, 27 de septiembre de 2007
LA MALA VECINDAD
Éramos, qué duda cabe, las víctimas de una dictadura, y también de la mala vecindad.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
LA BALA INCRUSTADA EN PAPEL
LENGUA DE TRAPO
domingo, 23 de septiembre de 2007
DE VUELTA A LAS ANDADAS
Señores y señorías ¿No va siendo hora de situar las cosas en su sitio? Poner coto a los que matizan las litronas con actitudes que violan la ley, es de recibo. En términos políticos, hay cosas que no podemos permitir.
Tras la combustión de papeles y efigies asomarán otros síntomas más riesgosos para la convivencia. Lo afirma un republicano y catalanista que no es idiota.
Entre conducir un coche a contramano y embestir la Constitución no hay mucha diferencia. En ambos casos partimos de ignorar la ley. Si creemos que hay que cambiarla el procedimiento es otro. La demagogia populista aplicada a los jóvenes, víctimas de una política de empleo precario y salarios bajos, conducirá al atolladero.
Si los políticos maduros de las formaciones catalanas -las que van desde ERC hasta el PP- no os ponéis las botas, terminaremos fabricando una ETA pequeña y letal. Los jueces tienen su cuota de responsabilidad. El que dejó en libertad sin fianza al niñato irresponsable queda involucrado en este redoble de tambores; absolutamente sectario y gravoso para el futuro de la Nación, y las naciones que en ella habitan.
Tomar ejemplo de lo que padece el País Vasco es lo peor que puede pasarnos. A nosotros, desde luego a los vascos, y a todos los ciudadanos de esta gran nación. Para ciertos jóvenes con nula experiencia en la vida, lo que cuenta es la protesta; no su contenido. El descontento familiar y laboral escoge cualquier vía de expresión. Hoy es la corona; mañana el boticario o el empleado de correos puede ser acusado de pertenecer al Imperio. Da igual. El hecho de salir de la insignificancia marcando desde la individualidad un territorio público, compensa las frustraciones de la vida gris y el escarnio cotidiano. El silencio de la clase política catalana ante esta nueva plaga puede estar dando el pistoletazo que inicie una caza de brujas.
LA EXTRADICIÓN DEL "CHINO"
sábado, 22 de septiembre de 2007
LEER PARA CREER
PESCADORES DE RÍO REVUELTO
En mis inicios como escritor de libros en concreto, conecté con estos editores. Ellos aceptaron publicar dos textos (una biografía de Clark Gable y el ensayo referido), reservándose los derechos de impresión durante trece largos años. Entonces, iniciaba mi andadura como autor sin otra alternativa. Luego resolví saltarme otros contactos -habida cuenta de mi desafortunada relación con "Tusquets", y otros rushes que ya referí- publicando mis siguientes cuatro ensayos.
EL AMOR A LA TIERRA
El odio y la creatividad, factores escindidos entre la negación y el amor, son enemigos jurados.
LA SERIE B, APLICADA A LA VIDA MISMA: EL LEGADO DE LUCIANO PAVAROTTI.
jueves, 20 de septiembre de 2007
LA EXTRADICIÓN DE RODOLFO ALMIRÓN
martes, 18 de septiembre de 2007
EL FASCISMO AL DESNUDO
Hoy se ha superado en materia de desinformación. En un instante fatal, sobre las ocho de la mañana, mencionó a "Paracuellos" -pieza maestra de la narrativa en diseño e imágenes- destinándole el cubo de SU basura. De paso, dijo.
"Los que gobiernan recomiendan oficialmente este cómic, que ataca a la Iglesia, mostrando a un cura golpeando a un niño con una vara".
Luego, agregó, con aire experto.
"El dibujo es mediocre. Quien lo hizo quizá no esté vivo".
Deduzco que el autor del necrófilo supuesto, reforzado por la evocación instantánea de la masacre comunista de Paracuellos de Jarama, se educó consumiendo las hazañas de "Roberto Alcázar y Pedrín", junto a las del "Guerrero del Antifaz". De los primeros cogió la ideología. Del segundo el antifaz (el suyo es democrático) y el odio a "los moros".
Haya leído Jiménez o no, los dos álbumes de "Paracuellos"; el juicio es franquista.
En su obra maestra- equiparable a lo mejor del neorrealismo italiano o español (me refiero al de Bardem, Berlanga y Azcona) y el cómic en todas las épocas- Carlos Giménez (con G) narra episodios de su infancia como víctima de los curas y falangistas que manejaban los orfelinatos. Lo que cuenta conmueve a cualquier espíritu. El de Jiménez (con J) no es cualquier espíritu; aunque la sensibilidad permanezca ausente.
"Paracuellos" ataca a la Iglesia del franquismo. Se parecía a la sucursal argentina en los años ´70, bendiciendo secuestros y masacres. Al autor de esta obra maestra le cabe más derecho y credibilidad que otros, al padecer en sus carnes la otra cara de los Santos Oficios.
En apariencia, la Iglesia de hoy, asimilada al régimen democrático, poca semejanza guarda con la del franquismo, asociada en carne y rezos al experimento abominable de los antiguos vencedores. Sin embargo, patrocina a alguien que lo añora, sin manifestarlo abiertamente.
Ah, por cierto.
Carlos Giménez está vivo, y colea dibujando y contando, cómo siempre, sus bellas historias; alejadas de la tan mentada "checa", obsesión fonética y conceptual de un personaje que la vive y la transmite con la precisión de un Cu Cu gore, de lunes a viernes, todas las santas mañanas de la COPE.
Sólo, menos mal, hasta el Ángelus...
domingo, 16 de septiembre de 2007
MI AMIGO. MI HERMANO
La lectura que me brindó Domingo Alfredo Mercante fue capital por más de una razón. A un contacto telefónico desde Barcelona, respondió con gran amabilidad y sencillez. Algo emocional estableció desde entonces un diálogo en la cercana distancia, prolongado por mi aterrizaje en Buenos Aires, en Julio de 1999. Entre mi retorno a España y esta breve estancia de 15 días mediaban 18 años. El país, con Menem en el poder, presentaba un trazado social deplorable; de pocos ricos y muchos pobres.
"Tito", que durante la breve gestión de Cámpora fue Subsecretario de Interior, ya no era peronista; aunque veneraba la memoria de su padre, conservando un pensamiento político independiente. Se lo permitían su inteligencia y el bagaje cultural que durante tantas décadas acompañó el canon criollo de la ilustración; tan debilitado hoy, a fuerza de crisis y desencuentros de toda especie.
Él llegó a leer los ensayos que precedieron el primer tomo de la saga (desarrollada entre 1893-1946), y luego el libro. Del segundo alcanzó la culminación, el maquetado y la cubierta, no el tomo en concreto. Llegué tarde en la carrera, y no me tomó de sorpresa. En los últimos tiempos, ya al borde de unos juveniles ochenta años -que son muchos- la salud le fallaba. Dos operaciones preludiaron su adiós.
"Seguí adelante, Nano (así me llaman mis amigos argentinos), nada ni nadie puede robarte el espíritu."
Tenía razón. Tampoco la muerte puede robarme a este amigo. No sólo porque vive en mi corazón. El aliento de "Tito" Mercante está en todos los renglones de mi obra. En ellos seguirá respirando cuando yo no esté. Que quede claro. Le debo mucho. Y también otros le deben. A pesar de que nadie en periódico alguno escribió el opúsculo que este gran argentino; hombre sencillo y abierto al mundo.
LA TRAICIÓN DE LOS SÍMBOLOS
En la reacción inicial del Papa, Beckham y la mujer de George Bush, junto a la de algún millonario cediendo su avión personal, y espontáneos donantes de "parné", se esgrimen los símbolos que marca la tradición familiar. Después de todo, los McCann eran médicos de piel blanca y origen británico, con un nivel de vida aceptable en el núcleo tipo de clase media, y con tres hijos. Una cuota de reproducción poco alcanzada en la Europa de hoy.
En los financistas que engrosaron las arcas de los McCann en millón y medio de euros, se mezclan emociones humanitarias y culposas. Demasiado a menudo, la limosna esconde cataplasmas morales de dudoso efecto. También la paternidad y su correcta administración.
En la reacción del matrimonio montando el circo mediático y embolsando ganancias, se manifiestan todas las taras que asolan a la clase media occidental, incluída la del exhibicionismo y la búsqueda de la fama y el dinero, a costa de cualquier cosa. Horas atrás nos enteramos de la trastienda que ocultaban los McCann. Ella, fría y elusiva, escribió en su diario el sobrecargo que su marido le destinaba, poniéndola a exclusivo cargo de las tres criaturas. Para colmo, la pequeña Madeleine era la más revoltosa, según describen algunos renglones de esta conturbada madre.
Durante la famosa noche de juerga con amigos en el hotel lusitano, se consumieron casi dos botellas de vino por persona. La administración de sedantes a la hiperkinética criatura por parte de la quejosa madre distó, por lo tanto, de guardar el deseado equilibrio.
El colapso, seguido del ocultamiento del cadáver -quizá entregado al mar- es otra de las hipótesis que se barajan.
No es la primera vez que la sangre fría y capacidad simuladora del criminal esconde el crimen lanzando a los cuatro vientos su congoja.
La simulación, realizada en nombre de la familia patriarcal y su incólume prestigio, tendría hoy el efecto mediático que la globalización y el franco auge de las tragedias públicas ha cobrado entre nosotros. En este mercado todo, desde las vanidades y la frivolidad hasta el crimen, se compra y se vende. Carl Jung decía que los símbolos liberaban al ser humano. Como generalización es incorrecta. La mayoría nos encadenan con pesados grilletes.
sábado, 15 de septiembre de 2007
EL PEQUEÑO CÉSAR
En la vieja España se retitulaban mal muchas películas extranjeras. El de "Hampa Dorada", rodada en 1930 por Mervin LeRoy, con Edward G. Robinson, correspondía al de "Little Caesar", que bien traducida al español, hubiera sido "El pequeño César".
En el país de hoy los filmes se retitulan mucho mejor, conservando a veces el bautismo original; intraducible en encanto y sonoridad.
La historia del César interpretado por el gran Robinson, era la de un reyezuelo del hampa, destronado al fin del metraje por la ley, tras una solitaria decadencia.
En las mañanas de esta España nuestra, otro pequeño César, mediático y encuadrado en la democracia, gobierna un controvertido espacio en la Cadena Cope. Es otro Jiménez, menos glorioso que el autor de "Platero y Yo", y muchos otros igual apellidados; aunque poderoso en su esfera hertziana. Desde ella gobierna el pelotón de colaboradores con la unción de un viejo maestro de escuela; de esos a los que contradecirle significaba un reglazo en los nudillos.
Luís Herrero y a veces el director del diario "El Mundo"(otra pieza de nuestro nutrido aviario), son los únicos en manifestar alguna disidencia con el poderoso señor.
La técnica empleada por este escritor mediocre y gran provocador de barricada, destila aquella formación bolchevique de la que tanto reniega. Ferviente anticomunista hoy, no reniega de la vieja intemperancia militante que sentenciaba al enemigo. Manifestarse enemigo del colectivismo o el populismo, no garantiza en sí mismo nada. Una muestra de ello es su frente interno, convertido en un virtual bunker, donde la práctica del centralismo democrático, tan caro a Lenin, impide cualquier disidencia. Por eso sus sofocadas tertulias, estando él presente, semejan las tradicionales reuniones de célula conspirativa. El camarada informante y jefe supremo, siempre tiene razón. Nadie puede sacar los pies del plato sazonado con su pensamiento. La imitación o el destierro son las alternativas que ofrece tal organización.
A sus amigos del Partido Popular les trata de timoratos y "maricomplejines"; un término que suele administrar entre la ironía y el desprecio. Últimamente introduce algunos gruñidos y onomatopeyas verbales cercanas al comic para reforzar su discurso tabernario y catastrofista, siempre festejado por la comparsa. A él le parecerá original. De acuerdo a los patrones culturales más sensatos, resulta patético. Más aún que las torpes urdiembres del "Grupo Risa".
Si el PSOE subió al gobierno gracias a una conspiración mediática y policial, o bien no vivimos en una democracia, o quizá somos imbéciles; en primer lugar el PP, por dejarse embaucar. O sea, que Jiménez no deja títere con cabeza; se trate de votantes, partidos en liza o candidatos. Ese es su respeto por la voluntad popular que garantiza la Constitución a todos los españoles. Lo de cobardes o valientes no tiene perdón. Aparte de ofendernos a todos en una u otra forma, reduce la alternativa histórica de una justa electoral de importancia, a una mera disputa barrial. De acuerdo con su mala uva, debió haber tenido muchas en la infancia. Que haya sido o no valiente entonces es algo que no sabremos nunca; aunque por alguna razón lo persigue el síndrome de la cobardía. De ahí que exalte su opuesto.
Lo de "maricoplejines" es otra ofensa, mezclada con cierto aire desafiante, esta vez destinada a la derecha, para que sus políticos hagan lo que a él le venga en gana. El mismo matonaje, corregido por la xenofobia, destina a los "moros"(el caballero utiliza el término común para definir varias etnias), catalanes y vascos; amén de los gallegos y Manuel Fraga; transformado ahora en enemigo interno a batir, después de Ruíz Gallardón y el diario "ABC".
En su empeño al agregarse el Losantos para no parecerse a otros Jiménez, lo ha conseguido; al igual que su amigo del alma, Pedro Ramírez y su "J" famosa, dispuesta entremedio del cabezal y el remate. Los Ramírez abundan. También por fortuna habrá pocos como él. Hablo del periodista de hoy, no del que luchó con valentía contra la corrupcción felipista y desnudó la trama de los GAL. Entonces para muchos españoles, "El Mundo" garantizaba la libertad de prensa. Hoy se quedó en pasquín.
Los tiempos cambian...
El tono acusatorio y descalificador que destina Jiménez a sus enemigos, revela el extravío al que le condujo la sed de poder, y sobre todo el de su reivindicación personal. En ocasiones la nostalgia del franquismo aparece en frases soltadas al pasar. "En esa época se educaba mejor que ahora", es una de ellas. A su manera lleva razón. Él mismo es una prueba mediática de la educación franquista. En otra, desgranada no hace mucho, sostuvo "hacer el tonto" cuando era estudiante universitario y (supuestamente) combatía el régimen.
Recuerdo alguna escena del filme aquel de Kubrick, en el que Peter Sellers, encarnando al científico nuclear que sirve a los americanos alza el brazo haciendo el saludo nazi. Al "Dr. Insólito" se le escapaba el gesto; igual que a Jiménez.
La diferencia entre el intemperante o el sensacionalismo del "El Mundo", y PRISA, es que Polanco era un empresario con buen olfato para elegir colaboradores y desarrollar una estrategia triunfal a mediano y largo plazo. En vez, Jiménez es un periodista de plazo corto, sectario y absorbente, descubierto por otro (Ramírez) muy ambicioso y precavido; aunque sin el talento ni el olfato del fallecido. No es casual el descubrimiento, la continuidad del vínculo y este abrazo histórico de dos ejemplares egocéntricos.
Aclaro que hace un par de años y ante la amenaza de cerrar por una vía oficial la intervención de Jiménez en la COPE, firmé en contra del intento. Volvería a hacerlo de retornar la amenaza. Si alguien se siente ofendido por alguno de los maliciosos comentarios de este César pequeño y sin mucho futuro en una democracia avanzada, debe ir a los Tribunales. Lo hizo Alberto Ruíz Gallardón y debe hacerlo cualquier ciudadano que así lo considere.
Ello no quita que estime poco constructivo este espacio, que un día fundó el malogrado (e ireemplazable) Antonio Herrero con otra intención. En el mismo no faltaba la pluralidad.
LOS BUCANEROS LITERARIOS
Advierto, despejando dudas, que el trabajo fue registrado en Barcelona el año 2000.
Dos ex editores y un escritor que esgrimió su temporal carácter de agente literario, robaron datos e ideas a espuertas. Los primeros (dos cómplices que forman pareja), enviando referencias a un par de retoños que, desde Madrid y Buenos Aires operan en Internet, sirviendo información a bloguistas o sitios organizados, a cambio de algunos dineros. El segundo; escriba que ya tuvo su breve instante de gloria merced a su cualidad reptante en los ámbitos de la política, y con algún que otro premio (sumadas algunas chapuzas, siempre reptantes) va yantando, perpetró un texto olvidable, descalificado por falsas presunciones dinásticas y una prosa aburrida.
Más conocidos son ejemplos no tan lejanos, como el de Don Camilo José Cela, referido a una escritora poco mediática, y el más reciente del segundo Premio Planeta; un peruano listillo, y por lo que se demostró, tramposo.
Hienas hay en todos los ámbitos y alturas. En mi caso, aprovecharon mi bisoñez de escritor, y sus propias ventajas de trayectoria, o en el segundo caso, de agente literario (espécimen del que para bien o mal, carezco).
En todos los casos, la ausencia de imaginación y sinceridad precipitan el robo. Casi siempre van juntas, arrastrando el carro de la deshonestidad estructural y la falta de solvencia para ganar con honestidad los garbanzos. Un ladrón sabe que roba. El disfrute de su provecho se parece al del asesino que cometió un crimen y aún quedó a salvo de la justicia. Jaqueado por lo que resta de su conciencia humana, teme el dedo acusador que pueda representar el triunfo final de la víctima, dejándole con el culo al aire. Ante el cuadro, sólo cabe la fuga hacia adelante. O sea, continuar robando, a los enemigos, e incluso hasta a los presuntos amigos.
Los que me robaron una cosa u otra, no sólo se conocen. Hacen yunta desde hace años. El último "asesora" a los otros dos. En términos reales, el huelebraguetas es su alcahuete. Siempre lo fue de alguien. La falta de independencia es el correlato de su pensamiento.
No lo sabía cuando por separado les contacté. La condición de argentinos o conexos despertó mi simpatía inicial. La razón es simple. Inmigrante en mi niñez, debo a ese país y sus ciudadanos buena parte de mi cultura. Estos otros aprovecharon el factor. Ellos no respetan nada. Ni el país en el que nacieron, ni la tierra que hoy los acoje. Son desclasados y marginales; aunque su apariencia y nivel de vida no lo reflejen.
A cubierto de que alguien pregunte por qué no les monté un juicio, adelanto mi respuesta. Los jueces no suelen fallar positivamente sobre el robo de ideas literarias no publicadas. Esto bien lo saben los delincuentes. Sólo refiero que mi libro sobre Perón se anticipó en año y medio a cualquier maniobra desarrollada en papel impreso; pudiendo eso sí, referir hechos comprobables ante quién me los pida. A ellos hice referencia ante una revista argentina. Ellos me creyeron y el aludido se hizo humo, sin responder a cargo alguno. Son así...
Desde este espacio, advierto de paso a los noveles escritores sobre los declarados EMail de algunos autores y periodistas. No me refiero a todos, aunque siempre convenga adoptar las precauciones pertinentes cuando se expongan ante otros labores o proyectos no editados.
Los bucaneros navegan en todos los mares. Camuflan su verdadera enseña en el literario. Constatar la seriedad de los que se ofrecen a publicarte algo o a influír en su impresión, es de rigor. Mis errores en la elección pasaron por la última alternativa. Los unos y el otro eran servidores oficiosos; yo un escritor entusiasta. Sigo siendo el mismo. Los otros también. La diferencia está en la calidad de vida. La mía no es un infierno. La de ellos se cuece en él.
En un párrafo de mi Tomo I sobre Perón, pongo a un general tramposo ante su conciencia, y digo.
"La conciencia es el espejo de la realidad, y aunque a veces el espejo esté quebrado por un alud de piedras y le falten reflejos, siempre habrá una partícula traidora en la que verse a fondo..."
jueves, 13 de septiembre de 2007
PADRES E HIJOS
"Los escritores argentinos somos hijos de Borges".
Héte aquí un pensamiento extremista y uniformador. Es cómo si un escritor español se dijese hijo de Lope de Vega y pretendiese un mar calmo en vez del variopinto, ora manso o embravecido, según lo determine su naturaleza y los fenómenos atmosféricos.
El mar es ancho y ajeno. También la literatura. Un escritor puede redactar sobre lo que le plazca, inspirándose en Borges, Lope de Vega o Corín Tellado. La descendencia real de un creador, excelso, bueno, mediocre o malo, la explica su obra, vista en perspectiva. Ante su realización, no hay sentencia que valga. Me consta además, que el autor que arrojó el guante engrasado sobre las plumas nacionales, es tan parecido a Borges como yo a una cebra.
El esnobismo lo inventaron los mediocres; siempre precisados de adherirse a algún icono para respirar sin toser. La carraspera y los gargajos asomarán igual en los renglones perpetrados.
A la hora de escribir, muchos vacían el intestino; otros la desesperación por sobrevivir a cambio de alguna letra escrita, unos pocos el alma. Intento arrimarme a los terceros.
Por si las dudas, declaro sentirme cercano al espíritu de Lope; sin declararme hijo de él; aunque seguro que lo hubiese preferido a mi padre. Su pluma combatió la injusticia. Ni Franco se atrevió a censurar Fuenteovejuna. En cambio, Borges apoyó todas las dictaduras que sucedieron a Perón. La del "Proceso" también. Con sus muertos y hambreados.
No en balde, creo, estaba ciego. Quizá fue por efecto del imperativo de su alma. Tan cerrada al amor y la solidaridad, como la del zonzo que desbarró adjudicando una paternidad surgida de su capricho, y de las ganas de quedar bien con una parte del mundo...
JANE WYMAN
El rastro de la Wyman se perdió en alguna serie de fama en la TV(Falcon Crest) -como corresponde a las viejas glorias-, dejando atrás cuatro matrimonios, algunos hijos, y mediocres películas poco sujetas a revisión.
A su manera, ella y su ex marido triunfaron. Una en el cine; el otro en la Casa Blanca. Ambos estuvieron por debajo de los grandes, en uno y otro campo. La falta de clase no les impidió llegar al segundo escalón de la cumbre.
A diferencia de las espléndidas damas que la precedieron, no se la recordará a menudo.
Creo que con Kate Hepburn se murieron todas de golpe.