Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

jueves, 27 de noviembre de 2008

CLARK GABLE EN LAS PAMPAS. OCTUBRE DE 1935


Clark saboreando la sagrada infusión nacional.


Mi colección ampastada en volúmenes de Cinegraf desfavoreció el escaneado de esta página. No obstante, son nítidas las imágenes de Clark mateando en la estancia de los Pereyra Iraola (posteriormente expropiada por Perón junto a su gran extensión boscosa y convertida en Parque de los Derechos de la Ancianidad meced a la iniciativa del gobernador provincial, coronel Domingo Mercante). El bosquejo de Amanda Lucía acompaña los movimientos de mi biografiado, junto al comentario de rigor.
El actor fue agasajado por la alta burguesía porteña de la época, al igual que lo serían años después Walt Disney y Orson Welles, mientras en las salas de cine y sintiéndole cercano, las criollas se derretían visionando al galán en sus años mozos.


UNA INFAMIA EDITORIAL

La contracubierta del libro que le editó Tusquets a Enrique Krauze contrasta con un estimable texto que he comenzado a leer con interés.
A Tusquets le debía dejaciones e informalidad. Ahora les manifiesto mi repudio e indignación por aquellas muestras de irrespetuosidad para con un autor de mérito, y ante todo, por esta burda copia de mi texto, ya reseñada en otro post.
No fue Krauze, sino ellos y algunos de sus ganapanes de plantilla quienes perpetraron el puntual saqueo.
Mi breve historia con esta factoría viene del pasado y se resume en dos incidentes. El primero consistió en enviar el original de Perón (aún no editado), sin obtener respuesta.
Fue en el 2000. Tiempo después insistí ante una de sus revisoras, girándole de nuevo la obra, al tiempo que le advertía sobre el primer envío y su falta de respuesta. Ella apuntó poco después que investigaría el asunto por una razón: mi texto les interesaba, hasta el punto de proponerme su inserción en un concurso anual sobre biografías.
Ante mi objeción, argumentando que no me interesaban los concursos, respondió con un argumento irresistible: el evento serviría para promover mi obra; meritoria de premio.
Finalmente terminaron galardonando un intrascendente texto documental del ex castrista y preso del régimen Huber Matos, no sin que antes la empleada me anunciase que el primer envío de Perón, Luz y Sombras, había reaparecido en una caja de cartón llena de polvo...
Los ecos de la decadencia literaria que aún nos asola tiene responsables, abajo y arriba.
El postrer contacto físico con esta gente fue previo al fallo concursal.
La propuesta de publicación de mi libro había sido desestimada sin que se me brindase explicación alguna.
Antes del cerrado desprecio, me atendió la empleadita -al parecer responsable entonces de las lecturas de originales- con una falsa sonrisa.
En el curso del breve diálogo llegó hasta mí un vozarrón de macho ibérico lanzando maldiciones por algún pleito interno.
Deduje que era el consorte de la señora Beatriz de Moura, enérgico individuo fumador de imponentes habanos en el stand editorial habilitado en la Feria de Barcelona.
No preciso lanzar imprecaciones sobre Tusquets Editores. Son comerciantes y a ellos varios escritores nacionales y extranjeros les deben buenas ediciones.
La del libro del mexicano lo reitera. Salvo, claro, en lo ateniente a la infame contracubierta.
Ella resume el inescrupuloso desdén por el esfuerzo ajeno, y su desvergonzada manipulación.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

CLARK GABLE Y BUSTER KEATON, EN CINEGRAF Nº8. NOVIEMBRE DE 1932

Clark (sin su leading lady Joan Crawford) pitando durante un descanso, a punto de rodar la escena final de "Amor en venta"(Possessed). El comentario del cronista, siempre ajustado y elegante. Al instante lo acompaña una caricatura que no pertenece a la redacción, sino a Film Fun; detalle que aclara la gentil referencia.


Buster en sugerente contrapicado no comment, que pinta entera su soledad; artística (en la MGM) y personal (a causa del irrefrenable alcoholismo tras el divorcio de Natalie Talmadge), en los aciagos días de 1932.

Dos páginas del prodigio editorial bastan para apreciar un concepto artístico aplicado a las ediciones de Cinegraf. Pessano y su tropa las gastaban así. Las mejores fotos y los ángulos más plásticos (acompañados en el caso de Gable por una caricatura proverbial) se sucedían número tras número en ediciones que no volvieron a repetirse.

Considero que Cinegraf fue al cine lo que Borges a la Literatura.

En aquel país estriado entre gentes cultas y adineradas que ignoraban oficialmente la menor brizna de miseria, la cultura era el preciado bien de unos pocos. El fruto de la dominación y la supremacía. Lo ideal -con frecuencia enemigo jurado de lo posible-, hubiese comportado el equilibrio de los factores de producción (como diría después el coronel Perón) y el acceso de todos los argentinos al refinamiento y el deleite estético e intelectual.

No fue así. Y el advenimiento del peronismo fue incapaz de asimilar -dada su naturaleza y perspectivas- parte de este otro universo al propio.

Desde mi formación cultural aplaudo sin reservas a Cóppola y Cinegraf. Con el ex yrigoyenista Jorge Luís Borges, median pendencias. Obviamente todas mías en relación con su ideología y para él desconocidas for ever, pues la vecindad con Borges, siempre encerrado en sí mismo, nunca cruzó la casual barrera de nuestros dorsales, distanciadas por dos mesas, varias sillas y algunos copones de Cerveza en alguna confitería de la Avenida Santa Fe, que frecuentaba cada uno por su lado.

En sus incursiones públicas, alrededor del ya invidente Georgie y su proverbial bastón, revoloteaban jóvenes estudiantes ansiosos de asimilar sus misterios; los que nunca me interesaron por una razón fundamental.

Este señor, refinado producto de un país de vacas gordas y peones flacos, ha sido cómplice de las más feroces dictaduras que han asolado el gran territorio austral. Muy duro con Perón; flexibilísimo con Jorge Rafael Videla y sus monstruos. Eso es en sustancia Borges, sin la belleza del excepcional maquillaje literario y las agudas cláusulas pesimistas.

La cuestión es emocional, y su base, ponerse en el complejo y difícil lugar del otro partiendo de la abundancia. Del que a nadie considera por su escaso pecunio, aunque la suma de la desconsideración nos revele a menudo la existencia de una inmensa mayoría.

Vuelvo a Cinegraf para eximirla de cualquier infamia. De condenar este espléndido mensuario, debiera extender la penalidad a la variopinta cultura argentina de sus mejores años en el siglo XX...

Y, señores, en nombre de su ángulo fecundo, no me da la gana...

LA IRREPETIBLE REVISTA CINEGRAF

SYLVIA SYDNEY EN LA PORTADA DEL NÚMERO 1. ABRIL DE 1932

Editada por Atlántida en sus años rugientes -no precisamente para el país, inmerso en la Década Infame- Cinegraf fue la revista de cine más artística y lujosa del mundo, superando comparativamente, las muy posteriores ediciones del esteta Franco María Ricci y su algo cargante FMR.

Desde el gramaje de papel satinado hasta su impecable y culto lenguaje, acompañado por extraordinarias imágenes de factura artística en un cien por cien, desarrolló mensualmente una trayectoria irrepetible en las ediciones argentinas de todas las épocas, hasta 1937.

Costaba un peso moneda nacional, lo que para el momento podía significar el discreto almuerzo de restaurante, con café incluido. El hambre de esos años determinaba un público lector de rigurosa elite para Cinegraf.

Yo capté la maravilla recién en los años ´70, cuando algunos ejemplares asomaron en las librerías de viejo como resultado de algún coleccionista fallecido o hambriento. De otra forma, nadie en su sano juicio podía desprenderse de la colección.

Entre Cinegraf y la estética observada en la obra de Horacio Cóppola -propia de un stylelife característico en la sociedad porteña de la high-, abundaban imágenes estelares del gran George Hurrell, Scotty Melbourne y otros grandes de la instantánea. Su director, Carlos Alberto Pessano, era otro maestro del enfoque y su matiz. Además, redactaba sucintos artículos de formulación impecable, acompañados en ocasiones por espléndidos paisajes camperos, su gran especialidad a la hora de enfocar objetivos.

Aún hoy en Internet se ofrece un volumen con sus trabajos a 500 dólares. En otros órdenes, Pessano era conservador, e íntimo del ministro de Interior del general Uriburu, Matías Sánchez Sorondo; simpatizante nazi y luego senador, a quién se debían destacados esfuerzos conspirativos contra Hipólito Yrigoyen.
Resulta que Pessano y él fundaron el primer Instituto Cinematogránfico nacional, destinado a la promoción de filmes sonoros argentinos.

Además de Pessano, que era infatigable escritor de casi todas las secciones, firmaban notas razonables plumas vernáculas y otras del extrarradio. Entre ellas rescatamos las de Roberto Moro, Drieu La Rochelle (sí, el colaboracionista y teórico de Vichy), Sergio Villamil, Henri Niger, Gilberto Souto y varios más, algunos de ellos anónimos, o que firmaban con sus iniciales, críticas y reseñas que no sólo se ocupaban del cine norteamericano aunque se centraran en el mismo.

Lo mejor de la plantilla editorial ilustraba las notas o secundaba con sus bosquejos, pinceles y aguafuertes las fotos. Federico Ribas, Bonomí, la maravillosa Amanda Lucía, Jorge Moro, Carybé o Roberto Bernabó figuran en la mitad de la colección, tesoro que desde el 2000 obra en mi poder como producto de mis viajes a Buenos Aires y el virtual asalto a sus bien surtidas librerías de la especialidad.

No hay en las relucientes páginas de Cinegraf instantáneas que carezcan de un sentido artístico, ni espacio alguno que no proyecte una belleza impregnada de la estética Decó.

Si bien su enfoque del cine comercial era un hecho, Pessano y su equipo aspiraban a promocionar el flanco artístico de la industria.

Sólo una revista, inspirada en 1918 por Francesc Cambó y editada en Barcelona hasta la feroz Guerra Civil (D´aci i D´alla), se arrima en atmósfera a la excelencia de Cinegraf, sin podérsele comparar.

No en balde Argentina era entonces la tercera (otros dicen la quinta) potencia mundial en crecimiento económico. La cultura de esos años era pródiga en talentos, de derecha, a centro e izquierda. Victoria Ocampo y Borges no operaban en solitario. Tampoco Roberto Artl, Raúl Gozález Tuñón, Leónidas Barletta, Horacio Quiroga, Bernardo Verbitsky o Alfonsina Storni.

Los suplementos literarios del diario Crítica y los de La Prensa o La Nación, junto su gráfica y artículos dedicados al cinematógrafo, desbordaban talento y criterio. Asímismo, el arte mayor y el cine nacional iban a dar que hablar en la década, más allá de las fronteras.

Cinegraf fue un anticipo realmente artístico en materia de publicaciones que no tuvo descendencia hasta el desembarco en ciertos quioscos y librerías de la revista Lyra; ya en el albor de los años ´40.

Una de las frustraciones personales tributarias de mi pasión por el cine, fue la de no poder, en 1982, adquirir la colección completa de esta fantástico magazine, que entonces ofertaba por pocos pesos la hoy dueña de la Librería Entelequia, sita en la calle Talcahuano, entre Corrientes y Lavalle. Mi retorno a Barcelona en épocas de inflación requería dólares, y los que consiguiese debían destinarse al viaje de mi familia.

No obstante la pequeña y distante tragedia que limita esta noche los alcances documentales del presente recordatorio, rindo homenaje a la creatividad prodigiosa de Cinegraf- incólume hasta la última edición- desde mi pasión por el Séptimo Arte y la cultura.

Estimo que la industria editorial criolla le debe una reproducción en facsímil. Y espero que algún día, aquellos que superen el desangelamiento y bastedad de los actuales imprenteros en un país sin memoria, realicen el desagravio.

Lo merecen sobradamente la tradición cultural del país, y su orgulloso legado a las nuevas generaciones.



martes, 25 de noviembre de 2008

SERIE ORO: LOS INDOCUMENTADOS I

INGER ENKVIST, LA INDOCUMENTADA DE HOY

No preciso observar en detalle lo que esta hispanista sueca (traductora de Juan Goytisolo y Mario Vargas Llosa) perpetró con sus nueve personajes biografiados, a tenor de cierta respuesta servida al entrevistador de la infumable Libertad Digital, intrigado de pronto, ante la cantidad de personajes notables que parió la República Argentina en el siglo pasado.

En su bando, alimentado por 280 páginas de modesto estilo, la Enkvist se había ocupado de cuatro (Evita, El Che, Maradona, y nada menos que Carlos Gardel) declarando "no tener la menor idea del porqué los argentinos fabrican celebridades".

Ergo, su documentación sobre la cultura argentina peca de pedestre. ¡Y encima lo confiesa sin pudor alguno!

A mí, que soy autor de biografías (entre ellas la de la sueca Greta Garbo), no se me hubiera ocurrido encargarme de muchas figuras del viejo Hollywood sin conocer a fondo la naturaleza del corral en la época de los grandes Estudios, ni estudiar a fondo (durante años) el Star System y el monopolio de las productoras, omitiendo a Freud, Jung, Marx, los buenos historiadores del cinematógrafo, y la historia contemporánea de los Estados Unidos o Suecia (en lo ateniente a Garbo).

Tampoco me encargué de Perón sin considerar su entorno de cerca y de lejos, surtiéndome además de cientos de libros y experiencias concretas en áreas políticas y sindicales, vividas en su territorio como inmigrante español durante 33 años de mi vida.

Esta frívola catedrática, escriba tan rudimentaria como los de LD, grosso modo, y ponente de la FAES en reciente velada neocon, se dejó guiar por el instinto fiórdico en estado puro.

El mismo la llevó a ocuparse en el referido texto de Fidel Castro, Rigoberta Menchú; Frida Kahlo; Gabriel García Márquez, y en abierto contraste (exótico de su parte) el difunto narcotraficante (y también colombiano) Pablo Escobar.

El cambalache de la Enkvist volvió a mezclar la Biblia y el calefón.

Seguramente su inconsistencia documental (y espiritual) no le habrá impedido desarrollar las ideas reaccionarias que tanto agradan a la secta aludida y su totem; señor Jiménez Losantos (inseparable de su asesor histórico, el siempre diligente César Vidal).

Cualquier argentino avispado concluiría:

"Es gracioso lo de esta nórdica y su cacao mental, metiendo en la misma bolsa a Evita, el Che, Carlitos Gardel, y Maradona. De paso, me pregunto si la mina sabrá bailar el tango o habrá visto en su vida algún partido de fulbo, y gente común y corriente sudando la gota gorda en el laburo...



domingo, 23 de noviembre de 2008

SEÑOR KRAUZE, EMPEZAMOS MAL...

A continuación, reproduzco un fragmento de solapa publicado en mi Perón, volumen I, publicado en el 2004 y enviado a Letras Libres el pasado año.

"¿Quién fue Perón? ¿Un sátrapa o un héroe? ¿Un reformador social que desde el feroz Ejército de su país ganó estatura de líder de masas conquistando el corazón de los más humildes y el poder político. o el fascista que, llegando a los límites productivos del capitalismo precipitó la declinación de la República Argentina, dilapidando el patrimonio nacional al apostar por otra guerra mundial que no se produjo?...(...) A tales preguntas pueden sumarse muchas otras que responde el presente libro..."

En la solapa del blog perteneciente al señor Krauze y fechado el 17/11/08, registro lo siguiente.

"¿Quién es Hugo Chávez: un combativo y avanzado líder político, artífice del socialismo del siglo XXI, o un esteriotipado aprendiz de dictador, populista y palabrero? ¿Qué es Venezuela: el laboratorio de la primera revolución del nuevo milenio o la nación que marcha , no sin resistencias civiles, hacia un duradero régimen autoritario? Para responder a estas preguntas y desmontar el mito...etc, etc."

Faltos de imaginación, los ujieres del mexicano (si no él mismo) echaron mano de una bella prosa para arruinarla, capturando eso sí, los módulos y giros del interrogante. No es la primera vez que los chorizos literarios se ceban en mis textos. Al no ser yo mediático, fingen a la hora de robar que no existo, almorzándose mis pasteles y confituras con el mayor descaro. Falta aún ver si el beneficiado por tan dudoso servicio fue su ordenante.

Y que por ello, a El poder del delirio no lo acompañe, mucho me temo, el avieso poder del saqueo...

El de Internet y los blogs, con frecuencia más libres y honestos que las letras de quienes se apropian del esfuerzo ajeno, no se queda corto. Aquellos que lo menosprecian desde la nómina o la vanidad debieran observar el fenómeno. Es de progresivo alcance, y traerá consecuencias para más de un tramposo.


HUGO CHÁVEZ Y SU DELIRIO

En el curso de la semana que mañana se inicia prometo leer y analizar lo que el señor Krauze escribió sobre Hugo Chávez.

De momento, sus declaraciones en varios medios vinculan su gestión populista a la gran amistad con el régimen cubano y Fidel Castro. Perón no aparece por ninguna parte, siendo, afirmo, el modelo que el venezano adopta por imperio de su propio origen, y las presentes circunstancias, nacionales y geopolíticas que vive la República de Venezuela.

Lo que caracteriza el populismo de Chávez es un respeto parcial por el capitalismo y la propiedad privada, subordinándolos políticamente a su gestión, paternalista y asistencial para con los sectores sociales más rezagados. A ellos se agrega la enorme corrupción funcionarial de su aparato político y gubernamental.

Juan Perón realizó otro tanto entre 1944/55, mediante un régimen militar de facto, útil como ensayo de lo que luego implementaría más extensamente desde la legalidad que otorga el voto popular.

Tanto Chávez como su maestro criollo, brotan de las entrañas del Ejército guardando pocos lazos con su plana mayor; aunque sepan valerse de altos oficiales para ganar terreno en las Fuerzas Armadas. El rotundo fracaso de la sociedad política en pleno facilitan el raid hacia los votos y el pleno ejercicio del poder.

No es el caso de Fidel Castro y su hermano, sucesor aparente del canijo Comandante y ocasional baladista oriental. Los Castro, hijos de un hacendado azucarero y agitadores profesionales desde su juventud, alcanzaron el poder tras dar el golpe de gracia al descompuesto Ejército batistano y su policía nacional.
A la inmediata institucionalización del Ejército Rebelde la siguieron una serie de nacionalizaciones y socializaciones que culminaron con la entronización plena del comunismo en la Isla, a corta distancia del Continente y su mayor enemigo histórico.

La existencia de la URSS y sus satélites; junto la presencia de China, la guerra de Viet Nam, la emergencia del Tercer Mundo y una mala estrategia de los gobiernos norteamericanos consolidaron el experimento.

Nada de esto se observa en Venezuela; país de cierta tradición liberal. Y los actuales procedimientos del señor Chávez, de humilde origen, pese a la cháchara socialista que enciende sus baladronadas, entronizando de la boca para afuera la maestría revolucionaria del anciano en chándal, importan muy poco a efectos prácticos.

Sin ídolos a la vista en su primer camino al poder, Perón- otro hijo de la periferia y el mestizaje- actuó desde el comienzo implementando medidas sociales de corte ministerial, que impulsaban la organización de sindicatos obreros.; a la vez que situaba en su punto de mira al imperialismo norteamericano exaltando el orgullo nacional.

Chávez secunda el procedimiento, haciendo del mismo el verdadero eje de su política, mientras les vende petróleo y compra armas a la Rusia de Putin, o estrecha evanescentes lazos con Irán.

Sin embargo, la propiedad privada existe. También el Ejército del que salió un día camino al poder político. De poco valen entonces los ya menguantes ingresos petroleros, o los patrocinios y padrinazgos vecinales del ecuatoriano Correa y Evo Morales para perpetuar su égida.

Perón ensayó una estrategia de unidad latinoamericana basada en la hegemonía argentina enfrentada a los EEUU, apoyándose en medios materiales propios que también menguaban al iniciarse los años ´50. Los delirios del argentino y sus laderos en las esferas de poder y los sindicatos toparon con el creciente descontento de la sociedad civil ante el retroceso económico, y la agitación golpista en un estamento militar que nunca controló del todo.

Las corrupción venezolana no se detuvo con Chávez; sólo cambió sus beneficiarios. Con su maestro criollo ocurrió otro tanto, pese a los logros sociales, en cualquier caso muy superiores a los del primero.

El deterioro en las exportaciones de carne y trigo se dejó sentir en la Argentina de Perón, tanto como ahora ocurre con el oro petrolero, sometido por imperio de la crisis mundial a valores de barril que igualan cifras del pasado.

Sin base material sólida ningún experimento es viable. El régimen cubano sobrevivió hasta hoy merced a su naturaleza comunista y la longevidad de un tirano que forma parte del inconsciente colectivo. También operaron en su favor las políticas educativas y el sistema sanitario, privilegiadas en el concierto económico. El vecino horizonte de un continente sureño plagado de miseria y polarización social hizo el resto.

Venezuela es otra cosa. Sin duda alguna costará a su población salir de esta nueva encerrona, que prolonga otras previas a lo largo de su agitada existencia como joven nación. Pero a mi juicio, y a tenor de su fracaso en la tentativa electoral por perpetuarse, los días de poder del ambicioso caudillo están contados.

El imaginario populista y sus delirios patrióticos y sociales operan en especiales circunstancias, gracias a mecanismos articulados por el azar de la Historia. De nada valen las algaradas de sus principales actores si esos mecanismos chirrian, como los engranajes mal aceitados víctimas de la oxidación y su herrumbre.

Los Castro, hijos de hacendado, hicieron de la isla del caimán su propia hacienda, favorecidos por el respaldo del Kremlin y el antiamericanismo de muchos latinoamericanos. El comunismo les vino de perlas para consolidar posiciones que el previo nacionalismo de izquierdas no podía asegurarles.
Al igual que el coronel Perón, el comandante Chávez responde en cambio a su formación militar realizada en el seno de un Ejército respetuoso -en última instancia- de la propiedad privada de los medios de producción.

Hasta en la revuelta cívico militar que casi los depone (le pasó a Perón en octubre de 1945, días antes de la restauradora jornada del 17), se parecen uno y otro. Ambos renunciaron entonces a pelear. El criollo se largó diez años después ante otro intento más feroz, para retornar viejo, jaqueado por la mala salud y el creciente trastorno ciudadano, tras dieciocho años de exilio.

A Chávez, rescatado por las masas y un sector de la milicia en el primer envite, le aguarda un destino semejante. Es de esperar, eso sí, que la cordura consiga evitar la sangre, a pesar del panorama en ciernes que dibuja la sociedad venezolana.
Los dictadores, vengan de dónde vengan, terminan todos igual, en el fondo y la forma, víctimas de sus propios delirios. Lo malo es la huella de sangre y dolor que esparcen en el área donde una vez sentaron sus reales...



sábado, 22 de noviembre de 2008

SEPARAR LA PAJA DEL TRIGO


El matrimonio más poderoso de la Argentina en la intimidad

En otros artículos ya manifesté mi clara aversión por la Presidenta en funciones y el que preside la función. La mezcolanza de nacionalismo reestatizador y la corrupción oficial -concordante con la de casi todos los ámbitos- arroja dos medidas legalmente posibles dada la obediencia debida de la mayoría congresual; aunque una de ellas (la que suprime las pensiones privadas por imperio del ANSES) sea el producto de la voracidad oficial, entreverada con el opresivo servicio de la brutal deuda externa y sus vencimientos.
La casi segura expropiación de Aerolíneas Argentinas, a cambio de 0,25 céntimos de euro (o un humildísimo Peso m/n), es además de correcta, necesaria. Según la tasación tribunalicia del Estado Argentino, el grupo español Marsans dejó en pelota la Empresa, con una deuda que justificaría plenamente la medida.
El apátrida Carlos Saúl Menem vendió las joyas de la abuela por baratijas, y las empresas españolas hicieron su agosto en varios apartados. Era hora de que los fantásticos negocios de los nuevos conquistadores con los actuales indígenas llegase a su fin.
Se podrá criticar a los Kirchner y sus compadres todo lo que quepa en sus desmanes autoritarios y presuntos delitos, pero a la hora de evaluar ciertas conductas logreras e imperialistas de la octava potencia del planeta, conviene separar la paja del trigo.
Y el trigo, mal que pese a Marsans, el BBV o quién sea, pertenece de espiga y raíz al pueblo argentino...


jueves, 20 de noviembre de 2008

LA PIEDRA Y SU OBJETIVO

Ahora 40 jueces de España, Argentina y Chile se unen a la acción de Amnistía Internacional invocando la Ley de Memoria Histórica, sancionada por el Parlamento, y hoy sepultada bajo el mantel de la merienda gubernamental.

El reclamo de Garzón desenterrando despojos de los represaliados por el franquismo fue recogido, tras su inhibición, por otros letrados justicieros y una organización con prestigio internacional, que defiende a las víctimas de dictadores y regímenes poco democráticos sacudiendo nuestra siesta del privilegio y el dolce far niente.

La lección histórica que desprende esta respuesta, contundente y ejemplar, reafirma una vez más que lo importante es lanzar la piedra impactando el objetivo, con independencia de quién lo haga. Se trate del heroico David, vencedor de Goliat, o del más modesto Baltasar Garzón.
Puestos a terciar, los menos famosos con ideas claras e indeclinable afán, somos más...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

LA INHIBICIÓN DEL AVESTRUZ

El inhibido y su proverbial sonrisa. Las plumas no salieron en la foto.

El que don Baltasar Garzón esquive el cuerpo tras proclamarse rey de la milonga no es algo nuevo. Los ataques de su ex amigo, el Fiscal de la Audiencia y el silencio gubernamental (típico en la estrategia zapateril tirando la piedra y escondiendo la mano) no presagiaban una celebración. Señalamos, no obstante, que el perseguidor tenaz de Pinochet, los terroristas de ETA y los asesinos de la Triple A o el narcotráfico no arriesgaba en tales apartados lo que arriesgó en éste.
Al fin, nuestro Juez Justiciero metió la cabeza en el hoyo, como el avestruz. Lo había hecho en épocas de Felipe González, tras señalarle elípticamente como señor X de los GAL para luego reverenciarle en espera de algún importante cargo oficial; quizá en el área de Justicia o algún otro que le permitiera lucirse. Entonces la breva no cayó. Ahora tampoco y, nuestro paladín de las leyes, enriquecido por derecho propio en carne y espíritu, ha resuelto pasar página, no sin antes de recomendar a los que creyeron en su emprendimiento e intentan llevarlo a cabo, que persistan. Se lo agradecemos sin eximirlo de la penosa finta.
Por cierto, nadie es perfecto y menos si la vanidad echa mano del irrefrenable deseo de destacar por sobre vidas, haciendas y restos humanos de fosas sin nombre. Esta lacra que cargamos enancada en nuestros complejos de inferioridad son el espejismo más peligroso que los seres humanos concebimos sobre nosotros mismos. La vanidad acompaña el ilusionismo hasta que el miedo a una realidad desbordante lo desvanece...
Bien. Yo no me desdigo en mi previo post sobre las buenas cualidades de este magistrado y su afán de verdades sujetas a la ley. Pero soy consciente de que la sociedad española no fabrica héroes de largo aliento en terrenos pantanosos.

Garzón lo ratifica una vez más, aunque hombres con el valor y arrojo de don Jesús Neira o los compatriotas asesinados en Afganistán se empeñen en navegar contra la corriente...

sábado, 15 de noviembre de 2008

LUÍS ROLDÁN Y LAS ALCANTARILLAS DEL ESTADO

El señor Roldán, en uno de sus instantes cínicos proyectados por su existir y la extrema lenidad de nuestras providencias carcelarias.

Entrevistado por María Teresa Campos, investida de Madre Superiora en una suerte de Convento de Clausura de la Inquisición, montado en el plató de Telecinco, el reo, señor Roldán, ventiló su cascada imagen en la TV, a cambio de 50,000 euros embargables.

Según rezan los fallos de sus condenas, debe al Estado 3,4 millones de la eurodivisa, sin que los pocos años que le quedan de gayola garanticen el cobro. Parece que los varios millones saqueados por Roldán los acredita Francisco Paesa, mezcla autóctona de James Bond y Rocambole, residente en algún lugar de la Francia eterna, sin que nadie lo busque tras descubrirse su falsa muerte anunciada.

Coincidimos en suponer que, entre Paesa y Roldán puede haber un secreto acuerdo garantizado por aquel gobierno del PSOE, plagado de fondos reservados en copyright por altos funcionarios, junto a secretas comisiones mediando chanchullos múltiples.

En sí misma, la entrevista de la Campos a Roldán fue mediocre e inmersa en esa atmósfera típicamente demodé, que esta anciana dama todoterreno de los medios audiovisuales no se resigna a cancelar por nada del mundo, mientras los amiguetes del pasado le aplaudan y otros con mayor poder de contratación le abulten el monedero.

Lo que sí trasuntaron las cínicas respuestas de Roldán fue un mensaje perceptible e indiviso. En "su época"(dixit) todos los que robaban acometían el zarpazo con la mayor naturalidad, merced a un código que, sin redactarse nunca se aplicaba siempre.

Saquear a espuertas el erario público venía a ser para algunos funcionarios un Mandamiento más, superpuesto con la pegatina oficial y oficiosa del puño y la rosa al Mandamiento condenatorio.

La condición de robar con sigilosa alegría era compatible con la repartija entre el funcionario y su Partido.

Roldán no fue el único chorizo en esta grosera milonga, bailada durante años de mandatos socialistas. Hubo al respecto, otras condenas. Peces gordos y voraces como Barrionuevo (que en realidad no era ladrón, sino el Charles Bronson justiciero del gabinete), Rafael Vera y Julián San Cristóbal -entre otros- purgaron condenas; aunque más leves que la que le cayó encima a Roldán, más por culpa de sus nervios y real insignificancia que por el monto de las sutracciones efectuadas.

De esto se queja hoy amargamente, sin mencionar para nada el GAL y sus asesinatos; organizados desde el poder "por el señor X".
Durante el interrogatorio inquisitorial de Campos, ella coló opiniones previamente grabadas de algunos políticos; entre ellas destaca la del señor José "Pepiño" Blanco, suerte de mano izquierda del actual Presidente, manifestando su repudio a Roldán.

La respuesta del destinatario no fue menos lapidaria.

Blanco y su fastuosa mansión gallega, a la que los coterráneos sindican "Villa PSOE" emparejó en sus labios las corrupciones de "su tiempo" con las del presente.

Poco lucimiento alcanzaron los contertulios encargados de ajustar cuentas con un delincuente que se confiesa arrepentido... ma non troppo.

Suerte de comisaria política del PSOE, doña María Antonia Iglesias, pura dinamita en tantas rondas mediáticas, apenas lanzó un par de bengalas que tras impactar levemente en el cinismo de Roldán, se diluyeron en el espacio. De los otros tres caballeros destaco (no por virtud alguna) al intempestivo y basto Miguel Ángel Rodríguez, ex jefe de prensa del gobierno Aznar y adscrito a su nueva etapa de extrema derecha vía FAES, superando a la Campos (y desde luego a María Antonia), en tono e ímpetus condenatorios.

Tras el caso Roldán; uno de tantos habidos en el pasado reciente de nuestra joven democracia, no se apreciaron autocríticas en el PSOE. Su retorno al poder, combinando un nuevo equipo con retazos del viejo (Pérez Rubalcaba y Solbes son sus figuras más representativas) ha omitido toda mención de la etapa que hizo posible la existencia de un Roldán, al mando nada menos que de la Guardia Civil; una de las columnas orgánicas de nuestra seguridad frente al terrorismo y la delincuencia.

Quizá el peor y más siniestro instante de este sombrío vodevil nocturno con el condenado (fusiono, aclaro, las dos acepciones del término) haya sido el breve pantallazo de Felipe González Márquez subiendo a un automóvil negro y esquivando la pregunta que una reportera del programa (la misma que inquirió al señor Blanco sobre Rodán) le hizo al respecto.

"Perdone, no puedo, lo siento muchiiísssimo" (farfulló textualmente el ex, a quien algunos sindican como señor X de pleno derecho).

En democracia hemos conseguido muchas cosas desde 1978. Lo que aún pertenece a las sombras del pasado, lastrando el presente, es esta ausencia general de autocrítica en todas las esferas de la vida, pública y privada de los españoles.

Mientras conservemos estas alcantarillas derivando los procederes, las del Estado permanecerán inmutables y en activo...


viernes, 14 de noviembre de 2008

HUGO CHÁVEZ Y LOS COMENTARIOS DE ENRIQUE KRAUZE

Escucho en Hora 25 el reportaje de Angels Barceló (vecina de Vilassar de Mar) al mexicano Enrique Krauze sobre Hugo Chávez, a raíz de la publicación inminente de un libro del autor, y no puedo menos que sonreír para mis adentros.

Resulta que este escritor (Director de Letras Libres y entre otras funciones literarias responsable de varios ensayos interesantes sobre México y América Latina), declara haber centrado su labor en los esfuerzos del populista venezonano por divinizarse, para así alcanzar la aún pendiente estatura de héroe.

Según Krauze no está a la altura de Fidel Castro y Guevara (guerrilleros en la Sierra Maestra) o Salvador Allende (caído en combate contra el golpe de Pinochet y sus adláteres). Ello le obsesiona, hasta el hervor de monopolizar el poder absolutamente.

Sin duda el problema, es que nadie, ni el dictador más absoluto puede darse ese lujo, pues ese lujo no es ciertamente humano.

Cuando hablamos de Stalin, Hitler, Mussolini o Pol Pot -poniendo unos pocos ejemplos entre los muchos asesinos seriales que detentaron enormes potestades en el siglo XX- personalizamos sistemas edificados por un bloque de poder con extensas ramificaciones en la sociedad.

La simplificación no exime que el caudillo carismático populista o el dictador genocida deba servirse de un entramado muy concreto de intereses, a los que a su vez está obligado a servir.

Creo, y ya lo dije en otro post, que el más claro precursor del mandatario venezolano ha sido Perón, y no los que el señor Krauze menciona.

Ambos alcanzaron el poder merced al desgaste (Perón) o rotundo fracaso (Chavez) de una sociedad política de corrupta entraña y escasa sensibilidad social.

Uno y otro hicieron valer sus jinetas como símbolo de firmeza ante los oligarcas de turno y sus secuaces en los partidos del arco parlamentario. Tampoco les faltó sensibilidad a la hora de emprender reformas (sindicales y asistenciales en el caso del criollo; asistenciales en el del venezolano), beneficiando a grandes segmentos de la población.
Krauze se lo admite a Chávez, a la vez que le enrostra encabezar un régimen cesarista de aspiración dictatorial especialmente corrupto. De paso, nos ofrece el contraste mexicano del populista honesto Lázaro Cárdenas, sin entrar en las menudencias que tras bambalinas consolidaban los corrompidos caciques del Partido Revolucionario Institucional (PRI), herederos nunca reconocidos oficialmente por el "Tata" (Cárdenas), aunque elegidos uno a uno para la Presidencia por el aparato partidario, seguido del cálido abrazo bautismal brindado por el patriarca en tradicional ceremonia pre electoral...
Detrás de un líder populista y prebendario opera sin variantes el ogro filantrópico que definió Octavio Paz, con la sabiduría que otorgan la experiencia y el genio cuando marchan juntos. Antiguo colaborador de Paz, no alcanza Krauze las cimas de su pensamiento ni su irrepetible calidad literaria.
Tampoco le llega el aliento de otros ensayistas que supieron explorar a fondo la compleja naturaleza del populismo.
Si este distinguido colega de fatigas hubiese leído mis tesis sobre Perón -partiendo de una tentativa y no contrastada base que alienta el cierto supuesto-, entendería que no hay régimen personal alguno que no cultive la corrupción y el saqueo de las arcas públicas en su huerto.
Para el caso, las diferencias entre populistas "buenos" y "malos" son aparentes en su real devenir. El fruto de las nacionalizaciones y reformas de Cárdenas consolidaron una burocracia estatal voraz y su monstruoso correlato partidario.
Cuando además niega la virtud del valor en su objeto de análisis (me refiero a Chávez), se equivoca de lleno el señor Krauze. Nadie enfrenta a la oligarquía nativa y el Imperio Americano disputándoles parte del botín, careciendo de valor. Otra cosa es que sólo el valor baste para justificar la paranoia de Chávez y la política actual de Venezuela; nación que vende petróleo en abundancia a los EEUU desde hace añares, pese a las algaradas de su charlatán mayor.

El entrevistado señala el factor con exactitud; aunque sin explicar por qué causa verdadera el exibicionista contumaz jalea a sus partidarios cómo si fueran estopa empapada en nafta con sus discursos incendiarios.

Perón, conspirador militar al igual que Chávez y ungido, cómo él, Presidente por el voto popular a lo largo de su carrera política, hacía lo mismo por igual razón.

A Chávez se lo exigen sus lugartenientes y el tinglado de funcionarios estatales enriquecidos con el petróleo, junto a los burgueses contratistas conectados en una forma u otra a esos beneficios. Vienen a ser los encargados de empapar en nafta la estopa social, favorecida por las mejoras gubernamentales en los terrenos de la sanidad y la educación. Apoyándose en masas agitadas espantan y desintegran al enemigo, agigantando de paso el fantasma del renovado golpe de Estado patrocinado por el imperialismo y los capitalistas vernáculos.
Sin petróleo, pero con el IAPI monopolizando el comercio exterior de los productos agrarios mediante un diferencial de compra y venta muy elevado que el Estado absorbía tentacularmente, el primer régimen peronista embolsaba y repartía entre sus socios (la clase obrera y sus burócratas, el funcionariado peronista y los burgueses livianos), esos beneficios. Perón fundó entonces su enorme poder; personal en apariencia; colectivo y dependiente en realidad del entramado.

El populismo latinoamericano de largo aliento, inaugurado por el brasileño Getulio Vargas -llevado a su máxima expresión política por el régimen peronista y repetido por Chavez hoy-, tiene su propia iconografía totémica; necesaria para sostener un sistema capitalista que regulan el Estado populista y sus beneficios.

Inversionistas de conveniencia, Perón, Chavez e incluso Vargas, han financiado candidatos limítrofes o continentales que luego llegaron al poder, sin perder de vista los tantos en política exterior o los negocios que en su favor realizarían luego los promotores. El previo y posterior coqueteo con déspotas de otras latitudes (incluido el difunto Saddam Hussein) responde a los mismos intereses; maquillados en extremo por incesantes bandos de hermandad y solidaridad ante las grandes potencias.

La declinación electoral de Chávez que señala Krauze, es la que en una forma u otra aquejaba al Perón de 1955. Ante ella no se advertía un fortalecimiento de la oposición; aunque sí una cierta recomposición política, favorecida por nuevos errores absolutistas atacando a la Iglesia, en un país católico de Fuerzas Armadas poco controladas.

Chávez no se enfrenta de lleno al clero, pero sus errores, la compacta enemistad de la clase media y cierto descontento popular ante groseras desigualdades entre los altos funcionarios, inevitables en su forma de gobernar, agrandan sin remisión las fisuras en la sociedad militar, estamento de origen que le salvó del pasado golpe de Estado, reflejando en cada etapa al conjunto de las clases sociales.
Por eso muchos oficiales de la primera y segunda hora abandonaron el chavismo, su actual endurecimiento y ansias de perpetuación, siguiendo la ruta de algunos intelectuales y ex consiglieri.

A Perón le pasó más o menos lo mismo.

El tronante entusiasmo del venezolano con el régimen cubano no sólo es propaganda. Chávez admira profundamente a Fidel Castro; sobre todo en el método empleado acumulando, consolidando y perpetuando poder.
Castro y los suyos afirmaron el absolutismo fundando un sistema de propiedad estatal en nombre del socialismo, que, asociado indirectamente a la insensata politica exterior de los norteamericanos, les permitió ejercer un poder incontrastable de tono antiimperialista hasta el día de hoy.

En su fuero interno, Chavez desearía poder imitar el modelo más allá de su propio "antiimperialismo", sin que la Historia ni la voluntad de sus compatriotas le acompañen.

La auto exaltación intenta reemplazar ese cepo de hierro que la economía y la tradición no otorgan a los senderos de Venezuela en el siglo XXI. La impuesta por el populismo glosa la enemistad y el enfrentamiento con los enemigos de la Patria, haciendo la correspondiente reserva de dominio moral y material sobre el patriotismo y quienes supuestamente lo acreditan, en forma excluyente.

Resulta prematuro profundizar estas leves observaciones sobre lo dicho por el señor Krauze a Angels Barceló, sin haber hojeado su libro. Confieso aguardar con cierta curiosidad el momento de hacerlo, señalando a mis lectores, que Letras Libres recibió hace ya año y medio los volúmenes sobre Perón, acompañados de amable misiva que -como era de esperar- no obtuvo gratitud por el envío ni señal alguna de reconocimiento.

No sería la primera vez que alguien guarde bajo tierra lo que algunos sepultureros vocacionales exhiben luego como fruto de su canto a la vida y la inteligencia...








CALLE FLORIDA. AÑOS ´50


Parece obvio que nos faltan Cóppola y su brillante pincel nocturno, propio de las lujurias visuales de los ´30, proyectadas en la cierta frialdad lustrosa y elegante del Art Decó.


La década del ´50 dibujaba para la calle Florida, en claro auge comercial desde 1913, un populoso escenario. En la Argentina, esos años asomaron rigurosamente partidos por la mitad entre el gobierno peronista y la revancha "libertadora".

La impresión de la presente instantánea no distingue uno de otro momento, pese a sus hondos contrastes sociales y políticos. En cualquier caso, Florida había dejado de ser la arteria chic del epicentro capitalino; la de Gath & Chaves, Harrod´s y el incinerado Jockey Club de Buenos Aires; pasto de hogueras peronistas. El pueblo llano la había invadido con proverbial desparpajo desde 1945, aportando costumbres espartanas y algo bullangueras en su palpitar.

Con poco lujo y mediando el tránsito de mucho pueblo, la arteria -parcialmente peatonal entonces- permanecía como un preciado símbolo del país próspero -que no ya el quinto en el concierto económico mundial- de una sociedad siempre convulsa aunque avanzada en líneas generales respecto a las restantes de América Latina.

Si bien no llegué a conocer la Buenos Aires de Cóppola, si transité en mis años mozos por esta otra Florida hasta los siniestros inicios de los ´80. La calle, siempre limpia y organizada en su comercio y servicios, seguía constituyendo una irresistible atracción del paseante y los que divagábamos entre la multitud que iba y venía.

En el primer plano de la foto destaco el anuncio de un "Cine Continuado". Era el "Novedades", sirviendo sesión continua hasta altas horas y desde muy temprano.

Allí se apiñaban los vendedores de comercio y los oficinistas haciendo la digestión antes de volver al yugo. El programa básico era idéntico al del quilmeño Cine Cervantes, sin el serial en episodios; reemplazado por "Sucesos Argentinos", El Panamericano" y el castizo "No Do".

Como baluarte de tiempos pasados contaba, entre otros bares y cafés, la Confitería Richmond, visitada per moi en una reunión que mantuve en el 2005 en busca de documentación con [el insufrible] Duilio Brunello a instancias de [el diligente] Rodolfo Décker, mientras remataba mis últimos capítulos del "Perón 2".

En muy posteriores periplos por Baires me salté las tardes de té y masas en la Richmond, sin dejar de comparar la Florida de otros tiempos, con éstos.

De ellos ya documenté la intermitente visión del desamparo social en cada esquina y la indefensión de la niñez. Respecto del que ahora preside el post, cuentan el gentío y sus trajines invadiendo como entonces la calle famosa. Pero los viandantes van peor vestidos, luciendo mayor estrés.

Las escenas de miseria emparentan en cada tramo y sobre todo en horas nocturnas, el recorrido por la montevideana Avenida 18 de Julio, y otras calles céntricas en Perú, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Colombia, o lo peor de nuestras Ramblas barcelonesas.

De ver la luz y captarla otro Cóppola joven, de seguro no sería el mismo ni apuntaría las mismas cosas. Tampoco si otro escritor vagabundo, con medio siglo menos en sus alforjas comparase, lo que hoy hay, con la memoria larga y siempre inquietante del pasado...


jueves, 13 de noviembre de 2008

BARTOLOMÉ MITRE Y MONTEVIDEO. 1936

Vuelvo al maestro Cóppola y sus imágenes del pasado. En las nochecitas de 1936
era raro que una farmacia sufriera un asalto a mano armada. En todo caso, la gente pobre o algún croto de esos que yiraban por el centro picando aquí y allá, les mangaba una Cafiaspirina o algunos Genioles, para remendar el dolor de cabeza que causaban el hambre o el vino.
Hoy, las farmacias del centro están enrejadas, y de noche te atienden con cuentagotas por un agujero abierto en la cortina metálica.
La magia de Cóppola captaba otra Buenos Aires céntrica. Más bucólica y desprevenida, en la que podías caminar entre la sombra sin peligro de robo con seria amenaza de muerte. Más allá de ese centro educado y parsimonioso, abundaba la precariedad. En el ´36 gobernaba en la Argentina el general Agustín Pedro Justo gracias al fraude y la proscripción Radical. La década del ´30 seguía siendo infame aunque en su Ecuador se apreciase ya un desarrollo de la migración interna desde la periferia hacia la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, camino a fábricas y talleres.
Muchos de aquellos cientos de miles de provincianos que año a año encontraban su lugar al sol de las urbes, entre las chimeneas de las industrias que sustituían manufacturas que antes se importaban, y los nuevos barrios obreros de humilde condición, alejados del centro, constituirían la base, diez años después, de un poder político nuevo, encarnado en la figura de otro General nada fraudulento para el voto popular.
Supongo que las farmacias que atrapó el arte de Cóppola atendieron desde entonces a mucha más gente. Sin embargo la instantánea del maestro, posee, cómo todas las suyas, esa magia lustrosa y plena de fascinación que nos atrapa el ojo, desatándonos la nostalgia por aquello que vivieron los que hoy ya no están, o los que quedan y partirán pronto...

lunes, 10 de noviembre de 2008

LA RESOLUCIÓN DEL CAC

Desde este blog he defendido la libertad de expresión, como esencia inalienable e indivisa del Estado de derecho.
El Comité Audiovisual de Catalunya (CAC), organismo que supervisa los contenidos mediáticos que se vuelcan en territorio catalán, ha resuelto desconectar a la Cadena Cope de sus emisoras de FM en Lérida y Gerona.
Las competencias del CAC son perfectamente legales. Fueron promovidas por resolución del Parlament y el Gobierno de la Generalitat, y lejos de vulnerar la libertad de expresión que otros convierten en libertinaje, la convalida, al borrar del dial en esas comarcas la prédica ofensiva y degradante de Federico Jiménez Losantos y sus adláteres para con Catalunya, su lengua y costumbres, la mayoría de sus hombres públicos y organismos autonómicos.
Ahora, estos señores, respaldados por otros de su talante, acusan de fascista la medida, cuándo los auténticos fascistas [y descarados apologetas del antiguo régimen] son ellos.
Cabe recordar que el señor Jiménez Losantos (cuyo programa matutino es el buque insignia de la Cadena Cope) ha sido condenado en cinco ocasiones a pagar multas por delitos incursos en calumnias y difamación (por un monto que ronda en total los 260.000 eurazos); permaneciendo a la espera de otros juicios y nuevas denuncias por parte de más damnificados.
Con estas credenciales a la vista (toleradas por la Conferencia Episcopal, propietaria de la emisora, con gran desvergüenza), la resolución del CAC comporta una medida higiénica que, lejos de vulnerar la libertad de expresión, la protege, resguardando a la mayoría de ciudadanos que habitamos esta nación de recibir en la FM de ambas comarcas mensajes atentatorios contra nuestra dignidad y honor.

martes, 4 de noviembre de 2008

EL IRRESISTIBLE ASCENSO DE UN LIDER; SIGNO DE UNA ÉPOCA DE CRISIS

Sobre las 20.14 hora española y sin consultar bola de cristal alguna, apuesto por un triunfo rotundo de Barack Obama en las próximas horas.

De forma tal que parto del supuesto redactando estas líneas.

Los síntomas de cualquier victoria en el marco histórico son palpables, legitimándose más aún si las urnas de la democracia se llenan de papeletas. Es el caso de Obama y lo fue en su momento de Franklin Delano Roosevelt en las elecciones norteamericanas de 1932, derrotando al entonces presidente Herbert Clark Hoover.

El que Roosevelt circulase por el mundo en silla de ruedas o sujetando muletas equivale en cierto modo a los abrumadores y paralizantes prejuicios que hasta hoy vedaban a un afroamericano el inquilinato de la Casa Blanca.

El baldado y el mulato (insisto en el supuesto) alcanzaron el podio en circunstancias dramáticas. El crack del ´29 y la tremebunda crisis que hoy devasta el planeta -volviendo a desvanecer el sueño eterno de la América próspera-, demanda líderes con ideas y carácter.

El Hoover de entonces y el McCain de hoy no alcanzaban el listón.

Economista el primero, héroe de guerra el segundo, revelaron la baja densidad de sus talentos ante los rivales. El despliegue de criterios envejecidos, manifiestos en Hoover durante su previo mandato, y que Mc Cain sugiere hasta con la edad, no fueron bien recibidos por los votantes.

Tampoco causó el refuerzo esperado ante el público femenino su inadecuada y rudimentaria candidata a vice. De buenas piernas y flacos favores abriendo la boca.

Tanto "Franklin D" como el periférico organizador comunitario Barack (y muchos otros líderes más o menos democráticos) esgrimieron sonrisas cautivadoras y voces convincentes en su carrera hacia la Casa Blanca, mientras contendientes de talla siempre inferior mordían el polvo.

El primero, de tronco familiar aristocrático y trayectoria política brillante en las filas y gobiernos demócratas, repitió mandato cuatro veces, tras enzarzarse con la reaccionaria Corte Suprema de Justicia y emprender profundas reformas keynesianas en la economía.

A menudo, los viejos documentales que retratan sus realizaciones sociales durante la depresión de los ´30, o el ingreso en la contienda de los EEUU tras el ataque japonés a Pearl Harbor, con él declarando con voz firme en la Cámara de Representantes la guerra al Eje, lo señalan ejemplar excepcional.

Alcanzó a demostrarlo durante 13 largos y azarosos años, hasta su muerte, poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial.

La trayectoria política de Obama hasta el presente, iniciada en barriadas pobres, nos proyecta a un animal político infatigable, vigoroso y cautivador. No sólo es el joven y hermoso afroamericano, esposo de mujer inteligente y padre de dos hijas bien criadas. Con un discurso que rezuma convicción, este dueño de una voz resonante y fonética, criado entre Hawai, Indonesia y Harvard, ha sabido encender la llama de la esperanza más allá de sus fronteras, derrotando el aparato mediático de su rival demócrata, Hillary Clinton.

¿Qué hará desde el Despacho Oval este abogado excéntrico, oriundo de Hawai y hasta ayer rezagado Senador de un Partido Demócrata, pero no tanto...? El futurible es complicado; aunque presiento su intención de cambiar las tornas en forma equivalente a la que (con las enormes diferencias del caso) ensayó ochenta años antes el recordado Roosevelt.

Apuesto por ello, contando que, muy probablemente, de esta crisis el Imperio Americano no saldrá tan fortalecido como el que Roosevelt vio agigantarse ante el mundo antes de partir...

domingo, 2 de noviembre de 2008

CHARLES ATLAS, AS DE LAS CONTRACUBIERTAS DE LOS COMICS



¿Quién que haya coleccionado o leído revistas de historietas en los años ´50 no recordará la publicidad estampada en el trasero del ejemplar con Charles Atlas aleccionándonos para lucir hercúleos como nuestros héroes favoritos?
En los comics norteamericanos de cuatro colores la propaganda de Atlas fue habitual durante casi tres décadas. En otras tierras se hizo frecuente. Según la misma, bastaban quince minutos de Tensión Dinámica en el living de casa para labrarse fama de Apolo y leyenda de Adonis, triunfando en la vida y en el amor.

Residente en Argentina, solicité mi prospecto gratuito llenando el cupón, y tras leerme su versión castellana (la sucursal de Buenos Aires lo proveía sin cargo), lo olvidé para siempre. Los anuncios, diversos aunque siempre sujetos al código de las revistas que lo insertaban, con viñetas de breve secuencia y sucintos balloons reflejando el antes y el después, invitaban a descubrir los milagros de la Tension Dinamic Corp, un sistema de desarrollo muscular ideado por el ítalo americano residente en Brooklyn, Angelo Siciliano; alias Charles Atlas (1893-1973).

La historia real de Angelo prefiguraba exactamente el antes y el después de la mutación física que ilustraban los reclames de su posterior negocio.
Pequeño y débil, fue víctima de abusos en las calles del barrio italiano de Brooklyn, que tan bien reflejan Mario Puzzo y Francis Ford Coppola en El Padrino. Harto de sentirse un perdedor, el flacucho macarroni se lanzó a desarrollar el físico mediante las pesas, obteniendo el efecto deseado en plena adolescencia; hasta tal punto que, en el barrio y fuera de él comenzaron a llamarle Charles Atlas.

Con apenas veinte años el rubio mozo peninsular ya era un hercúleo objeto de escaparate y pruebas de fuerza en un circo.
La leyenda cuenta que cierto día, mientras contemplaba en un zoológico las potencia muscular de un tigre, concibió el sistema de la Tensión Dinámica, trabajando los músculos sin necesidad de pesas. Basándose en el mismo ideó el correspondiente curso por correspondencia, llenándose de oro.

Confieso que mi falta de interés por cultivar el cuerpo antes que el alma me vararon en las lecturas, el cine y el amor por recorrer el mundo. De manera que no puedo dar fe de las bondades del método, y los momentos felices que prometía el prospecto apenas hojeado que una mañana trajo el cartero.
Sin embargo debió funcionar, a tenor de su popularidad.

Siciliano /Atlas era, parece, un hombre serio y entregado de lleno al ejercicio físico. Ya en 1922 el director de la prestigiosa revista Physical Culture le había otorgado el título de "hombre más perfectamente desarrollado del mundo", en sintonía con médicos, antropólogos y científicos que le habían examinado a fondo durante una competición.

A treinta y cinco años de su desaparición, causada por un infarto, la empresa que montó en los años ´30 sigue en pié; si bien ya no asoman en las contra cubiertas de los comics actuales aquellos tentadores anuncios que medio siglo atrás nos prometían alcanzar el estatus de nuestros héroes favoritos, y su fenomenal éxito con las mujeres, tal como ilustraban sucintamente sus breves fábulas de cinco o seis viñetas presididas por su vera efigie; hoy recuperadas en la memoria y para el Blog.


LA REINA. DECORO Y SENSIBILIDAD


Cómo saben, soy republicano y por lo tanto rehuyo glorificar a cualquier monarca o consorte, aunque integren el mapa constitucional sujeto al Estado de derecho.

Las recientes declaraciones de la Reina Sofía a Pilar Urbano (hechas libro por la periodista) pueden o no ser criticables, según la lupa que las examine. La mía es comprensiva e indulgente por dos razones: la primera, considerando a esta dama una ciudadana española con derecho a desdoblar su persona para revelarnos el íntimo parecer sobre una serie de asuntos. La otra y más importante es su claro sentido de la dignidad.

La hija de los reyes griegos, criada en un ambiente conservador, atravesó su pasaje de Infanta a consorte de Juan Carlos de Borbón, conservándola en todo momento. Antes del esponsal con un joven príncipe por el que nadie apostaba una corona, fue deportista de competición, puericultora, y enfermera, no sólo en diploma. Sujeta a la disciplina, su formación, desarrollada prima facie en varios países, entre el exilio de 1940 a 1946, enriqueció su personalidad, hasta el punto de ser reconocida por propios y extraños como una de las personalidades más interesantes y activas de Europa en las dos últimas décadas.

El factor de la dignidad y el decoro observados por la laboriosa Sofía, alcanza a toda la Casa Real, si la comparamos con otras más ruidosas e inestables. Los hijos concebidos junto a Juan Carlos I no han dado hasta la fecha, lugar a escándalo alguno.

Incluso, la separación de su hija mayor, Elena, y el señor Marichalar, dolorosa como todas las de padres que criarán a sus hijos a mútua distancia, no llegó al escándalo, pese a los carroñeros de siempre. Otro detalle significativo es el casamiento del Príncipe Felipe con Letizia Ortiz, periodista y divorciada (muy querida por Sofía) que ya le ha dado dos hijas.

Del talante liberal de la Casa Real sobre éste y otros asuntos, forma parte esencial la Reina.

Estimo que, tras el revuelo que han despertado las opiniones de esta juvenil abuela de 70 años sobre la homosexualidad y el matrimonio gay, la violencia de género, el aborto, la eutanasia y la enseñanza religiosa -propias de un espíritu que preserva sus orígenes- se agregan otras abordando la crueldad de la tauromaquia, el no menos cruel deporte de la caza, los tiranos como Hassan II y otros no menos autoritarios, al estilo del Putin bervenero, las guerras del alcohólico George Bush, o las vitriólicas de la derecha mediática más recalcitrante; temas en los que la calidad humana de esta mujer, entregada a las obras sociales y la promoción de la cultura, rezuma criterios avanzados.

También la mayor empatía de la Casa Real y ella misma con Presidentes o personalidades adscritos a la izquierda política; cualidad que enerva a los neoprovocadores que exaltan valores franquistas.

Es probable que los pareceres más arcaicos o controvertibles de la Reina -según Gaspar Llamazares, algunos barones del PP o Pilar Rahola, esa criatura circense- influyan sin duda a muchos españoles; aunque no a los que tenemos una posición enfrentada a los mismos. Si en parte podemos manifestar los nuestros con entera libertad, es porque ella y su marido su jugaron el pellejo, tanto en los comienzos de la Transición como en el 23 F.

Por ello, el inconsciente colectivo de la sociedad española asimiló positivamente la Monarquía Constitucional; no sus carencias.

¿Significa esto que pesen más en nuestra consideración, opiniones poco gratas desveladas en el reportaje de Pilar Urbano, a la hora de evaluar el conjunto de ideas y sentimientos cristalizados en la persona de su entrevistada?

A mí en particular no. Ya aclaré que soy republicano. Lo que no me exime de emplear un criterio que evalúe la calidad de las personas por encima de títulos y honores.

Y el enorme decoro y sensiblidad, señas de identidad de Sophía Margaríta Victoría Friederíki Glixpourgk, Princesa de Grecia y Dinamarca, española de pleno derecho, superan con creces y respeto, aquello que por ley de vida y diversidad, no nos plazca.

sábado, 1 de noviembre de 2008

EL CORONEL DURÁN Y SU PATRÓN, SPRUILLE BRADEN




La imagen, captada en septiembre de 1945, retrata a ambos en la escalerilla del avión que les retornará a Washington, tras haber orquestado junto al comisario comunista Vittorio Codovilla, el derrocamiento del gobierno militar, presidido por el General Edelmiro Farrell y su vice, el Coronel Juan Perón, verdadero blanco del Departamento de Estado en aquellos días.

La caracterización como fascista de aquel gobierno -dictatorial, sin duda- eximía a Rafael Leónidas Trujillo, Anastasio Somoza, Fulgencio Batista y otros tradicionales sátrapas continentales, fraternos con el amigo americano y sus voraces monopolios.

A diferencia de ellos, el joven Coronel Perón pintaba fiero para la tradición, con sus ataques a la oligarquía y el imperialismo, señalándoles como enemigos del progreso y el equilibrio de los factores de producción.

La pinza entre "demócratas" y "rojos" era producto de la alianza bélica entre la Casa Blanca y el Kremlin. El carácter antifascista de la entente comprendía eliminar el populismo en ciernes que el molesto oficial y sus coroneles -promotores de un nuevo trato con la clase obrera-, se hallaban implementando, en detrimento de los políticos de entonces; pro ingleses antes, y pro yanquis en ese momento.

El rol de Codovilla, caracterizado durante la Guerra Civil Española por ejecutar a rajatabla los asesinatos que le encomendaba Stalin, continuó siendo siniestro.

Semanas antes de la partida de Braden, nombrado Subsecretario de Estado por Harry Truman, aún permanecía entre rejas. Sin embargo, la presión combinada de la prensa norteamericana y británica -promovida por Roosevelt y su sucesor Harry Truman, en acuerdo con el implacable Winston Churchill- habían obligado a liberalizar ciertas costumbres represoras en el gobierno argentino de facto.

Gracias a ellas Codovilla fue liberado, pasando a desempeñar oficiosos servicios a los enemigos civiles y militares de Perón. Entre los primeros y más feroces se contaba el Vicealmirante Héctor Vernengo Lima, partidario de ametrallar desde los altos de la Casa Rosada a los manifestantes obreros que llenaban la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945, reclamando la libertad del destituido vice de Farrell.

La grosera intromisión de Mister Braden (prepotente embajador norteamericano con un largo historial diplomático de mangoneo imperial en América Latina) durante tres meses en los asuntos internos del país, respondía a la debilidad de la sociedad política de entonces, ante la fuerza del nuevo programa social que implementaba el ala dominante del Ejército criollo, contraria a los planes de Washington.

La mención de Codovilla por parte de Antonio Elorza en El País de hoy, sindicándolo como supremo asesino en Paracuellos, y durante otros entreveros con anarquistas y comunistas de izquierda más o menos cercanos a las posiciones del exiliado [y asesinado a posteriori con su expresa intervención] Leon Trotski en la España de la Guerra Civil, viene a cuento de esta referencia.

También sin duda mi juicio sobre los sicarios del Kremlin y los ex "camaradas" como el coronel Gustavo Durán, idealizado en porcelana mediante cierto líbelo por un farsante, acostumbrado a torcer la Historia en dirección a sus propias costumbres de servidumbre y manumisión.