Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

jueves, 29 de mayo de 2008

EL BUSCÓN EN EL BANQUILLO DE LOS ENCAUSADOS

Hay gentes cuya irrefrenable pasión por denigrar al prójimo les crea serios problemas. El ego, la estulticia o un irrefrenable afán de notoriedad los imanan consecuentemente.

El señor Jiménez Losantos, un metro y medio de altura, ego quilométrico y una enormes ganas de sembrar crispaciones por doquier, persigue su ruina provocando iras que conllevan juicios de presumible final.

Algunos observadores apuntan que la ambición de poder lo carcome hasta el tuétano; otros que puede más su afán de dinero contante y sonante. Por mi parte sumo ambos factores a una clara perturbación de la personalidad, centrada en un débil Yo, y un Superyó especialmente averiado.

Estimo que los tres factores se enhebran como cuentas en su pequeño collar de iniquidades. Si bien desea que muchos frustrados se identifiquen con su sadismo, aunque no lo confiese ama que le odien, por sobre todas las cosas.

Pero el deseo -intensamente autodestructivo- requiere en su caso millonaria audiencia y clamor de multitudes. El micrófono, providencial y sacralizado por los obispos de la Conferencia Episcopal sirve de ariete a esta exposición matutina de vocación suicida.

En principio, nadie que ansíe el respeto público acomete contra el honor de terceros sin pagar el duro peaje de la erosión. El final del camino para el exhibicionista radica en el escarnio, y en un olvido que nos remitirá a las hemerotecas, y a él- no me cabe duda- hacia la tragedia personal que comporta el ocaso.

Los cazadores de brujas acreditaron un destino azaroso. Joseph McCarthy murió olvidado; otros compañeros de ruta dieron con su osamenta en la cárcel a causa de turbios negocios emprendidos al calor del patriotismo contumaz.

Creo francamente que entre otras profesiones, Losantos opera por cuenta de la CIA. El destino de los neocons es servir objetivamente a los servicios secretos de la potencia mayor.

Que lo diga sino José María Aznar. Los dólares se los deposita en cuenta corriente Murdoch, pero sus servicios a los asociados del super millonario son bien conocidos.

Es co responsable del millón de muertos que cosechó la invasión de su amigo Bush. No obstante y siendo un ex presidente, a efectos jurídicos de la cristalina democracia española (y su precaria división de poderes) es tan intocable como lo fue en su momento Felipe González.

Quien hoy aposenta el trasero en el banquillo judicial es el loro rabioso de la Cope. Aznar merecería ser juzgado por su complicidad con el genocidio iraquí; aunque las bofetadas las recibe el payaso hertziano, no él.

Y el clown catastrofista, émulo de los frikis que encarnaba Lon Chaney y cada día más solitario en su lóbrego y machacante sermón de la mañana, en vano se rebela contra un destino que, inevitable, acompaña el paso por la Historia de los esbirros menores.

Por de pronto, el PSOE ya aventaja al PP en seis puntos de aceptación popular, según el CIS.

¡Thanks, Fede and Pedro Jota!

El señor Ramírez, encumbrado instigador de los desmanes matutinos del sentado en el banquillo, puede estar orgulloso. Su barrendero radiofónico, pequeño en osamenta y espíritu cumplió el ritual de la sumisión y la obediencia a su perversa estrategia.

Empero, Aguirre, Acebes y Zaplana le dejaron pagando en el juzgado. Eran los supuestos valedores contra Ruíz Gallardón. Pero el espíritu de cuerpo baronil pudo más que las rencillas políticas de alcoba. En consecuencia se revelaron solidarios con el pleiteante, dando narices al pleiteado.

Hoy, recogiendo sus palabras de "La Mañana", "son políticos; él, un liberal", agregando juicios que señalan la "vileza" de sus propios testigos.

La señora Aguirre salió horas después por peteneras, defendiendo elípicamente la "libertad de expresión" del aliado mediático. Era un parche y Losantos lo sabe. Pues a la hora del banquillo -aquella que cuenta- no le respaldó, y la providencia señala el previsible destino del pleito y su imputado.

Más bien será este aventurero de pocos escrúpulos la alfombra sobre la que otros barrerán viejas y nuevas basuras.

Se lo buscó el infame buscón. Y me temo que el inminente fallo judicial convalidará - una vez más- el aserto...






domingo, 25 de mayo de 2008

EL PULSO

En el interior del Partido Popular y sus aledaños arrecia la lucha por el poder.

Los comentaristas políticos señalan la derrota electoral como causa del pandemonio que envuelve a Rajoy y algunos próceres de la formación. Pero en verdad la mentada derrota, varada en los diez millones de votos, contra los trece que hacían falta y hoy pretende conseguir Rajoy en el futuro centrando al Partido, radicó en la torpe estrategia catastrofista seguida en previas instancias, patrocinada insistentemente por la Cope y El Mundo.

Los dirigentes del PP creían que las audiencias de Losantos y los lectores de Ramírez bastaban para llegar a La Moncloa, rebasando la estrategia de acuerdos y concesiones de ZP a catalanes y vascos. A ello sumaban la ausencia total de autocrítica ante los desaciertos perpetrados por el segundo gobierno de Aznar; en especial la decisión de invadir Iraq en alianza con George Walker Bush, Tony Blair y algunos otros belicosos menores.

Los intentos de culpar virtualmente al PSOE de capitalizar para su triunfo electoral el mayor atentado perpetrado por el terrorismo en territorio europeo fue pieza capital en esa ausencia absoluta de modestia política. No debe culparse de ellos a las falacias tronantes, ni al catastrofismo o los montajes que señalaban inexistentes conspiraciones derramadas a diario por
esa emisora y el periódico de marras. Ambos reflejaban el pensamiento del conjunto del PP; salvando el de Manual Fraga Iribarne y su mejor discípulo, Alberto Ruíz Gallardón.

Los que creyeron que bastaban unos saltimbanquis y juglares mediáticos para convertir en el Sigfrido de Los Nibelungos a quién entonces apenas daba la talla como el Don Matías de Doña Francisquita, se alzan ahora contra un nuevo Mariano Rajoy que, de valido de Aznar, pasa a la intención de ser validado por los barones del Partido como lider cabal.

El rol de Esperanza Aguirre, o el de María San Gil y Ortega Lara cubren la papeleta de heroicidad numantina con la que Losantos y Ramírez pretenden erosionar al jefe rebelde.
En la tarea les acompañan el displicente Rodrigo Rato (que presidió la declinación del FMI) y el tardo franquista Jaime Mayor Oreja. Salvando a la señora Aguirre, que cuenta con votos y aparato mediático propio organizado desde su despacho, en la presidencia de la Comunidad de Madrid, el tándem San Gil - Mayor Oreja son sinónimos de probada derrota electoral en el País Vasco.

No cabe duda de que Losantos es el autor intelectual de las manifestaciones contrarias a Rajoy (por cierto raquíticas) ante la sede del PP. Su formación doctrinaria leninista, aplicada hoy a conocidos afanes ultraderechistas, promovidos por sus propias taras personales, arroja, sin embargo, pobres resultados. También las elípticas declaraciones de José María Aznar y su Botella de agua mineral. El ex Presidente y jefe de la FAES es un insepulto cadáver político, al cual muchos barones partidarios no le perdonan el figurar en la nómina millonaria de Rupert Murdoch, ni su imprudente reiteración de convalidar la aventura iraquí y su millón de cadáveres, mientras ellos están dando su guerra política en el tajo.

Este adiós hacia quien fuera reconductor de la formación e inquilino de La Moncloa durante ocho años, respalda objetivamente a Rajoy quien, no obstante, se verá obligado a lidiar con rivales viejos y nuevos para, finalmente sancionar la inevitable celebración de primarias.

Tal es más o menos el reclamo de Esperanza Aguirre y algunos de sus soportes. Es decir que, por esas cosas de la vida, del sector más retrógrado y aislacionista del Partido surge una iniciativa que a la postre democratizará esta formación, cerrada y vertical hasta hoy.

En sí misma ya es una buena noticia para la democracia española.

Ante la misma poco importa el pulso entre la extrema derecha de los conocidos de siempre y el presente afán centrista de Rajoy.

Si bien creo, que él en perspectiva lleva las de ganar, convenientemente arropado por damas de carácter y buen rollo (entre las que destacan Soraya Sáenz de Santa María, Ana Pastor y María Dolores de Cospedal), cuenta con la buena imágen de Gallardón, Arenas, González Pons, y el Presidente valenciano.

El respaldo que Manuel Fraga ha brindado a este viraje, alentando en instantes críticos al Alcalde de Madrid no debiera ser ridiculizado hasta las heces por Losantos insistiendo en su pasado franquista. Sólo le falta refrendar el miserable discurso aquel de Joan Tardá, sosteniendo que "Tiene las manos manchadas de sangre". Otros las tienen llenas de mierda...
Una vez más los extremos se tocan.
Si el político gallego pasará a la historia como uno de los pilotos de la Transición; además de presidir La Xunta durante años, el histérico bufón de Teruel -asiduo visitante de los juzgados-será recordado como una mezcla de kamikaze y polichinela (en versión gore).

Que tengamos un provocador de su talante en una emisora de la Conferencia Episcopal enloda el prestigio de la Iglesia Española; además de revelar el penoso bajón cultural que padecemos. Igual opinión me merecen El Mundo y su Director; otrora defensores de la pluralidad de opinión y la transparencia política.

Hace apenas horas, un siempre contundente Enric Sopena nos recordó que el Ramírez del primer Aznar hablaba de Asimetría Federal, refiriéndose a España y sus comunidades.

Nada es lo que era y nada será lo que es hoy.

Ya lo dijo Rajoy:"Los tiempos cambian".

Lo importante en esta hora, es lo de siempre desde 1978: avanzar en la construcción de la democracia y su equidad social.

Por fortuna, el referido pulso que en estos días agita a una derecha necesaria, en términos democráticos, apunta en esa dirección.





viernes, 23 de mayo de 2008

LOS CANÍBALES

A los que nacimos hacia la mitad del siglo pasado nos decían que los caníbales andaban esparcidos por África o el Amazonas. Pronto aprendimos que los cuentos eran monedas falsas del racismo colonialista, propias de la supremacía blanca y sus inconfesables privilegios. Por entonces, se expandía entre la juventud y su desencanto de los mayores, el marxismo.

Según la teoría de la lucha de clases el proletariado acabaría destronando a la burguesía expoliadora de su fuerza de trabajo.

Seis décadas después, caído el engendro comunista del capitalismo atrasado, nos enfrentamos a una realidad semejante; aunque ya no centrada en la lucha de clases. Todo se ha simplificado extraordinariamente. Ahora el Occidente blanco y radiante de burgueses acaudalados, pequeños propietarios y obreros más o menos satisfechos aunque siempre acogotados por hipotecas y préstamos de interés leonino, se enfrentan a las hordas migratorias del ex paraíso comunista, a las que se suman las de América Latina, Asia y África.

Las funestas pateras o los inclementes cruces de frontera, sorteando patrullas que a menudo detienen y deportan al punto de partida, reflejan iniciativas desesperadas por sobrevivir al hambre y la muerte. Sucede a diario en la frontera de México con los Estados Unidos, y en las nuestras de esta Europa rica, que encabezamos los países de la UE.

Según la ley del más rico, los extranjeros famélicos tienen un único derecho: el de adaptarse a periodos de crecimiento o morirse de hambre en los de crisis.

Ahora el cavaliere Berlusconi ha superado a sus temulentos compadres de países como Alemania, Francia, Holanda, Bélgica y España, implementando leyes rigurosas para los indocumentados.

En Italia son muchos; en el mapa europeo alcanzan ya los once millones.

La elección popular de un conocido delincuente como el susodicho corona la creciente derechización de un marco regional que marcha hacia el neofascismo caníbal. No de balde es el gran fabricante de telebasura en esta Europa envilecida por la insensabilidad consumista y el individualismo excluyente.

Si antes Benito Mussolini regimentaba a los obreros y campesinos empleando su aparato represor de OVRA y esquadristis, ahora el inconfeso discípulo se ocupará de los inmigrantes, en forma más expeditiva: encarcelándoles puntualmente como paso previo a la deportación.

Lo mismo perpetrarán a corto plazo los gobiernos de la Comunidad; entre ellos el encabezado por ZP, inventor de la supuesta Alianza de Civilizaciones. Antaño llamaríamos cuento chino al pomposo enunciado. Ahora, la realidad de ese territorio supera -en términos de desigualdad social y opresión política- cualquier fábula de terror.

Las actuales convulsiones de la derecha española se vinculan en el fondo al rigor que debe observarse con la inmigración. Si bien invocan al espantajo de la ETA (muy golpeada últimamente), el programa represor enfoca los peligros que amenazan los negocios de los muy ricos.

Empero, esta crisis económica, originada por la fuerte demanda de alimentos y petróleo por parte de la China e India, está minando seriamente los cimientos de este viejo edificio. Y no es que la mayoría de sus habitantes avancen camino a la prosperidad.
La concentración de la riqueza que acompañó la globalización económica mundial -distante de la previa expansión de las clases medias en Europa y los EEUU durante cincuenta años-, se afirma con tintes dramáticos entre la mayoría de los chinos e hindúes.

El problema que tenemos los pequeñoburgueses de la Europa que fue próspera es doble. A la finalización del desarrollo económico y social que propulsó entre otros factores de peso la energía barata, se agregan las oleadas migratorias, incesantes e "ilegales".

Los números sentencian la imposibilidad de insertar a todos -o siquiera a algunos- en esta economía crítica, que a ritmo creciente va polarizando pobreza de mayorías y esplendor de minorías. Hoy los inmigrantes son ilegales por eso, no por el tecnicismo de una legislación acomodaticia que hizo la vista gorda cuando así convino.

Lo malo es que la cacareada prosperidad basada en el compre ahora y pague después, que tanto fortaleció al poder financiero y endeudó a las capas medias, se ha ido al garete con la crisis inmobiliaria y el disparadero de un Euribor que trepó al 5%. Ya cercano a padecer los 150 dólares el barril de crudo, parejo al trasvase de las gasolineras y servicios, el panorama español (carente de pozos petrolíferos) asume caracteres dantescos.

Peor lo tienen sin duda alguna aquellos que no comen, allende mares y fronteras. La mayoría sucumben víctimas de tifones, terremotos, feroces tiranías, guerras intestinas o las múltiples enfermedades que traen la miseria y la indefensión material.

A nosotros nos enfermaba hasta ayer la miseria espiritual del privilegio y la insolidaridad. Lo venía reflejando el penoso apagón cultural, y la decadencia de un estilo de vida basado en el gasto y el confort, mediando algunas limosnas con destino al Tercer Mundo, generalmente administradas a piacciere por sospechosas ONG´s.

Presumo al respecto que debemos irnos acostumbrando a perder un privilegio tras otro. Quienes relativizamos el factor enriqueciendo la conciencia social, no lo sentiremos mucho. Para los que nunca pensaron en el prójimo será más duro el pasaje.
El lado benéfico de lo que se avecina será el despertar de muchos sobre las consecuencias de un mundo desigual.

Lo peor sobrevendrá por parte de aquellos que resistan asumir el fenómeno cediendo parte del gran pastel que hoy manducan. En la Historia, ningún Imperio o casta de privilegiados eternizó su poder, y mucho menos su declinación arrastrando al resto tras de sí.

La derecha europea, con Berlusconi a la cabeza, pretende resolver el pleito entre los fabulosos privilegios de unos pocos y una realidad abismalmente desigual, empleando la porra y los cañones (el aceite de ricino pasó de moda).

Es la misma receta que Bush, Aznar y Durao Barroso implementaron en la tenebrosa velada de las Azores para con el territorio de Iraq, cuando Rupert Murdoch (el amo del patriota Aznar), sostenia que, invadiendo su territorio el barril de petróleo costaría veinte dólares...

La providencia del mafioso compulsivo que administra Italia, es por ahora implementar la caza selectiva del indocumentado, puertas adentro. Muy pronto quienes le han votado -entre ellos ex comunistas o socialistas- serán sus cómplices activos. De manera tal que, el suelo patrio se dividirá entre delatores, abstinentes, y gentes que les amparen por moral o conveniencia.
Para Italia este canibalismo comporta un auténtico desastre; para el resto del Continente una seria amenaza de aplicar el programa que rige en países de Latinoamérica y otras áreas.

El sinuoso procedimiento de fractura social ya lo había prohijado como programa electoral Mariano Rajoy. Pero los más capaces de convertirlo en doctrina son hoy sus rivales; los mediaticos y sus símbolos vivientes dentro de la formación (San Gil, Ortega Lara, y los que salgan al ruedo, jaleados por Aznar, Mayor Oreja, la Aguirre y toda esa patulea fascistoide, hasta ayer agazapada).

La pregunta que importa a quienes se posicionan contra el neofascismo globalizador, es: ¿acredita el Gobierno Socialista un programa alternativo al de Berlusconi y sus siameses hispanos para con la desigualdad planetaria?

¿Verdad qué no?

Pues entonces, mucho me temo que los caníbales de estos incios del siglo XXI, blanquitos de alma oscura y menos radiantes, seamos nosotros.














jueves, 22 de mayo de 2008

LA DOBLE GUERRA DE LA COCINA

En España nos enfrentamos a tres guerras. La más sangrienta empezamos a vivirla gracias a la crisis económica; cuyo origen conocemos sin precisar exactamente sus consecuencias.

Las otras dos guerras se desarrollan entre chefs famosos. De un lado el tradicional Santi Santamaría la emprende contra el supercélebre Ferrán Adriá y sus acólitos, entre los que figuran cocineros de nota como Sergi Arola y Pedro Subijana.

Resulta que Santamaría acusa a Ferrán de emplear ingredientes químicos explosivos para sus recetas y el estómago de los comensales. La respuesta de los damnificados no se hizo esperar, en el sentido de marcar la traición a sus colegas como plato que sirve la tan comedida envidia.

En la cocina del Partido Popular los cocineros de la derecha andan revueltos, haciendo peligrar el "Me Tarzan" del señor Rajoy.

Esta mañana, Losantos y su compadre de demolición política, el ínclito y culturoso señor Ramirez, descorcharon sus versos más envenenados contra el registrador de la propiedad y ex valido de Josémari. El de los tirantes estaba indignado "ante esa gente", refiriéndose a los que no se rinden ante su cinismo panfletario.

El primero y más agresivo de sus descalificadores, manifestó una vez más su condición viperina.

Observamos que Losantos luce especialmente femenino en sus invectivas. Hablo del fondo y la forma.

Me explico: sólo una mujer -viperina, salvaje y francamente malvada-, puede deslizar los insultos más ofensivos y desagradables que se hayan vertido ante un micrófono en la radio española, con un garbo semejante.
Fede empastifa el micrófono con auténtico glamur.

El cómo lo consigue este César de pandereta y bata de cola, lo explican, qué duda cabe... la pandereta y la bata de cola.

Presumo que bien podría él mismo averiguar otras interioridades de su almita, relajado en el diván...de un buen psicólogo.

Aunque si lo hiciera, morigerando a base de infinitas sesiones esta paranoia compulsiva, matizada con grandes dosis de histeria, quizás perdiera el cupletero esa pringosa espontaneidad que lo hizo célebre, y tan clamorosamente detestado.

Mucho me temo que, a esta altura del evento más de uno entre los cocineros de la extrema derecha, y aún sus opuestos, sentirían la pérdida de sus soflamas, e imitaciones dignas del mejor frégoli.

No sólo me refiero al tan desacreditado Aznar, la trinante señora Aguirre o el neocentrista Rajoy, el señor Fraga Iribarne (a quien hoy Losantos imitó miserablemente en balbuceos propios de la edad), o el inevitable Alberto Ruíz Gallardón.

El auxilio que prestan los villanos a los héroes irrisorios es mayor del que suponemos.

Losantos y Ramírez están echando un capotazo a Rajoy. Nos lo hacen parecer -crease o no- simpático y arrojado, cuando en política es un notario que obra con el usual protocolo de los personajes de la profesión, de cara a sus empleados y cotizantes. O sea, algo así como el Dios de una taifa funcionarial que se cree dueño del Paraninfo.

Recién ahora caen en la cuenta las folclóricas y los mundundis que Rajoy es autoritario. Poco les importó hasta hace poco. Pasa, que este autoritarismo de toda la vida en un Partido de barones nada transparente en tiempos de Aznar, los jode en gran forma por escorarse al centro. Ellos critican las maniobras de Mariano, señalando que llevan a ninguna parte.
Bien. Si en una de esas el PP reitera la estrategia ombliguista que le llevó a perder las recientes elecciones, en las próximas -hagan lo que hagan los socialistas- tendrán menos votos aún.

Ya lo dije en el previo post: sin tretas no hay paraíso. Los aislacionistas, perpetuos reyes de la angustia, no lo creen así. Bueno, pueden formar un partido "liberal" con los fundamentalistas de siempre, que les garantice unos dos millones de sufragistas, integrados por escuchantes matutinos de la COPE, y lectores de El Mundo tentados por los cupones que premian la lectura de la hoja mediante cualquier aparatejo.
El asunto en cuestión, no da para mucho más.
Ya lo sostenía el entonces coronel Perón ante sus jóvenes -y no tan jóvenes- aliados de la extrema derecha nacionalista y antiobreristas, en 1945, citando una frase de Mirabeau dirigida a Robespierre.

"Joven, la exaltación de los principios no es lo sublime de los principios".
(Transcribo la frase impresa en el primer tomo de mi biografía sobre el personaje, que me consta, leyó el bien orientado señor Fraga, no los otros atolondrados.)


¡Ojala no leas los textos que sirven para algo ni visites jamás al psicólogo, Fede.
Sigue firme con el conglomerado Digital de monocordes sansonetes. Ellos te reflejan para tu dicha en los dichos, sin la salsa que tú y nadie más sabe derramar en los hervores de la pócima.
Créeme, sin ser religioso, admito haber rezado alguna noche para que a las seis de la mañana de algún día laborable no te encontremos cambiado. Ni a tí, ni a la pobre Paloma García Ovejero, enjundiosa acompañante de tus viejas y gastadas coplas!
Mucho me temo que tu fascismo oral sea irrepetible...




miércoles, 14 de mayo de 2008

OT, MEJIDE, LA BASURA Y EL JUZGADO DE GUARDIA

Operación Triunfo está a un paso de convertirse en un sumidero.

En la gala de ayer, el señor Evaristo Mejide se manifestó con especial repugnancia. Su fascismo estructural de sujeto mal cultivado y entretenido profundizó la ruta que conduce, a que un concurso de cantantes nacido en base a promover nuevos valores captados por cierta mérito escénico y vocal, degenere en una nueva versión de Crónicas Marcianas, trufada de malos fragmentos inspirados en Gran Hermano.

El objetivo de esta edición radica ya no en el canto, sino en el cante del tal bufón fascista. Por cierto temerario y fardón a la hora de citar complejos ajenos; caprichoso y arbitrario al ponderar los medios materiales que se ponen a disposición de los "niñatos".

¿Es qué, acaso la productora que alquila sus mugrosos servicios es una ONG de beneficencia, y no gana dinero con concursantes a los que sólo brinda techo, lecciones varias, algunas viandas, destrucción de su privacidad, y ahora unos cuantos latigazos del verdugo?

¿De dónde saca el tipejo "que ofende quien puede y no quién quiere"?

¿Cómo se permite invocar el Síndrome de Diógenes equiparando a una concursante joven y de humilde origen con la basura que, acumula hoy OT, en buena parte gracias a su intervención?

El desprecio clasista de este supuesto publicitario reclutado en una taberna, para con el público, los concursantes, y los jóvenes en general, es infinito.

Me pregunto cómo habrá sido su juventud, o su niñez, para acumular tanto odio junto.

Eso ya importa muy poco. De hecho preocupa más lo que ambas dieron lugar y se palpa hoy, convalidado por una productora y su socio mediático.

Consciente de ser mediocre y bárbaro, el victimario que contrataron para no reír y hacer llorar, proyecta sus miserias y los complejos que le atenazan sobre quien se le pone a tiro. La paranoia compulsiva de trámite sádico tiene ese rasgo, grotesco y feroz.

Creo que va siendo hora de poner coto oficial al presente desmán.

Gracias al individuo y sus poco escrupulosos empleadores, este espacio, visto por más de dos millones de españoles (entre ellos muchos jóvenes) transfiere comportamientos agresivos, en tanto que modelo mediático con poder de influencia.

El que un lumpen de éstos, constante atormentador de los concursantes empleando la demolición contumaz y los deseos de hacer daño, galvanice espectadores con la tapadera de un concurso juvenil, comporta la peor noticia, ante el bajo nivel de nuestra enseñanza media y los malos ejemplos que reciben aquellos que debemos formar como ciudadanos de provecho, de cara al porvenir.

Uno de los asuntos a determinar, ante provocaciones que estimulan respuestas poco ejemplares aunque claramente defensivas, en más de un concursante, es la intervención de los poderes públicos, y la correspondiente denuncia contra el ciudadano Evaristo Mejide ante el juzgado de guardia, por los padres de la joven Tania S, y cualquier otro/u otros ciudadanos que lo crean conveniente.

Insultar gravemente a alguien en público -y ante millones- constituye un delito, agravado en el caso del tal Risto, por su insólita condición de jurado.

La clara ofensa al honor y la dignidad deben ser castigadas, haciéndose extensivas a quienes patrocinan al cocoliche, y el canal que emite el evento.

Siendo los espacios públicos unos predios mediáticos de gran incidencia en la conducta ciudadana, se los debe fiscalizar con especial atención.

Desde ellos no puede hacerse ni decirse cualquier cosa.

Y el sicópata chulo, con patente de corso para hacer y decir cualquier cosa, es uno de los responsables de este engendro de la telebasura en que se ha convertido OT, ocupando un espacio horario de riesgo para la higiene mental de niños y jóvenes.

De hecho todos, desde el primero al último empleado o contratado de Gestmusic para este horror show, son cómplices, por activa o pasiva de que se tolere la agresión a cualquiera de los concursantes, bajo insólitos pretextos.

Y no me valen las suaves monerías ni el supuesto buen rollo de Ángel Llácer; tampoco el tenue disconformismo justiciero del excelente Jesús Vázquez. La perversión del espacio supera cualquier iniciativa reformista desde su interior.

Si toleras la mierda -que no trajo consigo ninguno de los chicos de la Academia- participando en esta colonia penal desde el rol que sea, desempeñas el puesto de carcelero.

Y en consecuencia olerás mal.



SIN TRETAS NO HAY PARAÍSO

Si hoy en España hay una división política en puerta, es la del Partido Popular.
Lo pronostiqué en post anteriores y se arrima hoy a lo posible.
La formación tenía las elecciones perdidas antes del 9M. Había edificado su estrategia confrontándose con los llamados nacionalismos periféricos en nombre de una España imaginaria heredada del franquismo, y el fracaso llegó, desatando una guerra política interior.
El viraje de Rajoy procurando reequilibrar a los populares en la perspectiva de pactar con las formaciones vascas y catalanas de centro derecha era tan inevitable como la rebeldía de Esperanza Aguirre, María San Gil, y lo que está detrás.
Un problema de dudosa resolución para el PP, comporta su propia naturaleza autoritaria a la hora de operar en política. Rajoy fue designado por Aznar; el resto de la plana mayor y los barones reconocen un simétrico origen, de influencias y pasteleo.
Si el PSOE pudo renovarse parcialmente luego de su larga etapa de poder con Felipe González, ellos se debió a una cierta transparencia en la renovación de su cúpula y sus colaterales en regiones y ayuntamientos. ZP y parte de su equipo reflejan esta renovación, de carácter ideológico y por sobre todo generacional
En cambio, el PP conserva la vieja estructura de poder interno, que en el presente Mariano Rajoy quiere adaptar a otra estrategia, con los resultados que se observan.
La tragedia de la derecha española, impedida de aplicar con éxito un programa que le permita gobernar por largos períodos, parece conducir a la escisión. Los llamados liberales -grupo homogéneo que cuenta con libretistas belicosos y zafios- insisten en marcar distancias con cualquier ideología que no concuerde con su idea de España. Rajoy y su jaula de grillos intenta volver a la táctica que permitió a Aznar ganar las elecciones y pactar, en primera instancia, con catalanes y vascos.
Por eso Losantos le llama traidor de lunes a viernes, desde las 6 hasta el Ángelus (y más allá), mientras Ramírez lo dibuja torpe desde su hoja amarillenta, repleta de plumas aguadas.
En realidad, no es ni una cosa ni otra. El honesto y familiar don Mariano, galaico e invariablemente trajeado en oscuro, sigue fiel a ideales moldeados en su noción de registrador de la propiedad, pero es consciente de que sin tretas no hay paraíso, y que una vez conseguido, pagando el precio de las facturas que los vecinos le presentarán (así mismito obró Aznar), después se verá.
Uno de los mayores hándicaps que le ofrece el futuro es la rampante crisis económica y la cierta incógnita que pesa sobre la competencia gubernamental a la hora de adoptar medidas de choque, resguardando el presente edificio social de mayores desastres.
Lo escarpado de la táctica actual de Rajoy y su haya Soraya, radica en la terquedad más o menos suicida de sus rivales y la ambición de mando, propia de muchos laderos que sonríen afilando las navajas de junio, y las tan temidas de algunos barones con suelo propio.

LAS CATÁSTROFES NATURALES Y LA DESIGUALDAD

Myanmar y China nos revelan, una vez más, la desigualdad entre los ricos y pobres de este mundo.

La verdadera catástrofe sigue siendo ésta: la desigualdad.

Ante las furias de la naturaleza cuentan los recursos. En los países desarrollados, terremotos, huracanes o tsunamis son paliados por medios materiales que, además de prevenir la amenaza en ciertos casos, socorren al instante.

En cambio, la precariedad cuenta en esta China que crece sin equidad social (pese a la propaganda comunista de un régimen que supuestamente la promueve), y aún mucho más en la antigua Birmania, controlada a sangre y fuego por el rigor militar de una fuerza armada corrompida hasta el tuétano; mientras los dirigentes chinos y los hindúes comercian con ellos alegremente, sin que Occidente sea ajena de la repartija de sus recursos naturales.

La ayuda que enviamos desde la acera del privilegio es hipócrita.

En Myanmar los desastres naturales sólo aceleran una muerte masiva que desde tiempos lejanos provocan el hambre y la represión.

Ahora, con la crisis económica peligran nuestras propiedades, sometidas al pago de hipotecas cuyas tasas de interés desbordan lo hasta hoy conocido.

En Myanmar imperan las chozas de cartón, ramas y lata oxidada, levantadas en cualquier parte.

Hoy medio millón de personas carecen hasta de eso. Una de cada cuatro yace sepultada entre escombros, y nadie entre los vivos se libra de una falta de agua que no es la nuestra, en tanto asoman amenazantes las plagas de malarias, dengues y otros azotes, desconocidos para los privilegiados de la Europa, próspera hasta ayer.

La cruel ecuación, retórica aunque sencilla en su formulación, revela una vez más que nunca la pobreza es un valor absoluto, ni las catástrofes son exactamente naturales. Más bien forman parte de la naturaleza humana.

Los ricos existimos como tales por nuestra capacidad de vivir de los pobres, ignorando deliberadamente que la forja del paraguas de acero que nos protege de aquello que abate a otros, alimenta el calor de la fragua quemando los recursos de los miles de millones que viven a merced de la intemperie.





domingo, 11 de mayo de 2008

ME HICIERON CRIMINAL

Los domingos el diario ABC nos sirve un DVD con tres filmes clásicos del ancién Hollywood.
Agrupados por temas, algunos son de una calidad visual abominable o regular, sin perjuicio de que otros resulten digeribles.
El de ayer, por ejemplo, agrupó dos filmes flojos de buena copia.
Uno de James Cagney (en su insulsa y corta etapa en la Grand National, cuando creía que independizarse de la Warner para producir lo que le viniera en gana sería exitoso), otro sonoro de Harold Lloyd (que ni Leo Mc Carey pudo salvar de la mediocridad), y el tercero - verdadero plato fuerte del DVD- con John Garfield, quien, secundado espléndidamente por Claude Rains, con el agregado de la excelente característica May Robson y los dead end kids, protagoniza uno de sus óptimos largometrajes (para mejor, con la chance de paladear nosotros la versión original, agregándole subtítulos en español).
A medio camino entre la clase A y la B, este inteligente producto de Busby Berkeley, donde nadie canta o baila, se inscribe en un género negro leve, si bien cálido.
Un excelente guión -con aderezos de Soy un fugitivo, Dead End (Callejón sin salida), los dramas pugilisticos del Estudio y la fórmula invertida en su protagónico, de Angels with dirty faces (Ángeles con caras sucias)- permiten a Garfield refrendar su imagen de city boy gamberro, aunque al fin rescatado por el cariño de unos chavales salidos del reformatorio y sus rurales protectoras (la abuela Robson y la nieta, encarnada por Gloria Gibson).
El segundo gato al agua en esta entrega de Me hicieron criminal, acaba llevándoselo Claude Rains, acometiendo una de las mejores performances que le hemos visto.
Su policía amargado por luctuoso un error del pasado, que intenta reivindicarse ante su jefe cazando a un supuesto criminal (Garfield) que se dio por muerto y permanece oculto en otro Estado tras un cierto descenso a los infiernos, no tiene desperdicio.
El final feliz de la historia cuadra con el segundo fracaso del pesquisante, esta vez voluntario y por lo tanto, poco convencional.
En una aparición fugaz al comienzo del metraje hemos vuelto a disfrutar de Ann Sheridan. Siendo capaz de interpretar a la chica buena que desdibuja la floja Gibson, le asignaron un papel de perdida; quizá a causa de alguno de esos castigos que Jack Warner aplicaba a sus contratadas protestonas.
Quienes ayer compraron este periódico, flojo y anticuado en comparación con otros de su tenor, pudieron disfrutar de la excelente copia de este clásico Warner, estrenado en 1939 y muy poco visto en España.
Visionar cintas como ésta permite respirar la atmósfera de una época.
El mismo Garfield (nacido Jules) era un chaval judío del Bronx, pasado por la especie de reformatorio avanzado que comandaba en los años ´20 Ángelo Patri. Pionero del método Actors en sus prolegómenos, arrastraba en sus zapatos los humildes y peligrosos callejones de sus primeros años.
También aquellos lazos entrañables y solidarios entre sus inmigrantes.
Eso y su gran pasión artística expresándolo con vigor, le hacen irrepetible.

Uno de los capítulos de mi libro, La Piel de los Dioses, está dedicado a la vida y obra de mi admirado John; rebelde con causa y víctima como tantos otros talentos del macartismo, durante la feroz Caza de Brujas que devastó la calidad temática del arte americano durante algunos años.

En la instantánea, captada en el plató de Me hicieron criminal, observamos en primer plano a Garfield sobre la lona, junto al fotógrafo James Wong Howe, en cuclillas, y Busby Berkeley agazapado tras la cámara.










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sábado, 10 de mayo de 2008

LOS AUTÉNTICOS VENCEDORES




















Varios factores autorizaron la derrota del ocupante y sus titiriteros tras años de rabia y dolor. Sin embargo, la resistencia partisana operó con valentía en nombre del pueblo de Francia, multiplicando imágenes como ésta en todas las grandes ciudades galas, franqueando el triunfal ingreso del General De Gaulle en París.
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LA RESTAURACIÓN DE LA LIBERTAD



















Cuatro años después será el General Charles de Gaulle, jefe de la resistencia y líder de la Francia democrática que volverá a encenderse junto a los símbolos que la hicieron célebre como cuna universal de la libertad, la fraternidad y la igualdad, quien cruce victorioso el viejo Arco.
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EL ARCO DE LA DERROTA

En imagen retrospectiva proyecto en cruce del Arco de Triunfo por las tropas nazis. Por efecto de la capitulación francesa su mayor símbolo ciudadano localizado en los Campos Eliseos de la Ciudad Luz, se transforma en el Arco de la Derrota para una villa que, en adelante y al ser













controlada por los vencedores y su conocida brutalidad, extraviará la legendaria luz.




viernes, 9 de mayo de 2008

LA NOCHE Y EL DEMONIO

En 1942, con dos tortuosos años padeciendo ocupantes y cómplices, los franceses acuden a los cines para contemplar las brillantes imágenes y el simbólico relato que Marcel Carné aborda en Los visitantes de la noche; una alegoría fantástica que retrata la visita nocturna del diablo a un castillo, amenazando a dos enamorados (uno de ellos era su propio enviado) a quienes aborrece por su personificación de amor.
La conversión de ambos en estatuas no modifica el panorama romántico, que sigue latiendo bajo el mármol
El gran Jules Berry, frecuente villano de gran prestigio en el cine francés, compone el rol de su vida, en tanto que los jovencísimos Marie Dea y Alain Cuny interpretan a la pareja.
Carné, con películas de los años ´30 (como El muelle de las brumas) prohibidas por los mandamases fascistas de los asuntos artísticos en la industria cinematográfica francesa, fue autorizado a proseguir una carrera que sería atentamente observada hasta la liberación, época en la que se estrenaría la extraordinaria Les Enfants du Paradis; considerada su obra maestra por la crítica mundial.
El demonio en cuestión de esta fábula medieval, escrita por el poeta y guionista Jaques Prevert (en colaboración con Pierre Laroche) era unos poco cultos opresores extranjeros que no se dieron por enterados.

EL CINE FRANCÉS BAJO LA OCUPACIÓN

Reproduzco parcialmente la cubierta del bellísimo libro de Rene Chateau dedicado a los artistas que trabajaron con el beneplácito de los nazis y los auspicios de la Compañía Continental, regenteada desde Berlín con sucursal en París.
En la imagen son fácilmente distinguibles la bella Danielle Darrieux y Sacha Guitry en los flancos. También asoman los hocicos Pierre Fresnay, el cantante Tino Rossi y la turbadora Arletty; por entonces amante de un oficial teutón.
Desde un cartel a media asta Pétain recomienda "ir hacia él con confianza".
Artistas de confianza eran, entre otros, Robert Le Vigan, Vivianne Romance, Ginette Leclerc, Albert Préjean, Madeleine Renaud, Suzy Delair, Fernandel, Maurice Chavalier, Raimú, Pierre Richard Willm, Henry Garat, Fernand Gravey, Charles Trenet, Michel Simón, Elvire Popesco, Ivonne Printemps (mujer de Fresnay) y una bellísima Mireille Balin, pareja en la ficción del exiliado y antifascista Jean Gabin en grandes filmes trágicos de la previa década.
Muchos de ellos continuaron trabajando en la posguerra. Otros, como el gran trágico Harry Baur, fueron asesinados por la Gestapo al acreditar antecedentes judíos. En algunos -fue el caso de Pierre Blanchar- mudaron de chaqueta convirtiéndose en campeones de la tistemente célebre depuración, famosa por sus excesos descubriendo colaboracionistas por doquier.

LAS DOS CARAS DE LA TRAICIÓN

Son las de Pétain y su premier Pierre Laval, departiendo sin sonrisas. Mientras el primero representaba al abuelo heróico que los franceses precisaban tras la capitulación, Laval, ex socialista escorado a la extrema derecha antes de la ocupación, era el perro fiel del Alto Mando alemán y el canciller Ribbentrop.
Expulsado incialmente de su gobierno por el mariscal, no tardó en ser repuesto bajo claras amenazas.
Las tragaderas del jefe de la Revolución Nacional eran anchas. Con o sin Laval Francia era tierra conquistada por la soldadesca nazi y estrechamente vigilada, palmo a palmo por los agentes de la Gestapo, con el auxilio de los discípulos de Charles Maurrás.
Una vez liberado el país, Pétain y Laval dieron con sus huesos en prisión. Mientras el segundo fue ahorcado, al mariscal se le perdonó la vida, muriendo en el confortable encierro de una isla militarizada, en 1951.
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EL FALSO IMPERIO DE VICHY

La independencia de Francia era bajo el ocupante nazi una ficción. La zona asignada al Estado de Vichy no abandonó la idea de hacer creer a los franceses que vivían en un imperio próspero, de colonias orientales, africanas y asiáticas que alimentaban la nueva grandeza. Este affiche se reprodujo en las oficinas estatales de la zona "autónoma" durante el deshonroso cuatrienio de sometimiento al Tercer Reich.
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miércoles, 7 de mayo de 2008

LA DEGRADACIÓN DE UN ESPECTÁCULO

Aludo a Operación Triunfo y su actualidad; especialmente siniestra como ejemplo de fascismo mediático.

En teoría los concursantes escogidos por los notables de siempre se someten a un duro ejercicio escolar, impartido por vocalistas, coreógrafos, gimnastas, músicos fracasados, psicólogos y un bufón entretenedor que este año oficia de director académico.

La mayor tensión en los jóvenes alumnos se vive en las galas, donde los encargados de evaluar méritos y talentos se ceban a la hora de nominar, facilitando la probable expulsión.

En previas ediciones tocaba a la feroz Noemí Galera oficiar de Cruelia de Ville, aunque en la anterior temporada la estrella ascendente de Risto Meijide ya despuntaba como superador de todas las maldades y desaguisados posibles.

En la de ahora la tensión se deja sentir a lo largo de todo el concurso, resintiendo el supuesto aprendizaje académico, especialmente visible durante las galas.

Al siniestro Meijide, enmascarado en sus gafas oscuras y el gesto cínico y sobrador de sonrisa prohibida (en parte por contrato, aunque casa con su alma lúgubre) sólo le falta el uniforme de las SS para representar lo que se le da mejor: atormentar ninguneando a quien se le pone a tiro, en el mejor estilo de lo que algunos panelistas o invitados demostraban en la miserable y ya fenecida Crónicas Marcianas.

De nuevo la discográfica y productora de TV Gestmusic, ensaya la vieja partitura del horror show, haciendo de un impresentable el gran protagonista del espacio.

Francamente soez, vulgar y mediocre, este resentido perro de la guerra es el nuevo Terminator en la nómina de Josep María Mainat y Toni Cruz, trinqueros que se han hecho millonarios a base de vender carne agusanada y palpitante en la caja tonta.

Sin duda excitan las más bajas pasiones de una audiencia que sigue el programa en pos de visionar la siguiente ejecución del verdugo. En esa atmósfera de noche y niebla, transmudada al interior de la Academia, transcurre la presente edición de Operación Triunfo.

De momento ya hay rebeliones en el presidio.

Una de las concursantes puteó en reciente gala al verdugo. Incluso, el presentador Jesús Vázquez, descontento con el giro que va cobrando el show, salió luego en su defensa ante el ataque flamígero de la Galera montando su escoba de bruja.

Otros concursante se lo toman en solfa; aunque todos temen que el tácito nazi les ponga en ridículo a la hora de juzgar su comportamiento semanal -visionado a diario desde el canal que emite Imagenio, con resúmenes diarios y comentarios en otros espacios de Telecinco- y el desempeño en la gala.

En esfuerzo destinado a conciliar lo inconciliable, Ángel Llácer, director académico más propio de un kindergarten niñoide que de un concurso vocal y artístico serio, intenta limar asperezas sin condenar los destrozos que la perversidad del tal Risto -gañán sin ningún antecedente artístico o comercial de mérito en el campo musical- o los ramalazos neuróticos de la Galera están causando en el ánimo de los alumnos sobrevivientes al castigo público, ejercitado durante el espectáculo.

El pretexto es "endurecerlos por lo que vendrá" cuando abandonen la supuesta protección del concurso y el fervor de masas que lo rodea.

La realidad de esta maquillada versión de "la letra con sangre entra", más propia de los tiempos de Franco, supone una degradación personal que no cualquiera puede superar; y menos cuando la juvenil falta de experiencia deja hondas huellas en la psique y la vida.

Llácer y sus suaves mariconadas de ninot operan como una píldora calmante tras los castigos del jurado.

En la anterior edición la batuta correspondía al solvente compositor y producer colombiano Quique Santander, secundado por su ayudanta Edith Salazar.
Los roces entre Santander y Gestmusic a causa de Meijide y sus tropelías -indicadores del nuevo curso que adoptaba la musicalidad del evento- provocaron su alejamiento en beneficio de Llácer, portador de buen rollo con los concursantes de OT desde los inicios aunque a años luz de Santander en materia musical.

Hoy por hoy se ha convertido en la tapadera de Risto Meijide y el friegapisos de Mainat y Cruz. En buen romance, la sonrisa boba de una colonia penal disfrazada de Academia.

En ella durante siete días de convivencia aislada y clases o ensayos, se preparan las deportaciones de los días martes.

De momento, esta farsa degradante de lo que se supone un hecho artístico, goza de un prime time más que aceptable.

Jiménez Losantos también lo acredita en sus deposiciones matutinas.

En realidad, OT y La Mañana de la Cope son dos fenómenos parecidos.

Desde la TV o las ondas hertzianas se perpetran atentados contra concursantes canoros o personajes públicos. La receta es idéntica. Parte de la descalificación basada en la burla o el escarnio practicados por el sádico de turno y su látigo emocional.

La pretensión de ridiculizar en nombre del arte o la patria a aquellos que no cubren los requisitos de aceptación por parte del juez de guardia con jinetas de milico, no es una fórmula novedosa; pero funciona sin remilgos en la España actual.

Mientras tanto, la cultura sigue bajo mínimos en las entrañas de una crisis económica larga y cruenta que recién comienza.





martes, 6 de mayo de 2008

LA USURPACIÓN

Es la táctica de los farsantes, en procura de conservar el engaño de quienes le creen por ingenuidad o conveniencia.

La estrategia del timador apunta a sobrevivir de sus continuos fraudes al prójimo, cosechando algún laurel o el consiguiente plato de sopa.

El farsante reseñado en el anterior post brinda en su tarjeta de presentación la condición de fugitivo del terror y una muerte segura.

Mentira doble. Primero, porque está muerto desde el preciso instante en el que inició la larga cadena de farsas fusionando con ellas la razón de existir. Segundo, al no acreditar valor alguno para desafiar otra cosa que la verdad. Tercero y último, al ser espurio todo en él.

Jamás arriesgó nada por nadie que no fuera en su exclusivo provecho y, siendo poca cosa no requiere mucha atención pública. Sin embargo cuenta a su favor con el auxilio de los que desean ser reverenciados. Y, todo hay que decirlo, doblando el estómago o clavando las rodillas en el piso es creíble.

La más singular de las características que marcan a fuego al usurpador, es el falseamiento en provecho propio, de la vida y obra de otros, sumándole la falsa admisión de un viejo vicio o tara personal; por ejemplo el alcoholismo.

Haber bebido más de la cuenta hasta el hervor de la adicción es mal asunto. Al confesar lo que fue y es, sin probar desde hace años una gota de alcohol, el farsante enternece a los espíritus piadosos mostrándose tesonero y en el fondo humilde. A los que cargan alguna lacra la charada del gondolero debe sonarles como un villancico enternecedor.

Pocos advierten la peligrosidad emocional de este alcohólico por más redimido que parezca. Pues si antes distribuía agresiones entre su yo y el prójimo; ahora los remite al último.

El intento de hurtar una labor de años y esfuerzos a un escritor en desventaja mediática es un miserable intento de usurpar un ejemplar rol, reemplazándolo con otro diametralmente opuesto.

Si cómo dicen el estilo es el hombre, no despuntado el hombre por sitio alguno, el estilo del que usurpa es apenas una negra nube de verano.

Si por ejemplo a Blas Matamoro se le ocurrió biografiar a Carlos Gardel, él salió a imitarlo, tarde y mal (su libro es horroroso y francamente ofensivo). Con el supuesto "amigo" Marcelo Birmajer hizo otro tanto, copiándole la fórmula del tratado para hombres solos, por los que originariamente el otro, tan mediocre y reaccionario como él, ganó unos pesos en Buenos Aires.

Sabedor que sus antiguos patrones habían saqueado mi original sobre Perón, esparciendo los datos históricos por Internet mediante dos cabeceras (en Madrid y Buenos Aires) por las que cobraban el servicio a ciertas webs, negó hasta el último momento su mafioso vínculo con ellos.

Horacio Vázquez Rial es carroñero de quién se le ponga a tiro.

Al esbirro de sucesivos amos (los primeros integraban PRISA y el PSOE de Felipe González) nunca le faltará uno nuevo mientras encuentre a quién usurpar, predando.

Hoy una de sus muletillas es remitir cualquier asunto a una supuesta experiencia en la vida, para dar quizá el toque de realidad al continuum usurpador. En el ajo introduce a sus parientes, presentándolos cual ejemplos de tesón y superación.

El mensaje subterráneo es: "Soy igual a ellos". Lo cierto es que en gran medida ellos lo hicieron así.

La crónica apunta que en Argentina ganó 50.000 dólares de premio por una novela. Fue hace tiempo, pero la editora en cuestión (Norma) era colombiana, afín a Álvaro Uribe Vélez, y es fácil interpretar la evolución de sus genuinos capitales en la Argentina de hoy, mediando el enorme poder del narcoterrorismo de Estado en Colombia, y la corrupción oficial en el país de residencia editorial.

Además, es fácil deducir que en tal concierto ciertos premios poco claros oculten una repartija tras bambalinas.

Aquí, acogen a este usurpador de honores y textos, gente como Losantos, César Vidal, el paje Somalo y poco más. Quizá su odio a los catalanes que amamos nuestra tierra de origen -acreditado durante el nacimiento de "Ciutadans" (y su súbito abandono)- le conserven la quintacolumna en el vertedero de Libertad Digital.

Que yo sepa, en Catalunya vivía el susodicho años atrás en un piso/madriguera muy oscuro, repleto de libros amarillentos y camisas sin lavar. Allí, dónde insiste en pergeñar a horas nocturnas nuevos libros que nadie leerá y tuve la mala suerte de iniciar mi contacto literario, no le hicimos nada. Es más, le creímos por desgracia.
A cambio, él nos jodió.

A mí en principio, y en el fondo a todos los que acreditamos una moral sólida. La penúltima vez que le ví le advertí sobre la inconveniencia de copiar en una forma o otra mi libro sobre Perón. Empezo a temblar y se le cayeron los tenedores y cuchillos, y aunque juró emocionado que por nada del mundo lo haría, luego no me hizo caso.
Hasta ayer guardé silencio en el Blog sobre el taimado ejemplar. Pero si denuncié a varios pájaros más importantes que el pipiolo por copiarme algunas cosas, no iba a permanecer en silencio si él piaba atribuyéndose seriedad sobre su pésima biografía de Perón.

El desvergonzado no acomete estas agresiones por la libertad que pregona y a la que poco honor hace. Es por xoder, dispensando bosta que le agencie de cop i volta unas pelas o algún acomodo.

¿Tanto empeño en enturbiar el ambiente, será de rabia por que no le leemos? ¡Vamos, si es obvio que no le leen en ninguna parte!

Tiempo atrás su Blog se murió de silencio. Él sigue medio vivo y montando farsas de vieja fórmula, cómo si tal cosa.

Confeso admirador de las mafias, en su ocaso encontró una nueva. En ella es el último mono; el tipo en quien de última nadie confía. Eso sí, representando de cabo a rabo y en forma invariable el verdadero personaje de las novelas negras que tanto le placen y tan mal entiende.

El mismo chivato y negado que el Sam Spade de El Halcón Maltés abofetearía en la recepción de cualquier hotelucho, quitándole las pistolas tras vaciarle el abrigo, para encomendárselas al madero del lugar, antes de salir a respirar aire puro.












domingo, 4 de mayo de 2008

DE FARSAS Y FARSANTES

Durante los últimos tres días, en la web de Libertad Digital se accede a un artículo del señor Horacio Vázquez Rial, reseñando a un autor que, en reciente libro de 225 páginas ha pretendido explicar los pleitos de Perón con la Iglesia Católica y sus vínculos esotéricos con otras congregaciones.

El oficioso colaborador literario de los digitales cuela de paso sus dudosos antecedentes de "perseguido" por el esotérico asesino José López Rega, y la condición de erigirse motu propio en "uno de los pocos biógrafos serios del General".
No hay nada ni nadie que convalide militancia de corte alguno en este señor, antaño conocido apenas (según el escritor Jorge Asís) por su iniciativa de trasladar al verso y la rima El Capital (algo más propio de los Hermanos Marx que del egregio Karl).
López Rega se centraba en perseguir y eliminar guerrilleros o militantes obreros (yo pertenecía a la segunda especie), no payasos como éste.

Traté al señor Vázquez Rial tras haber registrado en el 2000, el que sería mi primer volumen sobre Perón en Barcelona.

Entonces, oficiando él de asesor editorial en Plaza y Janés y precisando yo, sin agente literario a la vista, un buen editor, le entregué -a su pedido- el correspondiente diskette.

Su condición de escritor, nacido en un país al que debo buena parte de mi cultura, impulsó mi buena fe.

Craso error. Pues si los que previamente habían troceado munición histórica de mi texto eran cuatreros argentinos, este otro, asesor de ellos cuando eran dueños o testaferros de una editora (asunto que la pequeñez del mundo vinculó a la experiencia empírica de forma rocambolesca), no les iba en zaga

En los primeros artículos redactados para este blog ya expliqué parte de los avatares vividos con mi obra, trabajosamente escrita durante tres largos y gozosos años. La ligereza del señor Váquez Rial a la hora de atribuir méritos inexistentes a su texto, me ha obligado a poner nombre y apellido a uno de los personajes que mayor daño ha procurado infligirme en la vida.

Para desgracia del sujeto, yo edité, con la audacia que me caracteriza, mi primer tomo de Perón un año y medio antes que hiciesen otro tanto con el suyo; bando cuyas lineas historiográficas y otras de corte psicológico toman el precedente como base (hecho que con algunos remilgos confiesa en su destartalado prólogo).

Aventajándome en contactos y por medio de la señora Carmen Balcells, había conseguido vender su "original" a El Ateneo de Buenos Aires y a Alianza Editorial, en España.
Conociendo a las dos editoras de marras que compraron el texto, justifico ampliamente la operación.
Él y ellas son -diría con suavidad- concomitantes.

Contando con una buena distribución allá y aquí, su ejemplar -de cubiertas opotunistas para uno y otro mercado- pasó sin pena ni gloria por las librerías.

Las razones son idénticas a las acaecidas con su treintena de obras anteriores. Vázquez Rial, antiguo militante del PSOE, descartado en su declive por los jefes de redacción de El País y las editoriales de importancia, es un escritor aburrido; carente de tensión dramática e imaginación.
La insinceridad en planteos pretenciosos con salidas de pata de banco se palpa desde el primero al último de sus renglones en cualquiera de sus emprendimientos. Además de tales factores, agrega a sus biografías noveladas datos inexactos, y con frecuencia, cargados de nihilismo vulgar.
Con la ficción todo empeora.

La liviandad historicista o novelesca en el sujeto ya asomaba en la seudobiografía del coronel Gustavo Durán (El soldado de porcelana), en la que el protagonista, su jefe (Spruille Braden) y el archienemigo Perón terminaban partiendo una piña.

El señalamiento de venalidades en quien Vázquez menciona pomposamente como "El General" siguió su curso en otro tratado de economía oportunista, reflejando la crisis argentina del 2001. Entonces utilizaba los textos de cierto autor trostskista para analizar el peronismo, señalando en cita que extraía de otro, confeso fascista, que "el general Lonardi había presentado Evita a Perón en 1943".

Nada más ridículo, por cierto.

En aquellos días ya atesoraba en su ordenador el contenido de mi diskette, supuestamente rechazado por Plaza y Janés de Argentina, pero se guardaba de utilizarlo, en espera de que un milagro económico le salvase de la miseria. Su economía hacía agua por todas partes y las notas pagas escaseaban.
En uno de esos raptos de desesperación me propuso hacer la segunda parte de Perón (la mía finalizaba el 4 de junio de 1946).
Harto de no poder colocar mi obra y no mediando evidencia de usurpación alguna, acoté que siendo posible, me lo tenía que pensar. Al poco tiempo, aseguró que, según sus contactos, no era rentable publicar algo sobre el personaje.

Deduje que estaba maquinando hacerse con el mismo, utilizando mi tentadora brújula. Le había caído como una breva madura. Casi enseguida y ante conductas más que dudosas por su parte, el vínculo se rompió. Poco antes ya vislumbraba la intención, pues me había indagado sobre una supuesta hija no reconocida de Perón, confesándome que programaba un libro de cortos esquicios biográficos sobre diversos personajes.
El referente se llamaría "La hija del General".

La realidad maquinada fue otra. Su fruto amargo llegó dos años después. En Buenos Aires el reaccionario Samuel Gelblung (sicario mediatico de Videla y el almirante Massera), conmovido por el confeso sionismo del autor le motorizó una campaña de respaldo mediático a su fatigoso libro. Durante parte de la misma desfiló en las presentaciones y charlas Marta Holgado, escoltada por el gallardo Vázquez Rial.
Se deduce que de esta gira tercermundista digna de unos carnavales, ambos esperaban sacar beneficios, como producto del revuelo que provocarían, tanto los padeceres de una hija olvidada y en sobrepeso, como el impactante texto que retrataba el olvido.
Ella, en su carácter de heredera, litigando con la tercera mujer de Perón en busca de un acuerdo; el otro esperando gratitud ante el esfuerzo literario a lo Émile Zola.
La patética campaña del autor justiciero y la huérfana llorosa, sólo posible en la Argentina o tal vez Haití, resultó algo chamuscada por mis protestas ante Edgar Mainhard, director de U24 y Edición I, periodista a quien el aprovechado elogia en reciente deposición.

En la revista de Mainhard, Vázquez me había mencionado elogiosamente, sosteniendo que en principio "íbamos a escribir Perón a dos manos". Era una manera de cubrirse las espaldas, ya castigadas por un juicio por calumnias e injurias entablado por Calos Bettini, embajador argentino en España.

Lo cierto es que Mainhard se hizo eco de mi inmediata furia, publicando además de una carta denunciándole por falsario, dos capítulos de Perón, luz y sombras (ya editado por entonces en Barcelona) en su web y la revista. Se había tomado el trabajo de acudir a El Ateneo y contrastar parte de los textos de uno y otro, llegando a una conclusión que no dejaba lugar a dudas sobre el valor de uno y otro material.

El farsante guardó entonces prudente silencio.

En el prólogo de su trabajo (para llamarlo de algún modo) me destinaba otra catarata de impresionantes elogios, hoy mágicamente esfumados por su cara dura y la falta absoluta de honestidad profesional.

Eran verdades que ocultaban otras mentiras por él perpetradas.

Para colmo de su bochorno, en "Perón, tal vez la Historia" brindó credibilidad a la voz de Marta Holgado, la supuesta hija de Perón, negada por dos análisis de ADN, realizados por orden judicial en la Argentina.

El dicho sostiene que "Dios los cría y ellos se juntan"; y es puntualmente cierto.

Otros testimonios documentan ampliamente la impostura de la dama, perseguida por el síndrome de la notoriedad sin base real alguna.

Yo aclaro haber leído hace años el pseudotexto biográfico de la señora Holgado, publicado en Buenos Aires sin pena ni gloria por un editor que ya no existe. El trabajo no aporta nada a la historia de Perón y aún menos a la literatura. Tampoco alguno de los actores que Holgado menciona (todos estaban bajo tierra en la fecha de publicación) puede atestiguar la veracidad de su pobre fábula. Lo único que destaca como curiosidad es el cadáver de Juan Duarte que le carga al cuñado, y para el caso supuesto padre.

Lo cierto es que el falsario intentó reemplazar las flojedades de su propia pluma con algo sensacional, y fracasó en cualquiera de los sentidos.

El derrumbre de la obra emprendida asoma en cada capítulo. En alguno, ha reemplazado mi emotivo duelo paterno fialial del general Justo -presidente del fraude entonces- y su hijo izquierdista en prisión, por un testimonio de su propio abuelo, quién, durante en un acto público en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, le gritaba ¡Viejo puto!

Tal es la dimensión humana y el refinamiento literario correspondiente a este calígrafo; a quién para bochorno de las letras nobles han premiado más de una vez, sin que el público se haya hecho eco de sus gracias (y desgracias).

Ahora sostiene que nadie, salvando al compatriota Carlos García Rodríguez (autor del libro que reseña en LD) ha alumbrado tan claro las relaciones de Perón con la Iglesia. Debe ser un amiguete de él, quizá un puente para negocios o algo así.
Para su desgracia, un flojo escritor que no sabe hacer otra cosa lo tiene crudo en la España de hoy, por más siesta cultural que atravesemos.

En cualquier caso de nuevo miente, enlodando en la ocasión a muchos investigadores criollos; y no sólo me refiero al segundo tomo de mi trilogía sobre Perón (La Dictadura Populista), donde el pleito cuenta en detalle.

Si se repasa la nutrida bibliografía de casi 400 textos que cierra el segundo volúmen, hallaréis a más de un brillante investigador argentino o extranjero abordando el combate entre la cruz y la espada.
Él se leyó el primero y unos pocos de los por mí reseñados en la bibliografía del tomo I(otra hoja de ruta).
Eso y una agente literaria ansiosa de cobrar anticipos a cuenta de un fondo semiperdido bastaron para ultimar este atentado contra el esfuerzo ajeno, mechado de trascripciones farragosas e informes de Intenet poco contrastados. El desbalance entre la primera y la segunda parte de su libro, es por ello patente. Le faltaba "inspiración"...

Para alguien como Horacio Vázquez Rial, nada que no le apetezca, ni conozca o entienda -y el esfuerzo del prójimo forma parte esencial de la honestidad presidiendo el criterio- existe.

De ahí el presente rebuzno responsabilizando a los jefes de la CGT del embasamamiento practicado con Evita, salvando de cualquier responsabilidad a Perón (que era un hombre de campo, "convencido que debemos volver al polvo del que procedemos").
Que sepamos, era su viudo y por ende el máximo responsable en lo que hace a los despojos mortales de la consorte. Pero su absorbente poder y la propia fusión con el régimen que presidia, más fuertes que cualquier parentesco, buscaron utilizarla más allá de la muerte.
Mal intérprete de la Historia y sus protagonistas, Vázquez Rial no lo entiende así.
Es que, aquel que licencia las propias atrocidades sabe licenciar otras que cuadran con su conveniencia.

Por obra del factor, de pronto el "liberal" que supuestamente reseña textos de esa cepa desde la tercera fila de una secta con intereses políticos, se nos ha hecho peronista.

No es la primera vez que amaga rendir culto "al General", este confeso admirador de los líderes autoritarios.

En el insólito prólogo que destinó a su adocenado trabajo, confesaba que "El General lo visitaba durante el sueño", pero "que no recordaba lo que le decía".

Aparte de la imagen más o menos licenciosa que proyecta la escena nocturna, quizá le haya susurrado al modo de nana; "Eres de los míos", o bien "Se te ve el plumero"

Movido por esta unción ante los sátrapas (y Perón, con ciertas variantes lo fue, desde que asumió el poder total, en 1946) cierta vez llegó a sostener que "Mussolini era la figura política más importante del siglo XX".

No está solo en aquella estimación. Berlusconi, Fini y Gianni Alemanno, entre otros prominentes políticos italianos, hoy en el poder, se manifiestan en igual sentido aunque aún cuiden las palabras.

Ni qué decir de otros coleguis de LD; el paraíso de unos arrepentidos que pasarán por alto sus trasgresiones, en aras de conservar sin mayores averías las piezas del ganado. Ya lo hicieron, pues en su momento Losantos, César Vidal y Somalo fueron anoticiados del penoso comportamiento del plumífero sin que nadie moviese una pestaña...

Así, el proclamado dolor que acompaña el accidentado paso del oscuro individuo por las letras -ante el que ni siquiera puede oponer otro humor, que aquél provocado por sus grotescos despropósitos, envueltos en la mentira como buque insignia- sólo podría justificarse si el talento y un mínimo de honestidad le vedasen dañar a los que hacemos del esfuerzo y la honestidad una forma de vivir.
No es el único que arrastra el colgajo de la envidia y la mala fe.
Para mal de ellos, nosotros existimos, con voz y espíritu rebelde para denunciar las farsas y a los farsantes.










sábado, 3 de mayo de 2008

LA PROPAGANDA DE PÉTAIN

El affiche evoca viejas glorias galas. Las de entonces eran más que dudosas. La Francia surgida del armisticio con el Tercer Reich era un país vencido y secuestrado por sus ocupantes. En simetría con esa dura realidad, los nazis expurgaron la estatua de la Juana de Arco que combatió al invasor en todas las villas y plazas del territorio.
La tristemente célebre Legión, a la que muchos franceses eran enrolados por la fuerza, contaba el 29 de febrero de 1941, con 668.801 efectivos, supervisados por el gauleiter alemán.
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LA LEGIÓN Y EL QUISLING GALO

Las instantáneas proyectan dos fases de un acto, en el cual la Legión Francesa de Combatientes hace el saludo nazi en primera instancia. Luego Pétain saluda a los veteranos mutilados en la Gran Guerra.
Mientras tanto, sus gendarmes y las tropas ocupantes eliminaban o mutilaban a los resistentes franceses.
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LA FRANCIA ANTIJUDÍA DEL MARISCAL

El requisito indeclinable del ocupante nazi fue la persecución y exterminio de los judíos franceses. A modo de preparación pisicológica de la población, el Alto Mando alemán y la franja pétainista del siniestro Pierre Laval, organizada en un Instituto de Estudios de la cuestión Judía montaron en septiembre de 1941 una infame exposición parisina que exhibía con descaro todo lo ateniente a la "raza degenerada" y sus representantes científicos y artísticos, prohibidos, y de ser posible asesinados en caso de permanecer ocultos en aquella Francia salvada del comunismo y sus colaterales socialdemócratas.
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viernes, 2 de mayo de 2008

EL MARISCAL Y SUS OVEJAS

En otra imagen de Vichy observamos a Pétain rodeado de ovejas.
Si bien una es la que destaca por su lanar blancura, las restantes no carecen de un encomiable sentido del deber. El mismo no impidió que buena parte del pueblo francés detestara cada día más al anciano, juzgado por muchos como felón y traidor.
A los que hoy revisan la figura de Franco celebrando su gesta patriótica dedico estas imágenes. Tanto Libertad Digital como el diario El Mundo pueden hacer uso de las mismas ilustrando los preclaros artículos de Losantos, Gistau, Girauta, Espada o el arrepentidísimo Del Pozo.
Después de todo y al igual que nuestro recio "Caudillo", el mariscal enfrentó la conjura de los rojos y sus agentes socialdemócratas; hoy por desgracia en el gobierno de España y algunas comunidades separatistas...
¡Vaya Mundo éste!



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LAS HUELLAS DE LA ABYECCIÓN

Territorio galo fiscalizado por los ocupantes nazis con la estrecha colaboración del mariscal Pétain, ex héroe de la Gran Guerra, traidor a su patria durante la Segunda. En esta instantánea los feroces miembros de la Milicia Francesa controlan los papeles de un viandante, hacia enero de 1942.





jueves, 1 de mayo de 2008

EL RESCATE POLÍTICO DE LA UBICUIDAD

Es el que plasmaron hace pocos días los señores Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna; ex senador a cargo de la Presidencia y su entonces ministro económico, homenajeando al también ex mandatario Arturo Frondizi.

La carrera del extinto hombre público fue un prodigio de ubicuidad.

Séptimo vástago de una familia numerosa de inmigrantes italianos, entregó su juventud a ideas que, en el interior de la Unión Cívica Radical lo situaban en su ala izquierda. Manifiesto antifascista durante la Guerra Civil Española, este inteligente abogado intervino activamente en la política argentina desde entonces, ganando terreno en el sector que combatía el liderazgo del ex Presidente Marcelo Alvear, conciliador con el general Agustín Justo y sus manejos, dentro y fuera de un mandato abonado por el fraude y el respaldo del Ejército.

El panorama político criollo había dado un vuelco tras el derrocamiento militar del Presidente Yrigoyen, ya anciano y poco operante ante la crisis económica que desde 1929 se cernía sobre las finanzas del país. Desde el 6 de septiembre de 1930 era el Ejército quien ejercía el poder, asociado a los grandes terratenientes exportadores de carne y trigo, junto a otros sectores medios, con el beneplácito de Gran Bretaña y los EEUU.

Frondizi llegó al cenit político y partidario mucho más tarde, pero su tesón definiendo posiciones intransigentes ante Justo y después Perón, le granjearon el respeto de la clase media progresista.

Diputado opositor digno y consecuente ante los gobiernos justicialistas y su tronante líder, desde posiciones de izquierda democrática, mostró sin embargo cierta capacidad de asociación táctica con malos elementos.

Siendo diputado y jefe de su bloque, intervino en las charadas conspirativas que algunos socialistas y conservadores mantuvieron junto al reaccionario general Benjamín Menéndez con vistas a respaldar su fracasada asonada de 1951.

Sin que se haya demostrado su intervención directa en la de septiembre del ´55, Frondizi la apoyó sin ambagues, agenciándose tres años después la Presidencia (merced a la proscripción del partido peronista) con parte de su caudal de votos, producto de un secreto pacto electoral con el Perón exiliado, celebrado en tierras caribeñas con su enviado, el rocambolesco economista y hombre de confianza Rogelio Frigerio.

Meses antes Frondizi había roto con la tradicional UCR y su líder, Ricardo Balbín (caballo electoral de los militares que derrocaron a Perón) formando la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI).

Aceptado en el poder a regañadientes por el Ejército y la Marina de Guerra (sabedores del chanchullo pre electoral), el flamante mandatario echó por la borda su nacionalismo petrolero, abandonando toda idea de ejercicio pleno del poder. Debía compartirlo con las presiones armadas y así lo hizo, con reservas que al fin de una serie casi infinita de planteos y amenazas militares, provocaron su derrocamiento.

Recuerdo aquellos años de revoltijo frondizista y entreveros militares como un ejercicio de la ubicuidad presidencial en grado extremo. Se lo consideraba un aprendiz de Maquiavelo en casi todos los ámbitos, y la realidad no lo desmentía. Consecuencia lógica de estas maniobras fue su sostenido desprestigio ante una clase media que había votado sus cantos de sirena, democráticos y populares.

Había empezado traicionando su programa petrolero. No tardó mucho en reiterar la conducta en el terreno económico, con el ya castigado nivel de vida de los trabajadores. Luego siguió la cadena de traiciones con Perón, a quién había prometido una vez en el poder la legalización del Partido Justicialista, proscrito a rajatabla en todas sus manifestaciones orales o escritas por las FFAA.

Ante la presión de los uniformados -abiertamente pro norteamericanos- tampoco hesitó Frondizi en abandonar cierto amago de independencia diplomática frente al Departamento de Estado. En relación con las huelgas obreras y las protestas populares ante la incesante alza de precios, activó el rigor del siniestro Plan Conintes, devolviendo -es verdad- la CGT y los sindicatos al peronismo gremial, inicialmente combativo; pactista y corrompido en un santiamén.

Su actitud política, tras algunos años de encierro en el penal militar de la Isla de Martín García por haberse negado a renunciar ante las FFAA, osciló entre el respaldo a los uniformados antiperonistas, y el frente con los peronistas y Perón mismo, tras su retorno, en 1973.

En el olvido quedaba sumergido el abyecto decreto, anulando en 1962 las elecciones provinciales que en la provincia de Buenos Aires dieron el triunfo para la gobernación al legendario dirigente textil peronista, Andrés Framini.

Tras el golpe del 24 de marzo de 1976, Frondizi no fue molestado, pese a haber sido asesinado un sobrino suyo y el marxista Silvio, uno de sus hermanos.

Los últimos años de este ejemplar fueron patéticos. Su vieja afición a la bebida -comprobada por mi en vivo y directo durante una recepción quilmeña en casa de Crisólogo Larralde, hacia 1971- debilitaron aún más lo que quedaba de su ladina inteligencia del pasado.

Opositor del Presidente radical Raúl Alfonsín desde la gastada acera del "desarrollismo"-vulgar teoría concebida por él y Frigerio un cuarto de siglo antes para justificar el liberalismo económico de su gobierno- por entonces le veneraba nada menos que el abominable coronel Seineldín, golpista y torturador confeso.

Hoy sin embargo, le rinden culto estos otros políticos del pasado. Añorando quizá la credibilidad ciudadana hacia la política y sus representantes, hoy en crisis.

De Arturo Frondizi no hay mucho que celebrar. Si Duhalde y Lavagna le baten palmas, será respaldando una forma torcida de hacer política. En los últimos ochenta años el país no conoce otra variante.

Se me dirá con toda razón que los Kirchner no enderezan desde su jirón peronista el presente ejercicio.

Puede que no. Pero sin duda lejos está de constituir el manipulador y ambicioso Frondizi el mejor ejemplo para superar la noche de los tiempos que envuelve los asuntos públicos de esta gran nación.