Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

martes, 30 de junio de 2009

EL MANCO DEL ESPIANTE.

Daniel Scioli, nuevo Presidente del "Partido Justicialista" (desde tiempo atrás, un intangible).
No es peyorativo el titular. A Cervantes, el manco de [la batalla de] Lepanto, le debemos obras memorables, entre ellas el Quijote supremo. Al fascista, supremo Legionario y manco del espanto José Millán Astray [con un brazo y un ojo restados en los combates africanistas de Marruecos] , el ¡Viva la muerte!, salivado ante el valiente y sabio Miguel de Unamuno en Salamanca, tras la derrota de la República Española.
Ahora, al manco que gobierna la provincia mayor del mapa austral [ingloriosa víctima de un accidente deportivo, propio de la batalla de los ricos en pos de distraer ocios] le deberemos la retirada de Néstor Kirchner, perpetrada en el Partido Justicialista tras media hora de reunión entre Scioli y el gran perdedor.

Hubo espiante del patrocinador presidencial, y su beneficiario es este manco, rebelde al principio, amansado después, muñeco de paja hoy; cuándo las papas queman y a la pobre Cristina, divina morocha entrada en botox cárnico, le sube la fiebre de soledad.

Los que apenas ayer mandaban sobre cosechas, ahorros privados y haciendas, ensayan un pausado mutis por el foro.

Néstor creyó que la gente se conformaba con él y resulta que no. Piden más y no les dan; luego, proceden a votar, según la olvidada Constitución (que a efectos de voto funciona), y relegan al olvido.

¡Qué pueblo desagradecido!, pensará el ex dueño de la verdad. Y no es que amanezca la verdad en serio, esquiva merced al voraz peronismo. Pero una parte de lo cierto se validó ayer: la del descarte, y el consiguiente espiante, delegando fuero fatuo en el pobre Scioli, más pobre que nunca, dado el cargo, tan abrumador & fugaz.

Viene a ser cómo si lo hubiesen nombrado Gerente General del Universo desde una tapera.

Habitando el humilde espacio están los Kirchner, el matrimonio del patrimonio menguado, de cara al futuro.

Quizá la solidaridad peronista los salve de juicios y rejas. No sus aliados del intelecto y las gabelas. Éstos son como los perros que cruzaron la frontera de la humildad para adentrarse en los páramos de la servidumbre sin dueño fijo. Son claveles del aire cuando el aire ostenta copyright.

El límite que separa la virtud de la obsecuencia es una suerte de intestino delgado, siempre pasible de cirugía en estos cirujas del peloteo...

lunes, 29 de junio de 2009

EL MATRIMONIO Y LA RODADA DEL PATRIMONIO

Los Kirchner y un prominente patrocinador petrolero, derrotados en la víspera.
El experimento de los Kirchner fusionó reivindicaciones de la izquierda con realidades menos épicas. Su ensayo de socialdemocracia montonera nació bajo los auspicios del fantasma proyectado por Rodolfo Galimberti. O sea, ¡abajo los genocidas, arriba los pragmáticos negociantes que hacen obra obrando en su provecho!
El legado montonero, entremezclado con el respaldo a uno de sus peores enemigos sindicales (aka, Moyano) y la reverencia permanente ante la peor versión de las Madres de Mayo (Bonafini) ha sido rechazado por la mayoría de los votantes.
Aprendiz de brujo de Menem, Néstor Kirchner supo validar sus negocios privados con el remonte económico. Le auxiliaron la soja y el descrédito del liberalismo económico, de nefastas consecuencias para la Argentina.
Creyéndose dueño del talismán, aplicó recetas clásicas del peronismo, situadas en el Perón de 1955. Es decir, fintas de izquierda sin moverse un pelo del derechismo autoritario. A ellas agregó una fallida reinstalación de Evita, en la persona de su modesta socia. La presidenció de la noche a la mañana, empeorando el panorama que intentaba capitalizar.
Las elecciones las volvió a ganar el peronismo, de esto no cabe duda.
Conjurar mediante el voto una finta que pretende validar el patrimonio de un matrimonio es un hecho feliz. La modestia del logro no aleja la permanente égida del peronismo y sus máscaras en la escena política nacional.
Salir del laberinto populista no es fácil, en este país rezagado por la desigualdad social y la implacable globalización.
Estimo que el camino a seguir es el de Brasil, fundado por Fernando Henrique Cardoso y abonado por Lula Da Silva con tenacidad y brillantez.
La hora del Frente cívico y Alfonso Prat Gay asoma como alternativa criolla ante el más de lo mismo que ofrece el peronismo, triunfante una vez más, pese a la derrota de su versión populista (adaptada a los tiempos).
El 2011 está cerca y lejos para los que se impongan. Dependerá de la estrategia que sus futuros actores desenvuelvan en las próximas jornadas.

domingo, 28 de junio de 2009

EL REÑIDERO CRIOLLO

Los que más plumas desprenden entre tajo y tajo, son los gallos peronistas.
Lo que en el fondo no se dirime, es el fin de la corrupción y una forma cesarista de hacer política.
No soy antiperonista y mucho menos "gorila". Mis embestidas centran la línea de ataque en aquellos procedimientos que falsean la democracia.
En Argentina los liberales son minoría ante el malón peronista. Tributario del jefe tribal que legó una forma de hacer política y administrar el Estado, el malón, hoy fragmentado, no deja de reconocer origen y procedimientos. Margarita Estolbizer fustiga los males que aquejan la naturaleza peroniana en Carlos Saúl Menem, soslayando al creador de la formula magistral. Menem es hoy por hoy un caballo muerto. Lo que pervive en los políticos peronistas es la estela de corrupción que acompaña el paso del cesarismo populista por el poder.
Más de una vez, la ineptitud de los que sucedieron el turno peronista equiparó en dislates la vieja receta. De la Rúa no era corrupto, pero sí tan zonzo como el honestísimo Alfonsín en el manejo de la economía.
Si Menem vivió del endeudamiento sideral, los Kirchner se han beneficiado de la soja y el comercio con China, abultando el monedero propio.
El reciente deterioro de los términos del intercambio tienden a quebrar ese instante próspero dónde, aparte del empleo masivo de baja paga, nada cambió en el estriado panorama de la sociedad argentina.
Lo cierto es que el aumento de la violencia refleja una alarmante ruptura del acuerdo social, ya amanecida en los últimos días de Alfonsín, la década menemista y el desastre del FREPASO, rematado por la empobrecedora pesificación y la quiebra absoluta del Estado.
El mal pronóstico que delata el presente, prefigurando las tendencias que determinarán los candidatos a las próximas elecciones generales del 2011, no se resuelve con los nuevos reacomodamientos peronistas, reforzados por la máscara jacobina de Pino Solanas, la demagogia izquierdista de última hora que practica De Narváez, o las supuestas sobriedades del estólido Reutemann (siamés de Macri a nivel nacional), pese al retroceso de los Kirchner.
El ADN del populismo requiere del Estado absolutista con su quiebra de poderes constitucionales, el arrinconamiento de la prensa opositora y una tropa de leales financiada con generosas gabelas.
Perón lo demostró sobradamente en todas sus presidencias, pese a que tantos lo olviden.
Ante el panorama, es lógico que crezcan sin parar la delincuencia y su violencia sectorial. El Estado argentino y sus leyes pierden credibilidad ante trece millones de pobres.
A diferencia de otras épocas, esta guerra civil larvada, mechada de ambiciones y falta de moral carece de programa, política y principios. Viene a proyectarse como los grafiti que reemplazaron las viejas pintadas militantes. Las que proclamaban el viva o muera de tal o cuál, en representación del imaginario político.
Ahora, los que viven son los más vivos. Los otros se juegan la vida o comprometen la nuestra en cualquier esquina peligrosa de este país sin rumbo aparente.
Los códigos del reñidero en estas elecciones amenazadas por el fraude, y financiadas desde el oficialismo con fondos públicos a espuertas, no auguran otra perspectiva.
Al menos inmediata.
Los que salgan ganando a costa del futuro republicano de la Nación, son pico, ala y espolón del Reñidero...

viernes, 26 de junio de 2009

BRENDA Y EL RACISMO

Su voz es tan cautivante como su belleza criolla, de rasgos incaicos.
Algún imbécil adscrito al racismo contumaz lo niega. Hablo de Risto Mejide, de larga cadena de cuentas en su mugroso collarín de insultos y vejaciones. Especialista en emporcar la etnia gitana, ahora la emprendió con Brenda, al sostener que disfrutaba de su maravillosa voz con los ojos cerrados, quedándose de una pieza al abrirlos y verla tal cual.
Ella rió ante la afrenta, manifestando un sentido del humor asociado a la modestia. La belleza étnica acredita valores propios. Brenda, criatura tocada por el arte, es hermosa como peruana y como mujer. En cambio, Mejide se revela grotesco, soez y vulgar en cualquier punto del planeta.
¿Hasta cuándo aguantaremos que un nazi de éstos ocupe pantalla en este concurso juvenil?
¿O es que nos gobierna Berlusconi desde Telecinco?

jueves, 25 de junio de 2009

PINO Y EL PINÁCULO.

"Pino" Solanas, el candidato más heroico de un legado mortecino.

Le respeto como creador y argentino seriamente preocupado por su país.

Su calidad política se sitúa por debajo de méritos artísticos y una honestidad proverbial.

Pino es honesto hasta dónde se lo permite su ideología, preñada de cesarismo autoritario. A diferencia de muchos otros caudillos peronistas, no es mafioso y el dinero le importa en tanto le financie sus películas. Es creativo en la ficción o en la denuncia y, hoy por hoy es quien mejor sabe denunciar mediando el arte.

Durante el menemato combatió sin tregua sus lacras. Denunciar la injusticia no era nuevo en él. Desde La hora de los hornos en adelante caminó un sendero que acabó sentándolo en una banca congresual, desde la que no se miró el ombligo.

Liquidado el Frente Grande por la noche de los tiempos, vuelve con otro menos pretencioso, aunque efectivo, según marcan las encuestas. Pino sabe montar espectáculos vibrantes desde el celuloide o en cualquier mesa redonda. Y aquí, no tengo más remedio que volver a su ideología, transida de heroísmo, según la definición que del peronismo hace el mercenario Abel Posse.

Eso sí. Mientras Posse asesora al escasamente heroico Duhalde, Pino sienta sus reales en el imaginario y consigue transmitirlo. De elevada planta y con bien ganada fama de "guapo", se impone en cualquier envite.

En la parada, se asemeja al más joven Perón. Por desgracia las semejanzas abarcan otros aspectos menos impactantes. Cuando el 17 de octubre del ´45 el coronel recién liberado de la cárcel se subió al balcón de la Rosada, no se bajó jamás. En adelante, el hijo de la periferia, descendiente de india y blanco pobre, operó desde el balcón para todo trámite. Y Pino, su admirador confeso, lo hace desde la tarima de gran imaginero, aventajando al ya canijo Leonardo Favio en varias leguas de paranoia.

Entre el peronismo y la paranoia tallan el cesarismo balconero y un espíritu tribal.

Hugo Chávez lo representa en Venezuela, y los Castro boqueando los últimos aires, en Cuba. La clave del populismo descarga culpas y males en demonios "de adentro y de afuera". Pino los fustiga con alguna razón y escaso sentido autocrítico.

Es el legado peronista en acción, sirviendo de últimas a los ladrones y mafiosos.

Se me dirá que no es tal su propósito. Sin duda. Pero en la falta de fe republicana y la subordinación de los tres poderes de Montesquieu al liderazgo populista, mora la clave de su genio y figura.

Pino cree que hay dos democracias: la de los ricos y los pobres. Él escoge la última, olvidando que la democracia es una sola y hay que edificarla en el diálogo fecundo y la tolerancia. ¿Significa que debamos subrogar el espíritu de justicia social en beneficio de la acumulación de capital?

No. Más bien debemos fusionarlos sin demonizar, por ejemplo, la iniciativa privada o el crédito exterior en tanto sirvan al mejor proyecto de país.

Se me dirá que para Solanas el mayor enemigo es la pobreza. También lo era para Perón.

Sin embargo, así como el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, también el combatir la pobreza de trece millones de argentinos sin afianzar la democracia y una nueva esencia republicana, asegura una ruta equivalente. Perón, Chavez o Castro combatieron la pobreza, reservando para ellos y sus acólitos el derecho de pernada de unos cuantos privilegios.

El código populista opera desde el Estado con esas coordenadas. Sin tropa no hay botín ni régimen que aguante las cargas enemigas.

Solanas no habla de ello. Sólo pide que lo sigan. En el fondo ese es el mensaje. Para su desgracia, ensayando la copla se parece al tan aborrecido Menem, su mayor enemigo en los años ´90-

El problema mayor de los que voten a este caudillo en ciernes, será en realidad, su indeclinable afición por alcanzar el pináculo.

A diferencia de Juan Perón, favorecido por su gran ambición, talento operativo y un momento excepcional, este otro hombre público sólo conseguirá un modesto cartel secundando a Kirchner desde la franja izquierda de este peronismo crepuscular.

Sino, tiempo al tiempo...


miércoles, 24 de junio de 2009

LOS APOLOGETAS DE LA PATOLOGÍA I

El escritor Abel Parentini Posse, embajador de carrera y peronista vocacional.
Conocí a Posse de voz a voz cuando era embajador argentino en España, y una noche me llamo para decirme que mi primer tomo de "Perón, luz y sombras", era "una maravilla".
Quizá dijo la verdad, pero bajo la misma ocultaba sus ganas de saber quién había escrito algo que superaba en cualquier rengón, toda su trayectoria literaria.
Para información de mis lectores, quien firma Abel Posse aprovechó su carrera diplomática para promocionar sus escritos, impresos noveladamente mediante varios títulos (muy promocionados y poco vendidos). Por debajo de Tomás Eloy Martínez, hizo sin embargo un trabajo sobre Evita que lo sitúa por delante del tucumano. Si se quiere, Posse es más cálido, aunque también menos escritor.
Su problema básico es el oportunismo.
Durante el "Proceso" representó a sus monstruos con el frío donaire habitual. Por entonces, clamaba por que la Patria fuera reorganizada a sangre y fuego, de ser preciso, y el de la sangre, el fuego y un alucinante terror de Estado fue el cometido de aquel Ejército represor, con las consecuencias de rigor.
Luego Posse adhirió al menemismo, saltando al faldón de Duhalde cuando las circunstancias lo aconsejaron. Desde entonces lo asesora, apologizando su figura, fundida -según sus palabras- al mejor peronismo posible.
A tal efecto declara este señor: "El peronismo es capaz de regenerar una idea tal vez heroica de nación que se había perdido".
El proclamado "heroísmo" parece extraído de alguna perorata mussoliniana, de esas que el Duce regalaba a sus compatriotas desde los balcones del Palazo Venezia.
Nada casual, Posse recoge matices bien asimilados por Perón durante su estancia en la Italia de 1940.
Considerando que el ubicuo Néstor Kirchner y su apéndice presidencial, no son quienes mejor representan la vieja fábula, el legatario doméstico continúa promocionando al mandatario de entre casa (alias "El cabezón"), y su otra ínsula.
Vuelvo por un instante a la charla mantenida a dos voces entre Barcelona y Madrid.
Al señalarle que había reproducido en mi libro una apostilla sobre Evita extraída del suyo (debidamente acreditada), sostuvo "que a las hermanas de ella les había gustado mucho su trabajo".
Yo no le dije que el mío iba a gustarles menos, pero nunca fui ni seré faldero de nadie, y seguramente él- que
sí fue, es y será, por credenciales y vocación espiritual- lo advirtió.
También lo captó Antonio Cafiero cuando le visité en su despacho con el segundo volumen (el primero le había llegado por otro conducto).
Se quedó de piedra al advertir que en realidad no era el típico autor que iba a entrevistarlo, sino a manifestarle el propio enfoque sobre la vida y obra de su difunto líder.
El gran segundón de casi todo es otro de los que pregonan la imprescindible unidad del peronismo frente al porvenir, como forma de matar la incertidumbre que se cierne sobre el legado de Juan Perón.
Otros espécimenes del sector, como Ricardo Sidicaro y Silvio Maresca, apuestan por la plena vigencia del peronismo, sin complejos operativos de izquierda o derecha en materia de procedimiento.
Y es verdad, nunca los tuvo ni tendrá.
Eso sí, a esa falta de complejos seguirá agregando su baja densidad de principios republicanos, propia del cesarismo populista, un desprecio por la estricta observancia democrática de los tres poderes, y el odio, soterrado o manifiesto por sus rivales políticos.
En apariencia, la Coalición Cívica de Carrió, Prat Gay, Gil Lavedra, Alfonsín jr, y Estolbizer retrocede en las encuestas que lo situaban detrás de Macri en la Capital, frente al empuje del también "heroico" Pino Solanas y su ideólogo, Claudio Lozano.
Es una mala noticia, al situar esta alternativa liberal varada entre un cerco de votantes que refuerzan este peronismo de muchas caras y una sola entraña.
La circunstancia de país impone de nuevo su regla de juego patológica.
Será así en apariencia, en tanto los demócratas republicanos prosigan su campaña militante y esclarecedora al día siguiente.
Los que sabemos de la imposibilidad regenerativa del peronismo -sean cual fueren sus máscaras- somos optimistas.
La verdad histórica no puede falsearse eternamente en beneficio de mafiosos, logreros y tristes apologetas. Sean escribas, viejos políticos, teóricos del populismo o criaturas circenses de acento profético.
La capacidad asociativa de un pueblo excepcional cuenta a favor del reloj de la Historia.
Derivarla hacia el campo fértil del republicanismo democrático no es imposible, pese a que aún la fuerza de un tenebroso pasado oscurezca el luminoso azul y blanco del cielo patrio.

sábado, 20 de junio de 2009

TOMÁS ELOY, OTRO EJEMPLAR INCONDUCENTE Y VENAL.

Martínez, el saldo rematado de una época oscura.
Ahí lo tienen, vacuo y pretencioso cómo siempre.
Tomás Eloy Martínez viene a ser, en términos conceptuales, el estornudo de Borges. No es el único crumiro que le sigue el rastro, pero sí es el más gratuito. El único mérito que brinda esta criatura mercenaria, fraguada en las cubas de plomo de tantas dictaduras militares, es su indigencia intelectual. Persuadido de ser el literato mayor de la intimidad de Perón, apenas destacó investigando su infancia, factor que se le agradece, aunque no se le tribute en letra mayor. Su fama es la urdiembre de la premura por justificar la nada vistiéndola con letra semiculta.
Como justificante absurdo de una incompetencia escudada en el orgullo, ensayó con Perón el provecho de haberle entrevistado horas en Puerta de Hierro, para retratar su vínculo con López Rega. Pero fuera de este otro mérito, "La novela de Perón" es un texto redactado por el mal gusto.
En su autobiografía (también novelada), Martínez declara no haber recibido amor en su infancia. De hecho tampoco la transmite.
La prosa de un ejemplar que pretende lo que no puede, ofrece en "Santa Evita" testimonios históricos tan originales como su encuentro con Felipe Alcaraz (peluquero de la señora) en un mingitotrio público, rasgo canalla que no le impide arrebatarme conceptos de algún capítulo del Perón I, objeto de su segura envidia.
Insertados en uno de sus artículos pasados por agua, lo imprimieron en El País. El procedimiento cuaja con sus bajas percepciones del alma humana.
En alguna deposición me alude (sin nombrarme, Dios nos libre) "inescrupuloso", al señalar que Eva le dijo a Perón, "gracias por existir" en su imaginación de escritor. Lo cité en su momento con proverbial honestidad, desde luego; premura que el ganapán no asumió al saquear mi análisis.
La anécdota prueba una vez más que la fama no sacia la angustia existencial ni la percepción de la propia pequeñez.
La fama es "puro cuento", como dice el tango, cuando la implacable voz de la conciencia nos retrata tal cuál somos en el esmerilado espejo de la vida, o de cualquier instantánea...

martes, 16 de junio de 2009

IRÁN: LA REVOLUCIÓN FRACTURADA.

El vencedor Musavi, derrotado por un fraude de difícil validación.

Las gigantescas manifestaciones en Teherán y los siete muertos por la represión que sin duda encabeza Alí Jamenei, sucesor de Jomeini, revelan el nuevo curso de una Revolución fracturada que jamás volverá a recomponerse. Ahjmadinejad es un títere del sector duro, partidario del enfrentamiento con los EEUU e Israel, fundido a la represión interna y el rechazo a cualquier modernización del Estado y la sociedad.

A diferencia de China o Cuba, el sistema económico se basa en la propiedad privada; aunque también en el control petrolero estatal y la filosofía clerical de los ayatolas como religión oficial a observar en todas las esferas de la educación y la vida pública. El régimen basa su dominación ensamblando el credo con la regimentación policial travestida de control popular de sus bandas armadas. Las mismas asesinaron a siete manifestantes y está claro que no retrocederán en su celo represor.

Otra cosa es que no hallen resistencia. Según los observadores la cúpula del Estado Iraní está dividido en dos fracciones. La peor ensayó el golpe de Estado mediante un fraude escandaloso del que el falso vencedor emerge trasquilado. Irán no es China ni el bloque de poder clerical es monolítico, a la manera del tentacular, bien aceitado y corrupto Partido Comunista; autor, entre otras muchas masacres, de la perpetrada en Tiananmen contra miles de jóvenes.

La alternativa de repetir las elecciones, como reclama el ala reformista y Musavi (ex Primer Ministro, Canciller en otros tiempos y uno de los antiguos lugartenientes de Jomeini), es poco probable, a menos que las tendencias lleguen a algún tipo de acuerdo en pos de calmar a la población, y sobre todo a los jóvenes, mayoritariamente partidarios del cambio de rumbo y las reformas hoy escamoteadas.

Otro fenómeno agregado radica en la naturaleza misma del poder clerical, impedido de realizar masacres de significación. La base que permitió su supervivencia debió respetar ciertos principios, hoy violados clamorosamente.

Por ello, el mito de un régimen "democrático para sí", respaldado por la fe de sus ciudadanos y el atraso histórico, pertenece al pasado. Esta fractura así lo desvela, aunque los cambios verdaderos tarden en llegar...

jueves, 11 de junio de 2009

LA ALEGRÍA DE LA HUERTA, O EL LEGADO DE BRANCALEONE, EN RUTA A LOS HERMANOS MARX.

Genuino heredero de las legendarias Looney Tunes de la Warner y cierto caballero medieval de Monicelli, Jorge Javier Vázquez y su enorme talento montan un show divertido, allá donde le dejen.
Tras el legendario y fenecido "Tomate", este filólogo de mi tierra volvió por sus fueros con "¡Sálvame!", comandando un equipo de opinantes del corazón, encumbrados frikis y personajes estrambóticos con humor sense.
Esta panda de alborotadores, propio de la picaresca y los mentideros, le hace juego durante el par de horas que autorizan su emisión en las tardes, de lunes a viernes, con algún suplemento nocturno.
Cabe señalar que, librados al mandato de un Sardá o Jordi González, los comparsas no cruzarían la barrera del sensacionalismo o el fuego graneado del insulto gratuito. Bajo su comando, divierten al público y se divierten ellos.
La transformación de Kiko Hernández en un tipo cachondo y jolgorioso (pese a lo que le llovió tiempo atrás), es sólo una muestra de lo que consigue el estímulo fraterno de un gran bastonero.
La capacidad de improvisar riéndose de sí mismo, una frescura ocurrente y el dinamismo que imprime a "¡Sálvame!", contrastan con el oscuro tenebrismo estridente en el que discurre "La Noria".
Al igual que el otro Vázquez (Jesús, excelente profesional), este genio del humor y la diversión no oculta (como otros) las preferencias sexuales ni algún momento de depresión.
Esta sinceridad, proyectada en su gama de expresiones y un vasto catálogo de risas y gags, lo han elevado por encima de los chismes y el puterío que administran sin la menor gracia y encanto la mayoría de sus colegas.
Es una pena que "La armata Brancaleone" (de Mario Monicelli) no sea muy conocida en España. En la cinta de 1966, Vittorio Gassman era un caballero medieval rotoso, jinete de un corcel pintado de amarillo, y con delirios de grandeza, al cual se unían otros espécimenes ruinosos, pendencieros y francamente divertidos.
El formato que el gozoso Jorge Javier ha conseguido con "¡Sálvame!" recoge en alguna forma esa loca tradición, agregándole gags que recuerdan al Pato Lucas, Bugs Bunny, el Coyote y su Correcaminos.
Las últimas dramatizaciones (reales o fingidas) de panelistas habituales o invitados llorosos e indignados por puñaladas traperas, con él persiguiéndoles (mientras se dirige a los espectadores) por los pasillos del canal intentando retornarles al plató, no tienen precedente ni desperdicio.
De persistir en la vena, la presunción de que nuestro mejor showman consiga reemplazar algún día a los (tres) Hermanos Marx (juntos), no semeja un dislate...
PD. Aguardo que, quienes residáis en España o capturéis desde el exterior los espacios de Jorge Javier por la Red o el satélite, sepáis tomar a broma el post. Desde luego, lo es. Aunque estime que en cualquier chanza siempre hay pizcas de verdad, sea cual sea su peso específico...

EL PUTERÍO ENRAIZADO EN BERLUSCONI Y SUS "NINOTS" VERNÁCULOS.

Hete aquí a un pícaro, planchado al vapor pese a sus leves marcas de viruela, y servido en bandeja oxidada.
Sus amenazantes ojazos lo dicen todo...
Sujeto inteligente y atento al mundanal ruido, Jordi González representa un equilibrado producto de la basura televisiva.
La Noria no es un programa, sino el puntual emblema de farsa abrillantada por un presentador excepcional. La fórmula mediática requiere cierta alquimia.
No cualquiera finge con semejante impostura el equilibrio emocional, ante el desatado imperio de las bajas pasiones y borderío manifiesto.
Cínico turifenario, el catalán manipula con sapiencia el límite entre el desmadre y el compromiso, naturalmente falso.

En su programa sabatino, situado en la bisagra del late show, la fórmula amanece clara. Comporta una pizca de realismo adocenado, combinado con el sensacionalismo tabernario y el puterío light de la gente sin valor ni significación humana.

Es que los valores de baja densidad suelen proyectar condignos representantes.

En el reality nocturno, la velocidad y el chorizo se ensamblan con torticera elegancia hasta pasadas las dos de la madrugada. González y su mal vestida asistente (la pobre Gloria Serra, en el eterno sube y baja de la balanza), los arropa en su sobria condición de entreperneur.

En el arca política, propia de un naufragio general de valores, caben estrictos socialistas de aparato y salvajes aparatos de la derecha española, perfectamete enfrentados según dispone la farsa del blanco gris y el negro mugre.

En los comentarios mendaces a la hora pornográfica, aletean cual mariposas o mariposones nuestros canijos cronistas del corazón, estajanovistas del canal y la entrepierna, debiérase decir, marcando el perímetro.

El modesto secreto de La Noria no es por cierto la sibilina habilidad de Jordi González y su sobriedad tramposa, sino el cráter cultural que nos anega y retrasa, en puntual sintonía con el norte de África.

El patrocinador Berlusconi, artífice espiritual de esa vergüenza mediática que es Telecinco las veinticuatro horas del día, sabe de esas cosas. Así está Italia, y en sintonía nosotros, rodando en la pendiente de la baja cultura sumergidos en plena crisis de valores.

El González de Marras vendría a ser un añejo gauleiter filonazi con veleidades progres, que sirve al señor y su propio bolsillo, en nombre de un puterío arropado en el sagrado show.

El show es un negocio a preservar, sobre todo si se basa en los instintos más bajos y primarios. Echar un polvo, virtual o carnal, es la cosa más simple. El viagra lo simplifica aún más. Y el "ninot" Jordi, desde el cubo de la basura en un medio al que accede cualquiera presionando un botón o el mando a distancia, lo difunde con soberbia manifiesta y desaprensión ejemplar.

Fumigar el espacio soez no basta. Lo conveniente será legislar todos los predios públicos, distanciándonos de la Italia que hoy desgobierna Berlusconi y autorizan los que, en apariencia, simulan desde el poder que otorga el voto ciudadano, combatir la debacle.









miércoles, 10 de junio de 2009

LA DIFERENCIA ESTÁ EN EL SENTIMIENTO.

La imagen de Novecento refleja lo que guardo en el corazón.
Hay una gran diferencia entre el desencanto de los "arrepentidos" y los autocríticos de mi especie.
Con ellos median fronteras bien defendidas.
Yo no reniego de las luchas sociales y las conquistas proletarias o campesinas. Desde mi liberalismo de izquierdas creo en la democracia inclusiva. Durante cinco largos años fui obrero textil, de la construcción, el cuero y el metal. Trabajo desde los ocho años, y a partir de los trece he pateado las calles vendiendo latitas de conservas, gorros de piel de ocelote, limas de platino y sobre todo, libros que en general no he dejado de leer un solo día de mi vida.
Es de dominio público que la gente humilde es más generosa que la opulenta. Desde hace veinte años trato con maestros, profesores y bibliotecarias. Nadie se hace rico enseñando o atendiendo a los lectores que llegan a una biblioteca de pueblo o Universidad.
En las fábricas, escuelas, librerías públicas o institutos secundarios, me siento como pez en el agua. Mal podría yo haber edificado una empresa, y no es que critique ese aspecto tan creativo de la iniciativa privada.
Pero lo mío cuela más con la privacidad, que con la propiedad y su extensión pública. Es una limitación mía que asumí desde siempre y de la que no reniego.
En contrapartida, disfruto de viajar y conocer gentes que enriquecen mi experiencia vital. En materia de riqueza material, soy pobre. En otros órdenes no tanto.
La crítica del troskismo y su fundador la hago desde una perspectiva liberal y democrática. De paso, remuevo las tumbas que sepultan mis errores y los de varias generaciones. Es preciso hacerlo con vigor, sin apartar del corazón y la firmeza del pulso, el combate por las causas justas.
Ni en mis libros ni en mis blogs descubriréis una sola traición a estos principios. De hacerlo, ruego me lo hagáis saber.
Con argumentos y fundamento, desde luego...

J.POSADAS O LA BARBARIE TEÓRICA TRAVESTIDA DE OVEROL.

La herencia teórica legada por Leo Davidovích Bronstein, un personaje profético y fatalista.

No me es difícil memorar la época posadista de militante de base.

Tampoco evocar los dislates tenebristas y apocalípticos en los que nos enzarzábamos pletóricos de entusiasmo, creyéndonos "lo mejor de la humanidad".

El leninismo partía de esa base: la idealización suprema de uno mismo. Experto en rescates teóricos imposibles, Trotsky mantuvo viva la llama desde el exilio con documentos que, pese a denunciar el estalinismo, procuraban rescatar la pureza arquitectónica del monstruo soviético, bautizado "URSS, Estado Obrero".

A más de proyectar sobre nosotros el aliento reivindicador del comunismo según el maestro, Posadas supo desarrollar una veta mística con la que suplir infancias en conflicto. El odio que profesábamos al capitalismo estaba teñido de ese color, de añejas tradiciones cercanas al anarquismo acreditadas por padres y abuelos tercos, o familias rotas.

La búsqueda compulsiva de un supremo sacerdote que calmara nuestra angustia ante un sistema capitalista poco integrador y una democracia inexistente, le halló receptivo. Estaba para eso, apuntalado por un fuerte carácter de acento manipulador, en el que anidaban el rencor y una enorme sed de poder.

El zapatero y jugador de fútbol entregado temprano al marxismo halló en los textos de Trotsky el nutriente que precisaba su encanto quimérico.

La idealización del proletariado era el canto de sirena que nos llevó a seguirlo en su sacerdocio de apparatchiki vocacional. Trotsky lo había sido desde 1917, hasta que el moloch burocrático engordó lo suficiente como para independizarse del torvo principismo leninista y su romántico actualizador.

Tras la fundación de la IV Internacional y el asesinato del exiliado, en 1940, se sucedieron aglomeraciones y rupturas en el interior del nuevo credo. Hacia el final de la Guerra Mundial la tendencia de Michel Pablo, secundado por otros intelectuales, consiguió asentarse en Europa Occidental. No tardó en hacerse cargo Posadas del Buró Latinoamericano.

La clave del crecimiento posadista radicó en el movimiento de masas de Perón. Su base obrera había conquistado beneficios y grados de organización sindical superiores a las de cualquier movimiento nacionalista de la época.

En las grandes fábricas del primer periodo, el peronismo de base fue permeable a incorporar cuadros posadistas en los cuerpos de delegados. Poco antes, algunos miembros o simpatizantes de la IV Internacional criolla se habían pasado al naciente peronismo gremial.

A pesar de crecer teóricamente, los equipos de Posadas se nutrían (siguiendo a Kautsky) de la clase media y sus intelectuales de izquierda, no de las filas obreras.

Tras la inevitable ruptura con Pablo y sus aliados, el Buró Latinoamericano se erigió en nueva fracción trotskista.

Yo llegué poco después, cuando varios cuadros viajaron a Europa (especialmente Francia e Italia) y México en pos de organizar secciones.

Entonces, la verticalidad de ese partido era absoluta y más o menos sacra la palabra del supremo papagayo.

No recuerdo en mi vida época más oscura y helada que las reuniones de célula o los congresos partidarios. Verdaderos rituales de masoquismo colectivo de las que sólo gozaban los jerifaltes, en los cónclaves se hablaba de fraternidad sin practicarla en absoluto. El sexo era un ítem distante y con muy poco peso. La cultura se restringía a algunos textos de Trotsky y los muchos de Posadas, glosados con abrumador monolitismo.

La quimera que nos prometía el sacerdote, era que, a fuerza de valor y persistencia, guiaríamos a los obreros peronistas hacia un frente único con el Partido.

A lo sumo, el frente verdadero operaba en huelgas de pequeños talleres sin que ganásemos peso sindical. Tampoco demasiados militantes a nuestra causa.

Inmerso en una actividad febril dónde no contaban las horas ni los esfuerzos, me salté a los Beatles, los Rolling, y hasta a Beethoven o el jamón crudo. Apenas disfruté del sexo al casarme con otra militante más fría y perturbada que yo mismo y, si bien puedo ufanarme de haber estrechado lazos de amistad con los obreros de las sucesivas fábricas en las que trabajé y me echaron, salí de aquella casa de monaguillos, monjas y curas rojos, empobrecido y convulso.

Para más INRI, purgué cárcel medio año y varias estancias mensuales en seccionales de policía, saliendo del brete con un prontuario de peligroso alcance, de cara a la violenta década siguiente.

Poco después, el ERP trotskista y los Montoneros, junto a otras formaciones armadas, irrumpieron en el escenario enzarzándose en una lucha desigual y de nefastas consecuencias con las Fuerzas Armadas.

A esa altura la Internacional Posadista hacía agua por varios agujeros, desplazada ya en el concierto de seguidores del "Profeta Desarmado" (según el biógrafo de Trotsky, Isaac Deutscher) por la gente del oportunista Nahuel Moreno (adscrito formalmente al peronismo tras la fuga del líder, en septiembre de 1955).

A diferencia de quienes fueron marxistas y hoy son lo que son, no me arrepiento de haber sido un obrero de origen universitario, ni de difundir ideas revolucionarias de transformación social.

En mi juventud, la Argentina era gobernada por dictadores militares más feroces y sangrientos que Juan Perón. Las alternativas democráticas que le sucedieron eran tramposas y falsas, incluida la parte que le toca al Gobierno civil de Illia, surgido de la proscripción del peronismo.
Si bien formalmente las ideas de izquierda no eran perseguidas por este Presidente civil, al ser detenidos nos aplicaban la Ley de Vagancia por espacio de un mes, sujeta a la voluntad del comisario y a cumplirse en sus enrejados dominios.
Con la severa dictadura del General Onganía llegaron nuevas vueltas de tuerca y una Ley Anticomunista pegada con engrudo al Código Penal (de ella data mi periodo vacacional de medio año en la U2).

La ausencia de una alternativa coherente con las libertades y el Estado de derecho nos llevó a exaltar el modelo cubano o la resistencia vietnamita.

La barbarie teórica del posadismo fue más lejos, ponderando la feroz Revolución Cultural de Lin Piao, Mao Zedong y su Dama Dragón, la ex actriz Jian Qing, mientras guiñaba un ojo a Breznev, Cámpora, el último Perón, el peruano Velasco Alvarado y el general boliviano Juan José Torres.

Sostenía que el mundo iba al socialismo desde cualquier tobogán, uniéndose finalmente al despeñadero soviético de una burocracia "regenerada parcialmente por la fuerza de la Revolución Mundial y el empuje de los Estados Revolucionarios", entre los que contaba la Argelia de Bumedián y la Camboya sembrada de calaveras "burguesas" de Pol Pot.

Los trotskistas "puros" condenarán a Posadas sin condenar el devenir burocrático y terrorista de los bolcheviques de Lenin, desde octubre de 1917 en adelante. La ideología de la llamada oposición de izquierda seguirá creando nuevas ficciones y editando otras rupturas o desgarramientos internos.

Intelectual judío horneado en la fragua represora,Trotsky fue ejecutor y corresponsable de esa política. Su expulsión y asesinato a manos de su ex camarada, antonces ya amo del Kremlin no le salvan de una condena histórica que sus obstinados seguidores rechazan en sucesivas oleadas contra las rompientes.

Con menos chances de ser alguien tan terrible, Posadas encarnó el sueño de poder de sus discípulos, aministrándole un cariz apocalíptico de corto apogeo y acelerada descomposición.

Al menos, Trotsky denunció a la burocracia soviética (excluyéndose capciosamente de la misma, por él cofundada y consolidada).

Posadas ni eso; ni nada...



sábado, 6 de junio de 2009

SEVERI Y EL TANGO.

El ojo de Anastacia imprimió este collage de pinturas tangueras de Aldo, con el grande artista presidiéndolo.

Con Severi me pasa lo que con Horacio Coppola. Es irresistible a mi propia visión del mundo y sus espacios.

Mientras que Coppola refleja una reluciente Buenos Aires de los años´30, con toques barriales y mundanos, Severi integra la carne y la sangre de La Boca, Quilmes y la gran época del tango.

Yo conocí apenas la escena última de este arte popular que tan bien proyecta la pasión y el dolor, o el sainete costumbrista.

Las grandes orquestas típicas brillaron con especial fulgor desde los 30 hasta el despuntar de los ´50.

Piazzola, con formación propia en los ´40, fue el que celebró la cultura universal recién veinte años después, cuando su estilo evolucionó. Mucho antes brillaron con luz propia Pugliese, D´Arienzo, Canaro, Troilo, Tanturi, Demare, Biaggi, Basso, Firpo, Di Sarli, De Angelis, Fresedo, Mores, Varela y muchos otros.

Severi cuenta en dos documentales que reproduce algo achicados You Tube, que él vivió el fenómeno desde pibe, cuando en los barrios la muchachada ensayaba en las veredas nuevos cortes y quebradas para estrenar la noche del sábado con la minita en la velada danzante del Club.

Era el momento de las grandes orquestas y los notables estribillistas, muchos de los cuales después se cortaron solos, erigiéndose en ídolos de la canción.

Los pinceles del maestro Severi -gran admirador de Julio De Caro y Osvaldo Pugliese- perfilan esos rituales ensamblados de bandoneón, guitarras criollas, violines y pianos repicantes, marcando compases que las parejas enredan y desenredan entre sus cuerpos, poniendo carne y espíritu, mientras la voz de un cantor agrega un instrumento más al bailongo.

Registrar los lienzos tangueros de Aldo con avidez, equivale a digerir mediante el arte pictórico sensible al tacto popular, el esplendor de una época.

Si con Cóppola ingresábamos al espacio urbano de una gran ciudad, con el quilmeño adoptivo sentimos su palpitar, sin que se pierda un matiz, ni los recios acordes del tiempo lindo...

EL TREN DE ALDO...

El grande Severi y nuestra vieja estación.
La otra noche, a la vera del Mediterráneo me asaltó un sueño de gamas azules y ocres salpicadas de verdor.
El poste de la estación ferroviaria quilmeña estaba tal cual dónde siempre, como los rieles y el tren, llegando, o a punto de partir para volver. Al fondo, se dibujaba el cielo, tan azul y blanco, como la enseña patria que la ciudad recoge en sus colores.
No era ni el más o menos pulcro tren del Ferrocarril Roca, que yo abordé, y del que descendí tantas veces durante treinta años, o el ruinoso y ferrugiento de después; una sombra fantasmal atiborrada de hambrientos y desesperanzados.
Era el de Aldo; Aldo Severi, nacido para mas señas en el barrio de la Boca, y cautivado para siempre por Quilmes, la ciudad donde vivió desde muy pequeño y de la que partió, hace ya tres años.
Hoy el maestro cumpliría ochenta y uno. Su tren, concebido en otros lienzos y bocetos con el alma y la paleta, atravesará los siglos venideros, como los célebres e intensos escenarios tangueros que supo plasmar, deleitando y conmoviendo a generaciones viejas y nuevas.
La otra noche, lejos del Río y cerca del Mar, les decía, me subí al tren de Severi, y desde allí arrancó el desfile de los colores típicos de Quilmes y su paisaje; el de las calles y los jardines de mi infancia y la primera juventud. En los vagones, cabía la gente que conocí en los dos perímetros que habité.
Estaban todos. Los residentes, los que se fueron del barrio, del país o de este mundo. Los que como yo, amaron y odiaron, creciendo para ser mejores y no tanto.
Memorar un paisaje sin su gente le resta grandeza al páramo. Y a Quilmes la hizo grande su gente.
La poderosa magia humana de Aldo me adentró una vez más en los recuerdos y vivencias, fundiendo las suyas con las mías.
Un gran artista despierta almas hasta en los sueños.
Y en el mío, envuelto en duermevela de compases de tango y besos robados por las estrellas a la Luna, sentí que de una vez por todas recobraba mi identidad ciudadana, tan maltrecha por mudanzas y viajes.
El tren de Aldo, catálogo de arte mayor y sentimientos plasmados al óleo dignos de una paleta que nutre el Arco Iris, me lleva a bendecir la vida, la amistad y el amor, en la noche o el día.
Tal fue el legado que durante el dormir de mi trajinado músculo y el relativo descanso de la ambición, hizo posible el maestro la otra noche.
Fue, juro, gracias al tren de Aldo, prieto de intensas gamas, con el celeste y blanco del firmamento al fondo, y el poste de una vieja Estación que dice "QUILMES"...
...La que siempre, siempre me aguarda...

jueves, 4 de junio de 2009

EL ENEMIGO DE LA BELLEZA Y LA VIRTUD.

Criatura de albañal oscura y soez, ensaya una vez más su gastada mueca promocional.
Lo hallaréis en el recipiente que recibe la caca envuelta de los perros, las latas vacías, las botellas llenas de orines y los preservativos usados en la penumbra del parque.
Cualquiera sea la forma que adopta el descarte supremo, le reconoceréis. Aunque no metáis la nariz en un pozo de aguas servidas, ahí es dónde hierven sus larvas por gentileza de nuestro código televisivo; más adaptado a las apetencias dinerarias de Silvio Berlusconi que a la premura por recalificar la cultura nacional.
Risto Mejide dimana la sustancia, el aroma y las formas menos higiénicas del container televisivo.
Ayer la emprendió de bote pronto con Manu Guix, nuestro juglar entre juglares, diestro en potenciar las notas de la música eterna, apartándola de las criaturas grotescas que el infame pergeña bautizándolas "producto".
Manu, de afinada oreja y gran voz desprecia las vocecillas chirriantes y desangeladas que promueve el felón, encarnadas por la tal Virginia (rebautizada "Labuat" en jeringoso) y ahora por el inocuo Pua.
De ahí que, el inventor de una cantante a todas luces imaginaria que hoy suelta grititos ininteligibles mediante letras y acordes que nadie compra, o el niñato impersonal fotocopiado de otros, derramase el rencor.
Se atrevió anoche con Guix porque le financian el insulto.
Para eso está, dispuesto a triturar la belleza; con tal de que crápulas como el Conde Lequio y la antigua actriz porno Miriam Sánchez elogien la crueldad y la locura en nombre de valores condignos con la indecencia chulesca y el puterío.
Investido de Júpiter tronante, Mejide no inventó la pólvora; ni siquiera el menos explosivo rol, copiado hasta las heces de otros shows europeos que riman por el estilo.
Marqués de la basura y la polución, echa lo que le resta sobre el escenario de OT.
Cada mañana, un digno recolector del municipio barre las aceras y asfaltos de mi pueblo llenando su carrito. Gracias a la labor, respiramos mejor aire. Con el trabajador nos saludamos en cualquier cruce.
De cruzarme con Mejide, sería menos afable.
En vez de recolectar basura, este otro esparce la que le brota de las entrañas.
Si a los de GESTMUSIC les queda un poco de dignidad -propia, claro está, de La Trinca y otros tiempos- aguardo regurgiten al microbio, saneando el espacio coral de los vecinos martes por la noche...