Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

jueves, 31 de enero de 2008

OTRO CARTERISTA DE TÉRMINOS E IDEAS

Es el señor Ignacio Escolar, director de Público. Y no es la primera vez que, siendo lector de mi Blog, se monta alguna miscelánea a costa del dicente.

Le aventajo en horas y puedo demostrarlo.

En la tarde de ayer mencioné la radiobasura; hoy me encuentro con que este taquígrafo reproduce el término muy suelto de cuerpo. Cree que por dirigir un periódico que pocos digieren, le cabe derecho de pernada. Total, un blogger inconnu, es un feriante más de Internet.
En cambio, a él le imprimen... (con pena y sin gloria).

Hace unos días le observé detenidamente en un panel de la TV. Creo que era en el carrousel de directores periodísticos de 59 segundos.

Allí brilló por su insignificancia, algo lúgubre.

Hoy demuestra una vez más que las ideas son patrimonio de pocos. Con cualquiera de las que no se le ocurren, se monta un artículo con su foto delante; para que el burro no se espante.

En este Blog he criticado a Ramírez y Ansón por hacer lo mismo. La diferencia es que el primero se probó empresario capaz, tras haberse jugado el tipo tras su despido de Diario 16 a causa de arremeter con valentía, antes y después del cese, contra el crimen y la corrupción de un gobierno.

Mi hija, que entonces cumplía doce años y leía periódicos desde los ocho (siguiendo la tradición paterna) decía ante la foto de Pedro J.

"Éste es uno de mis héroes".

Ya no es el mismo; eso agrega pólvora a una crítica que Mariana, cercana ya a cumplir los treinta, respalda ampliamente.

En cuanto a Anson, de largo ejercicio periodístico (y a quien también envié un ejemplar de Perón), queda demostrada su capacidad para dirigir el ABC llevándolo a su instante de mayor brillo. Luego creó La Razón, cabecera que ya no dirige, pero que su aliento sin duda inspiró.

Tampoco Luís María es el de antes. Y se nota...

En cambio, Escolar, sin hazañas o acciones meritorias de por medio, nace arropado por manta gubernamental, y capitales que surgen del negocio futbolero y la televisión de favor.

Hasta hoy, aparte de competir con otras hojas a mitad de precio, no demostro casi nada. Digo casi, pues en súbito rapto de imaginación (y verdadero acto fallido del subconsciente), ha descubierto casi en simultáneo, la prensabasura.

Una cosa lleva a la otra (incursa en mi artículo original). Por ello, sigue sin revelarnos mayores habilidades. Pues si alguien dice: ¡cataplín!, es lógico que otro diga: ¡cataplero!

O tal vez sí demuestre, por ejemplo, que inspirarse en el trabajo intelectual del prójimo sigue siendo un negocio en este gremio de tramas tan oscuras.



miércoles, 30 de enero de 2008

VIDEOS E IMÁGENES DE CAMPAÑA

Visiono la entrega de Ciutadans.

Influenciados por Hospital Central, House y Anatomía de Grey, los avezados publicistas de la formación nos entregan vísceras, escalpelos y espátulas sangrantes desde un paciente abierto en canal.

Inmersos en la escatología de quirófano, les auguro un comprensible descenso de votos.
La imbecilidad y el mal gusto han traicionado el criterio recaudador...


EL CONTRAGOLPE DE LA SENSATEZ EN ARAS DEL BIEN COMÚN

Llega desde dos frentes.

El más importante lo explicita la inicial derrota del conductor que, tras arrollar alcoholizado al joven ciclista Enaitz Iriondo Trinidad a enorme velocidad, presentó tres años y medio después una ofensiva querella contra los padres del fallecido, reclamándoles 20.000 euros por daños contra su poderosa máquina, y perjuicios contra su tiempo, entregado al parecer a una industria.

Lo peor del caso es que un juez hizo lugar a la demanda.

Sin embargo, el día de la comparecencia de las partes, el demandante, triste tigre cuya desvergüenza de fardador paseó por los noticieros de la TV, escurrió el bulto ante la reacción de los medios y la opinión pública.

Ahora, el Fiscal Superior de la Rioja toma cartas en el asunto, exigiendo una nueva instrucción del atropello, mal atestado y sin juzgar en su momento.

La imagen de los padres de Enaitz clamando justicia en la televisión y otros medios ante la impunidad y la insólita pretensión del bárbaro sujeto, tuvo eco.

Y esto es algo digno de celebrar.

Es deseable, que sobre el culpable de segar una vida interponiendo una demanda aberrante caiga todo el peso de la Ley.

Debiera asimismo, observarse en detalle la conducta del juez que hizo lugar a la demanda.

Preocupa no obstante, saber por qué no hubo correcto atestado ni la correspondiente instrucción judicial hace tres años y medio.

Entonces, la protesta de los padres del fallecido cayó en saco roto. Y esto señala con claridad el deterioro de la justicia en España.

El predominio de la frivolidad, y la telebasura o la radiobasura vienen encharcando el panorama social en los últimos años.

Espacios como el tristemente célebre Missisipi, junto a las más recientes Crónicas Marcianas o el Tomate, han malacostumbrado a un importante segmento de la población.

En paralelo, desde las ondas herzianas en "La Mañana" el continuado ninguneo y la falta de respeto por aquéllos a quienes se critica, han trasladado al terreno político su propia cuota de veneno. La fantaseosa teoría de la conspiración que descabalgó al PP del poder, o la peculiar investigación de El Mundo sobre la bestial masacre de Atocha comportan otros atentados al sentido común.

La supresión por Telecinco de su show más caliente resta a la partida mediática uno de sus contenidos más letales.

Celebrándolo, no dejamos de condenar a los anfitriones de Federico Jiménez Losantos, Cristina López o César Vidal. Tampoco la falta de responsabilidad, que compete a cualquier periódico que se precie de serio y bien informado.

Tampoco a estos presentadores y comentaristas, o a los periodistas que no contrastan debidamente su información.

Los excesos, en especial aquellos perpetrados por Jiménez Losantos, crean la pública impresión de que cualquiera puede decir de los demás lo que apetezca a nuestro mal genio; además de verter una profunda sensación de pesimismo en la entraña social.

Si nos gobierna la destrucción -y éste es el sansonete- cabrá destruir un poco más, aprovechando el desmadre. De ahí que, por ejemplo, alguien como Tomás Delgado Bartolomé conduzca borracho y atropelle en la calzada al joven a 160 kmts /hora; fardando de ser víctima y no el victimario.

No culpo de atrocidad semejante a la COPE, ni a los obispos que bendicen sus contenidos o al diario El Mundo. Sin embargo, creo que la prepotencia o la fantasía contumaz, en nada estimulan la convivencia democrática y un diálogo político basado en el respeto.
Tampoco favorecen el equilibrio emocional en la mayoría de sus escuchantes.

El jaleo de la ira y los insultos impactan singularmente en los niños, y el que nos ocupa da de lleno sobre las personas intemperantes o las que padecen ciertos grados de paranoia y/o delirios persecutorios.

Y no es que nada se deba criticar. Por el contrario. La crítica es un fenómeno refrescante.

La democracia se nutre de ella, siempre que la autocrítica la modere y calibre. Cuando la última se ausenta, la primera explota, deflagrando rencores propios y frustraciones endémicas que estimulan las de otros.

Si un mensaje mediático es agresivo, activa nuestra agresividad. Si bien el propio equilibrio o su falta deciden su real efecto en cada uno, la piedra fue arrojada contra nuestros escaparates.

La riña de gallos o canes está expresamente prohibida por nuestra legislación (no la llamada Fiesta, verdadero ejercicio de crueldad). Pero ciertos programas reproducen dichas coordenadas entre los seres humanos, sea en medios faranduleros o políticos.

La desaprensión hacia el otro, manifiestamente criminal para el caso del conductor que arrolló a Enaitz, es la extensión emocional del ninguneo y la descalificación ofensiva, dirigida al prójimo bajo otras máscaras.

Aunque los matices de la agresión cambien, siendo una punible y la otra no, asistimos a fórmulas degradantes de la vida social.

Hoy Telecinco nos ha restado una. Esperemos que otros, en radios y periódicos imiten al canal, o en cualquier caso no descarguen sobre los ciudadanos de este país nuevos contenidos de igual o peor factura.












LOS PRINCIPIOS

La ilegalización de ANV y PCTV es justa.

Aunque reste 200.000 votos o un millón a las urnas del País Vasco. A Hitler le votaron millones de alemanes en 1933. Y así les fue. A ellos y al mundo.

En verdad, el problema no radica en el respaldo electoral a dos partidos que restan toda crítica a ETA (minoritarios en Euskadi), sino en el dinero que estas dos formaciones y los candidatos electos perciben por Ley; su querulante presencia y el territorio que controlan desde alcaldías de pueblos, junto al comprobado refuerzo de las arcas terroristas.

En consecuencia, suprimir por medio de aquello que la justicia condena, los votos qué sean, permitirá a otros votantes que discrepen con la violencia y el terror, sufragar en el futuro.

Somos conscientes de que la víctimas del terrorismo etarra jamás podrán votar. Ni disfrutar de una democracia que les garantiza opinar y decidir hasta donde lo autoriza la Constitución, sobre lo que les venga en gana. Muchos ciudadanos del País Vasco viven amedrentados por esta tenebrosa organización de dos caras y sus continuas cargas; matizadas por desórdenes callejeros y pintadas sentenciosas.

Al cerrarse el grifo de la subvención oficial cancelándose las cuentas bancarias de estos señores, habrá menos pistoleros rentados; dinamita o pipas en los zulos, y ante todo ninguna facilidad para operar a plena luz del día.

Los ya menguantes recursos de los asesinos encapuchados se resentirán, y esta nueva derrota, realizada por imperio de la Ley, refuerza a los ciudadanos que repudian la violencia como medio de dirimir pleitos, políticos y de los otros.

Las previas conversaciones entre el Gobierno y ETA se realizaron, contra la maliciosa campaña que esparce lo contrario, mediante respaldo congresual, encuadrándose en la legalidad más absoluta. Entonces se autorizó la presentación de las formaciones abertzales a punto de ser ilegalizadas hoy. Gesto de buena voluntad, en la historia de la democracia española fue una negociación más, realizada en la ocasión sin unidad política al oponerse tenazmente el Partido Popular.

La quiebra del frente democrático restó tantos a la negociación, al reflejar desunión ante el terror por primera vez desde la Transición. La responsabilidad de la derecha política en este sabotaje objetivo ante un problema que siguen reflejando otras instancias en la sociedad vasca no ha sido aún suficientemente evaluada.

El nuevo intento fracasó por lo de siempre, con este especial agregado.

Ante los nuevos crímenes y atentados, la reacción del gobierno socialista fue correcta. El auxilio del gobierno francés y ahora el alahuita refuerzan una respuesta contundente que prosigue acorralando el terror.

No es oportunista, sino mas bien lógico que ante las nuevas acciones de la banda criminal y el convalidante silencio de los que relevaron a Batasuna en el paripé civil, sean ahora privados de derechos que vuelven a utilizar sin ética ni escrúpulos.

Tras argumentar los votos cancelados esgrimiendo argumentos torticeros desde Público, el señor Javier Ortiz se permite hacer dos reflexiones desde su panfleto cotidiano.

"La primera afecta a asuntos tácticos:¿tiene sentido dejar sin salidas políticas legales a un sector tan considerable de la sociedad vasca?

La segunda es más honda, porque apela a los principios:¿es democrático privar del derecho de representación a una parte de la sociedad, opine lo que opine, guste más o menos?

En pluralidad democrática no. Pero no es fácil discutir sobre principios con gente que carece de ellos".

Por lo antes dicho, estas palabras retratan la auténtica cepa democrática de quien las redactó. Acuerdo sin embargo, con su última parrafada.

"No es fácil discutir sobre principios con gente que carece de ellos".
Y a cronistas como él, por cierto no le sobran.
Porque, señores, para los espíritus civilizados ni todos los votos del mundo valen lo que una vida humana...













martes, 29 de enero de 2008

NUEVAS SEÑALES DE HUMO

Me las brinda esta mañana en la Ribera del Sió uno de los profesores más brillantes de Catalunya, aún no repuesto del todo por la pérdida de su vecino y amigo, el gran Josep María Guinovart.

-Era un artista integral, comprometido con su tiempo. Un rebelde.
-Quizá el último- señalo.
-Eso creo- acota este catedrático que enseña Historia del Arte y Antiguas Civilizaciones.

De Guinovart saltamos a comentar el lamentable estado de la enseñanza y las ocurrencias de Ernest Maragall.

-Son funcionarios. No saben qué es la educación. Por eso a este señor se le ocurren soluciones tan poco prácticas como los colegios especiales para inmigrantes.

Le digo que no es su peor ideota, y asintiendo a medias, me explica por qué esta otra es tardía e innecesaria.

-En éste y todos los Institutos de Catalunya tenemos una o más aulas que se ocupan de los jóvenes recién llegados. A medida que cogen carrerilla con el idioma los integramos a las clases normales. Los rumanos son quienes se adaptan con mayor rapidez. Los magrebíes y latinoamericanos son algo más tardones. Pero el sistema de descenso suave funciona como fórmula de integración escolar.
-¿Y si os vierais desbordados?
-Pues abrimos más aulas especiales. Tenemos el personal adecuado.

Maragall y sus cófrades, nuevos inventores de la pólvora, no lo saben. Imparten órdenes en un campo de batalla fabricado desde los despachos funcionariales. Su capacidad para poner pié en la realidad es más qué dudosa. Por eso restan -ya lo he dicho- horas a los idiomas y la humanística.

Lo humano, que es interpretar el mundo y la vida se les escapa, y en consecuencia diluyen la lengua junto a los contenidos que afirman valores. En los mismos, la comunicación desempeña un rol central; aunque periférico para estos caballeros.

De paso atentan contra quienes resisten con denuedo el avance de la corrosión en el campo educativo, mientras el grueso de maestros y profesores cae en el desánimo.

Prueba de ello, es que la mayoría apenas repasa los periódicos o lee algún libro.

Ayer, otro profesor de los que brillan, me dijo.

-No sólo estos funcionarios afectan la lengua castellana (que él imparte); arrasan con todo. Como los tanques en Tiananmen. Y no hay muchos dispuestos a imitar al joven chino que los detuvo entonces. Aunque le reconozcamos héroe, junto a los tantos que murieron en el intento.

Él a su modo resiste, con el valor del catedrático de Historia y Arte amigo de Guinovart.

Son los héroes de hoy en Catalunya y no están solos. Hay muchos más en colegios e institutos de aquí y allá; donde el mapa abre nuevos escenarios en la tarea de extirpar la ignorancia.

Entre tanto, los titulares de El Periódico del día 28 anuncian lo que conocíamos de sobras: LA MITAD DE LOS ESCOLARES NO SE EXPRESAN BIEN POR ESCRITO.

La detección de los problemas, producto de una encuesta que complementa cierta laguna del informe PISA, afectan el aprendizaje del catalán y el castellano en centros públicos y privados.

La base del drama no es achacable a los profesores sino a la sociedad y sus representantes políticos. La primera por descartar el diálogo familiar y la lectura. Los segundos por el mismo pecado, trasladado en paralelo a su función.

En ella no hay la menor preocupación por investigar qué ocurre en los colegios e institutos. Seguro. Tampoco leen libros; aunque sí los periódicos por miedo o angustia ante lo que comenten sobre ellos.

Es debido a esta fatal dejación, anclaje subsidiario de la pasión por mirarse el ombligo, que de pronto brotan las señales de humo. Ellas dicen que fabricamos burros al por mayor; gentes sin opinión ni criterio para enfrentar los desafíos del futuro.

Parece que vivir el presente levitando entre bienes de consumo y supuestas fórmulas infalibles que nada remedian, es más placentero.

Si muchos padres envían a sus hijos al colegio o el instituto no será para que se eduquen. Quieren sacárselos de encima encajándoselos a los tutores gratuitos que facilita el Estado.
En las alturas, los que deciden proyectan su menester de pastores de ovejas en los enseñantes. Así fueron educados y así perpetúan el sistema educativo. La noción de disciplina supera al cometido de enseñar, en vez de complementarlo. Maestros y profesores se ven relegados a un oficio pedestre, equivalente al de forzado sargento en la ya inexistente mili; vivificada hoy en la perversidad de la inadecuada función.

La consecuencia es una palpable frustración del colectivo, sometido a la presión de padres descontentos carentes de toda autocrítica; a menudo soberbios e intemperantes en la exigencia al enseñante.

Los funcionarios, de ministerios y consejerías para abajo, les han echado a los pies de los caballos.

Después hablan de capacitar al profesorado, en vez de trabajar a conciencia para no desanimarlo.

Esto es, respetar su experiencia procurando optimizarla con programas sensatos y medios materiales a su alcance, a la vez que se promueve su pública consideración.

No me fue necesario inquirir a este par de buenos amigos y servidores públicos sobre la intención de los que hoy mandan. Es evidente que les preocupan los votos, y todo aquello que no mejore la cultura ciudadana. Pues de mejorar, la inmensa mayoría de las señorías y los señorones tendrían que buscarse otro curro.

Ya lo recomienda con cierta lucidez el señor José María Aznar en su reciente panfleto dirigido al joven español.

"Sacad adelante una carrera. La política es un oficio inestable".

Eso es una parte de la verdad. La otra radica en su intención de eternizar el oficio a costa de la salud cultural del prójimo. Entregados a la labor, quienes le han precedido y lo sucedieron se empeñan en cambiar todo para que nada cambie.

Y a primera vista, parece que lo están consiguiendo...












domingo, 27 de enero de 2008

LA CALLE

A eso equivalen los blogs.

Nosotros venimos a ser los musicantes e ilusionistas de la Red; outsiders con voluntad y ganas de expresar aquéllo que otros ya expresan, auxiliados por la suerte y el talento, o las reverencias ante los que deciden.

Los últimos de la fila firman textos o artículos y hasta ganan premios. Conozco a uno, cabal chorizo (para colmo apátrida y pobre taquígrafo), que hasta obtiene algunos galardones a base de previas reverencias en las que se deja el alma.

Por eso mismo se la gastó.

No le vale una encumbrada agente (en decadencia) ni las perrunas imitaciones dedicadas a tipos como Jiménez Losantos o Ramírez; paradigmas del arbitrio y el gang bunquerizado.

Sin embargo, sus libros, peroratas y líbelos alfombran los suelos de la reventa al por mayor. Pese al viento a favor, el sujeto es demasiado aburrido para que alguien lo lea de verdad.

En concreto, os hablo del imbécil que intentó con malas artes arrebatarme Perón, y debió conformarse realizando una mala copia gracias a mi presteza. Me niego a hacerle publicidad, por ello no le menciono, pero es fácil concluir de quién se trata.

No todos los canallas conocen semejante destino. Algunos son alquilones manumisos, eficientes mercaderes de papel impreso apoltronados en la dirección de periódicos que aún venden; o en ocasiones ambas cosas.

Dichos hábitos y algún galardón de la cultura oficial, reservan a ciertos especímenes hasta el magno sillón en la Real Academia de la Lengua Española.

Lo explicité en un reciente post de blanco específico.

Todos ellos, uno a uno, nos copian. Digo, a mí y a otros. Los que pasamos de lamer botas y oler braguetas. Tras hacerlo durante años, así quedaron. Hoy, los triunfadores reproducen el sistema imponiendo a sus mandados la repetición compulsiva del ritual.

Para dichos ejemplares, nuestra Red equivale a la calle, o la ochava céntrica, en la que el verdadero dueño del talento entrega su creatividad al público por unas monedas. Su desprecio formal por nosotros lo determina su noción de la jerarquía, tan cercana a la gerarchia del fascismo.

En el fondo saben dónde se columplia el talento. Lo envidian y acechan desde el rencor y el deseo que sofoca la ambición de parecer lo que no son ni serán jamás.

De ahí que, por si las dudas, estos insumergibles buscadores de perlas, no las sueltan una vez aprehendidas.

Tampoco les llueven desde la Red, pero algo casi siempre caerá. Ellos, entrenados para alzarse con lo ajeno sin correr riesgos, aprovechan la instancia seleccionando desde la impunidad, auxiliados por sirvientes o amiguetes.

De poco les vale, pues al cambiar los contenidos de lo que roban, no hacen otra cosa que desfigurar el original.

En cambio, los blogs creativos de esta fantástica autopista de calles aledañas, alcanzan la eternidad, reflejando las bondades de su tiempo. Para ello, sólo es necesario un buen escritor de los que no se venden, con ganas de manifestarse sin tiranos de por medio.

Aún no está debidamente regulado y sancionado el copyright en Internet. De manera que por ahora, estos tartufos imprimen el botín a voluntad, agregando cd´s, dvd´s, cucharas o cosméticos a las ediciones.

A menudo rellenan los ejemplares de artículos que nadie leerá, en una liviana entrega que satisface el momento.

Pero la eternidad de Internet y sus ochavas comporta una hemeroteca viviente, que pronto o tarde escrutará la curiosidad pública. Basta que llegue algún inquieto sabueso literario, auxiliado por la pasión de descubrir los tesoros auténticos, y alce su voz, para que el destino ponga a cada cual en su sitio.

Quizá entonces, las víctimas y los victimarios críen malvas. La diferencia, radica en que, siendo unos y otros objetos de investigación, el fallo histórico les brindará miel o hiel, según determinen el acierto o su mal remedo.

Habrá llegado así el instante, tan reiterado en la historia de la infamia y los infames, en que los verdugos y canallas que predan lo que debieron respetar para poder mirarse al espejo que hoy soslayan, se vean una vez más, reflejados en otro insoslayable.

Si mueren antes, serán sus deudos quienes deban enviar la ropa del padre o el abuelo al tinte, para salvar algún resto de honor familiar.

Desde remotos tiempos, la fábula se repite con pelos y señales. Los que copiaron lo incopiable usurpando títulos y honores quedan con el culo al aire.

Y en ese pozo ciego de malos aromas, no nacen ni se reproducen flores. A menos que sean las Fleurs du Mal.
Y para eso, menos que Charles Baudelaire, ni hablar.









sábado, 26 de enero de 2008

EL DESMARCAJE DE ZP

Lo efectuó el presidente en relación con el par colombiano, Álvaro Uribe Vélez durante su reciente estadía en Madrid.

No faltan motivos.

Hay pruebas de que perteneció a uno de los cartels de la droga. Además de sus vínculos de sangre por vía materna con el narcoclán de los Ochoa, el padre, Alberto Uribe Sierra, fundador del MAS (Muerte A los Secuestradores), un feroz grupo paramilitar, integraba una de las mafias del sector.
En una sociedad hambrienta y criminalizada, donde la democracia es una formalidad operativa de oligarcas corruptos y asesinos desde el derrocamiento del dictador Gustavo Rojas Pinilla, la violencia no cesa. La historia del desbarrancamiento político es más lejana; pero su factor desencadenante fue el asesinato a plena luz del día del líder populista Jorge Elícer Gaitán, hace sesenta años.

La doble respuesta del estallido popular capitalino (recordado como Bogotazo por su magnitud), y la feroz represión desarrollada por los sucesivos gobiernos a partir de entonces, la cumplimentó el nacimiento de la guerrilla en selvas y montañas.

Empleando una fórmula de repartija de poder entre conservadores y liberales, semejante en estilo a la habida en la Venezuela pre chavista, se realizó el tiovivo, con el agravante del cultivo de droga y su exportación a los EEUU por mafias nacidas al amparo de la corrupción y la violencia paramilitar.

A diferencia del Ejército de Venezuela, formado en la doctrina prusiana que hoy brinda a Hugo Chávez un plafond populista semejante al que el Ejército Argentino sirvió en su momento a Juan Perón, el de Colombia -de inicial inspiración prusianista- cambió de tercio tras la intervención de un batallón colombiano en la guerra de Corea (al mando del entonces general Rojas Pinilla).

Desde entonces la influencia del Pentágono y el envío de oficiales instructores o agentes del CIA al país, marcó un derrotero también señalado por el corrosivo poder del narcotráfico; operante sobre los tres grupos guerrilleros que campan en el territorio. Las selvas y montañas, ideales junto a la cercanía de los EEUU, de cara al cultivo y la elaboración de drogas destinadas a consumidores ricos y no tan ricos, decidió la conversión de un país que tradicionalmente exportaba café, en una fuente universal de veneno en polvo.

Hoy Colombia mejora guarismos económicos sin eliminar dos lacras permanentes: la miseria de millones de ciudadanos, y la violencia política y social.

La inexistencia de una elite dirigente genuínamente democrática no es su problema exclusivo. La corrupción asola aún a buena parte del Continente, desde el Sur del Río Bravo hasta la Tierra del Fuego. Pero en este caso, la droga, los secuestros y asesinatos están a la orden del día. La ferocidad de las formaciones guerrilleras es pareja a la de los escuadrones paramilitares.

Vivir en Colombia es jugarse el pellejo en cualquier esquina. Aunque nadie vaya por tí, de noche y a pleno sol puedes caer en medio de una balacera, cualquier ajuste de cuentas en pleito ajeno, o algún robo a mano armada; cuando no seas víctima del secuestro extorsivo de mal pronóstico.

Cierto es que el señor Uribe Vélez, electo dos veces por el sufragio universal (la última por el 62% de los votos), ha intentado reducir la violencia y desarrollar la economía.

El primer logro, señalado por algunos observadores como relativo, es dudoso; el segundo, relativamente menos.

La presión norteamericana intentando frenar el ingreso de grandes partidas de droga en su territorio, ha operado sobre Uribe y su pasado ominoso, del que asoman pruebas irrefrutables. Pero el cáncer de la corrupción, alimentado durante décadas, no ha retrocedido. La elevada cota de desigualdad social lo impide.

Además, ¿alguien se imagina que, de no mediar el respaldo de ciertas mafias del sector, algún candidato a cargos en el gobierno central o los departamentales pudiese prosperar?

Yo y unos cuantos no. Y menos si de los presidenciables se trata.

Recordamos a John F. Kennedy y los chanchullos preelectorales con mafiosos, que luego le pasaron parte de una factura pagada con su vida. Estamos señalando los trapos sucios de la democracia occidental con mayor tradición y poderío en la era contemporánea. Para algunos, faro de Occidente. Para otros, gigante de pies de barro.

Pues bien, ¿es o no, un país castigado por la inestabilidad y el subdesarrollo como Colombia, más vulnerable ante un poder mafioso de carácter supranacional, claramente favorecido por la penalización oficial de los estupefacientes?

Una de las bases de este flagrante desequilibrio que los más débiles pagan caro (no muy lejano en devastación para los colombianos, al de Haití y algunos países de África o Asia), lo constituye su polarización asimétrica. Es la que justamente llevó al país a un estado de postración de difícil salida, ante una guerra civil latente entre cuerpos armados estatales y otros. las periódicas migraciones de cientos de miles de colombianos hacia los países vecinos, aterrorizados y hambrientos ante la violencia cotidiana, reflejan tan sólo un aspecto de la hecatombe nacional.

Cruzando transversalmente el maremagnum, se agazapan las mafias, protegidas desde las esferas de poder y los cartels del narcotráfico, globalizados a la par de la economía mundial.

Si una elite no se inventa de un día para otro, en este caso -unos de los más dramáticos de la historia latinoamericana- su formación a corto plazo semeja improbable ante el poder abrumador de los intereses en juego.

Por ello hizo bien ZP en desmarcarse de un aliado poco fiable. Pues a la cifra antes apuntada de sufragios que obstuvo Uribe Vélez, habrá que relativizarla, aclarando que se produjo frente a un 60% de abstención del total apuntado en el padrón electoral.

La España actual no se parece a Colombia, ni nuestros políticos son apadrinados por el narcotráfico. Tampoco por un Ejército genocida, y escuadrones de la muerte, que allí obedecen a la estrategia que ordena Washington.
Aquí, nuestras fuerzas de seguridad están subordinadas a la Constitución, respetando el Estado de derecho.

Y no es que el terrorismo de ETA difiera en sustancia del que practican las tres guerrillas operantes en la República de Colombia. Una y los otros matan. Pero la paz social y la estabilidad política en nuestro país establecen diferencias enormes de enfoque y metodología, a la hora de comparar derechos y deberes combatiendo al terrorismo.

Yo me he solidarizado con Ingrid Betancourt y lo haré con todos los que secuestren desde el Estado o el terrorismo a cualquier mortal. A tal efecto giré un EMail solidario que la Embajada Colombiana respondió con gratitud.

Otra cosa es que me identifique plenamente con su actual mandatario y la aureola de héroe que le intentan crear cierta prensa y algunos políticos.

Es la exacta distancia que de él tomó ZP, y algunos medios españoles le critican; aunque por motivos bien diferentes de esa crítica, tampoco me identifique con él.

















































































jueves, 24 de enero de 2008

CHARLOT Y EL PAVO REAL

Ya os he referido el afán copista del señor Ramírez. Hoy le toca a Luís María Anson, su pavo real. El que en materia de disfraces faltó a su colorido suplemento semanal de los dos previos domingos en el apartado de 1808, sin requerir camuflaje alguno.

Para ello nos basta su foto, con doble mentón y sonrisa marcada por el dedo índice; por si alguien dudara de su buen humor.

Habiendo repasado a fondo mi homenaje a Charlot, publicado el 26/12/07, este fláccido miembro de la Real Academia ha procedido a inspirarse en el mismo, poniendo a prueba su genio.

El pavo real puede volar; aunque no rebase la altura de un árbol de rama baja y accesible. Y Anson, haciendo honor a la especie, encabeza los sopores del El Cultural de este jueves, soltando un huevo que, entrometiendo a realezas poco interesantes, desdibuja la plenitud del personaje en cuestión.

El aviaceo aglomera datos siguiendo la sucinta guía fílmica del post, e intenta en vano emparejar mis ímpetus, sin rozar los apuntados contrastes de un ser excepcional. Por ello, el pálido retrato carece de emoción. De paso, ventila su contacto personal con la realeza y Geraldine, la hija actriz (y mediocre comedianta) del genio; refiriendo además que él mismo en cierta ocasión lo escuchó en persona.

El detalle narcisista de autobombo social, no refrenda que haya interpretado cabalmente lo que dijo.

No me va ni me viene inspirar plumas mundanas de esta clase. Por otra parte, El Mundo y los mundundis me tienen acostumbrado al menester. Para colmo de males, lo que en mí es inspiración verdadera, en ellos es comercio o figuración.

Y se nota, pues el estilo es el hombre. Y dónde éste se desdibuja en la mala imitación, la carnadura humana está ausente

Los bufones ejecutan las piruetas y bromas que ordena el dueño del circo. Así es en el Espectáculo y en la vida, por más vueltas que se dé a la tortilla.
A sabiendas, él insiste agregando un suelto a pie de página sobre Walter Lippman; otro personaje que le queda grande.
No se puede imitar a Pavarotti con los rudimentos de José Guardiola. Ni conmover con grandezas ajenas si se es pequeño, negado, o las dos cosas.

Mal que bien, Anson fue. Ahora nos queda esto, algún que otro artículo calenturiento sobre jóvenes damas de las que podría ser cuando menos abuelo, y un suplemento cultural digno de las fábulas de Esopo.

Analizando el personaje, me viene a la mente el sobrecogedor espectáculo de un pavo real de zoológico; en Buenos Aires.
Yo era un niño entonces, pero el pobre era viejo, y a más de cojear, sus plumas azules, menguadas por la tiranía del tiempo, arrastraban envases vacíos de cacahuetes y palomitas.

Pavo crístatus de la familia phasianidae, rezaba el cartel, tras la verja.

Aún le recuerdo, con ojos de niño y una pena de adulto que por este otro no siento.

Quien al cobijo de una mala conciencia perpetra cualquier asesinato, por pequeño que sea, merece mi absoluto desprecio.
Cargos y honores no le protegerán de la íntima vergüenza.

En consecuencia, ni un gramo de lástima destinaré al que sustrae aquello que su imaginación no puede concebir, sin citar la fuente.

Lo apunto al detalle, para que algunos comparen hasta dónde la sinceridad impresa en el humilde Blog de un escritor, supera el falso mérito del decadente taquígrafo al que aún respetan los del cementerio de elefantes.

Y que conste, no es problema de inhabilidad, de falta de imaginación o edad, sino de honestidad.

Para mí, lo más importante del mundo.
Para otros, na de na...

DE ALIANZAS DUDOSAS, CLARAS PROVOCACIONES, DESASTRES BURSÁTILES Y REFERENDOS INOPORTUNOS

El presunto atentado que un puñado de yihadistas (esta vez de origen paquistaní) programaba en el Metro barcelonés contrasta palmariamente con la Alianza de Civilizaciones que ZP pretende vendernos.

La única alianza posible y para nosotros beneficiosa, es la que pueda establecerse entre Estados democráticos. Lo demás es SiFi en estado puro. Los acuerdos estratégicos que, por ejemplo los EEUU de George Bush han establecido con Musharraf y el débil gobierno afgano, o los autócratas de Arabia saudí y el corrupto Rais Egipcio, son precarios. La inestabilidad en esas zonas estátégicas, sacudidas en algún caso por atentados más o menos periódicos, sugiere una precariedad que nuevos hechos confirman.

Reunirse a bombo y platillo con un tipo como Ghadafi y otros impresentables no detendrá el problema de fondo que enfrenta a países ricos y pobres.

La detención de estos catorce terroristas en el casco céntrico pobre de Barcelona, antaño refugio de chulos, putas, drogatas y traficantes vernáculos, coexistiendo con humildes familias de trabajadores, lo expone sin ambagues. Lo del 11M no es una obra de pelanas (según estimaba el César de la COPE) sueltos. Los vínculos entre el terror proyectado por supuestos inmigrantes en tránsito real camino a Irak, y los que sembraron tantas víctimas en Atocha existe de hecho. Nos odian por igual. El Estado de derecho del que gozan se convierte en la atmósfera apropiada para sus movimientos.

No es cosa de iniciar un insensato progromo con magrebíes y paquistaníes en la presente instancia. Pero la vigilancia y fiscalización de estos ciudadanos debe intensificarse. La caída de la construcción y la ya evidente crisis económica en ciernes, que realfima el desastre bursátil, los penalizará, ampliando el descontento. Tal estado de ánimo es caldo de cultivo para prohijar o amparar la hidra del terror.

Hoy cayó la célula yihadista gracias a un soplo interior. Mañana o pasado, quién sabe.

Apenas ayer, Joan Saura desmentía cualquier posibilidad de atentado. Ahora no sólo deberá recomponer su estrategia aliancista, sino actuar con la energía que hasta ahora no demostró.

Si en Barcelona o Madrid tenemos en ciernes ETAS de otro integrismo, igualmente violento y bien camuflado, será obligado crear nuevos órganos de seguridad especializados en la detección, caza y captura de estos asesinos, no sólo resueltos a matar, sino a inmolarse e inmolarnos contra nuestra expresa voluntad.
En materia de intremperancia José María Aznar se lleva las palmas. En su enfrentamiento con ZP utiliza a las víctimas del terrorismo etarra y lo que se cruce en su camino. Hombre decidido, su ruta extremadamente derechista resulta peligrosa para el equilibrio de su formación y el concierto democrático que debe presidir la polémica entre partidos y sectores sociales de peso, ante problemas como el del aborto y la lucha antiterrorista.
Hace no mucho casi arruina las relaciones con Venezuela. Ahora sigue de largo.
¿Que nos deparará el destino en boca de este ex que no sofrena el arrebato?

La guinda de este pastel la pone desde la otra orilla una iniciativa del señor Alfons López Tena, demandando abrir el grifo de los referendos, según autorizan las leyes vigentes. El argumento es la mayor democratización de la sociedad catalana, reforzando su derecho a decidir.

López Tena es un independentista contumaz y organizado (también según autorizan las leyes). ERC y CiU respaldan la presente moción. Hasta hoy, estas formaciones no han protestado ante los recortes educativos planeados tan abstrusamente por el señor Maragall en lo que atiene a las humanidades.

Señores, el derecho a decidir es correcto. Pero equilibrar la enseñanza corrigiendo las burradas que se intentan perpetrar, nos depararán posteriores consultas y referendos mejor elaborados por la sociedad.

No aquellos que se proponen en las vísperas electorales.
Justamente.


miércoles, 23 de enero de 2008

EL CEMENTERIO

Una hora semanal menos de Literatura, borrar literalmente el estudio de las Religiones (mas necesario que nunca) y la Filosofía, significa enviar en la enseñanza, básica y media, a autores y estudiosos fundamentales al cementerio.
Si tres horas ya eran comparativamente miserables, una menos deviene fatal para en formación del alumnado.

¿A quienes piensan enterrar el señor Maragall y su gabinete de verdugos, en nombre de la educación?

¿A Platón, Aristóteles, Espinoza, Nietzsche, Descartes, Kant, Ortega y Gasset o Erich Fromm; a Sor Juana Inés de la Cruz, Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Valle Inclán, Blasco Ibáñez, García Lorca, García Márquez, Octavio Paz, Alejo Carpentier, Jorge Icaza o Miguel Delibes?
Pueden ser otros -que hay muchos- y no ellos. Pero la poda segará en cualquier caso, lo que en ningún caso merece ser podado.
De ahí que, si las podas que atenten contra la formación básica de los futuros actores sociales deben evitarse por la buena salud educativa, la presente carnicería no hará más que agravar lo ya grave.

Al cavar la fosa de los talentos y genios que nos brindó la Historia, junto a las ideas que ellos encarnaron, decrece el formato moral de nuestra civilización. Tras borrarlos del programa -acción que equivale a incinerarlos-, se completa la macabra labor del entierro. A las horas que se antes les restaba, se les agrega esta otra. Cada golpe de pala que derrama oscura tierra sobre la ceniza gris depositada en el cráter, se lleva esfuerzos, imaginación, grandes ideales, y experiencias humanas tan imprescindibles al presente como al futuro.
Si alguien en particular desea volverlos a la vida, que acuda a las bibliotecas públicas o a las librerías.
¡Vaya una solución!

Potenciar el estudio de la ciencia y la técnica desechando las teorías filosóficas, el estudio de las creencias religiosas y los testimonios que los grandes escritores cedieron a su tiempo, conlleva a mutilar la cultura.

Y la cultura es un vivo y dinámico elemento; que algunos creen momia exquisita.

Los nazis quemaban libros y gaseaban a los autores que caían en sus garras. Los tiranos de todo pelaje escamotean aquellos que incitan a pensar y rebelarse, encarcelando o asesinando a otros. En democracia, las rebeliones, pacíficas aunque siempre necesarias, se alimentan de nuevas ideas que se nutren de las previas y mejores.

El criterio democrático requiere una formación que nace en los hogares, y consolida en lo posible la educación. Los cotejos y las polémicas son el oxígeno de la democracia. Para desarrollarlos cabe una buena formación. Y la que de hecho estimulamos en el presente es francamente mala. En ella, bajo mínimos, predomina la memorización no el concepto. El adocenamiento aborregado, no la iniciativa creadora.
A las fallas de base se agrega esta nueva atrocidad.

La profecía futurista de Farhenheit 451 amenaza con realizarse hoy en Catalunya. El Estado de derecho suprime las cárceles y los crímenes, sin eliminar, en ocasiones, una censura de facto, consistente en la omisión o la supresión de determinados autores -fundamentales para la educación- y sus obras.

Es un escamoteo legal, si no median la protesta pública y la acción de sus representantes congresuales.

Por desgracia, en un medio poco cultivado votantes y votados con poder de decisión no tienen ni zorra idea del mal que causarán sobre los más jóvenes en edad escolar. Y ellos son quienes gobernarán en el mañana.

El señor Ernest Maragall no quema los libros en forma explícita ni es, creo, consciente del grueso error equivalente. Los entierra directamente, al restarles una hora semanal, en la pretendida selección de aquello que, según su arbitrio, es práctico o no.

Su mediocre cultura, propia de insalvables limitaciones, disfraza una oculta pasión por los cementerios. Sectoriales, claro está.

Ya explicamos el porqué, y a quienes representa.




¿ERROR U HORROR?

Dos por el precio de uno.
El Señor Ernest Maragall está empeñado en eliminar todo vestigio de cultura humanista en las aulas catalanas. De tres horas impartiendo literatura castellana y catalana, se pasará a dos. De paso, queda renga la tan maltratada asignatura de filosofía.
Advertimos que el hermano del más culto ex, es uno de esos funcionarios que no leen.
De amar la lectura, no se le ocurriría atentar contra su fomento y la formación del pensamiento en los niños y jóvenes. Sería peligroso para muchos mercaderes de votos.
Estimularles a que lean, pìensen y luego opinen, precipitaría el fin de una clase política mediocre y adocenada. La que desde hace años viene causando el presente colapso cultural.
La vieja elite, esta que hoy machaca a los que debiera educar, para mejorar la sociedad, tendría que liar sus petates e irse casa, a criar gallinas y plantar nabos en el patio.
Parece lógico entonces, que a este heraldo del Tripartit le preocupen otros asuntos.
Siendo así ¿qué demonios hace en el cargo?
A sus socios no parece preocuparles la incoherencia. Los cómplices están centrados en las generales, mientras Carod Rovira visita Escocia y sueña con la independencia. Viene a ser, más que turista, un chafardero diversionista, que proyecta sobre nosotros sus obsesiones de fecha cierta (el fantaseado 2014) para que no pensemos en la que se nos viene encima en este peligrosísimo 2008.
No cal. De la cultura, por ejemplo, ya somos en la práctica independientes. Él y sus colegas de consistorio nos independizan un poco más todos los días.
¿Qué opinan de todo este horrible panorama el humanista Joan Herrera y el blandengue Saura? ¿No era que a los de la izquierda social catalana (no me refiero a los que se autotitulan de Esquerra y son de extrema derecha) les preocupaba el tema?
Obviamente no.
En ellos, del dicho al hecho no media un trecho, sino el abismo.
Ahora invertiremos según el plan maragalliano, en inmersionar a los niños y jóvenes de la inmigración. La iniciativa no sería mala, de ser otra la perspectiva desde la que enfocamos la educación. Mucha importancia al catalán, poca al castellano, y una limosna para la Literatura, la Filosofía y la Historia.
Están unidas, pero este otro Maragall, los hijos del PSUC -rojos o pintados de verde-, y los patriotas de Esquerra harán lo posible por dejar la asignatura de Historia sola en el mar, como una de esas barcazas de timón roto y velas desflecadas, que navegan sin rumbo cierto.
Penoso rumbo cierto, es en realidad, el que imparten estos timoneles de tres al cuarto. Y encima les pagamos para que nuestros hijos y nietos sean los más burros de la clase...

lunes, 21 de enero de 2008

LA CHINA

Fue invocada en sustitución de España por Antoni Bassas en su reportaje a Dolors Nadal, Vicesecretaria General del PP catalán y cabeza de lista en las venideras elecciones de marzo.

Frente al tema linguístico y la campaña del partido argumentando la inconstitucionalidad de la inmersión, en tanto vulneraría, a su entender, los derechos de educar en el idioma que deseen a los hijos de padres que opten por la lengua castellana, Bassas contraatacó preguntando a Dolors si entonces debiéramos permitir que las familias chinas residentes escolarizacen a sus hijos en ese idioma.

La dama respondió civilizadamente a tan salvaje provocación. Yo, catalán y orgulloso de serlo, hubiera sido menos cortés ante el petardo.

A leguas de distancia de un Josep Cuní o cualquier otro comunicador sensato (que los tenemos), para este cronista deportivo venido a más, al que queda grande el micrófono de Catalunya Radio (pese a los premios que le brindaron sus amigos), puso a España al nivel emocional que podemos sentir por China; país al que respetamos, aunque no pertenezcamos a su territorio o a sus costumbres, ni nos vincule siquiera un remoto pasado.

Vivimos en el mapa español circunscrito a Catalunya. Siendo un país genérico sin Estado propio como no sea el autonómico, sujeto a la Constitución, se ha nutrido de migrantes internos durante décadas. La fusión de sangres y sudores nos hizo poderosos en el concierto Estatal.
Ahora, los que llegan son inmigrantes de países en crisis. Muchos de ellos (por ejemplo los magrebíes u orientales y los provenientes de Europa del Este), ni siquiera hablan castellano.
Aquí praticamos el bilinguismo, y lleva razón Dolors mencionando la riqueza enorme que nos depara el valor.

El chinés no es la nostra llingua alternativa, senyor Bassas.

A menos que a usted le resulte España tan distante como China.
"China Popular", dijo hace poco Carod Rovira en aquella penosa comparecencia televisada, separándola de la otra de Taiwán; un islote donde sí impera el Estado de derecho; pese a figurar como República común y corriente.

En otros post, sostuve que las Folclóricas Coperas y las otras exaltan una España imaginaria, y de hecho prepotente con las naciones que la habitan.

Pero la prepotencia es un valor universal, no unidireccional. De manera que chapotea en todas partes, salpicándonos con aguas servidas, aunque ahora los que andan por aquí sostengan haberlas bendecido.

En Catalunya, ciertas especies propensas al comisariado político vigente en los predios totalitarios, nos venden otro país que no existe. El que mirándose el obligo obsesivamente, se cierra al mundo.

Carod & Cía son los heraldos de esa postura claustrofóbica. Están enfadados e insatisfechos consigo mismos, y esa inseguridad, proyectada agresivamente les conduce a bunquerizarse. Por eso insisten en afirmar una identidad despótica, que a la vez es materia personal. El manto patriótico procura camuflar esa patología, lanzada a capturar adeptos, sobre todo entre la juventud y sectores de la Catalunya profunda. Sin duda también existe, facilitada por nuestro pavoroso retroceso cultural.
Los códigos de comportamiento y el ritual patriótico de esta partida poco tienen que envidiar al integrismo.

Si no te educas en catalán y besas la senyera antes de irte a dormir, corres el peligro de que desde ahora un patriota como Bassas te compare con algún chino.

Pues no señor. Chino será usted. Y no lo insulto. Estando aquí, permanece lejos de la sensatez, de forma tal que le cabe medrar con el prójimo desde cualquier rincón oscuro del planeta. Creo incluso que, de residir en aquel país, integraría la nomenklatura que oprime a sus ciudadanos. Probablemente desde la radio, que es su medio.

La intemperancia, en cualquier parte tiene esa característica. Apiña a los compulsivamente autoritarios. Y Bassas, que nunca debió abandonar las transmisiones futboleras, es otro pájaro de éstos, empeñado en restar concierto a nuestra tolerancia.

Después, estos nazionalistas de ópera bufa se quejan. Dicen:"Los del PP son fascistas".

La culpa la tiene el otro. Siempre. (Allí está el mal, fuera de mi pura intención).

Pues bien señor, esta mañana de reportaje futbolero a una dirigente de esa formación, el fascismo lo observé en usted, pura y exclusivamente.

¿Lo entiende?




domingo, 20 de enero de 2008

EL PROLEGÓMENO

Es el que atraviesa Alberto Ruíz Gallardón en este Via Crucis de incógnita final.

Lo han ninguneado aquellos que se afiliaron a AP después de él. Entre ellos, figuran José María Aznar, Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre (o la Ira de Dios).
Se le tacha de ambicioso, desestimando la clara evidencia que señala en la ambición de cualquier político la nebulosa fusión entre los ideales y la gloria; o la gloria con el provecho.

Creo que las contenidas lágrimas de Alberto ante el maltrato de sus encumbrados conmilitones no son escénicas. La excitación del lagrimal provenía de una sincera emoción. Admiraba a su padre y abrazó la política fusionando ese culto con el de la tolerancia social y la buena gestión que los votos le encomendaran de ahí en adelante.
Hasta ahora cumplió el propósito.

Tal es la génesis de un político democrático, responsable de sus pasiones y afanes.

Ayer, en La Noria lo ensalzó Jorge Vestrynge; un testigo extraordinariamente fiel, curtido en el menester y por momentos sensato. Hoy las encuestas le sitúan por encima del Presidente Zapatero, aplastando de paso al temulento Rajoy y su Bruja Verde (dixit el Mago de Oz), la desesperante Esperanza, cuyos ruegos por la salud radiofónica de Jiménez Losantos (supremo detractor de Alberto) alcanzaron al real comensal de aquella famosa cena, dispuesta en tabla redonda y cuchillos afilados.

Lo cierto es que el puppet del PP y su puppeter en la sombra, gananciosos a la corta, pierden a una larga no muy larga, habida cuenta de la cercana fecha electoral.

Las diferencias entre Rajoy y Ruíz Gallardón, reconocen la nada pequeña que cabe entre tener un ventrílocuo o un mentor.

Y Fraga no es un mentor cualquiera. Es, fantaseando un poco, lo que Obi Wan Kenobi para Luke Skywalker. En cambio, para quién sea, Aznar se perfila como Darth Vader.

Las analogías que en el aludido espacio trazó Justino Sinova (excelente historiador, defectuoso analista) acerca de Alberto, situándole comparativamente maléfico en relación con la Aguirre (bien escenificada por el desternillante Vestrynge en su ímpetu tardío, propio de la Sección Femenina), no se sostiene en la realidad.

Y menos tras el insensato ninguneo, administrado por la discípula de Pilar Primo de Rivera con aquiesencia de Mariano.

Los del PP han cavado su fosa al bloquear un irresistible ascenso. Las encuestas posteriores lo demuestran, y éste es sólo el principio del fin. Por eso El Mundo abre el grifo a escritores que, nos sigan o no el rastro (que sí lo siguen, qué duda cabe, Pedrín) ponen los pies en la tierra.

En mi primer tomo sobre Perón centro el énfasis en el episodio carcelario que, en octubre de 1945 afirmó su casta de héroe victimizado ante millones de futuros votantes.
Huelga comentar el cuartelazo fallido que garantizó a Hugo Chávez diez años más de poder, o lo mucho que contribuyó la previa invasión mercenaria de Playa Girón en la perpetuación del régimen castrista.

Otro es el presente escenario. Sin embargo, la desesperación de los que resisten el poder de la realidad es igual a posterior fracaso.

Lo que Perón o Chávez no atesoraban es aquéllo que da solidez a la presente víctima: un mentor de hierro.

El Fraga Iribarne de hoy camina balanceándose, habla desdibujando un poco las frases y cuando escribe, su letra dibuja montículos de difícil interpretación. Pero uno le capta gracias a un vigor que supera con creces el pulso y la edad.
Él, lúcido y transformista hasta el último aliento, resume lo peor y mejor de España en los últimos cincuenta años.

Convengamos en que el aludido es una marca de fábrica, tan potente en el escenario político y el inconsciente colectivo como la Mercedes Benz.

Uno podrá cuestionarle por lo que se le ocurra, pero sigue en la brecha como una columnata cojónica, y su discípulo se aferra a ella sofrenando aquél ímpetu que en un primer arrebato le compelía a renunciar.

No sé a ciencia cierta si Alberto Ruíz Gallardón presidirá un día España. Pero de que su ausencia en las candidaturas del PP acentuará el desastre partidario, estoy persuadido; y no soy el único.

La candidatura de Pizarro, amiguete de Aznar, es un anzuelo económico destinado a pececillos asustados, y poco conformes con los temblores de Mariano Rajoy. A más de un jefe del PP con tradición le escuece que un advenedizo de fortuna acceda mediante cortos sudores a aquello que la laboriosa fatiga de años merece aventajar.

¡Qué se ha creído el tipo éste!- dirá más de un militante puro y duro.

Pues lo que Mariano Rajoy y su sombrío apuntador determinaron. Uno con la media intención pacata y la voz shesheante; el otro desde el más profundo rencor.

Mientras el momento decisivo se acerca, las folclóricas y los mundundis (éstos, francamente desorientados) seguirán con su campaña de descrédito antiliberal.

Apostaron a esa carta. La de los bastos y las espadas. Les mola y pertenece por Derecho Divino. Así lo auguran los obispos y sus laderos involucionistas.

Entre tanto, el gallardo Gallardón, guarda el pañuelo con el que amagó contener una lágrima huidiza y acepta situarse como esfinge en la campaña de su formación; probando que, por encima de su ambición, refulge como icono supremo el órgano de sus amores.

Siendo parcialmente cierto, no representa la entera verdad. La estrategia es probar su espíritu de sacrificio. Más qué por el Partido en abstracto -hoy manejado por sus enemigos- demuestra aquello que está dispuesto a subrogar en el presente por el bien de España.

De ahí su cumbre en las encuestas.

Con las distancias del caso, Perón hizo lo mismo en 1945, para ganar el año siguiente las elecciones.

Insisto en que, siendo gestor excelente a Gallardón le falta madera de líder absoluto e indisputable. En todo caso, reculó en el amago de tirar la toalla, gracias al providencial empeño de Fraga, el estimable respaldo del diario El País (preciada herencia del cariño que le profesaba el difunto Jesús de Polanco), la devoción irrestricta del ABC, y las encuestas.

En cualquier caso, deberá el héroe de marras aguardar las calendas de pasado mañana; no las de marzo.

Todo depende de lo que el PSOE de Rodríguez Zapatero cocine en la siguiente legislatura.

No obstante, la noche y Alberto, con 48 años, son jóvenes. Y la vieja España está hambrienta de luminosos amaneceres.
¿Quién no?






EL HAMBRE Y KARLOS

Lo clavó en pantalla Karlos Arguiñano durante el reportaje que le hicieron anoche en La Noria, probando una vez más su enorme calidad humana.

Es justamente un hacedor de manjares, el mejor junto a Ferrán Adriá que supimos conseguir en la era moderna de esta España algo rezagada en cultura y refinamientos, quién evoca el espectro del más viejo flagelo que acecha el existir. Y lo hace en un programa de sobremesa nocturna, de compatriotas más o menos satisfechos.

Sin escenificar drama alguno, le brota al vasco el sentimiento en el gesto y la voz, cuando menciona el hambre; también vinculado ayer noche al tema del aborto, tan demonizado por la iglesia actual.

Las pateras de los famélicos que han procreado a la que te criaste, afirman su criterio en favor del control de la natalidad entre nos.

¡Vaya un cocinero éste! Es uno de los que piensa y siente. No olvida su niñez de privaciones ni su juventud, contando los duros para comer una vez al año en el mejor restaurante de París, y hacer la digestión de la cena junto a sus amigos en el banco de las plazas o en las ochavas de los suburbios. Por eso hace de la amistad otro valor sentimental, sin escatimar la reverencia suprema a Ferrán; quien para otro espíritu menos sensible vendría a ser más un rival que el camarada de buena fórmula culinaria.

Cuando este formidable vitalista se arrima al fogón o monta empresas que refuerzan en una u otra forma la leyenda del yantar español, piensa en la gente.

En su buena y mala alimentación.

También le obsesiona el hambre de los que no comerán ni tres, ni dos, ni una sola vez al día. De ahí que él, que ha ganado fama, premios y fortuna a base de esfuerzo, evoque las pateras.

En esta Europa del consumo garantizado, el hambre es un mal recuerdo del pasado. Aquí, los mayores la hemos padecido durante años. Por eso algunos debimos emigrar con la familia. Los más, se liaron la manta al hombro y se las arreglaron como pudieron.

No fue fácil abandonar la tierra natal, y mucho menos aguantar lo que aquí llovió.

Hoy, tras largos años de extrañamiento, dolor y mucho esfuerzo, España es uno de los países desarrollados más solidarios con el Tercer Mundo. Las contribuciones individuales y gubernamentales cantan. Es cierto que no a todos preocupa el hambre ajena. Ésos son los que sueltan ese "¡qué se jodan!", tan repugnante que ya hemos comentado en otro post.

Pero son minoría. Restos del franquismo sociológico dispuestos a que retrocedamos en valores e ideas solidarias.

En cambio, nosotros nos empecinamos en sumar amigos que piensen en la penuria del prójimo y en una forma u otra colaboren a paliarla.

A veces los descubres a la distancia. Es gente con la que quizá nunca dialogues, pero que sin embargo incorporas al rincón de los afectos.

Y ese no es otro que el fogón que late en el lado izquierdo del pecho.

Desde anoche, creo que para muchos compatriotas más, el vasco Arguiñano cocina ahí...

sábado, 19 de enero de 2008

LECTURAS

Arranco con la de El Mundo.

Cruzo la barrera que alzan los titulares de la primera página, y registro la del mejor columnista del periódico.
Es Cuartango, sin duda un maestro. Pues es maestro quién nos enseña a mirar y a ver. Lo dijo un prologuista mío y hasta cierto punto le cabe.
En su columna, compara a Gallardón con Zinoviev.
Entre ellos y su activo median noventa años y el desarrollo integral en otro hemisferio, que anula tenazas dictatoriales y penas de muerte, trasladadas a votos. El registro del escritor sabe dibujar rebeliones más o menos soterradas; aunque no procedan del todo, dada la época convulsa de ayer y la naturaleza de polémicas que hoy y aquí, son apenas gestos, lágrima contenida y movidas de piso.

Zinoviev apoyó la huelga ferroviaria de 1917; lo que despertó el alerta roja en Lenin. El primero esgrimía una democracia social que chocaba con el cielo de piedra de la urdiembre; impregnada de despotismo asiático.

"No es de fiar"-sentenció entonces el caucasiano, sellando un futuro del que Stalin dio buena cuenta a posteriori.

El liberalismo de Gallardón tampoco era funcional, en especial para Rajoy, que es un uomo di palla de Aznar, el Stalin del sovietizado (entre comillas) PP.

No es que Zinoviev, o sus socios en desgracia Bukharin y Kamenev, presumieran de ser inteligentes. En realidad lo eran más que muchos y menos que algunos; pero los problemas del sagaz Lenin con la inteligencia se agudizaban desde el poder soviético y su estela totalitaria.

El dramático pleito entre las ilusiones y la brutal realización que las negaba, sería resuelto por el ataque cerebral y su temprana muerte. Stalin se encargó luego de despachar a los tres aludidos, y tras deportar al peligroso Trotski, ajustó cuentas con él a la distancia, echando mano de un sicario español.

Seguramente, Lenin había rumiado que el exit era lo mejor antes de darse de bruces con la realización de su pensamiento. De ahí provino en parte el ataque cerebral, y su penosa y corta sobrevivencia. Fue cómo largarse de la sala en sombras para no visionar el final de la tenebrosa película.

Su brutal sucesor prolongó aquéllo que Lenin deseaba y temía a la vez, consolidando una gigantesca colonia penal.

La circunstancia de Ruíz Gallardón tiene poco que ver ante un escenario desdramatizado. Su tormento de aparatchick caído en desgracia es anímico, no carcelario. Comparativamente, le asiste la razón. Cómo a los mencheviques frente a los que después asaltaron el poder.

Él constituye un destacado referente interno del PP; el guiño al centro derecha, captando votos moderados, mientras destina en genio y figura cantos de sirena a los disconformes con los excesos izquierdistas del PSOE.; que ahora rumbearán por doquier.

Su defenestración a manos de Rajoy, ejecuta el libreto diseñado por Aznar y sus asesores folclóricos o mundundistas (el receso histórico de una clase nos depara estas subespecies).

No es que sean maléficos estos indivíduos. Siendo demócratas de baja densidad, reflejan las tensiones de la sociedad actual desde su ala inmovilista, integrada por muchos adherentes.

Seguidamente, apunto otro desajuste en el artículo del señor Cuartango.
¿Cómo se mastica y digiere la comparación que hace de Esperanza Aguirre con Trotski?

No deja de ser un elogio, francamente inmerecido para ella. Aguirre (o la vernácula Ira de Dios) es la Salomé de Aznar, ofrendándole en la escena la cabeza del Bautista.

Lo dibujó un talento, y es éso. O sea, poca cosa. Una dama completamente accesoria y circunstancial sin mayores vuelos que los otorgados por la terquedad y el temperamento, fuerza la exclusión del enemigo interior.

En cambio, el creador del Ejército Rojo y la teoría de La Revolución Permanente era un paranoico genial, digno de estudio. Ruíz Gallardón no lo es tanto. Y mucho menos la señora Aguirre.

Dama suceso nada épico en las presentes circunstancias, a tenor de los superiores votos que obtuvo en su momento el caído en desgracia, y los que su barrido restará al pobre Rajoy.

En verdad, la desgracia y virtud de Ruíz Gallardón consiste en apacentar en este PP de hoy. Le viene de herencia, junto al doble cerrojo que completan su prosapia y el respetado mentor que ayer y hoy le respalda.

El incombustible Fraga Iribarne, jefe fundador de una formación que por esas cosas de la vida hoy lo atormenta en vez de erigirlo líder sucesorio.

La contradicción suprema del alcalde madrileño, radica en que, sin ser bisagra, nada sería. Y siéndolo por culpa de los más retrógrados, le sacuden como si fuera el muñeco de trapo maltratado por una niña caprichosa.
Bastó una movida de piso entre bambalinas para acometer la hazaña.

Seguidamente, pasamos del ensayo discutible, aunque retador y excéntrico de Cuartango (dado el medio), a un más espartano lustre de botines.

Y el esfuerzo lo realiza con la ira de siempre Isabel San Sebástian. Qué de teórica no tiene nada.

Periodista estrella del ABC que dirigía Anson, viene a emparejar en su ocaso el marujerio ultra de Carmen Tomás; folclórica par excellence.
Las dos parecen granaderos, sable en alto.

A Isabel La hemos sintonizado con el mando -a saludable distancia de su arresto-, abandonando arrogante no la Duma, sino una modesta tertulia.

Sus papeles perdidos los destina ahora a glosar pretendidas virtudes de Ramírez; a quién califica de virtual psicoterapeuta, habida cuenta del autoglorificado reportaje que le hizo el patrón a Rodríguez Zapatero.

¡Oh, sierva de minucias, que otorgas excelsa voz de barítono al aflautado sansonete del amo!

Creo, que en el listado destinado a la carne de diván que merecen ostentar los jerifaltes de la prensa escrita, el señor Ramírez ocupa uno de los puestos más relevantes.

Por contra, San Sebastián lo sitúa en el otro extremo de la consulta, de cara a una manumisión que estrella en los suelos su ya estropajosa fama de amazona.

La moza era una estatuaria de cartón piedra en su juventud, y ahora, con arrugas que marcan la mala uva, luce patética. Casi tanto como se manifiesta Esperanza Aguirre; con sus labios apretados y la media sonrisa, entre sardónica y represora.

El amo, de más dudoso sonreír, se dibuja peor. Le vimos en la semana crispado y reseco, cómo si lo hubieran envasado al vacío, en la rueda de prensa que montó 59 Segundos.

Si el futuro comporta siempre un misterio; el de la tropa de andrajosos conceptuales que presume de patriotismo negando la patria de los demás, es tan sólo un instante; resueltamente nada, en el devenir de los tiempos.

España es un hecho diverso. Único para ellos, y los que emocionalmente son casi nadie. O unos pocos locos apiñados y nada egregios, que no paran de jalar a la multitud.
Se creen los dueños de el mundo y lo son apenas en el papel, con mayúsculas tirando a menos.
Comparar estas tragedias domésticas con la épica de la Revolución Rusa, su impresionante escenario y algunos actores del drama, no es de recibo. Aunque ilustre y despierte interés.
La distancia que media entre el cuadro teórico como Zinoviev -actor secundario de un gran acontecimiento histórico- y estos modestos epígonos; sean víctimas o victimarios, excede nuestra virtud de modestos consumistas en un planeta desigual, donde la riqueza de unos pocos contrasta con el hambre y la sed de muchos.
De no ser así las pateras no existirían.
Zinoviev era de los que querían matar el hambre universal. Ruíz Gallardón apenas se contenta con lamentar la desigualdad que otros niegan desde su confortable despacho.
Convalidando eso mismo sin lamentar nada, están los de Génova, sus aliados y los tan piadosos obispos.
Amen.




















jueves, 17 de enero de 2008

LA DERROTA INGLORIOSA

Tal es el doble drama de Alberto Ruíz Gallardón.
Su derrota no es el producto de una batalla programática sin cuartel contra los cavernarios de su formación. Para eso hay que tener más carácter que aguante. Y él es una suerte de pollo criado a base de pienso quimicamente balanceado en aséptica granja modelo.

Alberto viene de buena familia y probablemente iba con el batín mejor planchado en la primaria. Lo imaginamos estrenando con buena planta sobrios lienzos sin mácula en la secundaria y la universidad. Como herencia de cuna, tampoco le faltaron los buenos modales que hoy le caracterizan, ni la cordial sobriedad en el trato; ésa mano izquierda que entreteje tantos lazos firmes en sociedad y en la política.

Los que conocieron a su padre, demócrata en épocas de tiranía, dicen que el hijo heredó sus virtudes. El entrenamiento de Fraga y la militancia partidaria, primero en Alianza Popular, luego en el PP, modelaron el resto.

Su segundo gran maestro fue y sigue siendo un gran admirador del estilo británico de hacer política. Y Alberto hizo carne del mismo. Pero estamos en España y, siendo entre nosotros la envidia un arraigado patrimonio, propios y extraños le observaron con recelo.

Quizá por eso sus conmilitones más reaccionarios le señalan ambicioso en extremo. Pero eso no es un defecto en un político democrático; pues quién no ambiciona servir a su país poniendo toda la carne en el asador, no llega lejos, y el actual Alcalde de Madrid, supo llegar...hasta Madrid.

Desde allí se labró prestigio; y de paso una escarpada cordillera de envidias en el interior del PP.

Claro. ¿Qué tendrá que ver un mozo cultivado y amable, con la vulgaridad de Zaplana, el nacional catolicismo de Acebes, la cortedad pueblerina de Soraya Sáez de Santamaría, la dureza militar de la Jefa de la Comunidad de Madrid, o el descarado charlatán de Teruel?

Si me apuran, hasta con los rudimentos de Aznar o Rajoy...

En cierto sentido le está pasando lo que a Pasqual Maragall, otro vástago de buena familia y alcalde de nota. Con la desventaja, para el segundo, de probarse mucho menos competente al frente de la tan decisiva Generalitat.

Maragall chocó, es verdad, con muchos obstáculos en su breve levitación de las alturas.

No es el momento apropiado para descargar sobre un hombre en su condición, el peso de señalamientos poco enjundiosos. Solamente diré, que lo recordamos como el mejor Alcalde que hasta hoy conoció Barcelona desde la Transición.

Alberto superó con creces otros desempeños en el cargo, y ello será reconocido. Horas atrás se imaginaba segundo del candidato Rajoy en las próximas elecciones. Y hasta quizá futuro vicepresidente si el gallego llegaba a La Moncloa. O sea, mucho más que Presidente de la Comunidad madrileña; cargo que detenta su gran enemiga Esperanza Aguirre; mujer de armas tomar y protecteur de su otro enemigo visible, el insoportable Jiménez Losantos.

Y no pudo ser, por una custión de lógica.

En realidad, Alberto no chocó con esta muñeca brava y el Pequeño César de los Obispos, sino con José María Aznar, que es quién maneja el Partido desde su fingido retiro; y ahí se pudrió toda la carne que el desdichado prohombre del PP había puesto en el asador.

No es que "Don Mariano" Gafotas bajase el pulgar, precipitando su ocaso por propia voluntad. ¡Qué va! Él está para lo que Josemari mande. Y desde hace años, el ex mandatario manifiesta inequívocos sintomas paranoides.

Para mayor desgracia de su víctima -visible en la depresión que exhibe ahora sin tapujos, como un niño castigado en clase por la maestra y el director-, le falta estatura política.

Y esto, que también en el más funcional Rajoy permanece ausente, es fatal para alguien que pretende trascender diferenciándose de la manada.
Cierto es que agregaba sufragios, y tal como apuntaron Fraga y la mayoría de los analistas políticos, su extrañamiento de las candidaturas comporta un mayúsculo error que pagarán caro quienes le marginaron.
Pero el mal está hecho y no hay vuelta atrás en la mutilación. Ahora, el PP es al completo, el partido de la extrema derecha católica.

Tan luego, en medio de este lúgubre duelo que vive lleno de zozobra, clavándose y desclavándose puñales imaginarios, Ruíz Gallardón hijo, protegido de Manuel Fraga Iribarne y respetado por conservadores sensatos, centristas cabales o izquierdistas tibios, decidirá qué hacer con su futuro.

En un primer momento quiso enviar todo al diablo. Después reflexionó. Un chico educado no manda a tomar por saco a nadie; aunque hoy las canas y la tristeza le invadan hasta las cejas.

Si como creo, es derrotado el PP en las generales, quizá tenga otra oportunidad; aunque no desde el liderazgo. A lo sumo, será consigliero o un buen lugarteniente del nuevo jefe si se refunda o divide el Partido.

Maragall ni siquiera intentó repechar la cuesta o emprender lo de Rosa Díez a la catalana, e hizo bien. Cuando un hombre público tantea sus límites y los acepta, adaptándose a lo posible tras renunciar a lo mejor, le hace un gran favor al prójimo.

Y hasta de paso, puede darse el lujo de despreciar a los que son peores.

El plato de la venganza, y Alberto Ruíz Gallardón tiene motivos para cocinarlo, se sirve frío.
El dicho será tópico, pero su rigurosa aplicación es más que constante.
Será en marzo...
















miércoles, 16 de enero de 2008

LA MAR EN COCHE

Repaso en Libertad Digital un artículo del argentino Marcelo Birmajer sobre la Colombia de Uribe. Veo que le entusiasma. Sin embargo, durante un reciente viaje por esos pagos, confiesa que los colombianos no sabían que responderle ante sus preguntas sobre Uribe y las FARC.

¿De verdad no lo sabían?...

Convalido la opinión que me hice del fulano tiempo atrás.

Ante un cuestionario del diario La Nación de Buenos Aires acerca de Jorge Luís Borges, sostuvo Birmajer muy suelto de cuerpo que "Los escritores argentinos somos sus hijos literarios".

¿En serio?

Excelente escritor, Borges era un reaccionario que odiaba a los pobres, y más aún si eran peronistas o gentes de izquierda. Su respaldo a los asesinos del Proceso le privó del Nobel literario con justa razón. Murió en Suiza, sólo y xodido. En realidad siempre lo estuvo y fue.

Parece evidente que Birnmajer no es pobre, ni de izquierdas. Es tan sólo un mediocre escritor de zonzeras; un mero reflejo del declive cultural argentino del presente y la desintegración de la clase media. No sé si los colombianos lo intuyeron. Pero si eran humildes lo pescaron al vuelo y más o menos enmudecieron.

No cabe gastar pólvora en chimangos, se habrán dicho.

Yo estuve en los socavones mineros de Bolivia en el 68, y en Lima, más o menos por esa época. Los cholos y los mestizos callaban frente al blanco, porque desconfiaban de él. Por entonces era un militante de izquierdas salido de las fábricas textiles y del metal, que vestía y hablaba sencillo, y ellos se sinceraron.

A los políticos y sus lacayos les decían -y siguen diciendo- "comemierdas". Es su lenguaje de toda la vida y les nace de la experiencia. Los blancos les han timado y explotado de contínuo.

Por eso hoy gobierna en Bolivia Evo Morales.

En Colombia es peor, por razones que ya son de dominio público. Algo escribí sobre el asunto.

Birmajer no es político, pero es lacayuno con los poderosos. Por eso colabora en Libertad Digital. Se siente hijo de Borges y con toda la cara nos mete en su misma bolsa.
Te lo digo en criollo:No m´hijo, nada que ver con vos y los de tu especie...

La mayoría de los colombianos no saben quién es Borges, pero le vieron el percal y no soltaron prenda.
¡Bien por ellos!


El Mundo es como una mina para el ojo crítico. Leo las escatologías de Martín Prieto sobre el voto morboso a una mujer o un negro en los EEUU, y concluyo lo que da de sí una pluma exhausta, tan corroída por el desengaño. Cuando se unen el escepticismo y la ausencia de fulgor, la vejez de un escritor es el vivo retrato de la niebla.

En menor grado resulta penoso Del Pozo. Ha tenido ideales y hoy quedan cenizas, en las que caben la escatología y el desengaño ante los rebeldes. El problema no está en ellos; le acompaña como un fúnebre manto en este declive indetenible, que no compensa en forma alguna el homenaje casero del amo y sus sirvientes.

La excepción ante la marea baja es el frescor en la ola de espuma que nos depara Cuartango y su bellísimo artículo sobre el Moscú sitiado por los nazis.

Confieso mi precipitación al haberle incluido en la partida de mundundis, y me retracto. En este notable cronista la pasión se une a la objetividad en su vivo pantallazo de aquellas jornadas heroicas, que Stalin intentó patrimonializar y la Historia puso en su sitio.

En ocasiones, con pocas palabras se retrata la intensidad de un drama lleno de coraje.

Arcadi Espada no significa nada fuera del bando antinacionalista. Tampoco mucho cuando echa mano de él. Pero en cualquier caso, su falta total de sentimientos resulta apabullante. Su mención de pensadores, literatos y políticos es pura estadística, generalmente sombría.


Observo en Público que Espido Freire recoje una queja de Juan Manuel De Prada sobre la crítica que algunos hacen de sus malas palabras en los artículos que pergeña (uso un término suyo, enredadoramente familiar) para el ABC.

Él repasa mis renglones en silencio, y sabe que soy uno de ellos.

Yo justifico las palabras en función de un relato. No hay malas ni buenas. Hay las que sirven y las que no. Y a De Prada pertenece el don especial de que las malas palabras sean, sencillamente gratuitas. Suenan mal y son realmente pésimas por éso.

En verdad, para entender lo que explico tendría que nacer de nuevo y ser otro.

Pero...¡Qué se le va a hacer!

En cuanto a la diligente Espido, estimo lógico que se solidarice con él. No por compartir tertulia en una emisora. Les parece original el lenguaje soez. Igual que a Martín Prieto y más suavemente a Del Pozo. La diferencia es que ellos son jóvenes.

Claro que, no siempre la juventud es un divino tesoro...

Cuando Hitchcoock perpetraba un crimen en la pantalla, lo sugería. Salvo en Psicosis, Cortina Rasgada y en especial Frenesí (donde no se privó de nada) solía emplear esa técnica. Es la que le dio presencia de genio en el cinematógrafo.

Si escribimos hay que sugerir. Las malas palabras deben, en lo posible, brotar de los labios del lector; que putea a nuestras entramadas criaturas, o bien...a nosotros.








EL OTRO PIZARRO

El conquistador añejo era un extremeño cruel. A él se debe la destrucción inicial del imperio incaico, y el ajusticiamiento del prisionero Inca Atahualpa, tras brirlarle bajo falsas promesas de libertad, una habitación llena de oro.

En cambio, este otro Pizarro, bautizado Manuel, es un enjundioso abogado del Estado, jugosamente indemnizado al abandonar la gerencia de ENDESA. O sea que, sin agenciarse del oro por la fuerza ni asesinar a nadie, se forró for ever.

Son las ventajas financieras y de movilidad social que ofrece la vida moderna, sin necesidad de incursionar peligrosos territorios ni padecer el efecto de las tormentas marinas, cruzando el Océano, prolongadas en tierra firme por masivas emboscadas, plagas diversas de difícil cura, picaduras de serpientes venenosas, mosquitos que traen fiebres complejas, y el vuelo de flechas o lanzas de filosa punta e impacto destructor.

Dicen que el dinero llama al dinero y es cierto, aunque no del todo si nos atenemos a su ejemplo. Para el señor Pizarro, una vez llena la bolsa cabe alcanzar la suprema meta de the power and the glory, aplastando al PSOE mediante la oferta pública de un proyecto económico ultraliberal, con tratamiento de shock en puerta.

El vehículo ajustado a tal fin es el Partido Popular.

Su inclusión como número dos en la lista de Rajoy (que tampoco es la de Schlinder) desbancando a Alberto Ruíz Gallardón, da el carpetazo a la coexistencia entre el ala centrista de esa formación y la derecha en estado puro; definiendo de una vez por todas la naturaleza actual de una partida de caza en la que José María Aznar nunca dejó de impartir directivas.

Este refuerzo de prestigio económico en época de crisis se acrisola mediante el respaldo de la Curia y los conocidos de siempre. A ellos el PP les debe una cohesión ideológica de la que carecía en los primeros tiempos, ya remotos, de acuerdo a la presente estrategia.

Ahora, el partido responsable de la complicidad con Bush y la sarta de mentiras y agresiones contra las reivindicaciones autonómicas, propaladas por su staff mediático o algunos caciques de su plana mayor, ha definido claramente su nacional catolicismo, junto a la férrea decisión inmovilista.

Es probable que obtengan buena parte del voto católico conservador. A cambio, perderán clientes de centro, que migrarán al PSOE territorial, o al PNV o CIU.

De momento, los cabezas de esta última formación han definido a Pizarro como anticatalanista.

Ya lo era el partido al que se adhirió por arriba mucho antes de contar con él.

Ahora, los perfiles de cada cual están definidos. El duelo que se avecina se realizará entre la ya cohesionada derecha nacional católica, contra la izquierda centrista del PSOE, sus aliados menos centristas y los mayores nacionalismos regionales; decisivos sumando escaños.

Lo malo para el PP radica en su aislamiento. Ruíz Gallardón, dilecto alumno de Manuel Fraga, popular en los madriles y cercano al moderado Javier Arenas, lo relativizaba un poco, entreabriendo una puerta al cambio. La decisiva intervención de Esperanza Aguirre, una Presidenta comunitaria que lo superaba en votos e influencias, selló inicialmente su destino.

La equivalencia política y personal de Aguirre con María Teresa Fernández de la Vega en el Gobierno y el PSOE actual, equiparan fuerzas, en los inicios de un siglo donde el liderazgo femenino occidental avanza con gran vigor en partidos y gobiernos.

Ahora, caídas las máscaras y desnudados los propósitos de unos y de otros, la justa electoral se dirimirá a golpe de votos, en previa y rumorosa campaña, de voces que ya amenazan con el Apocalipsis si gana el otro, o nos ofrecen por cuenta propia las mieles del paraíso.

Viejo influyente actualizado por su abandono de la sombra, este otro Pizarro simbolizará uno u otro estado de cosas, superando en vigor y carisma al temulento Rajoy.

Reemplaza en realidad a Rodrigo Rato, entregado de lleno a los negocios, tras su paso por la vicepresidencia y el FMI. El nuevo y tardío imán del PP guarda sin embargo grandes distancias del otro; economista de alta escuela (cómo Pedro Solbes) y con enorme prestigio internacional; del que carece esta pálida réplica que perece brotar de las rebajas.

Algo es menos que nada, pensarán quienes le ficharon ayer.

Seguramente. Pero alcanzar el poder en la España actual requiere menos conformismo y mucha más imaginación...