Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 31 de enero de 2010

OTRO SHAKESPEARE MEMORABLE.

En la escena, Louis Calhern (César),Greer Garson (Calpurnia) y Marlon Brando (Marco Antonio).

En plena era de refulgentes cinemascopes con banda ancha, rodó Joseph Leo Mankiewicz esta joya en blanco y negro, dotándola de los mejores ténicos y actores de la MGM en aquella época. Las crónicas de 1953 destacaron a Marlon Brando, situando a James Mason (Bruto) un peldaño por debajo, pese a que la crítica neoyorquina le consagrase el mejor actor del drama. Y así me lo pareció a mí esta tarde helada y de nubes negras sobre el Mediterráneo.

En la primera mitad del filme y hasta el asesinato de César a manos de Bruto, Casio y sus cómplices, Mason domina la escena, dotando a su criatura togada de esa mezcla entre idealismo, sentido del deber y la cierta vacilación que impone un ánimo culposo, arrimado a la fatalidad y la autodestrucción.

Junto a él destacan con muchas tablas detrás, Louis Calhern (César) y John Gielgud, el grande del teatro británico interpretando al intrigante y cínico Casio, alma gemela del Yago de Otelo aguijoneando un espíritu débil. Los demás cumplen cabalmente el rol asignado. En especial John Hoyt (Decius Brutus) y Edmund O´Brien (Casca).

La secuencia del asesinato en el senado está resuelta con dramatismo y sentido de la tragedia en movimiento.

El propio Mankiewicz se encargó de seleccionar los cincuenta diálogos más significativos de la pieza original sin lesionar su espíritu.

La segunda parte otorga al entonces joven Marlon Brando -apenas asomado en la primera- la chance de cantar un responso subversivo al pueblo, congregado frente al cadaver yaciente del César. La riqueza de este parlamento original permite al gran emblema del Actor´s Studio y estrella de Hollywood erigirse en el Marco Antonio plasmado por el Bardo, llevando a la multitud el doble mensaje de la dudosa honorabilidad en los conjurados y su abierta condición criminal.

Los causales aparentes del estropicio radican en la conversión de César en emperador, aboliendo de hecho la República y con ella las prerrogativas de sus oligarcas del Senado. Pero Shakespeare no se queda, según su invariable costumbre, en la superficie de las cosas y se lanza a explorar la ambición de los conjurados, sus sentimientos de envidia e inseguridad ante la grandeza del rival y su complot de jauría.

El tratamiento de Marco Antonio -exento de todo otro análisis- se centra en su deseo de venganza. Odia a los asesinos de su jefe y luego de expulsarlos movilizando al pueblo los perseguirá hasta exterminarlos, por la vía militar y el consiguiente suicidio de los dos principales cabecillas del magnicidio: Bruto y Casio.
El rol de las mujeres de César (Greer Garson) y Bruto (Portia, encarnada por Deborah Kerr) pasa por la angustia de presentir a sus maridos envueltos en el destino trágico del Idus de Marzo. Ambas mueren tras el múltiple apuñalamiento, según se aclara en la segunda mitad del filme. La tradición shakespeareana les ha brindado en muchas de sus grandes tragedias la sepultura final.

Qué decir sobre los impresionantes diálogos, llenos de aforismos y reflexiones grandiosas sobre la vida, la muerte, el poder y la gloria que no se haya dicho ya.

A Shakespeare hay que leerlo y meditarlo para descubrir, entre infinitas búsquedas, los íntimos pliegues de su densidad dramática y calado humano. El filme no se queda atrás. Es un regalo en imágenes de buena parte de su texto, seleccionado cuidadosamente por el director; temprano guionista (hermano de otro algo mayor), productor y luego director en Hollywood. Su afición por la psicología, presente en otras obras memorables (Todo sobre Eva, una de ellas) encaja como un guante en el texto clásico del genio de Stratford- upon- Avon.

No descarto que en este traslado a la pantalla haya pesado en Mankiewicz -que era un liberal de izquierdas y jefe del sindicato de guionistas en plena era Mac Carthy-, la necesidad de proyectar la atmósfera turbia de acoso y derribo que destila esta pieza.

Quizá por ello el único Oscar del año aquél se lo llevo la dirección artística. Brando y Mason lo merecían más que William Holden por Infierno 17, buena pieza de Billy Wilder aunque inferior a este insuperable Julio César. Clásico entre los clásicos...

sábado, 30 de enero de 2010

"COSAS VEREDES CHANCHO...": LA SEÑORA FERNÁNDEZ Y LAS CARNES PORCINAS.

La caricatura mixta que enfadó a la apetente de cerdos pertenece a Hermenegildo "Menchi" Sábat, el más grande caricaturista rioplatense.

Todo viene a cuento por un nuevo enojo y su posterior descarga emocional ponderando la carne de cerdo ("chancho" en criollo) para el consumo nacional, en vista de lo poco digerible que viene resultando el de su gestión

En los Kircher la ira se dispara a la menor contrariedad mediática, se trate de artículo, denuncia o estornudo. Sus bestias negras no pararon de crecer desde años ha. En la nueva fase, declinante tras la pérdida del control congresual y las constantes fricciones con Cleto Cobos y el señor Redrado por cuestiones de potestad funcionarial, amaneció una sorprendente ponderación de la carne del chancho superando su provecho calórico y riqueza en grasas, para derivarlo al refuerzo sexual, en desmedro del viagra.

La señora Fernández mencionó al respecto un apasionante fin de semana en el Calafate, luego de zamparse algunas afrodisíacas piezas porcinas.

Gran parte de sus compatriotas se ve en figurillas para llegar a final de mes. Otra nada desdeñable come de los cubos de la basura o mendiga un bocata. Seguramente algunos instantes de pasión malvivirán entre recibos impagos o cartones viejos y latas oxidadas, pero las delicias del Calafate sólo las conoce ella, y los pocos que puedan pagarse una confortable suite en las lujosas edificaciones hoteleras que levantaron ella y el socio, con quien es, suponemos, que cumple sus deberes de esposa. Que a la dama le gusten las carnes del chancho no es una novedad. Sí el provecho que su consumo administra al sexo. Yo, por ejemplo, no lo sabía. Agradezco la instrucción. En adelante procuraré agenciarme de alguna chuleta si la crisis que vivimos en estos otros pagos me lo autoriza.

Así, mientras ella, Aníbal Fernández, su marido (me refiero al de ella) y los Verbitsky disparan tomates contra Martín Redrado, desautorizándole la renuncia, al tiempo que bloquean su ingreso al despacho en aras de una defenestración en toda regla, la patronal de Kraft Foods (propiedad de Ben Bernanke, chamán numérico de Obama) desconoce a los delegados elegidos en la última asamblea.

A Cristina Fernández no le preocupa el desconocimiento de leyes expresas que deben cumplirse en el área laboral por parte de una multinacional. Para eso está el ministro, señor Tomada, grato a patrones y burócratas sindicales mafiosos. Su noción de la democracia social no cruza la barrera de la demagogia clientelar, propia de esta desangelada facción peronista.

Le molestan por encima de todo "Menchi", el diario Clarín y Cleto Cobos (increíblemente promocionado por el aglomerado opositor, a falta de líderes y programas renovadores). No ya Duhalde ni Macri o el ex velocista Reutemann, empecinados en clavarse un puñal diferente todos los días.

La base de la sociedad que intenta democratizarse apuntando más arriba comporta para la dama una anécdota poco importante. Su comentario sobre la carne de chancho y la buena cópula ("coger", le dicen allí ) -especialmente frívolo, aunque fruto de una inteligencia en la que prima el instinto antes que la razón-, no hace más que retratar la naturaleza de este poder, cada día más grotesco e insalvable para la Historia.
"Cosas veredes...y crederes, Chancho."


viernes, 29 de enero de 2010

LA NUEVA ORDENANZA: MORIR DE PIE, ENTRE LOS 65 Y LOS 67 AÑOS.

El presidente español y su mandada en asuntos económicos...

...han resuelto que buena parte de los futuros jubilados celebren el cobro de la pensión bailando el fandango que tan bien ilustró el gran mexicano José Guadalupe Posada. Especialista en calaveras animadas.

Nada me sorprende en esta Europa liberal, tan afecta a recortar beneficios sociales ya magros, con el miserable argumento de la mayor longevidad de la población. Cómo si vivir superando las previas marcas de nuestros padres y abuelos fuera un privilegio. No un derecho que acredita el progreso.

Detrás de la especie cuentan la crisis económica y la pasta que el Estado arrancará -por la vía del desembolso, y el consiguiente ahorro en las erogaciones pensionistas- del sudor y el esfuerzo de sus caballos cansados, llevando el término a los 67 abriles desde el 2013.

Una cosa es trabajar en lo que a uno le gusta, otra en lo que no tiene más remedio. La mayor parte de los asalariados y autónomos pertenece al segundo segmento. Esto quiere decir que su trayectoria laboral ha sido desgastante y gravosa para la salud y el equilibrio emocional. En otros países más avanzados (Francia se cuenta entre ellos), la edad límite es de 60, siendo superiores las pensiones básicas. Aquí se actualizaron sin cifras que permitan sobrevivir con una vejez digna, a menos que planes privados hayan engrosado la hucha durante el periodo otoñal en ruta al invierno.
El pretexto que pone por delante la superior esperanza de vida de la población en relación con la otros paises avanzados contradice sueldos medios que no están a esa altura. De estarlo viviríamos más, y sobre todo (esto no se computa) mucho mejor.

El gobierno socialista, tan rimbombante prometiendo nuevas partidas sociales ha girado a la derecha, en consonancia con el Partido Popular y las formaciones dominantes representadas en la CEE. A lo de las pensiones y su restricción se agrega un recorte de 50.000 millones de euros en los gastos presupuestarios, más el ya resuelto impacto del IVA, elevado en dos puntos (del 16% al 18) a mitad de año. Así se enjuga el déficit y se cuadran las cuentas del Estado desde el actual déficit del 11% al 3% (sobre el PIB orilla ya el 60%) establecido por la Comunidad. De paso se aventaría la amenaza que se cierne sobre el actual sistema de pensiones, "técnicamente" insostenible a mediano plazo.

Al ser planes "técnicos" que precisan ser convalidados por las Cortes, aguarda al señor Rodríguez Zapatero, Presidente de turno en el Consejo de la CEE, una previsible tormenta social, pese a la debilidad estructural de los sindicatos vernáculos. De momento los dos principales partidos coinciden en la ofensiva, destinada a recortar beneficios sociales en la perspectiva de congelaciones salariales, nuevos despidos masivos (probablemente liberalizados), y racionalización laboral a full.

La crisis golpea duramente a España y su clase política -salvo excepciones poco significativas en poder de voto- reacciona en sintonía con las de otros países en dificultades. Por lo tanto y según la tradición, la crisis la pagarán los más débiles. No por ejemplo el vampírico sistema bancario español, del que tanto se ufana el Presidente socialista en los foros internacionales.

Lo de las pensiones es una muestra miserable de planes reaccionarios. La tercera edad y aledaños es la más vulnerable a ser predada sin la consiguiente reacción organizada. Por ello, los viejos asalariados o autónomos son por ritmo de envejecimienton las víctimas inmediatas del ajuste. El par de años que media entre los 65 y 67 afectará a los que nacieron a partir de 1959. Son decisivos una erosión física y mental que a partir de los 60 años se acelera extraordinariamente. En Francia lo entendieron, por eso la edad de jubilación es esa.

Los argumentos respaldados en las estadísticas de longevidad no parten de tales coordenadas. Ni de la premura por acometer la recta final de las vidas ensanchando los pulmones en las plazas públicas paseando a los nietos, viajando con la pareja hasta dónde lleguen los ahorros aprovechando los planes del Imserso, o haciendo lo que a uno le venga en gana y no pudo antes.

Parte de los que extiendan por fuerza los años de vida laboral una vez sancionada la Ley, morirán trabajando, de pie, camino al fandango del cementerio, que Posada ilustra con tanto realismo bajo la instantánea de los dos verdugos sonrientes.

Ellos son el brazo ejecutor de una casta escindida de la sociedad civil y sus sectores más vulnerables a los sismos económicos. En realidad se lo deberemos a los partidos políticos que supimos conseguir y sus bien forrados representantes.

Si no, que se lo pregunten a Maciá Alaverda, el señor Prenafeta o el mindundi sociata de Santa Coloma de Gramenet. En pocas horas reunieron 2.500.000 eurazos para salir de la cárcel. Son la punta de un íceberg sólo representado por el Tío Gilito y sus montañas de oro en los comics del pato Donald; oculto en la realidad aunque de sobra lo presumamos.

A ellos y quienes son como ellos no les afectará el ajuste y su apartado jubilatorio.

Por ello no me vale que Zapatero y Rajoy sean honestos ciudadanos. Que lo son. Gobernar para el Soberano y su partida de veteranos requiere otra moral social...

jueves, 28 de enero de 2010

Prologo a la Edicion Argentina de Perón. Luz y Sombras. Volumen 1


He querido recordar al querido amigo e inspirador de mi obra reproduciendo su prólogo para una teórica edición argentina que jamás se realizó. Por fortuna, "Tito" leyó el segundo volumen antes de fallecer con 79 años en Buenos Aires, rodeado de los suyos e ignorado por las necrológicas de los periódicos de su País, para vergüenza de sus hombres de prensa y políticos. En cinco de las siete visitas que realicé a Buenos Aires disfruté de su compañía y permanente aliento. Era un porteño de los de antes con una vida llena de experiencias y valores. De hecho me brindó antes de conocerle una parte de esa vitalidad, mediante su libro "Mercante, el Corazón de Perón", obtenible en las librerías porteñas. Coincido en el enfoque, y cuándo le decía que su obra era más importante que la mía por haberse anticipado a lo que después realicé, me decía:

"Dejáte de joder "Nano", vos sos Hemingway".

Destaco que cumplí sus expectativas historiando el cenit peronista y su deriva. El maestro lo esperaba y el alumno cumplió. Puede que más adelante otros lo hagan mejor.

Por ahora y pese al desdén inaudito de gentes de allá y de aquí, "Tito" querido, nadie nos ha pisado el poncho...

Palabras del Doctor Domingo Alfredo Mercante para la edición del primer volumen de "Perón. Luz y Sombras"


Cuando Joan Benavent me pidió que prologara su obra desde aquí, me invadió una agradable emoción. Hoy, después de leer su contenido aquel sentimiento se transformó en deleite.


Se dice que a medida que al hombre lo va alcanzando la madurez, recuerda con mayor facilidad los episodios vividos en su infancia o adolescencia que aquellos más próximos, y noto que al ser víctima -o beneficiario- de ese estado, mas útil he resultado para Benavent en esta bella obra.


En 1943, año en el que se produjo la Revolución que llevo a Juan Domingo Perón a la Presidencia de la Nación, era yo un adolescente con 16 años de edad. El acontecimiento que nos sorprendió a todos los argentinos aquella mañana lluviosa del 4 de junio, poco llamó mi atención. Estaba finalizando los estudios secundarios, y mi pasión por la historia del país me condujo a evaluarlo como la repetición de aquél otro levantamiento militar ocurrido 13 años atrás, y que se mantuvo como comentario diario hasta el momento de este otro.


Mi familia estaba integrada por mis dos abuelos paternos, y don Domingo era el hombre del riel que lucia orgullosamente la condecoración que le había concedido la Infanta Isabel al conducirla, en oportunidad de su visita al país en festejo del centenario de la independencia en 1910, a la ciudad de Luján, sede de la Virgen protectora del pueblo argentino; mi abuela doña Flora, en tanto, la típica y fiel esposa que a fuerza del fruto del trabajo de la pareja acumulaba despaciosa pero firmemente, bienes inmuebles hasta alcanzar el numero de 18. Mi padre Domingo Alfredo, educado en ese ámbito y militar ponderado, respetuoso de las leyes que regulan los destinos de la comunidad, estaba un poco más a la derecha del gobierno recién derrocado, por lo que no me alarmo en demasía el acontecimiento.


Por lo demás, sabido es que los hechos más incomprensibles no actúan sobre nuestra razón si se operan todos los días; y Argentina, lamentablemente, es un país que desde 1810 vive de manera poco pausada tales capítulos.


Pero el desarrollo de los hechos posteriores llevaron a mi padre, el Coronel Mercante, a desempeñar trascendentes actividades en el nuevo gobierno, y en 1944, ya estudiante universitario, algo más que la curiosidad me condujo a acompañarle en su diario quehacer, actividad que mantuve hasta 1952, haciéndose más intensa mi participación con el curso de los años.


Viene ahora Benavent a refrescar aquellos recuerdos, de hechos en los que pocos ciudadanos participan cuando están protagonizados por el Poder (así, con mayúscula), "dominio, imperio, facultad y jurisdicción que uno tiene para mandar a ejecutar una cosa" según la primera acepción que el diccionario de la Real Academia Española da de esa palabra, peligrosamente atractiva y origen de tantos beneficios y maldades.


Este extraordinario hombre que es el amigo Benavent, interpretó con profundidad y estilo impecable el acaecer del peronismo desde los años iniciales en los que el "Líder" se educa, se forma y se manifiesta como tal, hasta aquel de mayor brillo: su ascensión al poder total, la Presidencia de la República.


Espero ansioso que con igual maestría nos describa pronto los del cenit y los del derrumbe. Nunca será bastante para los hombres la enseñanza producto del exceso en el ejercicio del poder, a pesar de que sólo sería necesario para ello recordar conceptos tan antiguos, como el que señala que los buenos fines sólo pueden ser logrados usando de medios adecuados. El fin no justifica los medios por la sencilla y clara razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines obtenidos.


Pero no deseo apartarme del elogio ganado por Benavent. Volcó en su trabajo la misma atención y placer que mostraba en nuestras conversaciones; en su examen de constancias fotográficas y documentales sobre cada hecho, cada acontecimiento que marcaba la senda del ascenso de Perón al liderazgo político y al poder. La satisfacción se reflejaba en sus ojos y en observaciones que permitían adivinar una acertada conclusión: el castigo no consiste en la des posesión de lo que ya se poseía, sino en el alejamiento de algo que hubiera podido alcanzarse de no haberse cometido el error; porque las reformas pueden liberar a los hombres de un sistema pero también inducirlos a males de otra naturaleza.


No espere el lector que se sumerja en estas apasionantes páginas encontrarse con un simple relato de la vida y obra de Juan Domingo Perón. La obra de Joan va mucho más allá; no sólo analiza una posición política utilizada como símbolo e instrumento del poder, sino que lo hace también acompañándola con la virtud, la que, unida al discernimiento, ha iluminado a los hombres que han estado más cerca de la libertad.


Adelante querido lector. Llegará usted, tanto a la riqueza del espíritu humano como a la de esa inmensa fuente del mal, que es la codicia del poder y la sed insaciable de éxito y dominación personal.


Habrá asistido así al nacimiento, formación, desarrollo y consecuencias, de la creación del "Minotauro"de Bertrand de Jouvenel.


Dr. Domingo Alfredo Mercante

domingo, 24 de enero de 2010

BATIR AL ENEMIGO.















Las imágenes cantan. A la síntesis gráfica de Gomila, la suceden Eduardo Duhalde, el periodista Fernando Laborda, los Kirchner bañados de confeti y la independiente centroizquierdista Margarita Stolbizer. A Verbitsky ya lo ventilé bastante...
Las juezas camerales Do Pico y Herrera han hundido el Fondo Bicentenario y el uso gubernamental de las reservas sin autorización del Congreso. Al hacerlo dejan al poderoso matrimonio en paños menores. Sin desmedro de la catástrofe que aborda el poder en la Argentina asoman posturas que representan grupos antagónicos en el concierto opositor. Desde El Salvador, el señor Duhalde embiste la política "montonera" de la Casa Rosada en relación con el Ejército y la represión de los años ´70. Aquí es dónde el señor Fernando Laborda enseña la pezuñita desde el diario "La Nación".
En el artículo "Los Kirchner entre la espada legislativa y la pared judicial" el alquilón comenta exaustivamente la debacle oficialista, promediando su artículo con la siguiente parrafada acusatoria.
"Como cuando se ataca a la jueza Sarmiento por ser hija de un militar...etc, etc".
Debió decir de un militar genocida, que no es un militar cualquiera aunque fuese del montón, en los años de plomo y desapariciones".
Esta nada casual omisión de Laborda lo pone en sintonía con Duhalde y su devoción por los gallardos represores del viejo Ejército Argentino.
En la vereda de enfrente Horacio Verbitsky no se priva de señalar a Duhalde como un nostálgico del poderío militar como reaseguro de control estatal, camuflándolo con una supuesta tutela castrense de la juventud descarriada.
Lo de Parentini Posse no era casual. Vino a ser como el perro de la RCA en los viejos anuncios que subtitulaban en leyenda la imagen, con "La voz del amo".
En el punto lleva razón Verbitsky frente a Laborda y los análisis economicistas de Carlos Pagni, excelente pluma técnica al servicio de los Mitre.
A menudo la objetividad de ciertos juicios o análisis es extrapolable a efectos prácticos de quienes la proyectan. Cabe a cada uno interpretar lo útil y descartable de cada argumento esgrimido en este complejo puzzle.
Varios articulistas remiten el breve protagonismo de Redrado al olvido. El vicepresidente Cobos intervino en tal sentido. Para héroes numantinos que resisten desde las entrañas del monstruo, se basta y sobra él.
Entre la probable candidatura del bisagrón Cleto para el 2011 y las declaraciones del hijo de Alfonsín sembrando ilusiones que se ven venir en la suya propia, prefiero la nada a lo poco.
¿A qué Alfonsin rendiría homenaje el vástago, a quien enfrentó a los represores, o el que les regaló la leyes del Punto Final y la Obediencia Debida, postrándose ante Menem?
Cierro el post con Margarita Stolbizer, felizmente apartada de Elisa Carrió y el señor Gil Lavedra, miembros de pleno derecho al territorio Gorila.
Marga exige a la Presidenta que termine con la teoría de las conspiraciones "...dedicándose a gestionar para que todos vivamos mejor".
No es una invitación a compartir la pipa de la paz. Sin embargo, olvida que el único deseo manifiesto de Cristina y el socio mayor radicó hasta hoy en su exclusivo bienestar.
Pagni explicita tras mencionar otras maniobras poco claras, que "la propia familia Kirchner compró terrenos fiscales en El Calafate por 132,000 pesos (unos 25.000 euros, para venderlos apenas dos años más tarde por 6.300.000 (dividir por cinco en el cambio en euros).
El enemigo a batir era distanciarse un poco más de la pobreza y los pobres de la Patria. ¿No?...

domingo, 17 de enero de 2010

ÉTICA, PARENTELA Y AFRENTAS.













Los Kirchner en la ejecución de la partitura de poder, por Gomila. Verbitsky, por sí mismo. La jueza Sarmiento, estratégicamente expuesta en la tapa de Página 12. Y por último el martillo judicial, aplicable en símbolo a una condenatoria maniobra, digna del mastín de los Bakersville.
"He sido peronista desde los trece años. Periodista desde los 18. He dejado de ser peronista en 1973 y dejado de ser montonero en 1977. Sigo siendo periodista".
La vibrante declaración es de 1992. Y Horacio Verbitsky sigue siendo el mismo; aunque es necesario descorrer el velo de su síntesis final. Y el ejemplar de "Página 12" el día de la fecha pone en duda la verdadera naturaleza de su vocación
El periodismo del que habla es decididamente afrentoso en los titulares de su más reciente vertido:
Tras "La familia judicial tiene prontuario" (supuesto absurdo pues la judicatura carece de parientes), implosiona el bofetón en letra destacada:
"El mago de la picana"
No es que deba absolverse a ningún represor civil o militar de los "años de plomo". Si el coronel retirado (e imputado por la fiscalía) Luís Alberto Sarmiento fuera presunto responsable de torturar y asesinar prisioneros de las guerrillas, debe pagar por ello. Pero vincular la intención de su hija amparando a Redrado (la jueza María José Sarmiento), a un antecedente represor por vía parental, no siendo de recibo resulta canallesco y gangsteril.
Verbitsky la muestra resabiada ante "un gobierno que impulsó el enjuiciamiento de aquellos crímenes". La defensa que el periodista de marras hace de sus amigos lo señala, admitiendo Néstor Kirchner que la jueza "demuestra la independencia que hoy goza el Poder Judicial en la Argentina".
Mal que pese a los señores Kircher, así es.
Si en todos los casos tuviéramos en cuenta la influencia familiar como motor de las reacciones humanas, habríamos de contrastar la honradísima y social trayectoria de Don Bernardo Verbitsky, padre del dicente, con este retoño, cercano ya a los 68 pirulines aunque tan "periodista" como en las 18 primaveras, según pretende, asimilando la profesión al sacerdocio.
Entre el excelente autor y periodista y su vástago, media la distancia que separa la Tierra y la Luna. La cuestión radica en la ética. Bernardo era un comunista convencido. Horacio un oportunista resabiado y tormentoso. El resabio contumaz justifica el apodo de "El perro", nom de guerre de tan acusado doble vínculo como su destinatario. Alude a la conocida vocación de mastín y los malos humores que agitan su vida.
No está claro lo que pintaba el supuesto peronismo integrando los staffs de "Primera Plana" y "Confirmado" o su fraterna amistad con el Comodoro Güiraldes, suerte de padre adoptivo a tales efectos. Tampoco la adscripción a un grupo terrorista (los "Montoneros") de ideología imprecisa, navegando entre Perón y la rebeldía juvenil "Evitista". Firmenich y la plana mayor de la banda eran tan oportunistas como él, alcanzando gracias a su obsesión por escudriñar vidas ajenas el rango de Jefe Operativo.
Lo peor del oportunismo letal fueron los tantos jóvenes que murieron creyéndoles honestos y patriotas.
Doy un paso atrás en la olvidada jefatura de Verbitsky para destacar su impunidad, y la afición expresa de enlodar al enemigo conspirando contra su vida y hacienda. Hace dos años, cenando con un periodista de investigación en la Recoleta hablábamos de Rodolfo Walsh, Miguel Bonasso y Verbitsky. Yo comenté:
"Walsh fue asesinado a mansalva, Bonasso se salvó raspando y desde sus libros posteriores no mostró arrepentimiento alguno. El más listo ha sido Verbitsky; aplaudido en foros internacionales y virtual patrón de un diario, mientras una parte importante del país vive entre harapos y ruinas, o con pagas misérrimas".
No voy a discutir la contribución de este señor a la democracia enfrentando a Carlos Menem. Sí en cambio esta alianza con Néstor Kirchner, posterior a una previa ausencia autocrítica digna de su soberbia.
Integra el cuadro de la vieja soberbia montonera que tan bien describió el fallecido Pablo Giussani, y que conservan intacta pese a los años sus "socialdemócratas" de hoy.
¿Qué mimbres le unen al maquinador ventrílocuo de su socia -la que insulta al funcionario rebelde y la jueza interviniente en su despido-, quien perora de conspiraciones y ataca los medios opositores amparada en su condición de mujer, con el señor Verbitsky?
Un doble vínculo de intereses y carácter. Néstor Kirchner es maquinador, prepotente y rencoroso. Un virtual tirano que la joven democracia austral, débil aún en nutrientes, tolera ante la dramática ausencia de cohesión ciudadana en este país fracturado en dos, o en tres segmentos sociales y sin una elite consolidada que enfrente la corrupción, ni la creciente miseria popular; verdadera usina de desesperados y delincuentes.
La instantánea que "Página 12" colgó de la jueza (reproducida en este artículo) es la peor que de ella se pueda obtener.
Verbitsky sugiere que, además de retrógrada, la señora Sarmiento es estúpida. Una foto mala la tiene cualquiera, pero si un tipo de su calaña anda cerca y te odia, la destacará en portada y sobre el prontuario que luego deslice con torticera intención.
En ningún instante (al menos por ahora) pondrá en ridículo "el periodista" a los benefactores de sus retorcidas urdiembres. Sobrando paño para cortar la tela, prefiere vestirles de gala. Desde siempre le encanta maquinar asesorando a los poderosos. Primero fue el sector Azul del Ejército, luego Firmenich y probablemente Güiraldes. Pasado el amargo trago del Proceso, ni Alfonsín ni Menem le precisaban. Para esos menesteres se bastaban solos o tenían tropa propia.
Más precario en su habilidad política, Kirchner recurre a él.
Un seguro servidor desde los 18 años, y los últimos 50, para quién se tercie, otorgándole eso sí, rango, fortuna y hasta algún foro internacional.
A propósito de la penosa deposición Verbitskeana, ¿habrá visionado este señor "La caja de música"? De ser así se identificó de cajón con el padre de la abogada en el filme de Costa Gavras; un croata nazi. La incalificable ofensa a la jueza Sarmiento es un búmerang que en el viaje de retorno le da de lleno.


sábado, 16 de enero de 2010

LOS MENTORES Y LAS VÍCTIMAS DE UNA ENORME TRAGEDIA.
























Imagen 1: Lienzo del neoyorkino Jean Michel Basquiat, descendiente de haitianos.
Imagen 2:Haití y sus dramáticas horas tras el terremoto que ha segado más de 200.000 vidas, afectando a 3.000.000 de personas.
Imagen 3: Los marines norteamericanos desfilando en 1919, tras la Gran Guerra. Antes habían desfilado calando bayonetas en Haití y la vecindad limítrofe de la República Dominicana.
Imagen 4: El ex Presidente Jean-Bertrand Aristide y su mujer en el forzado exilio surafricano.
Imagen 5: Rafael Leónidas Trujillo. Dictador dominicano y feroz masacrador de decenas de miles de haitianos en los años ´30.
Imagen 6: Francois Duvalier y su retoño, sátrapas que ocuparon respectivas presidencias desde 1957 hasta 1986, reprimiendo a sangre y fuego ante la absoluta pasividad de la comunidad internacional.


Nacido a la independencia en 1804 luego de vencer sus ejércitos de campaña a las tropas francesas, el Reino Haitiano devino posterior República sin avanzar hacia la prosperidad. Francia había convertido su colonia en un puerto de esclavos arrancados por la fuerza del continente africano, y la elite nativa integrada por mulatos se ensarzó en luchas sangrientas por el poder. Hacia 1914 era tal el desdmadre político y la invariable miseria popular, que los EEUU, tan piadosos con los pobres y desamparados, envió una partida de marines recién aventados en 1934, sin mejorar para nada las hambrunas cotidianas. En el Haití de entonces se cultivaba la caña de azúcar, se exportaba café, poseía bosques de buena madera y poco más, como no fuese una mano de obra a precio de saldo que fue aprovechada a fondo por el neocolonialismo mediante sus multinacionales y la oligarquía nativa.


En aquellos años gobernaba la otra porción de la isla el tirano más feroz del Caribe: Rafael Leónidas Trujillo Molina, Generalísimo y benefactor de su feudo: La República Dominicana. Era una herencia consular de otra incursión de los soldaditos del norte. Trujillo frenó el éxodo de famélicos haitianos enviando sus carniceros al otro lado de la frontera, donde escarmentaron para siempre a decenas de miles. Nadie se conmovió ni denunció este holocausto, salvando los comunistas de la zona. Pero la deriva de Haití, con o sin masacres de importación, siguió su curso. Con el mismo los bosques fueron desapareciendo por dos vías: la voracidad taladora de las empresas madereras, y los humildes pobladores, precisados de leña para hornear las escasas viandas. Desde siempre el cultivo de pequeñas huertas sustituía la debilidad del comercio y el avituallamiento ciudadano. Pero un cultivo sin fosfatos ni riego adecuado empobrece la fertilidad del suelo hasta llevarlo a los mínimos que hoy se observan en la producción del café y el azúcar. Con una inmensa mayoría de la población viviendo en la precariedad de chabolas montadas con lata aplanada y cartones, era necesario emplear la mano dura. Las sucesivas dictaduras se encargaron de ello. La peor de todas fue la del médico Francois Duvalier, elegido a través del voto aunque rápidamente erigido en tirano sangriento. Su Ejército privado, los "Tonton Macoutes", practicaron el pillaje oficial y los asesinatos en serie por cuestiones políticas o mafiosas. Tanto Duvalier como su hijo - cultores del vudú, las mórbidas santerías y sus rituales, que permanecieron en el poder un total de 29 años- como los que le precedieron o sucedieron, se apoyaron en una minoría mulata enriquecida, y propietaria de fastuosas mansiones en barrios exclusivos. Pese a que la religión oficial es el cristianismo, con el vudú se practica una santería de premio consuelo ante el atraso y las continuas penalidades de una vida cotidiana signada por la violencia y la temprana muerte.


Sobre el final de los años ´80 emerge con gran ímpetu el primer líder populista haitiano: Jean-Bertrand Aristide, un joven salesiano adscrito a la Teoría de la Liberación. Enemigo del país que asesoró y armó a los sucesivos dictadores militares y civiles que tiranizaron el país, ganó las elecciones en 1990. Duró apenas un año. Previamente había sorteado varios intentos de asesinarlo. El drama de Haití y la burla absoluta de la voluntad popular la reflejan los vaivenes del propio Aristide, restituido por una nueva compulsa electoral en el 2001, y vuelto a derrocar en el 2004, siendo expulsado a Sudáfrica. La piedra de amolar que últimamente se observó en Honduras con Zelaya auspiciada por la falsa neutralidad de Washington, fue empleada mucho antes brutalmente con otros mandatarios latinoamericanos (entre ellos, el más destacado Salvador Allende) . Aristide, saboteado por el Departamente de Estado y sin créditos o inversiones a la vista, había establecido vínculos con Venezuela, Cuba y los sandinistas nicaraguenses, aunque el drama de Haití lejos estaba de menguar.


En los instantes previos al devastador sismo, el promedio de ingresos diarios de cada superviviente arañaba un dolar diario; el analfabetismo alcanzaba el 50% de la población, el promedio de vida se cifraba en los 49,6 años y funcionaban 1000 teléfonos a trancas y barrancas. Una de las plagas más frecuentes radicaba en la tuberculosis, y la magra alimentación incluía fango en la confección de una suerte de galletas consumidas a diario por la mayoría de los 8.000.000 de almas hacinadas en el territorio.


Ahora serán menos, con el agregado de cientos de miles de heridos, enfermos graves y amputados. El país, dónde la educación pública se supone gratuita pero en los hechos apenas se deja ver, carece de petróleo, gas, agua potable garantizada, sanidad y cualquier riqueza exportable, salvado pateras atestadas de famélicos navegantes que se cuentan entre los más capturados (y maltratados) por la Guardia Costera de los EEUU.


Las potencias occidentales discuten ahora condonar al país su deuda externa, cifrada en poco más de 1.ooo millones de euros. Obama ha enviado medicinas y víveres. Él es un afro americano, más "americano" por cierto, que los descendientes de esclavos pudriéndose entre las ruinas de su tierra, bajo los rayos del Sol caribeño o la luz de la Luna. Sólo postal romántica en las baladas que exaltan el turismo; sorteando la mitad de la antigua "Española". Aquella que pisó Colón en 1492, pisoteó la brutal colonización gala y ha venido atenazando sin piedad el imperio del Norte desde el siglo XX, sin que a nadie en este planeta insolidario se le caigan los anillos ni la poca vergüenza en el XXI.


En la tragedia de Haití el racismo inherente a la especia humana se ha cebado especialmente. Por ello, las tropas que desde hace años ha enviado la ONU se han ocupado de regimentar algún nivel de seguridad interna ante la previa anarquía que preludió y sucedió al último golpe de Estado contra Aristide, y nada más. Las posteriores elecciones y la última gestión de René Preval (ex partidario del depuesto líder) nada cambiaron.


Es probable que este devastador sismo concientize un tiempo a los ciudadanos del planeta. Pero de no adoptar ayudas y tutelas permanentes que restañen esta hecatombe y permitan desarrollar niveles aceptables de vida para sus habitantes, las esperanzas de que la República de Haití abandone el horror cotidiano serán vanas.




































































viernes, 15 de enero de 2010

HAITÍ...

FRENTE AL DRAMA HAITIANO UNO SE PREGUNTA QUÉ HACER CON ESTE MUNDO EN EL QUE DE PRONTO, UNA ENORME TRAGEDIA PROYECTA EL INFIERNO EN LA TIERRA. EN VERDAD EL INFIERNO ESTÁ DONDE SIEMPRE, ENTRE NOSOTROS.
Y ASÍ SERÁ MIENTRAS NO DECIDAMOS TERMINAR CON EL OLVIDO DE LOS QUE SUFREN CADA MINUTO DE SUS VIDAS. COMO SI EXISTIR FUESE LA PENITENCIA DE UN HORRENDO PECADO ANCESTRAL QUE PAGAN LOS QUE NACEN Y MUEREN POBRES. J.B.

miércoles, 13 de enero de 2010

LOS MUÑECOS MENTIROSOS.

La pareja de poder reprisando al muñeco de Collodi, en los lápices y pinceles de Agustín Gomila.
Como a "Pinocho", el muñeco de madera con corazón humano tan aficionado a mentir, les crece día a día el tamaño de sus narices. La diferencia es que los Kircher son de carne y hueso con corazones labrados en madera.
Nada de lo que digan o hagan transpira verdad, salvando una realidad objetiva que señala exactamente lo contrario. Desde la derrota electoral el torbellino de despropósitos y tropelías motorizado por la pareja no ha cesado. Escraches judiciales en "Clarín", con subsiguientes bloqueos de distribución -cortesía del cortesano "sindical" Hugo Moyano y sus huestes- y ahora presiones, y amenazas virtuales sobre la jueza Sarmiento. Poco antes una maniobra preventiva movilizó al magistrado Oyarbide en una clara maniobra de prevaricación, destinada a eximir a los Kirchner de corrupciones dinerarias de abultado monto, valiéndose de sus cargos e influencias. Al no cuestionar la fiscalía el tongo del juez, quedó cerrada la investigación.
Lo del Fondo Bicentenario y la pretensión de arrancar del Banco Central 6.500 millones de dólares de las reservas de divisas para hacer frente al pago de deuda externa fue menos existoso, dado el coste político y la enorme polvareda alzada. La descisión cautelar de Carmen Sarmiento reponiendo a Martín Redrado en el Central, pese al cese ordenado por Cristina Fernández, no buscó otra cosa que delegar la decisión final sobre el destino de Redrado y los fondos al Congreso. Entre tanto un juez norteamericano embargaba caudales del Central depositados en la banca local esgrimiendo deudas pendientes, y beneficiando a inversores locales.
Ahora la Presidenta arremete contra Cleto (Cobos) en sintonía con su marido, acusándole de conspiración. De ella formarían parte Eduardo Duhalde y la derecha peronista en alianza con portavoces conservadores de la otra derecha.
En parte lleva razón. Pero no se trata de una trama golpista a la antigua usanza, sino de otra, que precipite la renuncia de Fernández, la consiguiente derrota del consorte maquinador y la celebración de elecciones anticipadas.
Me viene a la memoria la campaña de igual signo que la derecha mediática y el Partido Popular desarrollaron en España contra las últimas boquedas de Felipe González, tras años de desgaste y una corrupción generalizada en las esferas de poder.
La diferencia en las cargas contra el enemigo era justamente la centralización opositora en una formación de derechas, que entonces viraba al centro procurando seducir a los desencantados del socialismo.
En Argentina no se observa tal centralización. La ventaja que acompaña las últimas cargas de los Kirchner contra el destino, se apoya en esa balcanización opositora carente de líderes con arrastre.
Se me dirá que la señora Carrió tiene arrastre. Pero lo que arrastra esta rara mezcla de Evita y Godzilla no aglutina peronistas disidentes de peso. Y al parecer, en el 2011 las variantes peronistas continuarán siendo mayoritarias de derecha a izquierda, con o sin un caudillo que convenza al modo de Menem en 1988, o Néstor Kircher en las últimas generales, aunque el personaje se enrocara finalmente siguiendo el manual de estrategia de Juan Perón en sus jueguecillos de ajedrez, dispuesto a volver en el periodo siguiente.
En este sentido, Cleto es una invención temporal de alquimia política surgida de la rápida descomposición de kirchenerismo y sus aglomerados. Ante los opositores a los Kichner y los antiperonistas en general, viene a ser Cobos un resistente numantino del funcionariado, abriendo un surco en el flanco gubernativo.
Por ahora, y en vista de su éxito permaneciendo en el puesto y mediando un sueldo pagado por los contribuyentes, lo imita Redrado.
Esto sólo es posible por el descrédito público de los multimillonarios Kirchner; su despotismo y falta de transparencia en cruciales apartados del desempeño público. Refleja además un serio desgaste en los protocolos de Gobierno; aunque también que la democracia funciona y el Poder Legislativo (que ampara a Cleto, y de momento a Redrado) no es una simple polea de transmisión de la voluntad del Ejecutivo.
Los dos últimos mandatarios argentinos, impuestos por las circunstancias, el voto y el vínculo marital, son en su deriva la manifestación palmaria de que la vieja potestad presidencial no es la que fue.
Antes bastaba que las Fuerzas Armadas lo demostrasen enviando a civiles a Marín García, echándolos del despacho con un taconazo y la exhibición de armas reglamentarias, o secuestrándolos en helicóptero; siendo sustituidos por dictadores con charreteras y soles de oro. Con la democracia se reforzó el cargo sin las charreteras ni sol alguno.
En el presente nadie, ni siquiera estos malos imitadores de Silvio Berlusconi en la Argentina podrán imponer su voluntad prescindiendo del Poder Legislativo.
"Tengo mucha fortaleza. He enfrentado situaciones muy difíciles en lo personal y en lo político, como las que vivió todo el país. Y ya en democracia como legisladora, era una voz solitaria. Estoy en este lugar y no me pienso mover".- ha dicho la señora, calificando a Redrado de "okupa" y a la jueza Samiento de "chica delivery" (de los mandados) sin detener constantes salvas contra sus opositores, políticos y mediáticos.
Sería una legisladora solitaria. Ahora es una Presidenta rodeada de auténticos mandaderos y truhanes, que ha triplicado en muy poco tiempo una fortuna considerable junto al socio Gerente. Opulencia económica que, sumada a la creciente desigualdad social imperante en la Argentina, le comporta el descrédito, y en lo que resta de mandato enormes tropiezos.
Ya que es amiga de Felipe González, debiera tener a bien consultarlo en la emergencia. Seguramente, nuestro ex -cadavérico a efectos eleccionarios aunque la CEE le declare uno de sus "monos sabios"- le aconsejaría andar con pies de plomo en adelante y hablar en voz muy baja hasta las elecciones del año próximo.
Seguramente el marido desestimará el consejo. Acostumbrado a patotear y amedrentar guanacos (deporte de entrenamiento en la niñez de Juan Perón), la obligará a secundarlo camino al barranco. Y ella, pobrecita, que de solitaria de verdad nunca ejerció más que en algún que otro romance comentado en los mentideros, le llevará el apunte...
Hay mucha plata en juego como para "partir peras"o disolver semejante SRL. El lujo untuoso e insolente del complejo turístico levantado en Calafate proyecta la exhuberancia del emprendimiento dinerario y su cuota de narcisismo. Además, pese a la gauchada de Oyarbide y los fiscales, nunca se sabe lo que puede pasar una vez jubilados de la política.
Si las leyes de Punto Final y Obediencia Debida son un recuerdo, habrá mecanismos que reabran causas, de las que ciertas huellas dactilares no se han borrado.
Si no hay crimen perfecto, la imperfección se extiende a las tropelías del saqueo, la coima, las comisiones, el soborno y los negocios apañados desde el poder durante años.
En los procedimientos de esta clase interviene mucha gente. Pero en el dique seco se asfixian los peces gordos, medianos y pequeños. Y con lo que resta de humedad en la poca agua estancada, a los muñecos mentirosos termina pudriéndoseles la madera del corazón.
Todo poder corrupto alimenta una corte milagrera de timadores a su medida, que queda pagando y se desbanda en el crepúsculo.
Sin tropa no hay botin, y sin botín tampoco hay jefes supremos a los que obedecer, honrar... y no delatar.

domingo, 10 de enero de 2010

QUÍTATE LA CARETITA PA MIRARNOS FRENTE A FRENTE.

Horacio Verbitsky sin la careta, y a la sombra de un poder nefasto.

Miguel de Molina recitaba la copla envuelto en blusones de manga ancha y pantalones pegados al cuerpo con gran arte. Y Verbitsky ha procedido a quitarse la careta, aceptando el viejo desafío ante la tormenta que se cierne sobre la Casa Rosada.

Para eso están los amigos.

En la portada de hoy y en voluminosa letra que intenta en vano tapar el foso que separa a la sociedad argentina de sus gobernantes, el Maquiavelo de Página 12 designa a Néstor Kirchner como "El hombre de la Plaza Rosada" parafraseando mal a Borges, cuyo "hombre" no era el guapo de una plaza rosada inexistente -para el caso sería La Casa Rosada-, sino de una esquina imaginaria, más propia de la Enciclopaedia Británica que de cualquier barrio porteño aromatizado en bosta de carreta y puchero en los comienzo de siglo.

Para guapos, prefiero el tangible Ecuménico López de Eichalbaum, puntero de políticos venales y víctima final de un destino anunciado. Sin embargo, pese a que el de sus socios mayores también se anuncia -y con altavoces- Verbitsky insiste en mitificar a Néstor Kirchner en este salvavidas mediático lanzado descaradamente al pantano de poder en auxilio de su criatura. De paso le inventa una sensibilidad social y un progresismo inexistente, o frívolo en todo caso. Hay que repasar cuidadosamente el cuestionario, sus respuestas y los comentarios del ex jefe de la inteligencia montonera y asesor dual del Comodoro Güiraldes y su tropa criminal, para trazar la alarmante radiografía de una simbiosis prieta de ambiciones de poder y dominación.

Mientras la jueza María José Sarmiento acusa recibo de afrentas policiales y llamados sin identidad en horas de madrugada, tras su fallo reponiendo a Martín Redrado en el Central, el clarinetista sorbetero sin acordes que lucir, ensalza al estrábico "Padrino", merecedor de un filme criollo acorde con su calaña, definiéndole como un "peleador que tanto irrita, como admira".

La coma la pongo yo para que no permanezca poco clara la intención del dicente. Queda en duda quién le admira hoy.
Tanto a Kirchner como al quintacolumnista les apasiona administrar el espionaje, el acoso y la prepotencia con sus enemigos por los medios que la época autorice. Patos a batir, nunca opositores, según estipula el fair play democrático negado por el populismo.
La filosofía aplicada por Juan Perón a la política era idéntica. Fue el maestro, la luz de todas las pálidas velas y cerillas prendidas que lo sucedieron.

Kirchner está probando ser -ya lo dije en más de un artículo- aventajado alumno suyo, incluso en el uso y abuso de la Dama en el tablero de ajedrez político.

El reportaje del ex "perro" reaviva perlas que Kircher se atribuye como logros. Él y no Menem fue quién resultó el domador del Ejército, destituyéndose años después al General Brinzoni. Lo fundamental fue acometido por el "Turco", y no a cusa de causales humanitarias o justicieras, sino de control absoluto de poder sin molestas interferencias. Y para quitar márgenes de maniobra a una corporación estatal no hay mejor cosa que pulverizarle el presupuesto.

Las virtudes que el entrevistado se atribuye renacionalizando la economía y sancionando leyes progresistas, o impulsando el ajuste de cuentas con el pasado "Procesal" -contra la opinión de Duhalde y otros fantasmones- sería plausible, sólo si desestimamos las consecuencias de impacto popular que presidieron las movidas.

En el punto la sagacidad, unida a una experiencia de vago compromiso antidictatorial, captaron desde el poder las señales dominantes en la sociedad

Pero para el multimillonario Kirchner, antiguo rematador de viviendas y licuadoras; soldado de fortuna con gran sentido de la oportunidad y probada experiencia controlando un pago chico, el bienestar de las masas y la ética son valores agregados a un vasto plan de remate y apropiación. De eso sabe más que nadie en los alrededores. En cambio, a Verbitsky, rebosante de pulsiones sádicas, le interesa aconsejar y maquinar. Lo conforma el goce sombrío bien tarifado, con algún seguro de riesgo por si las tornas cambian. En ese terreno pisa firme, sin guardarse en lo más mínimo de aplastar y pisotear la verdad las veces que convenga.

Aquél que huye de la suya propia, escapa de todas.

La verdad es lo único que nos hace libres; en cambio a ellos les incordia.

Remito a mis lectores el ejemplar matutino de la hoja kirchnerista. Horas antes, el ex secretario del legendario comunista Rubéns Iscaro y hoy servidor opinante de los que mandan, señor Pasquini Durán, perpetraba en el reino impreso de Verbitsky (Página 12) un canto de gesta de Cristina Fernández, mera inversión de género para esta reposición austral del drama de Macbeth.

Su antípoda existe en la Argentina de hoy: es la venerable jueza, señora Sarmiento, a la que no tiemblan el pulso ni el martillo a la hora de dictar justicia.

Aunque la jauría apele ganando la partida, los maquinadores y ambiciosos perderán la guerra.

Tras la inevitable derrota de los insensatos, quedará pendiente la victoria del pueblo argentino y una democracia social, republicana y, por encima de todo y todos, avanzada.


viernes, 8 de enero de 2010

LA VIEJA POTESTAD

Certero perfil de Cristina Fernández y su bastón, que el talento del artista platense Agustín Gomila sugiere violín.
En la actualidad argentina la democracia aún atraviesa la fase presidencialista. El estigma viene de lejos, por influencia de la colonización española y un legado autoritario que de hecho reforzó la muy posterior figura presidencial.

Hipólito Yrigoyen fue el primer Presidente democrático elegido por sufragios no contaminados por el fraude. Su gestión compatibilizó la existencia de los tres poderes elevándose por encima del que le correspondía, tanto simbólicamente como de hecho, al intervenir provincias desafectas a su credo. La constitución autorizaba los procedimientos, pero su número fue juzgado excesivo y a la postre, sirvió de pretexto para interrumpir por la fuerza su segundo mandato.

Los interregnos militares de Uriburu y Justo fueron dictatoriales, reforzando in situ un presidencialismo debilitado por el asedio reaccionario, en el caso de Roberto Ortiz, y vuelto a reforzar aunque por breve lapso mediante Ramón Castillo. Ambos sucedían a Justo por efecto del fraude.

El golpe militar del 4 de junio del ´43 devolvió el poder al Ejército. Tres generales se sucedieron hasta la elección plenamente democrática de Juan Perón, alto oficial surgido de las entrañas del golpe.

Transformado en líder de masas gracias a profundas reformas sociales, efectuadas en su momento contra viento y marea, Perón fortaleció el presidencialismo hasta límites dictatoriales que, no obstante, preservaban la existencia del Parlamento (mayoritariamente adicto), junto a un poder judicial subordinado.

Una vez derrocado tras nueve años de poder absoluto, los interregos militares se sucedieron sin que la exaltación presidencial fuera mitigada, salvando el caso del radical Arturo Umberto Íllia. Sencillo médico cordobés y político tolerante, fue otra víctima de los cuarteles y su debilidad electoral.

La figura absolutista del caballista Juan Carlos Onganía operó reforzando nuevamente un liderazgo, esta vez remitido a las Fuerzas Armadas.

Los inmediatos sucesores fueron de breve curso. Con el retorno a la democracia y eliminado de la escena Héctor Cámpora, el envejecido Perón volvió a potenciar la potestad del mandato presidencial. Su esperpéntica sucesora cavó aún más la fosa de aquella democracia débil e inoperante, surcada por asesinatos de Estado de nuevo formato genocida e insensato terror juvenil. Con el "Proceso" y suprimidos los tres poderes en beneficio del monopolio militar del terror, la figura presidencial perdió gas en favor de un ejercicio de facto colegiado, por parte de las tres armas.

La elección masiva de Raúl Alfonsín restauró la democracia y la dignidad de la figura presidencial, tras el terror generalizado y los desastres militares, pero su fracaso económico, precedido por ciertas temulencias ante los cuarteles de entonces y el peronismo sindical volcaron la balanza y el voto a favor de Carlos Saúl Menem.

No hubo -ni es deseable que se repita- un gobierno "democrático" tan venal y absolutista como el de Menem. Sus diez años de virtual emirato, repartidos entre dos presidencias, destruyeron la cohesión social de la sociedad argentina, El uso de la mayoría congresual absoluta como arma arrojadiza para imponer planes económicos contrarios al interés nacional y social no fue novedoso como estrategia de poder. Juan Perón lo había perpetrado antes, sin la intención ni las consecuencias del caso.

No obstante, ni con De la Rúa o Duhalde se apreció la huella menemista de acumular poder y fortuna como ahora; cuando las señales de codicia contrastan con una miseria popular que avanza como la marabunta. El matrimonio Kirchner reitera los peores momentos del presidencialismo, en detrimento de la deseable República Parlamentaria. Su reciente revés en las urnas refuerza esta otra perspectiva aunque la flojedad y dispersión de sus opositores por izquierda y derecha no presagien grandes momentos.

El episodio Redrado, el pleito criminal presentado por los abogados del Ejecutivo y su destitución final, argumentando insuficiente respaldo congresual -por cuestión de formas y procedimiento ante la supuesta indefinición de competencias en la nueva legislatura- vuelve a revelar hasta qué extremo el refuerzo y peso del presidencialismo es decisivo en los asuntos de Estado.

La única salida a este conflicto que va a más, radica en un juicio político a la Presidenta. Liso y llano. Mecanismo autorizado por la Constitución, debe implementarse ante la insensata escalada de poder de un matrimonio enriquecido a la sombra del poder, que insiste en desafiar con arrogancia inaudita la sensatez ciudadana.

De no realizarse, los Kirchner desatarán nuevas tormentas. No hace mucho señalé ciertas intenciones facciosas por parte de la derecha peronista en alianza con políticos conservadores, dueños de la tierra y algunos periódicos. Pero los acontecimientos vuelan en esta tormenta desatada por la voracidad de la Casa Rosada y la residencia de Olivos. Cuando no se interpretan correctamente las señales que la sociedad emite a través del voto y la prensa, aunque ésta sea opositora y amague ribetes insidiosos o aglomerantes, se cometen graves errores. Si se las desconoce, se perpetran desastres en cadena.

Las atribuciones de un presidente democrático deben servir a los ciudadanos que pagan su sueldo, depositándole su confianza. La idea de la señora Fernández y su pícaro consorte radica en servirse de ellos, creyendo que la vieja potestad otorgada por la historia a los mandatarios argentinos es de curso eterno.
Y nada lo es. Menos que nunca ahora. De ahí que quepa la premonición objetivamente sugerida más arriba por la caricatura, y Cristina deba tocar el violín -en vez de usarlo tan malamante como bastón-, en otra orquesta.


jueves, 7 de enero de 2010

ARGENTINA: LOS GAJOS DE LA MANDARINA


El matrimonio de poder bañado en confeti. Otros tiempos. Ahora toca replegar banderas antes de que el fuerte viento opositor las haga jirones.


La intención de echar mano de las reservas para pagar cuotas de la deuda externa y la negativa del Presidente del Banco Central, Martín Redrado, provocó la exigencia de renuncia y su inmediata negativa en un nuevo caso Cobos.

Las leyes otorgan una cierta autonomía operativa al BCR, siempre sujeta al acuerdo legislativo.
La reacción del Gobierno ha sido ponerle un pleito penal al funcionario.
Tras el nuevo cuadro congresual la vieja prepotencia gubernamental pasó a la Historia, y con ella la chance kirchneriana de hacerse con las divisas para hacer de ellas lo que ordene su voluntad. Pudo con los seguros privados adscribiéndolos a su estrategia al decretar la estatización de sus fondos. Con esto otro lo tiene peliagudo, cuándo no imposible. De momento, a la firme postura del señor Redrado se le suman la izquierda y la derecha parlamentarias, con sus popes económicos.

En la abundante merienda de los que gobernaron Santa Cruz con el santo y seña del "ordeno y mando", y ya a los postres, la mandarina que comparten frugalmente perdió gajo tras gajo, reduciendo materia comestible. Cleto, los que se fueron dando un portazo o recibieron una patada en el trasero, con vengativos escaños escaños a la vista, y ahora Redrado, dejan la fruta bajo mínimos.

El matrimonio contraataca afirmando alianzas con Moyano, al tiempo que desclasifica los documentos reservados de la siniestra etapa "Procesal"; un guiño a la izquierda y la sociedad civil proyectado contra sus enemigos de la derecha peronista y los nostalgiosos, ocultos o manifiestos de la "mano dura".
El fracaso rotundo del experimento Posse estimuló ilusiones que procuran realizarse enviando el balón al corner.

Llamarse a engaño sobre la naturaleza voraz de los inquilinos de Olivos y la Rosada es afición de unos pocos. Para colmo de males, lo que resta de la mandarina sabrá a amargor. El azúcar agrio existe.

Es la sobrevida de las horas muertas que lo pudre todo.