Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 2 de marzo de 2014

"SALVADOS!" Y UN FIASCO


El 30 de enero escribí en Twitter:
"Estupenda noticia. Pedro J.Ramirez, el sátrapa mayor del periodismo amarillo termina de caer de su pedestal, argamasado en estuco y bosta".

La reciente entrevista de Jordi Évole al sujeto no sintonizó con mi frase. Su programa es bueno cuando contrasta comportamientos, destapando chanchullos y privilegios. En el emitido hace unos minutos no siguió esa ruta. "El Mundo" fue, es y será una hoja amarilla de extrema derecha, enemistada con los derechos humanos. Salvando la excepción de Antonio Gala, el resto de columnistas e informadores son pura morralla de la prensa escrita. Algunos, como Federico Jiménez Losantos, Arcadi Espada y Salvador Sostres, pertenecen al lumpenaje y los bajos fondos de pago. Otros, representados por Luis Maria Anson, el tradicionalismo carca. Ramirez es responsable de su inserción y la de varios "arrepentidos" de la izquierda, como Raúl del Pozo, falso maestro de las letras adaptado al rol de chivato desde el contacto con altas esferas de la política; actuación visible en el "Caso Bárcenas". Évole no escarbó en este estercolero, que durante un cuarto de siglo y hasta hace poco cocinó el amigo de Aznar y Esperanza Aguirre. Esos son los personajes que sintonizan con su tenebrosa idea de España, y la fobia recurrente hacia todo lo que huela a izquierdas o derechos democráticos, plasmada hoy por sus rivales del PP y su gobierno.
Dichos lazos desvelan su tendencia a conectar con oscuras tramas corruptas y deshechos sociales, pese a que denuncie algunas de ellas. Fue temprano descubridor de Jiménez Losantos y otros miserables, porque reflejan aspectos de su propia personalidad. Sintoma que nos refrenda el repugnante video sexual que protagonizó, y le grabaron desde un armario otros delincuentes, opuestos a él por razones políticas, a instancias del gobierno González. Évole rozó el tema sin profundizarlo, como todo lo demás.
Por úlimo, cabe que relate un breve episodio mío conectado con este ambicioso intrigante del Cuarto Poder. Cuando edité el segundo tomo biográfico de Perón, giré un ejempler del libro a los grandes periódicos. Ramirez demoró unas horas en apropiarse del nudo dramático basado en una pesadilla en uno de sus capítulos, para adaptarlo al de un juez enemigo (no era Garzón) en uno de sus farragosos y mal escritos mensajes dominicales. Esa es su honestidad personal y periodística. Nada raro en su operativa y la de sus colaboradores, pues Anson hizo exactamente lo mismo con un artículo de mi blog, dedicado a Chaplin.
Luego, no puedo menos que celebrar su cese, aguardando la pronta desaparición de la criatura que fundó, empleándola como arma arrojadiza en el respaldo de sus cómplices, tan venales como él. La colisión con Rajoy y su banda a raíz del asunto Bárcenas no fue consecuencia del eclipse, si bien pudo favorecerlo. La causa de mayor peso fueron los malos números de venta; mal que en particular afecta a los medios de la derecha, monopolizadores del papel. Tampoco el conductor de "Salvados !" hizo sangrar la herida abierta.
Tal vez haya sido Wyoming, veterano conociendo el paño del sujeto, quien haya anunciado el derrotero de este programa fallido, afirmando "que sería otra ficción, tras la del "Palace".
En consecuencia, si en el otro imperó la imaginación virtuosa, en éste la estrella fue el entrevistado. No es la primera vez que ocurre. Con Artur Mas, cometió Évole el mismo error de enfoque. Parece evidente que hay empresas que lo exceden. Un fallo humano frecuente en el periodismo y todas partes.

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