LOS RESPONSABLES DEL CRIMEN SA

                 

Rajoy y su cara de poquer bajo la sombría mirada de Aznar

Cuando se habla de los responsables últimos del 11M no se menciona a quién lo provocó desde la jefatura misma del Estado Español, al asociarse con Bush y el británico Blair en la tristemente célebre Reunión de las Azores, con hospedaje a cuenta del entonces Presidente portugués y hoy burócrata de los que cortan el bacalao en Bruselas; José Manoel Durão Barroso. Allí se dió luz verde a la invasión de Iraq, encabezada por los marines del Pentágono. La venganza islamista no se hizo esperar, causando más de ciento noventa muertos y muchos heridos en la Estación madrileña de Atocha. De la tragedia que enlutó España, Aznar y sus huestes hicieron responsable al terrorismo de ETA. Era un bulo, montado aviesamente para evadir la culpa que se cernía sobre el gobierno del lider y su partido, por haberla causado. Pese a la maniobra propagandística batiendo el parche perdieron las elecciones, propulsando desde los medios afines la supuesta complicidad entre el PSOE y ETA.
Era otra infamia que, no obstante, llevaron adelante a tambor batiente durante diez largos años, contra claras evidencias y un fallo judicial, señalando la intervención de un comando islamista cuyo núcleo dirigente se inmoló en un piso, purgando penas de cárcel los restantes.
Hoy, el gobierno de Rajoy admite que no fué la organización terrorista vasca la autora de la masacre, no así que su principal responsable fue Aznar, convertido al abierto belicismo, junto a su plana mayor, de la que el señor Rajoy formaba parte entonces.
En el fondo, las cosas no han cambiado, pese a la ruptura de la entente cordiale entre el expresidente y el actual por cuestiones estratégicas de procedimiento. Entregado a acumular una enorme fortuna y presentarse en vano como "el salvador de España" ante la impericia del que la está hundiendo, el vigoréxico Aznar carece de futuro político. Tampoco lo acredita el sucesor, otro criminal de marca mayor cada día más impopular, causando miseria, dolor y muertes prematuras, algo menos estridentes aunque efectivas y letales entre sus compatriotas, durante estos dos años y medio de poder, implementando medidas antisociales que devastan la sociedad.
Si el sátrapa de las Azores contó con socios poderosos para realizar sus sueños de destrucción neoliberal sobre un pueblo inerme, sujeto a la férula de un dictador brutal, el actual obedece órdenes giradas desde Berlín, Bruselas y el FMI.
Ambos sujetos son de lo peor. Los herederos de Franco desconocen otros métodos que no signifiquen la brutalidad, el despojo ciudadano y la mentira constante, desarrollada por el tercer gobierno del PP hasta extremos kafkianos. Ellos y sus cómplices son los responsables del crimen institucionalizado que hoy impera en nuestro pobre país.