Algunos amigos que leen mi Blog, preguntan de qué lado estoy. Si con la Catalunya de izquierdas o la de derechas.
Desde aquí les respondo. Estoy con la democracia y la libertad.
Mi condición catalana, preñada de influencias latinas me pide universalidad e intento que ella riña lo menos posible con el Estado de Derecho.
La enemistad con los extremos parte de una autocrítica que no cesa. El empeño en revisar los mitos del pasado que rondaban mi presente me llevaron a escribir sobre los héroes del cine y la historia vivida. Si repasáis los seis libros publicados hallaréis la clave que hoy da sentido a mis escritos.
El Blog aborda esos y otros temas. La mayoría pone el foco en los de un presente que me afecta. Aparte de completar mi trilogía sobre Perón y su país, el séptimo libro -hecho novela integrada por cuentos cortos, de vértice único- se ocupa de nosotros, en el presente y el pasado.
La deuda que contraje con mi formación cultural, realizada básicamente en Buenos Aires, queda saldada por la labor historicista reflejando esa época; impresa en sus dos terceras partes.
En este espacio deslizo observaciones sobre el presente acontecer. La dureza de algunas merece ser explicada. Hay compatriotas -me refiero en concreto a los de ERC, IC o el PSOE-, con los que simpatizando desde siempre; observo no actúan a menudo, con la equidad y el decoro que exige los que declaran su entrega a la justicia social o la reivindicación nacional.
Mi afición por incorporar comportamientos éticos no excluye el respeto- en líneas generales- que me merecen políticos como Artur Mas, Durán i Lleida, Alberto Ruíz Gallardón, Jorge Fernández Díaz, Albert Rivera, y de vez en cuando Carod Rovira o Joan Saura. Inclinado a repasar periódicos que me informen, acudo a "El País", el "ABC" y "La Vanguardia". De vez en cuando y si mi humor lo permite, repaso "El Mundo".
Si preguntáis por periodistas me inclino por Herman Tertsch; Manuel Martín Ferrand (de letra tan agradecida aunque discrepe a menudo con su enfilado) y Albert Montagut. En las ondas me impresionan el garbo y sobriedad de Carlos Herrera y la calidez de Carles Francino. A los que perfeccionaban la vocalización de nuestro idioma vernáculo, les recomendaba oír a Gloria Serra y su extraordinaria fonética matinal, preñada de ricos matices, desde las ondas herzianas de Com Radio. De probable licencia (forma parte de "La Noria"; el show de Jordi González), aguardamos su pronto regreso.
De escucha obligada continúa siendo (en solitario y muy temprano) Federico Jiménez Losantos; aunque a menudo desbarre ninguneando a sus contendientes, y por ello (entre otras muchas cosas) me disguste. En especial hago hincapié en su incomprensión de las nacionalidades, el furibundo odio a la izquierda o lo que a ella se arrime, y la corte de aburridos obsecuentes que rodea su Ego; tan poco constructivo y catastrofista, aunque polémico, en un país donde las polémicas no sobran.
Éstas son más o menos las referencias de lo que leo y oigo. Salvando los retaceados apuntes del templado Montagut (ocupado en dirigir un periódico gratuito de gran tirada), con nadie coincido exactamente.
Lo exige mi criterio, en procura de proyectar en público un pensamiento independiente.
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