Rubalcaba
no plantea la moción de censura. Le interesa que Rajoy siga en el
poder, por que, en caso de finalizar abruptamente la legislatura, ellos
no van a ganar las consiguientes elecciones, de voto muy fragmentado
según las encuestas, y que obligaría a pactos desde los que no
controlarían como antaño a sus aliados, quizá de IU, UPyD y ERC, o PNV.
En el punto el PSOE nos revela
toda su mezquindad. La misma que llevó a pactar con el PP la cláusula
que subordina constitucionalmente el pago de la deuda exterior. Sin
programa alternativo, pese a que clamen por la enseñanza y sanidad
públicas, o que no haya nuevos recortes ni se grave a la población con
más impuestos, integran el contubernio fraudulento y corrupto que
cogobierna en la sombra junto a los perdedores que hoy mandan
oficialmente.
La simetría entre Rajoy y Rubalcaba es evidente
enfrentando al nacionalismo catalán, aunque alcanza otros conflictivos
acuerdos espurios, como el frente paneuropeo de los perdedores, quizá el más importante
por lo que comporta en materia de salarios y desprotección social.
Las reptantes maniobras de Aznar, Aguirre y Ramirez apoyando el
chantaje de Bárcenas, responden a la necesidad de liquidar esta cúpula
del PP y su temulento jefe, ganando tiempo de legislatura en la
perspectiva de recuperar votantes. La bandera que flamea en la maniobra
tiene los colores pardos de la bajada de impuestos y liquidar cuanto antes las
autonomías, recentralizando el Estado en las vecindades del franquismo.
A "El País", le interesa en cambio conservar al "moderado" Rajoy & Cía. Al
igual que los socialistas y su aparato partidario, la empresa pasa por
serias dificultades, para el caso financieras, que este cambio de rumbo,
presente en el artículo de hoy, y las declaraciones de anoche del
esbirro Carlos Cué en la estúpida tertulia "La Sexta", sugiriendo el
objetivo salvavidas que les echa el Gobierno, por defender sin
argumentos la triste figura de Rajoy.
Esta guerra política, es
también mediática y las posturas de los dos periódicos más vendidos, "El
País" y "El Mundo", con sus colaterales y aliados, se adaptan a los
vaivenes de la crisis por efecto de la conveniencia.
La actitud de
Izquierda Unida es la más frontal y menos dañina de todas. Exige
claridad, moción de censura al Gobierno y fin de la legislatura, al
estimar que el PP ganó las elecciones valiéndose de cuantiosos fondos
ilegales y prebendas corruptas.
Aparte de constituir la
supervivencia de Rajoy y su plana mayor un escándalo propio de
democracia bananera ventilado en todo el mundo, le es útil a Merkel, el
BCE y la UE para manipular con mayor libertad los destinos de España.
Mientras, nuevos recortes en pensiones junto al aumento de las tarifas
eléctricas, y la exigencia por parte del miserable eurodiputado en jefe
Almunia (todavía del PSOE), de retornar los 3.500 millones de ayuda comunitaria que se
entregaron a los astilleros, y de la que el Gobierno (o sea, el dinero
público) es garante, anuncian más paro y nuevos ataques a un mapa
ciudadano empobrecido, mientras De Guindos anuncia a bombo y platillo
"El final de la recesión".
Otro invento demencial, que servirá para
ir cayendo un poco más, en la tumba que nos destinan los campeones de
la injusticia, aguardándonos abierta, desde los predios del camposanto
europeo que presagia el siglo XXI.
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