Se acusa a Rajoy de negar la realidad. Aserto parcial, por que no niega la de sus amos, cómplices y la suya propia.
La realidad abarca muchos elementos en éste y otros temas. Es un todo
que comprende intereses diversos en pugna. Unos parten de justas
necesidades, otros de afanes espurios.
Los últimos consiguieron con malas artes mayoría absoluta en las cámaras, y se creen con derecho a subordinar los intereses de otra mayoría muy superior: la de los ciudadanos de este país
Al PP y su jefe le preocupan el poder y el bienestar de la corporación,
obediente ante el mandato de aquellos que imparten órdenes desde los
poderes fácticos de grueso calibre. Cuando este individuo habla de
España, se refiere a ese peculiar conglomerado; el que representan una
fracción de los españoles, en connivencia con determinados países, y
detrimento de la mayoría de sus gobernados.
Justamente, esto último
es lo que aviesamente se niega a reconocer de la realidad, falseándola
en su esencia totalizadora. Por tal razón, representa a la oligarquía
local, gobernando a su gusto y paladar.
La fenomenal corrupción de
antigua data que manifiesta el Caso Bárcenas responde a esa defectuosa
percepción de la realidad, partiendo de semejante base conceptual.
El gran timador presidencial es uno de los tantos miserables que
utilizan la democracia para esquilmar a sus votantes, y a los que no lo
son. Han bastado quince meses para demostrarlo con creces, más allá del
conflicto con un contable senior.
Fue lo que hundió el imperio criminal
de Al Capone en Chicago a comienzos de los años ´30
Ochenta años
después y a muchas millas marinas de distancia, el parcial sinceramiento
de este otro supernumerario ante el abandono a su suerte, con que de
hecho lo penalizaban respondiendo al interés partidario, ha exacerbado
una condena púbica ya anticipada por el 15M, junto a una larga serie de
movimientos de resistencia y protesta pública.
La sociedad civil
emerge, amenazando la añeja dominación política. Los capitostes del PP
lo perciben, aunque se nieguen a admitirlo. Sólo una derrota palmaria en la suma del hartazgo llegará a persuadirles que lo hagan, por razones de fuerza mayor.
En tal
sentido, el propio Bárcenas viene a anticipar como adelantado, lo que
otros harán, más pronto que tarde.
Está claro que este Gobierno, y
no sólo el absurdo señor Rajoy, deben irse. Poco importa que el PSOE
saque pocos votos ante una nueva consulta electoral Eso le interesa a
ellos y sus votantes. En la eventualidad, es cosa segura que los bloques
partidarios de izquierda, centro y derecha deberán pactar alianzas
futuras. Sin ser ideal, es mejor que vivir en la ciénaga de la
destructora mayoría absoluta, conectada a los reales decretos del
Ejecutivo y su rodillo parlamentario. Ya dije que, como tal no existe;
aunque ellos insistan en su ejercicio mayoritario.
Por ende y sin
un gramo de duda, mientras esta mafia organizada se empecine en gobernar
"para el bien de España", continuará imponiendo su realidad. Injusta y
atroz...
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