Ernesto
Ekáizer, José Carlos Díez y Gonzalo Bernardos, tres neokeynesianos del
comentario económico que apuestan por el PSOE, desde "El Pais" y "La
Sexta". Ninguno de los tres preconizan enfrentar a la Troika, Merkel,
Bruselas y el FMI. Los dos primeros no cruzarán jamás la barrera de los
números. Ekáizer hizo su escuela del periodismo desde
el diario porteño "Clarín", una cueva de corrupción en el pasado
inmediato, utilizada hoy por los opositores de Cristina Fernández. "El
ruso" es un judío oportunista que desembarcó en Madrid durante los años
90. Sus libros sobre Mario Conde y Pinochet son mediocres, y él mismo es
un miserable (lo digo con pleno conocimiento de causa). Su amigo Díez
comparte su inserción cultural leve en sus comentarios. Ambos trabajan
para Cebrián, jefe de "Prisa", hoy en buenas relaciones con el gobierno.
Vienen a ser, junto al ex marxista Joaquín Estefanía, el más brillante
de todos y a buena distancia de sus dos colegas de la prensa, aprendices menores en comparación. El catalán
Bernardos había dado pasos avanzados en sus análisis pero recientemente
ha girado hacia el más liviano keynesianismo, hasta avecinarse con el
gobierno.
Estimo que el economista más lúcido de España en estos momentos es Juan Laborda. Un outsider de izquierdas con una visión global muy avanzada. También Viçens Navarro merece mi respeto y adhesión. Pero Navarro es además un fino analista político, con una formación y experiencia francamente extraordinarias. En comparación con Laborda y este notable pensador, Ekáizer y Díez son reformistas primitivos, irrisorios y francamente banales. Probablemente terminen sirviendo al PSOE y su cierta cuota de poder en un gobierno de coalición, ante el fracaso inocultable de Rajoy y el PP.
Lo que aguarda a España tras este Gólgota será otro, quizá más liviano, pero no eficiente de no tomar el toro por las astas. Si me preguntan por la izquierda de IU, los Plurales y el Podemos, diré que, no habiendo superado la ilusión comunista expurgando el fracaso de su realización práctica, y una trayectoria nefasta al servicio del Kremlin durante la Guerra Civil, seguida por su penosa colaboración parlamentaria con la Transición y el apaño monárquico todos estos años, no cumplirá un papel avanzado. Eso no significa negarles el voto. Sí en cambio, evitar fantasías que la sociedad española actual no puede desarrollar
Estimo que el economista más lúcido de España en estos momentos es Juan Laborda. Un outsider de izquierdas con una visión global muy avanzada. También Viçens Navarro merece mi respeto y adhesión. Pero Navarro es además un fino analista político, con una formación y experiencia francamente extraordinarias. En comparación con Laborda y este notable pensador, Ekáizer y Díez son reformistas primitivos, irrisorios y francamente banales. Probablemente terminen sirviendo al PSOE y su cierta cuota de poder en un gobierno de coalición, ante el fracaso inocultable de Rajoy y el PP.
Lo que aguarda a España tras este Gólgota será otro, quizá más liviano, pero no eficiente de no tomar el toro por las astas. Si me preguntan por la izquierda de IU, los Plurales y el Podemos, diré que, no habiendo superado la ilusión comunista expurgando el fracaso de su realización práctica, y una trayectoria nefasta al servicio del Kremlin durante la Guerra Civil, seguida por su penosa colaboración parlamentaria con la Transición y el apaño monárquico todos estos años, no cumplirá un papel avanzado. Eso no significa negarles el voto. Sí en cambio, evitar fantasías que la sociedad española actual no puede desarrollar
No hay comentarios:
Publicar un comentario