LA DIGNIDAD

Aquí en Brasil, hay muchas cosas que cambiar y corregir. Pero si desde alguna esfera de poder robas y te pescan (cosa frecuente), nadie, ocupes el puesto que sea, muy arriba o más abajo, te salva de la cárcel. Eso sucede todos los días, todos. Y ello dibuja el futuro de esta democracia.
En este contrastante debate del Estado de la Nación español, un presidente indigno, malvado y corrupto, fabula sus coplas, resonantes y vacías frente a parlamentarios dóciles o cómplices, sin que nadie le marque a fuego con las verdades que oculta malamente y hierven cada día en la creciente miseria popular.
Este sujeto despreciable abrió el discurso honrando a los militares españoles muertos en el Líbano, mientras los hambreados y enfermos civiles que van muriendo puertas adentro, por efecto de sus medidas, se multiplican.
En una democracia verdadera, él y sus secuaces no podrían gobernar. Lo hacen porque la perversión del sistema y la cesión del honor y la dignidad por parte de muchos ciudadanos (entre los que incluyo a los que integran gran parte del espectro político y funcionarial), lo autorizan. Esa es la realidad que deben enfrentar los españoles, recuperando lo más preciado de la vida humana; su dignidad. Porque sólo eso la justifica....