Para
Isabel San Sebastián, una esforzada madre de tres hijos, que almuerza en
Caritas, y monta en su viejo coche a los pequeños, para no dejarlos
solos en un piso sin calefacción mientras visita domicilios ofreciendo
bolsas de basura, es "una mujer ejemplar", y no el sangrante ejemplo del
despojo y la pobreza a la que se ven sometidos millones de nuevos
pobres en España.
Tertuliana esporádica de "Las Mañanas de la Cuatro" y otros espacios menos dignos, esta veterana de la infamia cavernaria es el ejemplo de lo que gran parte del viejo periodismo local tributa a sus amos; los dueños del dinero y el poder. La madre en cuestión, la otra cara social del friso y ejemplar por su esfuerzo sin desmayos (no en el sentido, limosnero que pretende otorgarle su falsa apologeta), apuntó que era fácil para Rajoy "dormir Bien" (tal como declaró durante esa burbuja purulenta que fue la "convención " del PP), sin pasar lo que ella y otros muchos españoles. San Sebastián es otra de las que concilian el sueño embolsando las gabelas de su torcido ejercicio de la profesión. En España son como las moscas y las ratas, devorando las sobras del festín.
Tertuliana esporádica de "Las Mañanas de la Cuatro" y otros espacios menos dignos, esta veterana de la infamia cavernaria es el ejemplo de lo que gran parte del viejo periodismo local tributa a sus amos; los dueños del dinero y el poder. La madre en cuestión, la otra cara social del friso y ejemplar por su esfuerzo sin desmayos (no en el sentido, limosnero que pretende otorgarle su falsa apologeta), apuntó que era fácil para Rajoy "dormir Bien" (tal como declaró durante esa burbuja purulenta que fue la "convención " del PP), sin pasar lo que ella y otros muchos españoles. San Sebastián es otra de las que concilian el sueño embolsando las gabelas de su torcido ejercicio de la profesión. En España son como las moscas y las ratas, devorando las sobras del festín.
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