A menudo circunspecto y siempre categórico, Artur Mas es aplaudido por los congresistas de CDC
En un lejano post sostuve que Artur Mas estaba entre lo mejorcito de los políticos catalanes. Su seriedad y laboriosidad me impresionaban, frente a la de otros políticos nacionalistas menos convincentes.
En un lejano post sostuve que Artur Mas estaba entre lo mejorcito de los políticos catalanes. Su seriedad y laboriosidad me impresionaban, frente a la de otros políticos nacionalistas menos convincentes.
En reciente congreso de Convergencia Democrática, Mas obtuvo un altísimo respaldo en el liderazgo de la formación, mientras se ahondan sus diferencias políticas con el señor Durán i Lleida.
A mi me preocupan relativamente los pleitos que medien entre CDC y Unió. Durante décadas, dentro y fuera del Govern, la coalición entre nacionalistas del centro y la derecha católica se mantuvo sin grandes batallas. Las huestes de Pujol y las de Durán son conscientes de su mutua necesidad, aunque a veces coqueteen por separado con el PSOE (o si cabe, con el PP).
Lo que de verdad inquieta a los que creemos benéfico el contrapeso del centro derecha moderado para con el PSC y las huestes de izquierda (nacionalistas o no), es la presunta responsabilidad del padre del señor Mas en un caso de delito fiscal, realizado en Lietchestein de espaldas a Hacienda.
Aún no hay pruebas fehacientes sobre este oscuro asunto, sujeto a investigación de un ente fiscalizador que ya detectó ésa, junto a otras evasiones (Alejandro Sanz, dixit). Pero la impresión de que el líder de CDC se haya valido de su progenitor para evadir tributos escamoteando ganancias millonarias (€uríferas) en un paraíso fiscal, planea en el horizonte.
Sabemos que una de las múltiples causas que ha desatado esta catástrofe financiera en la economía mundial, es la existencia de los paraísos fiscales, diseminados en el planeta como pústulas infecciosas.
No puedo evitar la mención de la egregia compatriota Montserrat Caballé y su radicación en Andorra; uno de estos paraísos de Alí Babá.
No puedo evitar la mención de la egregia compatriota Montserrat Caballé y su radicación en Andorra; uno de estos paraísos de Alí Babá.
En el caso referido, median complejas circunstancias. A su pública exaltación catalanista como líder del partido más votado (aunque sea el Tripartit quien gobierne), se agregaría en el caso de Mas otra menos confesable: la de Lietchestein como apropiada guardiola de beneficios habidos en la patria.
Si bien la relación vincular entre un padre y su hijo no tiene por qué fusionar ciertos hábitos, pesa en el cómputo político a la hora de evaluar una importante personalidad. La del señor Mas lo es, sin duda alguna, para su formación y para Catalunya. Pero también cuenta, aquello que la sombra de un delito fiscal de estimables proporciones proyecte, indirectamente sobre su futuro...
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