Desde una colina terrosa, Krazy, Offisa y otras dos criaturas antropomórficas observan el panorama, mientras Ignatz, a falta de un ladrillo, coge una piedra resuelto a practicar su deporte favorito
Herriman creó a su gata en 1913, dibujándola hasta 1944, año de dos muertes simultáneas.
Krazy era una fábula de alcance filosófico que retrataba el perpetuo desencuentro entre la protagonista, enamorada del ratón Ignatz; quien se empeña en retribuirle la devoción arrojándole ladrillos por la cabeza. Seguidamente, será encarcelado por Offisa Pupp, el alguacil del imaginario villorrio que habitan la gata, el ratón y otros personajes.
Pese a los esfuerzos del Romeo uniformado por enrejar al compulsivo Ignatz, ella seguirá enviando corazones al ratón.
El talento narrativo de Herriman, manifiesto en los guiones y dibujos a lo largo de las tiras diarias y unas espléndidas páginas dominicales a todo color -creativas hasta lo inimaginable-convirtieron a Krazy Kat en el cómic artístico por antonomasia, sólo igualado por el también caricaturista político Winsor McCay, y su Litte Nemo in Slumberland; magna obra maestra del estilo modernista, realizada dominicalmente desde 1905 hasta 1914.
Curiosamente, cuando McCay se disponía a abandonar su Nemo, Herriman preparaba el objetivo relevo artístico en las comics sections de los tabloides norteamericanos, mediante su fascinante Gata loca...
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