Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 14 de diciembre de 2008

ROBOTMAN, PIONERO DE LA Si Fi EN LOS COMICS.

El Robotman de Jimmy Thompson se anticipó en un quinquenio largo al de Issac Asimov.

Mi memoria retorna a Boletín Extra y se da de bruces con la creación de Jimmy Thompson,
Si hubo un héroe original que anticipaba la SiFi robótica en los comics, aventajando al Yo Robot de Asimov, y al tan celebrado Robocop de las súperproducciones fílmicas, éste fue el injustamente olvidado Robotman.

Inicialmente diseñado por dibujantes que le otorgaban el aire sombrío, dispuesto por mediocridades en la vena de Paul Cassidy, Ed Dobrotka y otros miembros de plantilla, conoció una cierta popularidad cuando el veterano ilustrador Jimmy Thompson se encargó de emparentarlo en aire y dinámica visual con The Plastic Man, de Jack Cole.

La veta de humor, expresamente sugerida por este diseñador rebasando el script, aligeró sus entregas, dotándolas de gracia y encanto. El carácter del personaje y sus virtudes se anticiparon a su tiempo en el medio y fuera del mismo.

Pese a su atractivo vanguardista e ingenioso, Robotman jamás abandonó el corral menor de la National y sus mensuarios.

Sin conocer entonces su aciago destino, el personaje me cautivó cómo pocos en las aventuras completas publicadas por Muchnick en los inicios de los ´50. Desdoblado en el humano de aparente carne y hueso Paul Dennis, el héroe de metal con funda humana en su transformismo llegó a poseer un can robotizado tan inteligentemente programado como su dueño.

Por injusto que parezca, el sólido y personal Jimmy Thompson (uno de los mejores ilustradores de The Human Torch en las entregas de Timely) tampoco destacó en los mensuarios de la casa. Ni siquiera lo hizo en los periódicos mediante strips o notables sundays de vida efímera.

Sin embargo, la calidad de una obra por modesta que sea, acaba imponiéndose en la crónica. Abundando la sobreoferta de famosos en cualquier orden, me apetece rescatar de las vaults a los talentos olvidados.

Para éso estamos...


No hay comentarios: