Medvedev y el emporio femenino del botox austral: dos modestos validos compartiendo el aperitivo, mientras los auténticos dueños del poder ultiman la comilona de rigor.
La señora Kirchner durmió en el confort brindado por el aposento de los zares, durante su visita al país mafioso del envenenador.
Mientras la marioneta del marido vivía su frágil sueño imperial, negociando bajo cuerda prestaciones de prospección petrolífera, el ingreso de Lukoil a las acciones de YPF y las compras de oro negro, Néstor acogía en su Partido Justicialista y de cara a las elecciones provinciales al siniestro Aldo Rico, ex militar represor y fallido golpista durante el gobierno de Alfonsín.
Las madres, abuelas e hijos de la Plaza de Mayo pusieron medio grito en el cielo ante la finta. Posicionados bajo la otra mitad de la bóveda celeste, rescataron sin embargo la gestión de los Kirchner y su vía libre, en lo ateniente a la caza, captura y condena de los monstruos que activó el Proceso de Reorganización Nacional, encabezado por las tres Fuerzas Armadas en marzo de 1976.
Evaluados desde una óptica realista, cumplieron su cometido. Página 12 también cumple hasta hoy con el suyo, blanqueando sus espacios en relación con el tema...
Con la soja en baja tras el fracaso recaudador y algunos terremotos capitalizados por Duhalde en el conglomerado peronista, el ventrílocuo estrábico resolvió virar a la droite, restando cierta base de votos al menguado "cabezón" Duhalde y su mujer, la también diminuta "Chiche".
Los números mandan en las encuestas otorgando un guarismo del 6% a Néstor y el 9% a su dama presidencial en términos de aceptación pública; cuando a punto de ser votada la última, mandaban las preferencias de un 70%.
El drama que acogota el porvenir político del gran país del Plata -endeduado hasta las cejas- no radica en la baja popularidad de sus gobernantes, sino en la ausencia de oposición organizada que les plante cara como alternativa. Semejante mal aquejaba los que se oponían a los desmanes políticos y económicos de Perón, efectuados a discreción, entre 1946/55.
Ante el sombrío panorama, cuentan las tradiciones del pasado. El difunto jefe "se manejaba en el quilombo", estableciendo una regla de oro y plomo en el peronismo, a la que ninguno de sus sucesores escaparon. El presidencialismo contumaz auxilió el viejo adagio. Cámpora fue un improvisado; Isabel Perón una pseudo mandataria patética; Carlos Menem el arribista audaz capaz de vender a su madre con tal de seguir en el poder. Y Néstor, nuevo frégoli en este bailongo maldito, trata de no ahogarse volviendo la mirada al orden... y los cuarteles.
La vieja política criolla, ésa que tanto dañó el porvenir, vuelve por sus fueros. El origen militar - sindical, inocultable seña de identidad peronista, cabalga de nuevo. La figura de Rico gobernando un pueblecito, por pequeño qué sea, reconforta la moral ordenancista de lucha contra la subversión; enterrada en apariencia por el previo ejercicio y este gobierno bicéfalo, atacado de bruta cefalea.
Su actualización en manos de Rico, significa meter bala a destajo contra los delincuentes (surgidos de la extrema pobreza y la cultura de la expropiación criminal) sin juicio previo.
Ésta es su ley de Talión...
Ya lo dije en previo post. El romance de Kirchner con las madres, hijos y abuelas de la Plaza de Mayo era el toque frívolo de un animal de poder guiado por el instinto de su tenaz conservación.
¿Quiere decir esto que debamos negar el valor del impulso otorgado a una causa justa? No; aunque aligerándole el copyright.
La verdad histórica y su aliento de justicia no conocen dueños. Por de pronto, quinientos hijos de ciudadanos secuestrados y muertos por la brutal represión militar, han recuperado su identidad merced al eco de las combativas organizaciones que las madres encabezan. Mientras, los represores caen uno a uno en el ajuste de cuentas judicial.
Otra cosa son los turbios manejos del poder y la probada corrupción oficial. La captación kirchneriana del asesino Rico integra un bagaje peronista de siempre; ya anticipado en la avenencia gubernamental con el gángster Hugo Moyano (ex jefe de la tenebrosa Juventud Sindical Peronista, colateral de las Tres A) y otros pájaros de cuenta.
El quilombo peronista, su madama crepuscular y el patrón del predio proseguirán su trayectoria poco edificante, lucrándose desde el Estado, mientras la oposición no se oponga a las formas, prefigurando un fondo esperanzador.
Los multimillonarios Kirchner nacionalizan Aerolíneas mientras favorecen grupos económicos asociados a la tradicional esquila de ovejas.
La chance única del país radica en edificar un auténtico frente constitucional que dispute a estos mercaderes travestidos de patriotas la cultura democrática, y su programa de desarrollo auténtico, con la imprescindible equidad social.
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