Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 26 de octubre de 2008

LO QUE TENÍAMOS (Y CONSERVAMOS EN EL CORAZÓN)



LOS 12 FAMOSOS ARTISTAS QUE ILUMINARON UNA ÉPOCA

Eran los campeones de un arte cotidiano, trasvasado a publicaciones que nos regalaban los ojos. En los años ´50 se montaron un curso por correspondencia que sembró leyenda.

No solo enseñaban por correo, lo hacían en persona y trazo desde la Escuela Panamericana de Arte, señalando una ruta promisoria. Ampliando la foto y su epígrafe veréis los nombres que la acompañan. Pratt y Breccia son los más trascendentes hoy; aunque los restantes acreditan mérito propio.

Entre ellos nos toca Carlos Freixas, hijo del gran Emilio y soberbio pintor de portadas al óleo, además de notable historietista.

En la Argentina de esos años -ya caído un peronismo víctima de sus errores- el cine nacional sucumbía a manos de la floreciente televisión. En cambio, las historietas permanecían incólumes, absorbiendo nuevos lectores.

Pesaba la larga tradición de las publicaciones semanales ofreciendo multitud de personajes desde los suplementos a color del diario "Crítica", y la ríada de ofertas, multiplicada semanalmente en la década del ´40.
Es que, a falta de medios, contaban los más artesanales, y los comics defendían el oficio y su considerable impacto popular.

Casi enseguida irrumpieron Héctor Germán Oesterheld y sus notables ediciones de Hora Cero y Frontera. En sus entrañas de papel se alimentaron mediante Ernie Pike y Tinconderoga los futuros sueños de Hugo Pratt y su Corto Maltés, esbozado ya en la previa larga saga de El Sargento Kirk, vecino de al lado de Bull Rockett en las páginas de "Misterix".

Yo me formé culturalmente en esa época, y no la olvido (¡quién podría!)Puntualmente recibí las lecciones que por correo de suscriptor me enviaba la Academia de los Famosos Artistas, dirigida por Enrique Lipszyc.

Admito humildemente no haber rendido jamás ningún examen ni haberme contactado con ellos, por una sencilla razón: mi verdadera afición eran las letras, no los dibujos; aunque disfrutara como loco del paquete.

Hoy, luego de que el maestro Carlos Roume me ilustrara un guioncito en 1978 (El Oscuro) y de haber conocido al "indio" Carlos Pereyra en su Academia posterior, o tras catear a Hugo Pratt en un reportaje que dio la vuelta al mundo, sigo en lo mismo, sin olvidar el legado creativo de los Famosos (y queridos) Artistas: el de crear por sobre todas las cosas.

No hay otro legado que te haga más feliz.
Palabra
.

Pd: El maestro Roume (1923), entregado a pintar y esculpir bronces en Tandil, Enrique Vieytes (casi nonagenario) y el humorista Carlos Garaycochea (1929), ambos en activo enseñando a dibujar en sus respectivas academias, son los tres sobrevivientes del retrato. Carlos Freixas, nacido el mismo año que Roume, se nos fue con ochenta años cumplidos.

No hay comentarios: