Maniobrar hábilmente entre tirios y otroyanos no le salva de la miseria moral.
Reveladora
tertulia en "Las Mañanas de Cuatro". Ante la frase de Pablo Iglesias
definiendo como antipatriótico al gobierno de Rajoy (hecho del que
existen más que sobradas pruebas, morales y sociales), el señor Cintora
se apresuró a decir que él no compartía el concepto. Seguramente, la
superioridad le reconvino por su objetivo reportaje a Esperanza Aguirre, y le tembló el culo.
Hace pocos días Ignacio Escolar, desde la misma tertulia, sostuvo que Rajoy no era un malvado. Entonces contesté a este sujeto en su twitter (y en el de Cintora), que la frase lo graduaba como miserable. No se dió por enterado, desde luego. Todos ellos proceden igual, cuidando el espacio privilegiado del que disfrutan, mientras muchos valientes están en el paro.
Hoy le toca al pseudovaleroso conductor del programa, recibir esta justa catalogación. Es probable que sea el mejor periodista español en la TV. Así lo comenté en su muro. Pero ese presunto mérito lo empareja con el sentido crítico imperante en las emisoras de Gambia o Zimbawe, tan cultivadas y democráticas como la española en la actualidad.
Además de comunicarle mi repudio, cancelé el "Me Gusta" a su programa en el muro Facebook. El de las mañanas no lo veré más. Estoy harto de presenciar cobardías y dislates de algunos izquierdistas, y los cavernarios que suele invitar este señor, no muy distante de Antonio García Ferreras, otro charlatán, éste de "La Sexta".
Hace pocos días Ignacio Escolar, desde la misma tertulia, sostuvo que Rajoy no era un malvado. Entonces contesté a este sujeto en su twitter (y en el de Cintora), que la frase lo graduaba como miserable. No se dió por enterado, desde luego. Todos ellos proceden igual, cuidando el espacio privilegiado del que disfrutan, mientras muchos valientes están en el paro.
Hoy le toca al pseudovaleroso conductor del programa, recibir esta justa catalogación. Es probable que sea el mejor periodista español en la TV. Así lo comenté en su muro. Pero ese presunto mérito lo empareja con el sentido crítico imperante en las emisoras de Gambia o Zimbawe, tan cultivadas y democráticas como la española en la actualidad.
Además de comunicarle mi repudio, cancelé el "Me Gusta" a su programa en el muro Facebook. El de las mañanas no lo veré más. Estoy harto de presenciar cobardías y dislates de algunos izquierdistas, y los cavernarios que suele invitar este señor, no muy distante de Antonio García Ferreras, otro charlatán, éste de "La Sexta".
Suman
parentesco carnal, y terminan asqueandolo a uno. La concentración de los
medios en manos sucias y corruptas, determinan estas escenas de culto y
sumisión al parafascismo que ordena y manda, hoy en España y el sur de
Europa.
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