El presentador de la triste figura y su secretaria
Sabemos
quienes son el acartonado Eduardo Inda, el papagayo Francisco Marhuenda
y el abominable calumniador profesional Alfonso Rojo. Meros
provocadores a sueldo de la extrema derecha que gobierna y controla
España.
En "La Sexta Noche", tras el extenso reportaje a sor Lucía Caram, de brillantes y certeras respuestas, se lucieron ellos en la víspera, vituperando salvajemente a Ada Colau, que reaccionó con dignidad. No así el presentador Iñaki López, otro pelele y cagón, sirviente del fascista José Manuel Lara, dueño del Grupo Planeta, la cadena, y financista interesado, a pérdidas constantes, de "La Razón".
Ada twiteó luego un "No volveré a ese programa" con justa razón. Hay que imitarla en el boicot, dando la espalda al engendro, y los manejos que se tejen contra Ada, Pablo Iglesias y otros opositores de un gobierno criminal con la población, y vasallo de poderes financieros locales y foráneos.
Las concesiones de la llamada "izquierda informativa", que administra allí la opinión, a los tertulianos soeces y miserables, se extienden a "Al Rojo Vivo" y "El Objetivo"(ambos regidos por el matrimonio socialdemócrata de los Ferreras). Por ahora se salvan "El Intermedio", y el espacio de Jordi Évole, no sin hacer ciertas concesiones que ya he criticado.
Actualmente remito mis visionados a "Las Mañanas de Cuatro". Allí, Jesús Cintora mete en vereda a los propagandistas del oficialismo. Debe tolerarlos, es de rigor en esta democracia de opereta que ordena y manda en los destinos de la nación y sus medios, desde el papel, la radio y la TV. Pero esgrimiendo a su vez una conducción firme del espacio. Allí las atrocidades verbales y conceptuales cerecen de barra libre. Fuera del mismo, bastante exitoso, las voces rebeldes se diluyen en otros ámbitos bajo un fardo de presiones y despropósitos que devoran sistemáticamente el tiempo de emisión, ahondando un pesimismo generalizado.
En "La Sexta Noche", tras el extenso reportaje a sor Lucía Caram, de brillantes y certeras respuestas, se lucieron ellos en la víspera, vituperando salvajemente a Ada Colau, que reaccionó con dignidad. No así el presentador Iñaki López, otro pelele y cagón, sirviente del fascista José Manuel Lara, dueño del Grupo Planeta, la cadena, y financista interesado, a pérdidas constantes, de "La Razón".
Ada twiteó luego un "No volveré a ese programa" con justa razón. Hay que imitarla en el boicot, dando la espalda al engendro, y los manejos que se tejen contra Ada, Pablo Iglesias y otros opositores de un gobierno criminal con la población, y vasallo de poderes financieros locales y foráneos.
Las concesiones de la llamada "izquierda informativa", que administra allí la opinión, a los tertulianos soeces y miserables, se extienden a "Al Rojo Vivo" y "El Objetivo"(ambos regidos por el matrimonio socialdemócrata de los Ferreras). Por ahora se salvan "El Intermedio", y el espacio de Jordi Évole, no sin hacer ciertas concesiones que ya he criticado.
Actualmente remito mis visionados a "Las Mañanas de Cuatro". Allí, Jesús Cintora mete en vereda a los propagandistas del oficialismo. Debe tolerarlos, es de rigor en esta democracia de opereta que ordena y manda en los destinos de la nación y sus medios, desde el papel, la radio y la TV. Pero esgrimiendo a su vez una conducción firme del espacio. Allí las atrocidades verbales y conceptuales cerecen de barra libre. Fuera del mismo, bastante exitoso, las voces rebeldes se diluyen en otros ámbitos bajo un fardo de presiones y despropósitos que devoran sistemáticamente el tiempo de emisión, ahondando un pesimismo generalizado.
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