Para
reflexionar sobre algo o alguien, el paso previo radica en informarse,
leyendo, visionando y repasando antecedentes sobre el tema u objeto. Eso
estimula la inteligencia y desarrolla la creatividad. El camino que
llevamos en tal sentido no es bueno. Demasiada tontería agobia
abrumadoramente nuestras tan modernas y contradictorias sociedades,
retrotayéndonos al lenguaje elemental de
los símbolos cubiendo apariencias. Retrocedemos a las cavernas; para el
caso menos creativas y provechosas que las de Altamira, donde se
registran los esfuerzos vitales y artísticos de nuestros aguerridos
antepasados, los cazadores, preocupados por alimentar a los suyos, desde
la inspiración. Grabada para siempre a cuchillo y lanza en las paredes
de piedra.
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