Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 5 de junio de 2013

MINORÍA ABSOLUTA


                             Rajoy y su miniatura favorita

El drama del paro está sujeto al cierre en banda de los bancos en relación con el crédito a pymes y familias; cuadro que agrava extraordinariamente el Gobierno Rajoy, carente de cualquier plan que no pase por obedecer caninamente a Bruselas y Berlín, mientras sus altos cargos y los del PP se forran.
Los ciudadanos son quienes sufragan con impuestos tanto esplendor sectorial. Desde el seno del gabinete, en su cabeza visible y los barones territoriales, prima el concepto de no rendir cuentas de gravosos acto, a los que les pagamos un sueldo. De ahí la arrogancia, ignorando el creciente descontento popular, no exento del que asume buena porción de sus votantes.
La noción autoritaria que aplican en su desacreditada formación, se traslada al país entero. El Presidente abstruso representa la prueba más acabada del aserto, amparando a su reaccionario equipo de probados mentirosos e incapaces. Es como si debiéramos aceptar todo, de cabo a rabo y sin rechistar, pasando por alto presuntas corrupciones generalizadas, no asumidas aún por los jueces en las causas abiertas, aunque sí por la ciudadanía. En lo que atiene a la Corona y este Gobierno cómplice, es idéntico el comportamiento; clamoroso en relación con la Infanta y su chorizo consorte.
Los senadores y diputados del PP merecen especial condena. Quizá conscientes muchos de ellos que, tras la duración de la legislatura la mayoría no se comerá un rosco, el espíritu de cuerpo más tribal les gana la voluntad.
El respiro reciente de empleo, precario y estacional, les permitirá fantasear con la realidad un par o tres de meses. De eso y la tolerancia han vivido los previos diecisiete, mintiendo e improvisando chapuzas, mientras incumplían palmo a palmo el programa que les llevó a la tristemente célebre mayoría absoluta, defendiendo a otro que defiende a claras minorías. Ahora se vienen ganado otra de manifiesto repudio, mientras siguen jugando al parchís ilusorio de una recuperación imposible.
Ellos, después de esto, no se recuperarán jamás...

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