La evoco desde mi colección rejuntada de la revista Espinaca, en Barcelona, abarcando sólo tres años de la publicación (1945/48) .
En realidad el título de "Kildare" respondía a la caprichosa decisión de los editores de Espinaca.
Para las páginas del popular "Pif Paf" (1939/19549 o las de "Ping Pong" (1951/55), se llamó Boves.
Dibujada con trazo humanista por Jim McArdle, Bobbs -que era una strip (o tira diaria)en los periódicos norteamericanos- contaba con argumentos notables que luego explotó la televisión en los docudramas hospitalarios de Kildare o los de Ben Casey.
Se debían a Elliott Caplin, el hermano de Al Capp (y autor del célebre Li´l Abner).
En la pionera strip de Bobbs la hondura de los temas superaba la serie B de 60 minutos con el Dr Kildare que, entre 1939 y 1942 produjo la Metro Golwyn Mayer, protagonizada por Lew Ayres y Lionel Barrymore en diez entregas de tono familiar.
Mc Ardle diseñó a Bobbs con los angelicales rasgos de Ayres, agregándole unas gafas de fina montura.
La Metro no protestó ante ésa y otras semejanzas con el personaje- originalmente creado por el novelista Max Brand- por tres razones. La primera de ellas, basada en la cierta amistad de Louis B. Mayer (mogul del Estudio) con William Randolph Hearst, el propietario de la King Features Syndicate y los derechos de la strip.
La segunda razón era que la tira estimulaba las visitas al cine en busca de Kildare.
Es probable que la tercera y más destacada fuese la inusual calidad del producto.
Pese a figurar apenas en las reseñas críticas de los historiadores y aficionadas del comic, pocas muestras del género reflejaron los dramas y conflictos humanos ante la enfermedad y el dolor cómo ésta.
Elliott Caplin desarrolló su carrera de guionista en la nómina del King Features, ocupándose, entre otros personajes (como Judd Saxon o los más populares Big Ben Bolt y Juliet Jones), del Kildare gráfico que, con los rasgos de Richard Chamberlain (el héroe televisivo) y la mano maestra de Ken Bald se imprimió en los periódicos y revistas de los años ´60.
A menudo abro estas colecciones empastadas y de papel amarillento para disfrutar de un comic olvidado y alimentar mis recuerdos.
En ellos, Bobbs, Kildare o Boves ocupan un cálido paisaje de correrías infantiles al quiosco de la esquina, ansioso por deleitarme con una pequeña obra maestra.
Lo de pequeña es un decir. Toda obra es grande si refleja a los seres humanos, y aún más difícil reflejar sentimientos desde un humilde relato gráfico que, para colmo, nadie todavía se empeñó en rescatar del olvido
Una vez cancelada la serie, a mediados de 1952, McArdle se ganó el pan simultaneando una nueva strip ("Davy Crockett") con la ilustración de comics a cuatro colores para la casa Dell y otras editoras, mientras Caplin entregaba sus esfuerzos a éxitos mayores, sin conseguir la frescura de "Dr Bobbs".
1 comentario:
'Felicitaciones por recordar esta extraordinaria historieta que marcó todo el comienzo de mi carrera. Sí, McArdle tenía un trazado profundamente humano y las tramas de Caplin concordaban por su profundidad. No había rebusques sino sentimientos auténticos. Gracias por este recuerdo.
Oswal.
(www.oswalcomic.com.ar)
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