Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

sábado, 28 de febrero de 2015

REFLEXIONES DE UN ESCRITOR SIN LECTORES

                                  Manuscrito de Shakespeare


En cualquier profesión, la entrega es un valor que acredita calidad. Habituado a tratar con mucha gente, distingo a los que aman aquello que hacen y los que no. En el campo del Arte sucede lo mismo. No basta por sí sola la entrega de un pintor al lienzo, de un actor a la escena, o de un escritor a sus renglones. El baremo de calidad debe acompañarla. Mucho he reflexionado sobre mi entrega a la literatura. De eso hace ya casi veinte años. Al comienzo escribía aquellos textos que faltaban en mi biblioteca, sobre temas de mi interés. Me decía;"Si no lo hago yo, morirán de ausencia". Y no murieron. Sin embargo, para la inmensa mayoría de los mortales no existen. De mi corazón aparté hace tiempo el rencor, al comprender que entre muchos lectores y yo mediaban factores ajenos a nuestro contacto. Habiéndolo explicado muchas veces, me libro de reiterarlo, pese a lamentar el desencuentro. Solo Face y en parte mi Blog me tornan visible, aunque cuantas menos líneas de texto escriba, mejor, para ellos, no muy habituados a leer, y para mí. Esta molicie lectora contrasta con mi absoluta pasión. Curtido en el conocimiento de mis congéneres, lo aguanto sin desmayo.Mis labores son actos de amor que escapan a la mera rutina. Se trate de novelas, relatos cortos o artículos, plantean asuntos de importancia que la mayoría de escritores no abordan con mucho donaire. El factor diferencial es,en mi caso, de suma importancia. Sin duda se acostumbraron a leerme gratis, aprovechando mi espontánea generosidad. Hace tiempo comprendí que las labores virtuales no consiguen lectores que disfruten leyendo novelas o relatos cortos. El gusto por la lectura se desvanece en proporción al gusto creciente por las imágenes del cine o la TV, al tiempo que el lenguaje de uso cotidiano alcanza cotas de pobreza notables. Semejante indigencia, llena de fallos ortográficos al redactar mensajes con alarmante frecuencia, hizo de la cultura un mero accesorio, no el centro vital de saber y progreso. Cada foto, música o película que cuelgo en mis muros tiene una historia que no me molesto en contar. La red y Wilkipedia están abiertas a consultas. Es la franja útil de un formidable medio virtual que se expande a gran velocidad. Lástima que muchos dispongan del mismo, no para aprender y divertirse, sino para divertir la ignorancia, matando un tiempo que te va matando. Lo escribí hace poco y cabe insertarlo en la ocasión. 

Señoras y señores, que cada santo vuestro aguante su vela.

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