Hasta el 2010 fui muy duro con el gobierno de los Kirchner. Sin embargo, la evolución del bloque latinoamericano progresista contó con ellos. Era un foco de resistencia mundialmente importante y, por comparación con los desastres en otras latitudes, mi posición fue cambiando su enfoque. Como señaló Marx,la experiencia es quien determina la conciencia en las personas. El neoliberalismo europeo invadió todas las esferas de la vida social en el continente, bajo la égida del IV Reich, Cuadro equivalente a la vieja sujeción de los gobiernos latinoamericanos a Washington. El grado de civilización alcanzado se hizo polvo, cercenando las conquistas sociales previamente sancionadas a lo largo de muchos años. La integración a la Unión Europea, ofreciendo a los españoles ciertas ventajas, se transformó en una pesadilla.
Ni punto de comparación con la actual situación de Argentina, Uruguay,Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia, e incluso Cuba en ciertos apartados, conformando un bloque independiente de los grandes poderes financieros. De manera que, mi cambio de enfoque cobró plena justificación. Hoy Brasil, tras la ajustada victoria de Dilma Rousseff, retrocede. Llamé a votarla y nos salió rana. Ella se ha mostrado débil con sus derrotados enemigos en las recientes elecciones. En cambio, Cristina Fernández no. Se mantiene firme, pese a los arrestos conspirativos de la derecha argentina, desde siempre caníbal, como en todas partes. Y ello me conmovió, por mi relación cultural y sentimental con la nación del Plata. En realidad, actualmente sucede lo que con Perón. Pese a sus errores, siempre muy superior, política y moralmente a sus enemigos "liberales".
Además, lo vivido y visto en España, antes de mi viaje a Rio, me convierte en un perpetuo enemigo del neoliberalismo, allá donde se encuentre. Es un combate entre fuerzas opuestas que precisa ser resuelto con la derrota del capitalismo financiero mundial. A tal fin,los pueblos necesitan unirse. Quien no sea vasallo del sistema imperante en USA, Europa, y algunos países del subcontinente, será visto por este escritor con muy buenos ojos.
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