Escena cotidiana en la medianoche española
En los noticiosos de la TV visiono la polémica entre el valiente ministro de Economía griego y el necio baldado Schauble,secuaz de Merkel, y me retrotraigo a otros tiempos europeos, con Hitler dictando penosas condiciones de rendición al gobierno checoeslovaco, o en el vagón aquel de la revancha, en el que los militares franceses se rindieron la nación gala a su poderío. La situación es la misma, sin rendición. El gobierno heleno y su pueblo son hoy la vanguardia europea contra los nazis "democráticos", que intentan someter por las finanzas y el hambre a muchos europeos, valiéndose del cepo que representa el asimétrico euro, y el pago perentorio de deudas que no contrajo el pueblo llano, sino sus capas dirigentes. Los alemanes han olvidado las deudas condonadas por Europa tras la segunda Guerra Mundial; aunque sobre todo, les falla la memoria en recordar sus horrendos crímenes contra la humanidad, causando sesenta millones de muertos, la mayoría ajenos, la minoría propios en el continente europeo. Hoy someten sin disparar un tiro a millones de europeos, empobreciéndolos, al acortar sus vidas, de hecho, por los devastadores efectos de la penuria, una renovada peste continental de antigua data.
La Historia jamás se repite, es cierto, pero hay tragedias que se asemejan, perpetuando relaciones desparejas entre débiles y poderosos.Los viejos partidos del ayer, derechistas o socialdemócratas, colaboran empeñosamente en este genocidio. Grecia y España proyectan los mayores destrozos sociales en esta nueva era de miedo, hambre, paro y represión. Los opresores, como reitera con pulso veraz la Historia, serán vencidos, como lo fueron los nazis y el fascismo en todas sus formas setenta años atrás. Pero al igual que en 1945/46, hará falta varios Nüremberg para juzgar a los criminales, y sus Quislings nativos en cada país. Reparando la justicia popular lo que deben a los que malviven, sufren y mueren con esta forma de opresión continuada que parece no tener fin. Los griegos se alzan, aguardando que España lo haga. Espero que así sea, tronando el escarmiento para los miserables traidores a su patria. Ellos causan el terror que promueven sus amos. La reciente reforma del código penal, sancionada por el PP y el PSOE, no incluye esta figura delictiva. La que justamente falta para ajustar las cuentas y acabar con esta pesadilla, más real, y por ende peor que la yihadista.
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