Hoy se ha superado en materia de desinformación. En un instante fatal, sobre las ocho de la mañana, mencionó a "Paracuellos" -pieza maestra de la narrativa en diseño e imágenes- destinándole el cubo de SU basura. De paso, dijo.
"Los que gobiernan recomiendan oficialmente este cómic, que ataca a la Iglesia, mostrando a un cura golpeando a un niño con una vara".
Luego, agregó, con aire experto.
"El dibujo es mediocre. Quien lo hizo quizá no esté vivo".
Deduzco que el autor del necrófilo supuesto, reforzado por la evocación instantánea de la masacre comunista de Paracuellos de Jarama, se educó consumiendo las hazañas de "Roberto Alcázar y Pedrín", junto a las del "Guerrero del Antifaz". De los primeros cogió la ideología. Del segundo el antifaz (el suyo es democrático) y el odio a "los moros".
Haya leído Jiménez o no, los dos álbumes de "Paracuellos"; el juicio es franquista.
En su obra maestra- equiparable a lo mejor del neorrealismo italiano o español (me refiero al de Bardem, Berlanga y Azcona) y el cómic en todas las épocas- Carlos Giménez (con G) narra episodios de su infancia como víctima de los curas y falangistas que manejaban los orfelinatos. Lo que cuenta conmueve a cualquier espíritu. El de Jiménez (con J) no es cualquier espíritu; aunque la sensibilidad permanezca ausente.
"Paracuellos" ataca a la Iglesia del franquismo. Se parecía a la sucursal argentina en los años ´70, bendiciendo secuestros y masacres. Al autor de esta obra maestra le cabe más derecho y credibilidad que otros, al padecer en sus carnes la otra cara de los Santos Oficios.
En apariencia, la Iglesia de hoy, asimilada al régimen democrático, poca semejanza guarda con la del franquismo, asociada en carne y rezos al experimento abominable de los antiguos vencedores. Sin embargo, patrocina a alguien que lo añora, sin manifestarlo abiertamente.
Ah, por cierto.
Carlos Giménez está vivo, y colea dibujando y contando, cómo siempre, sus bellas historias; alejadas de la tan mentada "checa", obsesión fonética y conceptual de un personaje que la vive y la transmite con la precisión de un Cu Cu gore, de lunes a viernes, todas las santas mañanas de la COPE.
Sólo, menos mal, hasta el Ángelus...
No hay comentarios:
Publicar un comentario