FRASES BREVES E IMÁGENES ATRAYENTES EN LA DERIVA CULTURAL.

Las vanas promesas de publicarle a un amigo su microrelato le han deprimido. Cuando se es buen escritor desde una pluma cultivada (es su caso y el mío), el puntazo duele hondo. Me pasó alguna vez. Ducho en los avatares de escribir y no publicar en papel mis últimos nueve libros, resto importancia al hecho, reservando mi talento para el menester apasionante de crear, y seguir creciendo a pesar de ello. Desde hace unos años publico en Kindle Amazon sin provocar hecatombes. El sistema, no del todo impuesto, sirve para no acudir a las librerías y ahorrar un poco de dinero leyendo tu texto favorito. Tampoco me interesa el papel, a tenor de la masiva basura que agrada consumir a la mayoría de las personas, en éste y otros campos de Arte. Estimo que no quieren aprender de mis enseñanzas, labradas por la experiencia. Si lo hacen, requieren la brevedad de pocas líneas. Lo afirmo sin pudor alguno; para que aquellos que se ofendan puedan obrar en consecuencia. Por esa razón, buena parte de mis amigos (y enemigos) repasan mis frases breves, los aforismos y las fotos que cuelgo, o algunos artículos de opinión. Esa cantidad de taxativos lectores no los conseguirían, sin promoción, mis novelas y biografías. En ocasiones, giré algunas de ellas a amigos señalados. Por toda respuesta a mi generosidad, llegó el silencioso "adiós, muy buenas", sepultando para siempre mi cortesía. Seguramente no fueron leídas. Otros, motivados por el entusiasmo momentáneo, prometieron hacerlo. De ello jamás me enteré. En el mejor de los casos, quizá resultaran escudriñadas desde algunos párrafos. La pereza y presiones constantes de la vida cotidiana, mandan sobre el interés en saber y conocer a fondo un buen relato. Los libros sin promoción carecen de más lectores que los otros, a quienes mucho se celebra y poco se lee, a pesar de vaciar solo un poco los anaqueles de las librerías de no ser best sellers, celebrados por medios de pago y prestigio interesado. Varios artículos de opinión los vertí en los dos muros y el blog sobre el drama lector actual. Estimo pues, que la mala suerte es la de quienes me ignoran por completo.No abundaré otra vez en la pereza cultural. De sobras conozco sus causas sociales y políticas, siempre negativas para cualquier territorio del Planeta.