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El sociópata en cuestión.
Disiento con el diagnóstico de varios profesionales al no señalar al asesino del charter como enfermo mental no depresivo. Era un genocida en potencia. Es esto común y corriente, señores?
El deseo de causar un daño semejante, responde a una seria perturbación mental que comprende periodos depresivos de gran intensidad. La malignidad es un factor agregado a la patología global de ese individuo, aguardando expectante el momento de realizarse. El odio a sus congéneres revela una fractura irreversible del ser social. La condición de asesino múltiple no puede manifestarse, sin que antes una apretada constelación de fobias alcen en su torno una muralla de odio y deseos de venganza contra los seres humanos en general, objetivados para el caso en los desdichados pasajeros. Las heridas psíquicas, para el caso llagas vivas, provocan depresiones. La fuga de ellas sorteando la muralla, a la vez que camufla su verdadero estado al entorno, se realiza mediante estallidos de violencia que afectan a terceros. Lo que queda por desvelar, es su pasado familiar. El de los asesinos seriales es un caldo de cultivo que se hornea, hasta el momento en que resuelve transferir las heridas psíquicas causadas por unos, en otros, sin que medien pendencias y agravios. Da igual, porque culpa a todo el mundo de su situación. Por ese motivo elige un vuelo con pasaje regular a bordo. En su imaginario, ellos son el mundo entero a batir. A menudo, los terapeutas y siquíatras discuten variables técnicas mentales de lo que es un genocida. Para mi no caben dudas de su enfermedad mental y deriva sicótica en cualquiera de los casos.
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