LA REALIDAD DECÍA LO CONTRARIO, IGUAL QUE AHORA
Pablo Iglesias vasallo del monarca, Izquierda Unida destripada por luchas intestinas, Pedro Sánchez apretando el botón que traiciona el mínimo legado socialista sobre el aborto, arguyendo despiste, Albert Rivera planeando vampirizar a las víctimas de la prostitución,entre otras bestialidades, y el PP destrozando más la nación, mientras los Rato y Blesa se van de rositas. Todo con trece millones de pobres, pobreza infantil e indefensión social en marea creciente. Los nuevos políticos se pudren en un pis pas, matando toda esperanza de futuro en este país fallido. Solo algunos valientes fragmentados en el territorio salvan el honor de la España social. No son pocos, aunque lejos están de constituir mayoría. A menudo me asalta la idea de que todo se perdió, para muchas generaciones, en un abril sombrío del treinta y nueve, cuando los padres y abuelos de los que hoy mandan impusieron la previa derrota que sigue a esta otra, tan sangrante para las clases populares.
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