Ayer
Iñaki Gabilondo descalificaba al gobierno y su cabeza visible, al tiempo
que señalaba la responsabilidad del Partido, la oposición socialista y
el descontento light de muchos ciudadanos como real soporte del destrozo
local. En semejante cuadro no puede faltar sin embargo señalar que el
más poderoso enemigo del señor Rajoy y su panda sea Luis Bárcenas, no la
emergencia social. La inteligencia
delictiva del ex tesorero y gerente del PP excede en muchos tantos la
del enemigo. Así lo prueban sus movidas en el tablero. Hoy Raúl Del Pozo
desde la fosa séptica de "El Mundo" acotaba la jugada del preso en Soto
del Real, copiando los discos duros de los ordenadores antes de cederlos
al arbitrio de Cospedal & cía. Su abogado, Gómez de Liaño,
declaraba la -naturalmente falsa- alarma de su cliente ante la
manipulación de los ordenadores, tardíamente requeridos por el juez Ruz.
Era el cebo ideal para delincuentes de baja estofa. Según lo que
nosotros dedujimos entonces y refrenda Del Pozo, apelando a la
confidencia de su informante: "Los discos duros estaban sobados,
borrados y vueltos a recuperar por Luis. Luego, fue la liebre trampa
para despistar a los galgos, y el PP picó"
Vuelvo a Iñaki, para
sostener que poco importan la credibilidad de Rajoy y los suyos. Ellos
sobreviven en base a la tolerancia ciudadana ante el rodillo
parlamentario, obediente al mandato de Merkel y Bruselas, implementando
incesantes medidas que socavan la seguridad pública, sembrando el miedo y
nuevas cotas de desconcierto entre sus víctimas, durante años
adormecidas por el voto lanar, y que recién ahora, en medio del
creciente despojo y empobrecimiento colectivo, van despertando.
El
que Bárcenas sea la peor pesadilla de esta gentuza desvela que todo está
en manos de una sórdida pugna entre delincuentes que han saqueado
dineros públicos a espuertas.
El más listo acumuló una enorme
fortuna. Habrá entonces que deducir lo que desde su puesto clave
repartió entre los cófrades. No fueron monedas; de ahí la protección
extrema que gozó desde su imputación inicial en el 2009, y la tan
especial de Rajoy, desvelada en los cariñosos SMS que le dedicó a
sabiendas, ignorando que las chapuzas tienen las patas cortas, y que los
poderes fácticos no toleran fracasos.
De momento, el sombrío
comentario de Iñaki y los que vengo dedicando a éste y otros temas
concomitantes, reflejan la realidad de un país sin élites ni futuro. Así
es y será, en la medida que no los procuremos antes de que sea tarde.
De momento, la guillotina de estos mandados amenaza el libre aborto y
las pensiones. Aunque Rajoy caiga, como es previsible a corto o mediano
plazo, el rodillo parlamentario o las componendas interpartidarias entre
PP-PSOE continuarán el mandato imperial del V Reich y sus colaterales.
Estos son los otros y más encumbrados y poderosos ladrones. El drama
español vivido en esta larga noche no radica tanto en la deuda exterior
monumental, como en la debilidad política y social de sus deudores. Y no
son ellos, los chorizos, somos nosotros, los impunemente esquilmados a
golpe de Real Decreto.
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