Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

jueves, 5 de septiembre de 2013

LA EXIGENCIA

                               Clara Bow. La Flapper por excelencia
              
 En "El Imperio del Glamour" Clara Bow refleja una terrible infancia inmersa en la pobreza, el estupro y el acoso de una madre prisionera de la enfermedad mental y delirios asesinos. En su caso, el estrellato fue un escape a la esperanza, sólo en parte confirmada.

En mis textos, la penuria de seres complejos victimizados en la infancia por circunstancias penosas de las que no son ajenos los miembros de la familia, generalmente desquiciados o en gran desventaja social son una constante. El marco de la Historia va detallando conductas y ambiciones particulares con el foco puesto en los avatares del factor humano.
Joan Crawford y Jean Harlow completan el trío del libro, brindando a los lectores la oportunidad de captar lo que a mi me costó décadas de aprendizaje, estudio, e infinitas lecturas y visionados, remendando errores propios, y en el toma y daca, observando conductas ajenas.
Es una chance que creo, no ofrece cualquier escritor. Lo hago en mi caso con el placer de la pasión, centrada en la asimilación y el trasvase constante de conocimientos, a través del relato literario. Lo que prima en dicha labor, son las personas, generalmente olvidadas en demasiados textos. Ellas actúan según necesidades y premuras que mandan por sobre otras consideraciones, precipitando amores, odios, triunfos y fracasos. Así somos actuando en sociedad, cada uno en su tiempo. Tras seis libros impresos y viviendo en un país poco proclive en abordar los temas que me preocupan, con lectores y editores que reflejan fielmente esa pobreza espiritual -presente en la  crisis brutal de estos años- he optado por el formato de edición E Book, reeditando los viejos textos y publicando otros nuevos.

En Amazon Kindle os aguardan éste y otros libros de mi autoría. Son ensayos y novelas en espera de exigentes lectores. La exigencia es una condición que determina mis labores. Sin exigencia nada sale bien en la vida. Ni siquiera el periódico, puestos a leer...                                             

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