Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

sábado, 31 de agosto de 2013

UN POCO DE JUSTICIA

           
DIEGO JUNTO A SUS COMPAÑEROS DURANTE LA EXPROPIACIÓN EN CARREFOUR


La tasa de paro en Andalucía duplica la del Estado sin que algunas medidas de la junta PSOE/IU aligeren la cifra, prisionera de una política de presupuestos que regentean Montoro y Guindos según órdenes de Berlín y Bruselas, digeridas por el corrupto partido y su desgobierno. Ayer el sindicato agrario de Diego Cañamero y Sánchez Gordillo resolvió expropiar doce carros de últiles escolares en Carrefour, al tiempo que el Gobierno y sus cómplices de "izquierda" pesoeros, ponían el grito en el cielo. En La Sexta y La Cuatro, cadenas supuestamente independientes, sus tertulianos condenaron esta acción, "violadora de la propiedad privada", según el crumiro de "El Mundo", Rubén Amón. Desde luego me privé de sintonizar "Intereconomía", esa abyecta invención de la caverna protofranquista, pero es, no nos engañemos, la burguesía española en pleno la que administra esa opinión. Sus bancos y grandes empresas han privatizado la riqueza, monopolizando los tres poderes del Estado. Si alguien creía en la independencia del poder judicial, los más recientes eventos de los casos Palmarena, Gürtel y Bárcenas demuestran lo contrario. La acción del sindicato andaluz difiere de los saqueos espontáneos en Argentina durante el Gobierno Alfonsín y el posterior de De la Rúa. Aquí no hubo ladrones infiltrados ni provocadores, fue una decisión asamblearia basamentada en la ausencia de justicia social ante los auténticos chorizos y depredadores que, a cara descubierta y bajo el amparo de gobernantes, legisladores y jueces roban dinero público mediante recortes y estafas, sumergiendo en la miseria y la indefensión a amplias capas de la población.
Ciegos ante una realidad que tarde o temprano les dará de lleno, olvidan que sin justicia social y auténtica democracia, de la que se lleva al plato; aquella que vela por la salud pública, educando a niños y formando jóvenes capaces de liderar el inmediato futuro, o amparando pensionistas que han labrado duramente la grandeza de la nación, pese al franquismo y sus fallidos herederos, no hay leyes y gobierno que duren mucho. 
Cañamero, Sanchez Gordillo y los suyos lo saben y, en consecuencia desarrollaron esta pequeña protesta redistributiva imponiendo un poco de justicia. De ella, cuyo valor simbólico supera lo expropiado, debieran aprender los señores de UGT y CCOO, apoltronados en sus licencias sindicales y privilegios. 
Sólo desde la pequeñez moral de un torcido instinto de clase es posible criticar a estos dignos, honrados y valientes andaluces, salvando por demás a los causantes del actual desastre español. 
Son los de arriba, no los de abajo. En los segundos -a ellos pertenece esta pluma-, cifro mi esperanza...

No hay comentarios: