LA DEL ESTRIBO

Tras cuatro años de bregar en Face y casi siete en mi blog voy a cancelar mis espacios en la red. La razón es sencilla y comprensible. Casi nadie lee mis libros Kindle, totalmente accesibles en materia de precio y calidad. Enriquecedores, además, para aquellos que se dignan a leer y aprender. 

La cultura gorrona de lo gratuito no permite a ningún escritor atraer lectores de pago. Creen ustedes que nosotros vivimos del aire y del sol. El hecho de la fama -lo expliqué mil veces- no es un baremo de calidad. Pero sirve a que alguien famoso atraiga "amigos", deseosos de figurar en su espacio de Face o Blogs. No es mi caso y tampoco fue de lamentar. Sé lo que llevo hecho y soy capaz de hacer, con independencia de la celebridad. 

Jamás me importó. Por ende, nunca he vivido de la literatura. 

Por desgracia, este país e incluso otros, no son paradigmas de la excelencia literaria y conceptual. Se escribe y lee en clave telegráfica. Por ello, cuanto más cortas sean las frases mejor. Cuándo no, habrá que hacerlo lo más confusamente posible, impresionando a las almas de pobre contenido. Es la base de los best seller actuales en el área latina. De la catalana, mejor no hablar. 

Incluso, algunos intentan enmendar mis frases y escritos, que son claros y directos, con resultados sobrecogedores. A veces me avengo a explicarles, pero es inútil esfuerzo. Morirán cabestros. Todo el asunto es vergonzoso e indignante. 

Estimo que Facebook establece un convencional espacio para la diversión, no para disfrutar compartiendo ideas, intelecto y emociones positivas que permitan crecer de verdad. Twitter aún es peor. No obstante, durante estos años dichos medios me han permitido crecer, a base de esfuerzo y entusiasmo. Pero el impulso, siempre unidireccional, se agotó. Los reportes económicos de Kinde han colaborado a ello. Sobre el ruido de más de 6.000 lectores entre Face y Blog, hay muy pocas nueces.

No reprocharé a nadie nada, pues lo hecho comportó, ante todo disfrutar, mejorando habilidades. Pero la falta de tiempo resuelve el pleito existencial en contra del que dedico a quienes me leen gratis en estos espacios.

De manera que, estimo más positivo entregarlo a nuevas novelas y ensayos, matizándolo con lecturas y visionados estimulantes en compañía de mi querida esposa y compañera. El resto del viaje será apto para recorrer caminos, disfrutando de la vida.

Es lo que siempre me importó de verdad.