Francisco Álvarez Cascos y su envejecida máscara protegidos por la policía ante una airada muchedumbre, hoy a las puertas de la Audiencia Nacional
Todo
este juicio es una comedia judicial para salir del paso. El juez Pablo
Ruz acorrala a Bárcenas, no al PP. Le faltan carácter y personalidad
independiente para manejar este caso. Así lo demostró hoy tolerando las
indignidades del señor Álvarez Cascos (que en veinte años parece haber
envejecido sesenta) durante su desmemoriado "testimonio". Menos
agresivo, Javier Arenas salió del paso
con argumentos parecidos. El Juez le teme a Dios en la persona del
Fiscal General del Estado, y ya sabemos lo que sucede con los creyentes
puestos a dirimir pleitos sagrados. Mañana, el sainete proseguirá con
Dolores Cospedal y su alma de metal...
Sólo la movilización popular puede acabar con toda esta farsa.
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