Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

sábado, 17 de octubre de 2009

PARA ELISA.

Nada que ver con Beethoven. Es la wagneriana Elisa Carrió en pleno rugido.
El analista fisonómico y gestual de "Miénteme"(la serie de TV con Tim Roth), montaría un festival con ella.

No hay foto reciente que logre disimular ese escabroso trasvase del fondo a la forma. La diputada electa ruge cual monstruo del pantano.

Dicen que un día fue bella hasta el punto de representar en un concurso a la Provincia del Chaco.

Nacida hacia 1957, en plena Revolución Libertadora, los años de juventud fueron matizados por su creciente pasión política, especialmente subrayada en los bordes de la madurez. Luego de recibirse de abogada y ser nombrada fiscal en 1978, integró con rango judicial el Tribunal Provincial Chaqueño en época de la dictadura. Luego militó en las filas de la UCR a instancias de Raúl Alfonsín, cortándose sola en el liderazgo de las propias.
Un enorme ego iría devorando con prisa y sin pausa a esta hembra temperamental, hija de ricos hacendados vinculados al dictador paraguayo Alfredo Stroessner, tornándola imprevisible con el correr del tiempo.

De posiciones de izquierda democrática tanto en el radicalismo como fuera de él, se desplazó al centro y, tras su encomiable oposición a Carlos Menem (e incluso a su antiguo jefe, que con él pactó la reelección) su rodaje opositor la situó paulatinamente a la derecha.

Esgrimiendo críticas correctas a los Kirchner, pasó a combinarlas -hecho grave- con un profundo descreimiento en las ideologías. Tal vez porque la suya pondera las certezas de la economía de mercado ensamblándolas con serias dosis de misticismo profético y un peculiar sentido de la caridad, ahora se adhiere sin reservas a grandes poderes mediáticos.

Franqueadas ciertas barreras de contención, la mística personal acostumbra a respaldarse en soportes grandiosos. El caso del socialista revolucionario Benito Mussolini y su conversión fascista (reflejada palmariamente en su gestualidad) es uno de los ejemplos más diáfanos de esta patología.

A su reciente observación sobre los supuestos dos hijos de desaparecidos que la señora de Noble -propietaria de Clarín- adoptó en épocas oscuras, afirmando que "son hijos de todos", agrega Elisa en penoso vertido, denunciando el deseo gubernamental de "humillar" a la madre postiza (cómplice si así lo decidiera el ADN, del asesinato de madres verdaderas).

El proyecto del Poder Ejecutivo que permitiría a la justicia la obtención compulsiva de muestras de ADN sería -según Elisa- "una venganza fascista" contra la anciana dama, de 82 años".

Recordamos que, en principio la amigable Suprema Corte de Justicia admitió el recurso de amparo solicitado por Noble; contra el que se alzaron las Abuelas de Plaza de Mayo y otras organizaciones populares. De los dos hijos(mujer y varón) la primera estaba dispuesta a colaborar con las demandantes. El fallo de los amigables magistrados forzó su paso atrás.

Ahora es el Ejecutivo quien las respalda, enviando el Proyecto a Cámaras que aún controla.

La furia de Elisa no ha demorado en tronar, equiparando a los Kirchner -en franca guerra contra "Clarín"- con Stalin y Ceaucescu (no sugestivamente, con Mussolini).

La negación de las ideologías conduce a que, cómo parte de su incoherencia las invoque mal, confundiendo "churras con merinas" (tal como glosamos en España).

La desorbitada dramatización en gesto y verba, omite la conquista que las Abuelas y Madres de Detenidos y Desaparecidos realizaron para ejemplo del mundo, rescatando a cantidad de niños secuestrados por la dictadura procesista -ya adolescentes-, de sátrapas que oficiaban como padres genuinos.

Los hijos pertenecen de origen a sus padres según la "Patria Potestad", no "a todos"; menos aún a quienes les secuestraron siendo bebés tras "chupar" para siempre a quienes les dieron la vida.

Movida por el odio y un drama emocional que revelan las instantáneas y su propia deriva política, Elisa desarrolla la paranoia compulsiva hasta extremos que ni siquiera defienden a cara descubierta reconocidos "gorilas".
Entre estas posiciones y las neocon de la extrema derecha apenas media un paso.

La impresión de que ella -aliada ayer a movimientos reivindicativos- se dispone a darlo, amaga ya en los lazos que anuda con "Clarín" y otros cómplices de quienes aplaudieron y jalearon a los que implementaron el terror de Estado siete largos años, junto a otras tropelías posteriores, de carácter económico social, desarrolladas profusamente bajo los pliegues del manto democrático.
Lo que Elisa y su tortuoso calidoscopio mental no advierten, es que hay senderos sin vuelta atrás...


1 comentario:

parcass dijo...

Estimado Joan:

Muy buena,diria excelente su descripcion de esta Sra.

Los que la sufrimos desde aca,muchas veces sentimos verguenza ajena con las barbaridades que dice.

Tengo algun amigo -dirigente peronista, enfrentado a los K - que ha tenido oportunidad de hablar en varias oportunidades con ella.Termino mal: " es mas autoritaria que los K" me decia.

Si bien me parece que su crisis histerica actual muy probablemente se deba a que (como la mayoria de los opositores) penso que los K se iban despues del 28 de junio.

Resulto al reves, los K estan mas fuertes que nunca.

Cordiales Saludos