Ya está calentito el libro segundo de "La Saga de la Esfera Brillante", un ejercicio de fantasía y principios aplicado al mundo de hoy, incidiendo en la necesidad de mejorarlo. Parte de la Historia real está ahí, palpitando con sus dramas humanos y sociales, fundidos a los intentos de cambio y revolución. A medida que avanzan los renglones, mi entusiasmo crece. Qué bello es hacer lo que a uno le gusta y puede, volviéndolo a mimar después, a través de la lectura, y ya editado! Cuando empecé a redactar mi primer libro, lo hice por esas razones. Mi biblioteca de Barcelona era un templo cultural. Yo debía contribuir con algunos renglones. Los que me gustaría leer y faltaban. Ya llevo trece libros editados en papel o medio virtual, entre biografías y novelas. Y la verdad es que, a esta altura de mi vida, me importa poco que me lean a no. Cada cuál es libre de elegir lo que lee o deja de leer, faltaría más!
Me basta con gustar de lo que hago, y que le guste a mi mujer. Ella, una apasionada de la gran literatura, montó otro templo cultural en nuestro piso de Rio. Lo hizo a lo largo de años, cuando aún no nos conocíamos, aunque compartiésemos la misma pasión cultural. Y hoy, para nuestra dicha, seguimos disfrutando de la vieja afición con gran intensidad. Así será hasta el fin de los tiempos; cuando dejar de leer o escribir signifique partir para siempre
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