Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

lunes, 14 de julio de 2014

EL CANDIDATO


No importa que alce el pulgar. Si no, que lo alcen los votantes...


Con los avales promovidos por la canallesca Susana Díaz, una presidenta autonómica elegida a dedo que respaldan Izquierda Unida y lo más rancio del socialismo español, Pedro Sánchez se transforma en el joven Rubalcaba del PSOE. Es el mismo sin alopecia, con idéntica falta de escrúpulos y veinte años menos. Sus declaraciones, una vez ungido con óleos sagrados pasados de fecha, reiteran el ataque a "Podemos" realizado a bombo y platillo por la extrema derecha gobernante, Felipe González y la bruja Díaz. El barbilindo Sánchez, que parece salir de una sala de maquillaje camino a un plató televisivo, sostiene que, un programa como el que promueven Pablo Iglesias y su gente nos llevaría a un Crack como el de 1929. No se ha enterado que llevamos siete años padeciendo un fenómeno que ha superado con creces aquella tragedia, transformando a España en el país más falto de equidad social en Europa, al superar incluso el atroz drama griego. Seguramente él no padece ningún recorte en sus carnes. Por esa razón ha integrado las tertulias más reaccionarias de la caja tonta, sin dejar otra huella que la de su socialismo almidonado. Luego, lo real para el nuevo líder socialista, es imaginario. Entre las imbecilidades y retrancas que desgrana con ese acento educado y tan bien repasado por la plancha, el finolis se ha desdicho, señalando a Catalunya como "una nación" días atrás. Ahora mismo integra "la Comunidad Ibérica".

La de Madrid integra, junto a las de Valencia y Baleares, lo más corrupto del país. Él sale de ahí mismo con un programa del "no se sabe qué", aunque lo presentimos todos."Jamás pactaré con el PP", proclama. Ni falta que hace, por que el pacto radica en coincidir, de facto, en la obediencia servil a Merkel, el FMI y los tristemente célebres "hombres de negro". Eso implica mucha más miseria y dolor para millones de ciudadanos despojados de sus derechos fundamentales. Sobre esas aguas servidas navegan el poder de este gobierno basura y sus patrocinadores. Luego, afirmar gallardamente que "la hora de Rajoy ha terminado" es falso, de contar con alguien como él. La última apuesta con cierto futuro fue Zapatero. Y ya sabemos dónde fue a parar, acompañando el viaje de González al más completo descrédito. El lustroso Pedrín, integra, sin Roberto Alcázar, la otra pata coja de un régimen que hoy chapotea a cara descubierta en el lodo de la corrupción, la prepotencia y el enriquecimiento masivo de grupos oligárquicos en detrimento de las grandes mayorías, destruyendo toda esperanza de cambio. Porque señores, el cambio aquel de la rosa en el puño, nunca fue tal. Eran reformas temporales de un sistema tramposo que enriquecía a los herederos de Franco por debajo de la mesa. Ahora, con la rosa asfixiada por tantos desatinos y podredumbre, el puño, envejecido y romo, sirve para golpear las cabezas de los parados, desahuciados, carenciados y estafados de toda edad por este sistema, imposible de soportar sin enfrentarlo de una vez por todas. Y la del tal Pedro Sánchez Castejón no está para esos trotes. Su elección, tan publicitada por los medios, no significa nada. La decisión final está en las urnas, no en esta comedia. La vecindad de los votos probará también, que los fervorosos de la socialdemocracia son hoy, mañana y pasado, más imaginarios que reales, coincidiendo exactamente con las fantasías de este candidato tardío, destinado al fracaso.

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