EL DESTINO MANIFIESTO

Parece irreversible que en España el arco de centro izquierda reemplace al gobierno basura del Partido Popular. El problema radica en la probable coalición entre el PSOE e Izquierda Unida, empleando la poco clara fórmula que rige en la Comunidad Andaluza. Si sigue a pie juntillas el modelo de coalición, pocas cosas cambiarán. Es el mismo que ensayó Felipe González treinta años atrás. De momento, Pedro Sánchez mandó votar contra Jean -Claude Juncker en la Eurocámara, a sabiendas de que, rompiendo el previo acuerdo sería igualmente elegido, a causa de la entente interior alemana y la complaciente socialdemocracia de muchos territorios. Este guiño de poco vale, porque coger las astas del verdadero toro significa enfrentar el pago de la deuda soberana, auditándola en primer lugar, junto a los recortes sociales y salariales que imponen Berlín, Bruselas el BCE y el FMI. El PSOE no está por esa labor. Y los parlamentaristas de la izquierda legalista tampoco, aunque lo digan de la boca para afuera. En Podemos, deliciosa sorpresa de la Historia, radica la perspectiva de sumarse a este Frente en ciernes,en pos de cambiarlo todo para que nada cambie, o conservar las banderas que le otorgaron más de 1.200 000 votos en las europeas. Hoy se ha visto a José Bono en "Al Rojo Vivo", ofrecer a Pablo Iglesias una Rama de Olivo, intentando seducirle, para hacer de este conglomerado ya palpable- auténtica jaula de grillos- algo imbatible. La extrema derecha, con Aguirre a la cabeza y la complicidad del PP (tan extremo como ella), pierde los pocos papeles que le quedan (todos emporcados), atacando a Podemos. La de Bono y Aguirre encarnan dos tácticas en procura de un solo fin: neutralizar esa amenaza contra esa "Democracia" que ellos defienden, representando a lo que queda en pie de la clase media. Se trata de conservar privilegios sectoriales a toda costa, en detrimento de los millones de parados y carenciados, para quienes este miserable estado de cosas que aún sirve a algunos, a ellos no les sirve para otra cosa que sufrir más y peor. Si Iglesias, Monedero y esta tropa que hoy sacude los cimientos del sistema, caen en la trampa de ceder, parte de su programa en aras de pisar una trampa para osos, caerán en el descrédito. Ya no es posible contentar a sectores sociales antagónicos. Eso solo puede cuajar en una economía boyante. Y la de España proyecta uno de los mayores desastres planetarios del siglo XXI. Solo lo aventaja la deuda exterior de los EEUU, sostenida al borde del abismo por el dolar y los chinos. Las opciones de los Brics al FMI y el Banco mundial abren otro escenario alternativo al viejo dominio de los ex países prósperos, de cepa colonial y luego imperialista. Todos están en crisis, menos Alemania, aunque su sociedad es una de las más injustas y crueles de Europa con los que menos tienen. 

Si en España sube un gobierno que se plante ante el timo europeo, el tinglado que montaron el capitalismo neoliberal y sus bucaneros correrá el feliz riesgo de irse al garete. Ese es el miedo que debemos meterles en el cuerpo. El que perdieron gracias a Tatcher, Reagan, Bush y Aznar, o ahora Rajoy, y el derrumbe del espejismo comunista. Ellos, las grandes fortunas del orbe, creen que la Historia ha finalizado, y hay que demostrarles que no.

Ese o ningún otro, será el destino manifiesto de Podemos en España.