EL CEPO

   Cepo dentado. Un prodigio del medioevo

Las leyes y disposiciones que abarcan la Ley Fundamental y los códigos procesales de esta corrupta Monarquía, vieron la penumbra transicional, para no ser cumplidas. Es fácil conseguirlo. Jueces y poderes del Estado están bien enfangados en ello. Quién, frente a esta gran ofensiva de la sinrazón, cree que, por medios electorales puede restaurarse lo perdido, ganando nuevos tramos de equidad social, respeto por el Estado de Derecho y la justicia, ante un retroceso semejante? La mayoría contestaria, sin duda. Soy, en cambio, de quienes no lo consideran posible. Conozco al enemigo. Desde poderes exteriores y autóctonos harán las mil y una para impedirlo, valiéndose de esta democracia amordazada, con pies y manos sujetos a pesados grilletes. Redondean un cepo. Ni más ni menos. En el ´78, los franquistas y sus retoños "democráticos" del PSOE y la izquierda se lo montaron muy bien. El pestilente chollo político empresarial de saqueo público les duró más de tres décadas. Con el desembarco de la crisis, desnudaron la naturaleza del entramado. Esa democracia era como el oro de los tontos. Ese que en la veta rocosa brilla tanto, y no vale nada. 

Ahora, los miserables actúan a cara descubierta, sumergiendo y precarizando a millones de ciudadanos con absoluta prepotencia, administrada con represión discrecional y enorme salvajismo. Esto, señores, es una trampa gigantesca de la que no se sale con buenos modales. Varios creen que sí. Allá ellos. Permítanme ser escéptico, aunque apoye a Podemos, y en algunas cosas a IU. No me gusta la sangre, aunque por ahora, los muertos sin voz y con gran desesperación, de todas las edades se multipliquen a diario. Habiendo condenado a ETA en su momento, la actual cantidad de víctimas es muy superior, pese a que la sangre no inunde las calles. Los que se van en busca de trabajo abandonando su tierra por fuerza mayor, son otras muchas. Sangran por dentro, y eso lo conozco muy bien. De todas estas víctimas de un sistema cruel, la extrema derecha gobernante y sus aliados, auténticos responsables de todo, nada dicen.

Ser un historiador concienzudo, residente en dos países, conociendo la miseria y la represión de cerca, es una tragedia con ventajas para quienes sobrevivimos al terror generalizado. Solemos, por ello, detectar el crimen social y las formas de despotismo politico más rápido que otros.También ayuda el estar bien informado. En el hogar de mi infancia, integrado por exiliados españoles fugados de la miseria del franquismo, ingresaban tres periódicos por día, y muchas revistas semanales. Desde 1955 y durante muchos años, en la República Argentina imperó la represión. En la España actual, esa pasión por separar lo verdadero de lo falso, se multiplica a través de medios que no se remiten al papel y la imagen. Desde los últimos, bien aislado por la izquierda local (de la que no excluyo a nadie), me manifiesto. Luego, mis tradiciones siguen intactas, al igual que la pasión social, política, económica y artística que guía mis pasos. Ni siquiera la muerte me llamará a silencio, gracias a mis tesis y obra, en pleno desarrollo. Por ahora, fin de las citas...