Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

sábado, 21 de diciembre de 2013

LAS COSAS EN SU SITIO


Contra la evidencia, sostiene Rajoy desde Bruselas "que no se ha ordenado un registro a la sede del PP, y que el partido respeta plenamente las decisiones judiciales". Doble mentira. Ruz, con frecuencia ninguneado por ellos, les hizo morder el polvo de la humillación en su propia guarida.
A esa dialéctica de hacer de lo verdadero algo falso nos tiene acostumbrados este pobre infeliz que dice gobernar y sus cuarenta ladrones (es otro decir, porque son muchos más). Instalados en las brasas de la mentira, no aparentan quemarse. Pero el olor a chamusquina de almas quemadas inunda el país. No sólo combustionan el alma. La conciencia es un espejo imposible de esquivar. Podrán hacerlo añicos, pero siempre habrá una partícula traidora que los refleje de cuerpo entero con todas sus miserias. Por ello es que, desde el jefe de este ejecutivo de mierda, hasta el último mono, se muestran tensos y desmejorados. Montoro es el reflejo más palpable del desquicio personal, paranoico y delirante, que alimentan sus propias mentiras; aunque basta observarlos en los noticiosos y leerlos a todos y cada uno en la prensa, para saber que nadie escapa a la erosión. Son conscientes de lo que perpetran desde hace dos años entre conciliábulos con Berlín, Bruselas y los poderes locales. Eso tiene un coste que retrata puntualmente la factura que les pasa ser unos malvados. Y lo que es peor aún, no poder salir a la calle a respirar aire menos contaminado, sin que el repudio popular se manifieste, claro y rotundo. Entre tanto, la acumulación de desatinos se esparce en todo el territorio sembrándolo de basura. Cada decreto, semioculto en su letra pequeña, o manifiesto y tronante, atenta contra la equidad social, la salud pública, la educación y el Estado de Derecho. Esos valores, arrancados al franquismo durante la llamada Transición, van perteneciendo al pasado por obra y gracia de estos miserables. Cada vez más aislados en su bunkerizado microclima. En buen romance, una cárcel que anticipa predios menos confortables. Sino al tiempo. Es el que al final pone las cosas en su sitio...

No hay comentarios: