GRILLOS CANTANDO ENTRE PLANTAS CARNÍVORAS

Estoy harto de presenciar desde la TV, tertulias que dan voz a los asesinos que machacan España, convirtiéndola en un país donde muchos, muchísimos pobres habrá siempre. 

No me refiero a la infumable TV oficial, ni a la hoy hundida "Intereconomía", o la curial "13 TV", imposibles de aguantar sin el asco en la garganta y la sangre hirviendo. También las privadas con audiencia y cierto guiño social hacen favores al gobierno, a través de sus propagandistas, mezclándolos con gentes sensibles que, no obstante, les siguen el juego sin romper la baraja. La demolición pausada de "Al Rojo Vivo"(en la Sexta) por parte del señor Fernando Lara es un ejemplo vivo de lo que afirmo. Cintora en "La 4" aguanta, al precio de soportar cacatúas miserables y loros barranqueros de la peor especie. Todo se explica, a tenor de que el propietario del canal es Silvio Berlusconi. Ni qué decir de "Más Vale Tarde", un calco suave de "Al Rojo Vivo" en los pálidos atardeceres de "La Sexta", infiltrado por los validos de Lara. Lo peor de todo no radica en que la gentuza exista, con pantalla y voz. Es el democratismo de opereta "transicional", que sostienen los mejores, ante lo peor. Un circo romano light, en el que siempre gana quien representa el poder. 

Si el gobierno español y su partido son una basura, como prueba la cruda realidad desde hace dos años, no hay nada, absolutamente nada que discutir con sus representantes mediáticos, porque aquello que se discute, a menudo de nombre a nombre y con cierta cordialidad "democrática", gira siempre sobre la misma fórmula. Los malvados defienden grotescamente sus posiciones, mientras sus también "democráticos" rivales las critican, sin enfrentar con todo a los patrocinadores, aliados a los dueños de las cadenas. Ese es el traslado puntual de un añejo juego de origen parlamentario, que hoy lleva a respetar la estafa política más grande de la Historia Moderna, sin que nadie le plante cara. 

Medida tras medida criminal del poder, el país se hunde en la noche de los tiempos. En ese concierto de grillos cantando entre plantas carnívoras se desplaza la perpetua escena de las tertulias políticas en España. Cada vez menos vistas y escuchadas, sobre todo por los millones de parados, la gente de toda edad que apenas come, y no puede pagar la luz...