Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 31 de mayo de 2009

CLAUDIA.

La fruta, madura y picada.
A la Cardinale que visita España la desnuda El País de hoy en su trasero. Lo del desnudo es un reportaje, lo del trasero la contraportada del periódico.
Con 70 años viste muy bien sus carnes, incluidos los bajos. Es embajadora de la UNESCO para temas de la mujer y se enorgullece de fumar en los cónclaves de la entidad. No traga el humo, dice, sí en cambio a Silvio Berlusconi, de quien se deshace en elogios.
Al parecer, los asuntos de la mujer que ella preserva desde su alto cargo no comprenden al septuagenario payaso, corrupto, machista y encima gagá.
Claudia nos llegó al corazón y la entrepierna en su juventud. Era bellísima, excitante y de paso noble arcilla en manos de genios como Visconti o Bolognini. Hoy es ni más ni menos lo que declara.
A ello puede agregarse un libro semibiográfico sobre su Túnez natal, que ella misma edita.
La Cardinale no se ha hecho la cirugía en ningún rincón del cuerpo, ni en el alma. Y el grado de vejez se mide por el estado de la última, entregada para el caso al impresentable Cavaliere...

No hay comentarios: