Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 7 de enero de 2009

LA ORQUESTA DE LA PAZ Y LOS TARTUFOS DE LA GUERRA

El criollo y judío Daniel Barenboim, músico profesional desde los siete años y excelso hombre de paz, en pleno ensayo sinfónico.

En concreto, una de las grandes orquestas sinfónicas que dirige en la actualidad Daniel Barenboim (en la foto) responde al nombre de Orquesta del Diván Este- Oeste, integrada por músicos árabes e israelíes. La fundó en 1999 junto al escritor palestino Edward Said con el fin de hermanar simbólicamente cada verano lo que la Historia niega cruelmente hoy.

La celebridad de la Orquesta en Occidente y el Oriente Medio superó en fervores los brindados por Tel Aviv. Más allá de que la ejecución de Richard Wagner ante auditorios judíos haya erizado la piel Estatal y el prejuicio se haya impuesto a la voluntad artística del Maestro, lo que pesó en la estimación de su figura no fue Wagner (autor utilizado por los nazis), sino la significación pacifista y liberal del emprendimiento.

Yo me adscribo de alma a la formación. Escucho a menudo sus conciertos y me dejo invadir por sus maravillosos acordes. Mi condición pacifista se armoniza con el talento musical de Daniel y sus profesores.
La de otros marcha en dirección opuesta.

Hace unas horas recibí un comentario que reproduzco. Mediante el sucinto escupitajo, un tal "Ruiz" me acusa de sectarismo y enemistad con Israel, a raíz del último post, enfrentado a las nebulosas belicistas de la "republicana" Pilar Rahola.

La ausencia total de argumentos que refrenden el ofensivo escrito es palpable. Ya anticipó el método algún anónimo raholista tiempo atrás. Al violar mis estrictas reglas de firmar comentarios, entonces no lo incorporé. Sí este otro -accesible a mis lectores- por una consideración didáctica.

Pilar Rahola ha escogido unos cuantos temas que, sumados a su histrionismo mediático y la conocida trayectoria en el campo de la política, le garantizan mastines que ladran a sus críticos.
Más que periodista, es una diva del espectáculo afecta a los reñideros, adscrita incondicionalmente a la política exterior de una de las potencias militares más demoledoras del planeta. A ello, suma la insistente aversión por el venezolano Chávez, los hermanos Castro, y en menor extensión de centimetraje, otros tiranos del orbe, poco observados por el amigo americano.

Por supuesto aborrece a los maltratadores de género, condenando la prostitución y la matanza de toros bravos en las plazas públicas. Al fustigar males y taras tan obvias, se apunta la consiguiente solidaridad del público femenino y los varones piadosos con el Reino Animal.
Nada de esto sería objetable, si su sentido de la justicia emparejase tantos con el drama humano de los palestinos, condenando esta horrenda masacre de inocentes en Gaza; superior en magnitud y consecuencias a las que proyecta la condenada tauromaquia.
No siendo así, su grado de sinceridad y entrega a otras causas nobles queda en entredicho.

Impetuosa y sobre todo exhibicionista, Rahola pretende identificar sus posiciones con una izquierda democrática matizadamente nacionalista, fustigando a las gentes del sector que no piensan como ella.

En el punto, escinde el progresismo antiimperialista, de los temas ecológicos y otros "humanitarios" que son de dominio público.

Aunque no lo confiese abiertamente, aborrece lo que considera insalubre en la postura radical. Es decir, su esencia misma, y en especial todo lo que huela a Marx (pese a no haberlo leído) o Erich Fromm (que probablemente leyó, sin digerir).

Al devenir frutos literarios de modesta factura, se aferra con unción a los filones de éxito seguro, llenando renglones y ocupando espacios en la tele.

Habiendo participado -a su instancia- en la inauguración de su Blog un par de esforzados meses -de ello hace ya tres años largos-, conozco a fondo su entraña manipuladora e intrigante. Pese a elogiar mis colaboraciones rogándome que no me largase, movía ciertas piezas obstruyéndolas.

Característica perversa del divismo, la egolatría, arroja dividendos si el poder asociativo con los ítem y personas que cuentan cierra el círculo haciendo caja. La corte de sirvientes y fanáticos adoradores -incapaces de pensar por sí mismos- son la consecuencia lógica de un negocio redondo. De ahí que, repasando el correspondiente blog, topemos con peloteos que bordean la religiosidad.

Estimo que sin el fetiche sionista a mano, la ya madura diva sería una pieza de museo. A diferencia del derrotero político, dónde tras un cuarto de hora funcionarial fracasó estrepitosamente, en calidad de agente oficiosa supo escoger patrocinadores, pues de servirlos vive, y con el fardo a cuestas deambula perorando el credo.
Viene a representar, en peculiar versión catalano feminista del sionismo reclacitrante, una suerte de predicadora, al estilo de Aimee Semple McPherson pero tarifada.

Su melodrama actual radica en que, por fuerza debe convalidar las atrocidades coloniales de Tel Aviv en Gaza que conmueven al mundo civilizado, y no tiene cómo. De paso, la Operación Plomo Fundido amenaza con estragarla en el hervor. Si cambia el libreto, pierde la baraka...

Mientras su aflicción la debate entre ser y... seguir siendo, sus oficiosos auxiliares rastean los periódicos y la red detectando aquellos opinantes que contradicen la extrema debilidad de posiciones insostenibles.

Para Rahola y su caravana de fieles, si no estás con determinadas acciones de Israel, eres un enemigo. Hitler opinaba otro tanto respecto de los que no se alineaban con él. En otra medida e igual baremo reaccionan los hermanos Castro, y en cierto modo Chávez.
El vasto historial del autoritarismo a todos los niveles, sólo reconoce obediencia y sumisión. Lo demás, no cuenta, y si cuenta es fungible...
Por ello es que acude a polémicas de trocha corta en espacios circenses o chabacanos, junto a personajes de irrisorio intelecto.

Si en otro post señalé a esta señora como una falsa moneda, destaco para finalizar, el auténtico valor de Daniel Barenboim, judío de verdad; genio argentino y universal desde siempre; y hoy, más que nunca, lúcido símbolo humano y cultural de las almas independientes.

A Daniel y sus profesores del Diván, aceptaría gustoso cargarles los instrumentos y servirles el desayuno. A gente como Rahola y sus tartufos -inconmovibles y reaccionarios ante catástrofes humanas como la de Gaza- los enfrento con la pluma, la palabra... y mi hondo desprecio...

Pd. Llevas razón Ruíz. Me he lucido. Mediando vosotros, cualquier crítica al Plomo Fundido, brilla como el oro.




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