Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

martes, 6 de enero de 2009

EL ELOGIO DE LA LOCURA, EL CRIMEN Y LAS CAMISAS IMPECABLES.

Familias palestinas de Gaza esgrimen improvisadas banderas blancas escapando de la "perfecta" maquinaria mortal israelí y su blitzkrieg.

Advierto sin sorpresa que el cuatrero Vázquez Rial vierte en Libertad Digital (el 6 /1/09 ) su "defensa" de la luctuosa carga israelí -que ya se cobró cerca de 600 víctimas y miles de heridos- esgrimiendo argumentos que retratan su propia patología.

Tras arroparse en E mails de algunos cómplices (a los que define "amigos" -en caprichosa evaluación que tal vez emplearía Hitler con Himmler, Göering o Goebbels-, justifica la masacre de Gaza como parte de una estrategia antiterrorista, empleando expresiones singulares. Veamos...

"Por supuesto, y lo digo aunque no haga falta decirlo a mis lectores habituales, la acción del Tsahal en Gaza me parece impecable".

Tras la ceremonia apologética de corte ancestral, cita al arrepentidísimo Gabriel Albiac, y su fabulación sobre las víctimas exclusivamente terroristas de los bombardeos, Empero, el zumo de la previa frase vertida por Vázquez Rial merece ser inluido entre los peores y más siniestros bandos de LD.

Me refiero al uso del término "impecable".

Según María Moliner impecable significa, entre otras cosas "incapaz de pecar". Luego agrega otras acepciones igualmente diáfanas:

"Se aplica a lo que no tiene ningún defecto o mancha que alteren su correción o pulcritud. Un traje impecable. Una camisa impecable. Un hombre de corrección impecable. Una página impecable. Intachable. Irreprochable. Perfecto".

La inadecuación empleando un vocablo opuesto a la realidad que asola una franja de Gaza tinta en sangre, con la devastación de familias enteras, el inconmesurable dolor masivo y los cuerpos despedazados por doquier, o heridos graves imposibilitados de recibir la atención médica que veda el cerco de hierro israelí, evocan los impecables uniformes nazis, fundidos al proverbial sentido de la higiene punitiva del Führer; sus " amigos y compañeros" (término el último, desarrollado cotidianamente por Benito Mussolini) emprendiendo hazañas como ésta.

Este sentido de la "limpieza" -aquí asoma otro sustantivo que el sujeto aplica a la operativa israelí en su repugnante bando- condujo a que, por ejemplo, los nazis emplearan a menudo cámaras de gas, en vez de las mugrosas bayonetas o el armamanto pesado en sus matanzas masivas de judíos, gitanos, eslavos e izquierdistas durante las proverbiales masacres que todos conocemos y algunos prefieren ignorar, en su relación con esta otra.
Me vienen a la memoria los operativos de limpieza que los militares del Proceso argentino ensayaron contra estudiantes, obreros y militantes de partidos políticos u organizaciones sociales, pretextando la caza y captura de terroristas en los años de plomo que siguieron al 24 de marzo de 1976.
Yo, con antecedentes carcelarios de carácter político, con el carnet caducado y un cuadro familiar difícil, viví esos años cómo pude. El farsante los vivió lejos; sin embargo revive atmósferas y términos coincidentes con la mentalidad represora, entonces vigente.

Las intemporales palabras de las que echamos voz o pluma justificando brutales colisiones, nos delatan. En realidad desvelan lo que pensamos y sentimos, siempre y en cualquier caso. Sin embargo, quienes trastocan los usos coherentes de expresión convalidando ejemplos que cruzan la frontera del crimen, suelen remitirnos por la vía del inconsciente a su propia realidad tanática. No todos lo advierten; yo sí. Viene a ser mi especialidad.

Para el caso, la suciedad cotidiana de procedimientos (ya explicada someramente en otros artículos que refieren la vida y milagros de este farsante), contrasta con el deseo compulsivo de blanquearse a cualquier precio, disolviendo procedimientos criminales supuestamente precisos (según su letra) de Israel.

Las cargas que en la deposición ensaya contra Pedro J. Ramirez y "la progresía" que enfrenta este genocidio judío del nuevo año, se inscriben en su propio aislamiento literario, cultural y humano. En el punto, debo admitir que, con independencia de mi fundada antipatía por el director de El Mundo, en ningún caso (y la denuncia de los GAL es una prueba) justificó este señor el crimen de Estado. Y el genocidio de Gaza, no es más que un ampliado crimen de Estado. La masacre, planificada con gran detalle y efecto letal por los políticos y mandos militares israelíes, proyectada hacia sus incómodos vecinos con toda impunidad, ante las protestas de la comunidad internacional, una ONU obsoleta, y la aquiescencia del imperio americano para con su tradicional aliado en Medio Oriente.

No sé si el insignificante Vázquez Rial recibe terribles amenazas en su página web, tal como apunta. De ser así, las condeno. Pero si bien concedo que los fanáticos de todo pelaje carezcan de cualquier capacidad para distinguir la sutileza inteligente de la tosquedad que pueda ensayar un lumpen, no estimo que este pájaro sea inquietante para nadie. A menos que le enseñes un manuscrito no publicado.

Vinculo, respecto de su victimismo, cierto reportaje realizado en Buenos Aires hace dos años, dónde el sujeto declaraba que el tan aireado "exilio" del ´73, devenía producto de cierta "amenaza" contra su pescuezo, proveniente -según contactos políticos- de un "General"(cómo si él fuese alguien importante para el alto mando o José López Rega en el organigrama "subversivo" a batir, y no quién fue toda la vida).

Aquí reitera la finta, según la cuál el gato de los tejados y cubos de basura viene a ser una suerte de Tigre de la Malasia...

Lo más efectivo y democrático es dejar en cueros a quién haga de la farsa su modus operandi.

O sea, exhibirle tal como vino al mundo, aunque sin las espontaneidades ni el candor del neonato, despojándole al tiempo de los ropajes literarios y conceptuales que administra con tan poca fortuna a los sesenta y dos años, mientras emplea para el caso, una cómoda nacionalidad doble, sujeta al condicionante patrocinio de quienes le brindan cobijo de chabola y rancias hogazas de pan, a cambio de vaciar el intestino en cada renglón, y más concretamente, sobre este atroz genocidio...








No hay comentarios: