LA SUERTE ESTÁ ECHADA

Tras burlar el voto de once millones de españoles incumpliendo el programa a realizar, reemplazándolo por su opuesto en la mayor estafa política realizada en el país, las costuras del Partido Popular revientan por efecto de su enorme corrupción e impopularidad, desintegrando la formación a gran velocidad. El enorme desprestigio de sus integrantes dentro y fuera del gobierno es monumental. De nada le valió su mayoría absoluta en el parlamento, los consistorios y la mayoría de las gobernaciones, practicando la prepotencia con descaro inaudito en alianza con las fuerzas más oscuras y retrógradas, para evitar juicios contra sus tesoreros, el partido mismo por su financiación ilegal, y los escándalos Gürtel, Madrid Arena, Bankia, con las inmundas tramas valenciana y madrileña, las tarjetas negras y ahora la red de Francisco Granados-Marjaliza, en consonancia con el turbio control político del hada madrina de la corrupción: Esperanza Aguirre, bajo cuyo doble mandato en la Comunidad de Madrid y el partido local se lucraron cuál emires Miguel Blesa, López Viejo y otros delincuentes o sospechosos de delinquir, como el actual Presidente, Ignacio González.

En Catalunya aconteció otro tanto, y no sólo con la mafiosa familia Pujol. Las investigaciones pendientes apuntan a tramas políticas organizadas bajo su amparo, amortiguadas, de momento, por la compulsa de una decisión en ciernes que aún sostiene al cómplice y servidor Artur Mas. A todo esto se agrega la creciente miseria popular, con desnutrición infantil, paro de cifras brutales e incipiente empleo precario, transformando la sociedad de antaño en polos extremos y opuestos de superclase rampante y mendicidad abrumadora.La burguesía española en su conjunto dejó una nación dependiente de la voluntad alemana acreedora, practicando en nombre del pago de una deuda soberana cuestionable, recortes criminales en la sanidad, educación, leyes laborales, y asistencia a la población, mientras robaban a espuertas. La estafa de las Preferentes fue una de las tantas confiscaciones, complementadas por enriquecimientos ilícitos obtenidos desde los poderes públicos. Los desalojos violentos de cientos de miles de familias por impago continúan hoy, contraviniendo directivas de la propia UE. Que España sea el territorio donde más se han desplomado los derechos sociales y la equidad ciudadana no es casual. Tampoco que el Partido Popular caiga en la estimación de voto hasta niveles que prometen su desaparición, mientras el PSOE se le adelanta, y el Frente Social de Podemos con su programa democrático y reivindicativo se perfila como favorito en las encuestas de Metroscopia y el CIS. 

Ante el espanto de los burgueses herederos del franquismo, sus favoritos de la extrema derecha (la única que existe en España) se desploman en su propia podredumbre. Aún no tienen todo lo que se merecen. Falta que la justicia opere a fondo para castigar delitos y faltas, recuperando hasta el último céntimo de lo robado, decretando sendas penas de cárcel. Hasta ahora, la mayoría de chorizos, amparada en el poder de ello se han librado. Pero todo llega. Y aunque falten meses para las generales, mientras las huestes de Rajoy & cía aguantan la lluvia ácida del repudio masivo, en nombre de una Ley Fundamental que han pisoteado, entre el terror y la zozobra que hoy los domina, su suerte está echada.